1 ...7 8 9 11 12 13 ...20 16. H. I., l. 1, c. 139, t. 2, 40. También c. 163, t. 2, 114-119. Buena parte de la discusión gira sobre la veracidad de los relatos de Vespucio. El problema lo apunta certeramente Vignaud en la primera oración de su texto: “Nous ne connaissons les voyages de Vespuce que par lui-même”. Americ Vespuce , 3. Pero, incluso si partes esenciales de su narración fuesen fraudulentas, como aseveran sus detractores, comenzando por Las Casas, la innegable verdad es que fue el primero en señalar públicamente que las “islas y tierra firme del mar Océano” constituían una realidad distinta, un “mundo nuevo”. Al hacerlo contribuyó a estimular la imaginación utópica europea. Sus relatos constituyeron una importante influencia en la redacción de Utopía (1515), de Tomás Moro. Cf. Luis Alberto Uncein Tamayo, “El humanismo y las Indias,” Revista de historia de América , No. 92, julio-diciembre de 1981, 94-97; y, sobre todo, el provocador trabajo de Henri Baudet, Paradise on Earth: Some Thoughts on European Images of Non-European Man . New Haven and London: Yale University Press, 1965, 32-42, quien destaca la vinculación histórica entre la imagen del “noble salvaje”, presente en los relatos de Colón y Vespucio, sobre los indígenas americanos, y el concepto de “utopía” desarrollado en el Renacimiento tardío. La defensa moderna más importante de la veracidad de los viajes de Vespucio y la autenticidad de las cartas y relatos atribuídos a él la ha realizado el argentino Roberto Levilier, “Américo Vespucio: Concordancia de sus viajes y cartas con los mapas de la época”, en Vespucio, El Nuevo Mundo , 13-92. Levillier no aborda, sin embargo, un aspecto importante de la cuestión: la veracidad de lo relatado por Vespucio. Algunas informaciones que suple el navegante florentino sobre la vida indígena rayan en lo fantasioso, como, por ejemplo, las extrañas técnicas que, según él, utilizaban las lujuriosas hembras aborígenes para inflamar el órgano viril masculino. Ibíd ., 181. En general, es difícil separar, en Vespucio, la descripción etnográfica de la fantasía literaria; resultando en una temprana manifestación de lo que hoy se llama “realismo mágico”.
17. Textos y documentos completos , 40 (énfasis añadido).
18. Cristóbal Colón, Los cuatro viajes , 62.
19. Ibíd ., 67.
20. Obras de Francisco de Vitoria: Relecciones teológicas. Edición crítica del texto latino, versión española, introducción general e introducciones con el estudio de su doctrina teológico-jurídica (ed. Teófilo Urdanoz, O. P.). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1960, 642.
21. Los tesoros del Perú ( De Thesauris in Peru , 1563) (ed. de Ángel Losada). Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1958, passim.
22. Los cuatro viajes , 245.
23. Ibíd ., 124-125.
24. Textos y documentos , 174.
25. Teoría y leyes de la conquista . Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, 1979, 133-134. Véase, además, del mismo autor, “Descubrimiento y toma de posesión”, Anuario de estudios americanos , Vol. 12, Sevilla, 1955, 321-380. Cf. Manuel Servin, “Religious Aspects of Symbolic Acts of Sovereignty”, The Americas , Vol. 13, 1957, 255-267.
26. Fernández de Navarrete, Colección de los viages , Vol. II, 18-21. Wilcomb E. Washburn se da cuenta de la correlación continua entre ambos verbos, “descubrir” y “ganar”, en las cédulas reales, pero sin captar su significado como estrategia de toma de posesión. Quizá porque su hermeneútica lexicográfica carece de profundidad teórica. “The Meaning of ‘Discovery’ in the Fifteenth and Sixteenth Centuries”, American Historical Review , Vol. 68, No. 1, October 1962, 1-21.
27. Colección de los viages , Vol. II, 228 (énfasis añadido). La comunicación real a Colón es del 23 de abril de 1497.
28. Tzvetan Todorov, La conquista de América: La cuestión del otro . México, D. F.: Siglo XXI, 1987, 35: “El dar nombres equivale a una toma de posesión”. Esta sugestiva obra (cuyo original francés se publicó en 1982) contiene un buen número de reflexiones provocadoras.
29. Textos y documentos completos , 140.
30. Se publicaron tres ediciones en latín en 1493, en Roma, y para 1500 ya habían circulado diecisiete reimpresiones.
31. La explicación de Francisco Morales Padrón es la siguiente: “Colón hizo creer que lo encontrado eran las Indias de Oriente, por lo cual, y porque los jonios del Asia Menor no sabían pronunciar la ‘h’ aspirada y llamaban Indoi a los hindúes, vocablo que heredamos nosotros, los hombres y mujeres de la futura América comenzaron a ser conocidos como indios ”. “Descubrimiento y toma de posesión”, 7.
32. Textos y documentos completos , 145.
33. Los cuatro viajes , 169
34. H. I., l. 1, c. 134, t. 2, 17.
35. Ibíd ., l. 2, c. 46, t. 2, 356.
36. “Zum ewigen Frieden” (1795), Schriften von 1790-1796 von Immanuel Kant (herausgegeben von A. Buchenau, E. Cassirer, B. Kellermann). Berlín: Bruno Cassirer, 1914, 444 (mi traducción).
37. Décadas del nuevo mundo (estudio de Edmundo O’Gorman y traducción de Agustín Millares Carlo). México, D. F.: Porrúa, 1964-1965, Vol. I, 267.
38. Sus artículos principales se reproducen en Morales Padrón, Teoría y leyes de la conquista , 41-43, y, Frances G. Davenport, European Treaties Bearing On the History of the United States and its Dependencies to 1648 . Washington, D. C.: Carnegie Institution, 1917, Vol. I, 36-41.
39. Teoría y leyes de la conquista , 13-32; European Treaties , Vol. I, 9-32.
40. Provienen las citas, la primera de la bula Inter caetera , del 3 de mayo de 1493; la segunda, de la bula homónima del 4 de mayo. Reproducidas como apéndices en Bartolomé de Las Casas, Tratados (2 vols.). México, D. F.: Fondo de Cultura Económica, 1965, Vol. II, 1279, 1286.
41. Textos y documentos , 236-237.
42. Ibíd ., 142.
43. Ibíd ., 252. El concienzudo historiador alemán Friederici defiende la tesis de la hospitalidad indígena. “Los descubridores y conquistadores de América fueron recibidos casi por doquier con los brazos abiertos, lo mismo en las islas que en el continente, por los nativos, cuyos recelos aún no habían despertado”. El carácter del descubrimiento , Vol. I, 171.
44. H. I., l. 1, c. 120, t. 1, 460.
45. Ibíd ., l. 2, c. 27, t. 2, 293. En De los tesoros del Perú , Las Casas arguye minuciosamente la legitimidad jurídica de la defensa de la soberanía nativa.
46. Demetrio Ramos, “El hecho de la conquista de América”, en Demetrio Ramos et al., La ética en la conquista de América ( Corpus Hispanorum de Pace , Vol. XXV). Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1984, 17-63.
47. Hernán Cortés, Cartas de relación . México, D. F.: Editorial Porrúa, 1985, 4, 99.
48. Con acierto, Morales Padrón asevera: “El descubrimiento y la conquista forman parte de un mismo fenómeno o proceso... Al descubrimiento siguió siempre la toma de posesión”. “Descubrimiento y toma de posesión”, 8 y 59. Eso también fue cierto en el caso de Cortés. López de Gómara describe su acción inicial de descubrimiento/posesión: “Tomó posesión de toda aquella tierra con la demás por descubrir, en nombre del emperador don Carlos, rey de Castilla. Hizo los otros autos y diligencias que en tal caso se requerían, é pidiólo ansí por testimonio a Francisco Hernández, escribano real, que presente estaba”. Segunda parte de la crónica general de las Indias: La conquista de Méjico , en Historiadores primitivos de Indias (ed. Enrique de Vedía). Madrid: Biblioteca de Autores Españoles (t. 22), Ediciones Atlas, 1946, 316.
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