dolor y pena nos disteis, nuestras bocas y nuestros rostros tiznados, siempre estábamos cociendo sobre el fuego, nos quemasteis y sentimos el dolor;
probaréis ahora, y os quemaremos, dijeron las ollas, todas dándoles el rostro, y las piedras que eran tenamastes con furia: venga el fuego, nuestras cabezas puestas para la olla, nos hicisteis, y nos causasteis dolor, y andaban corriendo desatinados,y queriendo subirse sobre las casas, y se les caía la casa, y venían abajo, y querían subir sobre los palos, y los arrojaban los palos, y queriendo meterse en los hoyos, y se les cerraban, y así fueron destruidos y aniquilados y afrentados todos.
Y así fue dicho: señal de esta gente son los monos que ahora andan por los montes, y por eso quedaron por señal, porque solo fueron de palo, hechos por el criador, y EL MONO POR ESO SE PARECE AL HOMBRE porque es señal de otro género de hombres hechos de palo.
NOVENA REVELACIÓN
Este trozo del POPOL VUH quiere decir que existe, por virtud del fluido espiritual universal, una relación vital entre el ser humano con todas las demás criaturas (animales y plantas), y también con las cosas inanimadas.
Mi Carmencita me enseñó que este trozo del POPOL VUH eleva el principio moral que tienen en común todas las creencias religiosas: «No hagas a otros lo que no quieras para ti».
Los chamanes le explicaron a ella, por ser principal dentro del sistema matriarcal que todavía subsiste en la etnia nonualca, que esta altísima norma moral fue acarreada por aquella burbuja social compuesta por los sabios antechamanes que vinieron desde Eurasia a través del estrecho de Behring acompañando a las hordas que huían del frío y que, siguiendo a las manadas de animales que los sustentaban, llegaron al doble continente americano, habiéndose detenido solo ellos —los antechamanes— en lo que ahora se reconoce como Mesoamérica.
El fluido espiritual universal le concede vida a las cosas inanimadas, y por eso el ser humano les debe el mismo respeto que a los animales y plantas, y a los otros seres humanos por la razón de que todos —sin excepción— son producto elaborado por los dioses.
Para los mesoamericanos espirituales desde el siglo 21, mi Carmencita asigna las tareas siguientes para el resto del siglo:
•Que como aprestamiento frente a las consecuencias nefastas derivadas del presente y actual cambio climático, y con el propósito de preservar la raza humana que recuerde el contenido del POPOL VUH, se hagan esfuerzos de mitigación del impacto negativo del cambio climático por medio del favorecimiento de la producción local de la cerámica utilitaria, lo mismo que de la cestería y de los tejidos tradicionales a base de fibras naturales y colorantes naturales, promoviendo la substitución del plástico de manera consecuente.
•Dedicar más hectáreas de cultivo del henequén para criar la cochinilla y obtener el color rojo. Usarlo preferencialmente para tejidos y alimentos, y lo mismo vale para las plantas del achiote y para las plantas del índigo para el color azul.
Muy encarecidamente —por revelación en sueños que tuvo mi Carmencita— nos aconseja promover la plusvalía de todos los terrenos de cerros y volcanes de más de 900 metros de altura para aumentar en estas tierras casi baldías el cultivo de la zarzamora con la intención de explotar la artesanía de la seda, hasta lograr que Mesoamérica sea reconocida mundialmente como «La Meca de la seda».
CAPÍTULO 10
Y entonces había poca claridad sobre la faz de la tierra, y aún no había sol, y entonces uno llamado VUCUB-CAQUIX
(esto es, siete guacamayas)
se ensorbecía.
Había entonces, cielo y tierra, pero estaba turbia la luz del sol y la luna, y este VUCUB-CAQUIX decía:
solo aquella poca gente que se anegó, fueron como brujos, yo ahora seré grande sobre todas las criaturas, so soy su sol, yo soy su blancura, yo seré su luna, es grande mi claridad, y soy por quien han de andar los hombres y pararse, porque mis ojos son de plata, solo resplandecen como las piedras preciosas VERDES COMO EL CIELO mis narices, resplandecen de lejos como la luna y es de plata mi trono, y cuando salgo se aclara la tierra; y así yo sol sol y soy luna por la claridad de los vasallos que tendré, porque mi vista alcanza muy lejos:
esto dijo el dicho VUCUB-CAQUIX.
Pero no era el sol el tal VUCUB-CAQUIX, sino que lo ensorbecían sus riquezas y su plata; y solo alcanzaba su vista a todo el mundo, y todavía no había visto la cara al sol, a la luna, ni a las estrellas, ni había aclarado; ya se ponía el VUCUB-CAQUIX por el sol y por la luna, pero no se había manifestado la claridad del sol y la luna, solo deseó la grandeza y sobrepujar; y esto fue cuando se hizo el diluvio por la destrucción de los hombres de palo;
y ahora trataremos cuando murió el VUCUB-CAQUIX, cuando fue vencido y cuando fue hecho el Hombre por el criador.
Como expresión «verde como el cielo» parece algo extraño, como se debe tratar de explicar, que los indios del Quiché en su idioma NO DISTINGUEN EL AZUL DEL VERDE.Llaman los dos diferentes colores con la misma palabra = RAX.En el mismo caso se hallan las lenguas poqomchi y cachiquel, en las cuales se usa la misma palabra para los dos colores. Sin embargo ya el padre Ximénez también usó en su traducción de esta misma frase el intento de interpretar como que el CIELO TROPICAL QUE TIRA MUCHAS VECES A VERDE, traduciendo de acuerdo a su experiencia de ver las apariencias de la naturaleza, que aún y cuando existen en realidad, no parecen «tan naturales» cuando se hace la descripción o pintura de ellas.Mecate = lianas, bejucos. |
DÉCIMA REVELACIÓN
Mi Carmencita nos ha dejado dicho que tomemos en cuenta que con el diluvio universal llovió por primera vez en el planeta.
Hasta entonces todo estaba envuelto por la neblina y por eso la humanidad no había visto bien ni el sol, ni la luna, como tampoco las estrellas.
Nos explica que la expresión «verde como el cielo» nos ha de parecer extraña, ya que estamos acostumbrados a ver el cielo con tonalidad azul, siendo la explicación para nosotros que en el idioma indígena no hay distinción entre el color verde y el color azul, y que ambos se denominan con el mismo vocablo (RAX).
La evolución ya había traspasado todas las eras glaciales, hasta que se desató el diluvio y se agotó la era del segundo ser humano creado a base de madera.
Los dos intentos de crear una creatura que alabase a HURACÁN y al Consejo de los Dioses son metáforas que significan las dos etapas evolutivas del ser humano hasta entonces.
Cada edad tiene que terminar con una hecatombe capaz de borrar un episodio y de darle inmediato inicio a otra etapa superior.
El personaje mítico VUCUB-CAQUIX representa a una humanidad infatuada y descuidada con la Creación.
El conocimiento de la voluntad de HURACÁN y del Consejo de los Dioses se menciona literalmente como «claridad».
Esta claridad —que representa el saber— no se había manifestado todavía porque HURACÁN confió demasiado en el libre albedrío de aquella segunda humanidad (el hombre de madera).
CAPÍTULO 11
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