6Detalles del caso en el Capítulo 8.
7Escobar lo define así: “Todos chicos de barrios marginados, vulnerables. La policía los usa como mano de obra esclava para robar o transar drogas. Si se niegan padecen un ‘verdugueo’ constante, usan la excusa de averiguación de antecedentes o faltas y contravenciones para meterlos en las comisarías y molerlos a palos. Otras veces, directamente van a las casas y se los llevan. Una vez desaparecidos, se modifican los libros de actas. La ‘justicia’ en los primeros días investiga con los mismos policías implicados en la desaparición. Entonces plantan testigos falsos, modifican y limpian evidencias. Los testigos que aseguran haberlos visto por última vez en un patrullero o comisaría, son perseguidos o mueren de formas dudosas. La principal línea de investigación de los jueces y fiscales es la versión de la policía; la otra, que proviene de las familias, queda desestimada. Rechazan hábeas corpus. Se niegan a declarar la causa como desaparición forzada. Investigan a los familiares. Si el caso toma estado público, los medios hegemónicos de comunicación instalan versiones falsas que apuntan a que las víctimas están con vida. Es la Máquina de desaparecer personas en democracia. Puede parecer una cadena de ineptitudes, pero eso solo dejaría tranquilo al más ingenuo. La Máquina se pone en marcha y es sistemática. A veces nos pueden hacer pensar que tiene fallas, y de repente escupe un cuerpo. Pero estos cuerpos que aparecen no son más que la confirmación de lo bien y aceitada que funciona. ¿Entonces? En cualquier momento este Estado ‘democrático’ se chupa a otro. Escuché a periodistas de trayectoria poniendo en duda el término ‘desaparición forzada en democracia’”. La Vereda Digital, 5 de agosto de 2020.
8Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos: “Edición especial Julio López”, Tantas Voces, Tantas Vidas, 20 de septiembre de 2011.
9María del Carmen Verdú: Represión en democracia. De la primavera alfonsinista al gobierno de los derechos humanos, Buenos Aires, Herramienta, 2009.
10“Las palabras Coordinadora y Represión Policial e Institucional eran imprescindibles, pero la sigla sonaba horrible. Uno de los militantes más jóvenes resolvió el problema, mientras preparaba el mate desde la cocina gritó: ‘¡Corré, pibe, que viene la yuta!’... ¡Es Correpi!”.
11Giuliana Sordo: “En materia represiva el macrismo ha pegado un salto fenomenal”, La Primera Piedra, 28 de agosto de 2017.
12“La Argentina atiende a los derechos humanos en esa omnicomprensión que el término derechos humanos significa, pero su pregunta no es sobre esa visión a la que hizo referencia el Papa en forma genérica sino concretamente al hombre que está detenido sin proceso, que es uno, o al desaparecido, que es otro. Es una incógnita el desaparecido, si el hombre apareciera, bueno, tendrá un tratamiento X. Y si la desaparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento tiene un tratamiento Z. Pero mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial, es una incógnita, no tiene entidad, no está. Ni muerto ni vivo, está desaparecido”. Esta fue la respuesta completa del dictador en una conferencia de prensa en la Casa Rosada en 1979, a la pregunta del periodista José Ignacio López. Esta cruda definición otras veces cedió paso a “los desaparecidos están en Europa”, y ya en democracia el desaparecido estaba “en Chile” o “tomando el té en casa de la tía”, o “de putas en Bahía Blanca” o “se fue con el novio”.
13CELS: La inseguridad policial, Buenos Aires, Eudeba, 1997.
14Las historias de las desapariciones de ese período así lo reflejan en el Capítulo 2.
15Verdú: O. cit., p. 29.
16Uno de los primeros en popularizar un concepto similar al gatillo fácil fue Rodolfo Walsh en artículos que escribió en el Semanario de la CGT, “La secta del gatillo alegre y la picana” fue uno de ellos, el 27 de marzo de 1969. Ya en la década de 1930 el inspector general de policía Víctor Fernández Bazán instaba a sus subordinados a “disparar primero, preguntar después”.
17Verdú: O. cit., p. 35.
18Abogado de presos políticos y ex secretario de Derechos Humanos.
19Verdú: O. cit., p. 38.
20Ib., p. 47.
21Cristian Alarcón: “Cuando la ejecución es usada como política”, Página/12, 26 de diciembre de 2001.
22Ricardo Ragendorfer: La secta del gatillo. Historia sucia de la Policía Bonaerense, Buenos Aires, Planeta, 2002, p. 44.
23Alejandra Vallespir: La policía que supimos conseguir, Buenos Aires, Planeta, 2002, p. 11.
24Ib., p. 72.
25Ricardo Ragendorfer y Carlos Dutil: La Bonaerense. Historia criminal de la policía de la provincia de Buenos Aires, Buenos Aires, Planeta, 1997.
26Informe de la Comisión Provincial por la Memoria, abril 2021. Disponible en comisionporlamemoria.org
27Según Luciana Cepeda, “son elementos no exclusivos pero sí claves para comprender el despliegue del uso de la violencia estatal, en tanto se aprueban durante los últimos espasmos de regímenes dictatoriales y operan para la conformación de democracias sitiadas, es decir, como un instrumento heredado del gobierno de facto para la gobernabilidad democrática”. En Alcira Daroqui (Comp.): Muertes silenciadas. La eliminación de los “delincuentes”, Buenos Aires, Ediciones del Centro Cultural de la Cooperación, 2009.
28Ricardo Ragendorfer: La secta del gatillo: historia sucia de la policía bonaerense, Buenos Aires, Planeta, 2002, p. 43.
29Carlos Nino: Juicio al mal absoluto, Buenos Aires, Ariel, 2006, pp. 33, 34 y 36.
30Ximena Tordini: “La persona que amas puede desaparecer”, Crisis, 14 de octubre de 2020. “Así, una persona puede ser buscada y al mismo tiempo estar atravesando un túnel de instituciones en donde nadie la ve”, escribió la periodista.
31Tratado en el Capítulo 2.
32Hugo Montero: De Nicaragua a La Tablada. Una historia del Movimiento Todos por la Patria, Buenos Aires, Ediciones Continente, 2015.
33“Las versiones falsas sirvieron para avivar las brasas de las internas policiales porque el rumor que más recorrió las calles de la ciudad fue el de que Aníbal era amante de la mujer del jefe de policía. Cuando apareció el cuerpo la táctica cambió y todos soltaron la mano del asesino”, dijo Norma Ríos en el caso de la desaparición de su sobrino Aníbal Pellegrini. Ella está convencida de que cuando se trata de la policía es imposible esclarecer estos casos porque “siempre tapan, son cómplices o ejecutores o cómplices de silencio”.
34Eso sucedió con la causa de Santiago Maldonado y también con la de Jorge Julio López. Mientras los kilos de expedientes iban en carretilla de un piso a otro en los tribunales de La Plata, la abogada Guadalupe Godoy lloraba.
35X. Tordini: O. cit.
36Ib.
37Gabriela Naso: “Cómo es la búsqueda de desaparecidos en la actualidad”, Página/12, 28 de enero de 2021.
38Gabriela Naso: “Cuáles son los errores que hoy impiden la identificación de personas desaparecidas o restos sin identidad”, Página/12, 28 de enero de 2021.
39Raúl Zaffaroni: “El crimen de Estado como objeto de la criminología”, exposición en el Congreso Internacional de Derecho Penal del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México en junio de 2006.
40“La presión venía de todos lados. Un día vino Bono a Casa de Gobierno y me reclamó por Santiago Maldonado. Le expliqué qué sabíamos, qué no sabíamos y por qué era injusto sancionar a los gendarmes. Se fue más tranquilo y, por suerte, al otro día, en el recital de U2 en La Plata, no dijo nada sobre el tema”. (Mauricio Macri: Primer tiempo, Buenos Aires, Planeta, 2021). Sergio Maldonado salió al cruce al publicar en sus redes sociales la carta que le envió Bono luego del recital en la que le agradecía por haber ido a escucharlo y lo instaba a no rendirse jamás en la búsqueda de saber qué le sucedió a Santiago.
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