»Brahmín, cuando el Noble Discípulo mantiene la mente alerta, el Tathāgata continúa su educación: “Ven, monje, permanece atento y lúcido. Actúa con plena lucidez en todo lo que hagas, ya sea yendo o viniendo… mirando adelante o mirando a tu alrededor… encogiéndote o estirándote… llevando el manto, el cuenco y el manto… comiendo, bebiendo, masticando, saboreando… defecando u orinando… caminando, de pie, sentado, dormido, despierto, hablando o en silencio, actúa con plena lucidez”.
»Brahmín, cuando el Noble Discípulo permanece atento y lúcido, el Tathāgata continúa su educación: “Ven, monje, instálate en un lugar de residencia aislado, un bosque, el pie de un árbol, una colina, un barranco, una cueva de montaña, un cementerio, una selva, a cielo abierto, en un montón de paja”.
»El Noble Discípulo se instala en un lugar aislado, un bosque… etc. Allí, de vuelta de recolectar la comida que le ofrecen, después de haber comido, se sienta con las piernas cruzadas, pone el cuerpo erguido y enfoca la atención en torno a la boca. 96
»Renunciando a la codicia por lo mundano, permanece con una mente libre de codicia, limpiándose la mente de codicia.
»Renunciando al odio y a la malevolencia, permanece con una mente libre de malevolencia, limpiándose la mente de odio y de malevolencia, vive benévolo y compasivo para con todos los seres vivos.
»Renunciando a la pereza y apatía, permanece libre de pereza y apatía, con la mente despejada, lúcido y atento, limpiándose la mente de pereza y apatía.
»Renunciando al desasosiego y a la ansiedad, permanece sereno, con paz interior en la mente, limpiándose la mente de desasosiego y ansiedad.
»Renunciando a la duda, va más allá de la duda, sin confusiones sobre lo que es provechoso, limpiándose la mente de duda.
»Renunciando a estos cinco impedimentos, impurezas de la mente que menoscaban la sabiduría, apartado del deseo de los sentidos, apartado de lo que es perjudicial, alcanza y permanece en la primera abstracción meditativa, en la que hay gozo y felicidad nacidos del apartamiento y va acompañada de ideación y reflexión. Al cesar la ideación y la reflexión, alcanza y permanece en la segunda abstracción meditativa, en la que hay gozo y felicidad nacidos de la concentración, está libre de ideación y reflexión, y va acompañada de unificación de la mente y serenidad interior.
»Al desvanecerse el gozo, permanece ecuánime, atento y lúcido, experimentando con el cuerpo aquel estado de felicidad que los Nobles llaman: “Vivir feliz, atento y ecuánime”, con lo que alcanza y permanece en la tercera abstracción meditativa. Al renunciar al placer, al renunciar al dolor, y previa desaparición de la alegría y la aflicción, alcanza y permanece en la cuarta abstracción meditativa, sin dolor ni placer, completamente purificada por la atención y la ecuanimidad.
»Ésta es, brahmín, mi instrucción para los monjes practicantes que no han logrado todavía la santidad y que permanecen aspirando a la suprema salvación de toda sujeción. Sin embargo, para los monjes de perfecta santidad, 97 que han aniquilado las corrupciones, que han vivido la vida de santidad, hecho lo que había por hacer, abandonado la carga, logrado el bien supremo, extirpado las trabas del devenir y se han liberado por el recto conocimiento, esas prácticas conducen en este mismo mundo a una vida feliz, atenta y lúcida.»
Dicho esto, el contable Moggallāna preguntó al Bienaventurado:
–¿Los discípulos del maestro Gotama al ser aconsejados e instruidos así por él, logran todos la meta definitiva, el Nibbāna , o los hay que no la logran?
–Brahmín, algunos discípulos, al ser aconsejados e instruidos así por mi, logran la meta definitiva, el Nibbāna; otros no la logran.”
–Dado que existe el Nibbāna , el camino que lleva al Nibbāna y también el maestro Gotama que invita a recorrerlo, ¿cuál es la causa, maestro Gotama, cuál es la razón de que algunos discípulos al ser aconsejados e instruidos así por él, logren la meta definitiva, el Nibbāna , y otros no?
–Brahmín, ahora te preguntaré yo, así que respóndeme como te parezca oportuno. ¿Qué te parece, brahmín, conoces bien el camino que lleva a Rājagaha?
–Sí, maestro, conozco bien el camino que lleva a Rājagaha.
–¿Qué te parece, brahmín? Imagina que llega un hombre que quiere ir a Rājagaha, se acerca a ti y te dice: “Venerable señor, desearía ir a Rājagaha, indíqueme el camino a Rājagaha”. Y entonces tú le dices: “Buen hombre, éste es el camino que va a Rājagaha; ve por él un trecho y cuando hayas recorrido un trecho verás una aldea, sigue un poco más y cuando hayas recorrido otro trecho verás un pueblo, sigue aún un poco más y cuando hayas recorrido otro trecho verás Rājagaha con sus maravillosos parques y arboledas, con sus maravillosas praderas y estanques”, y aconsejado e instruido así por ti, éste toma el camino equivocado y se va hacia el oeste.
»Llega otro que quiere ir a Rājagaha… Y éste, aconsejado e instruido así por ti, llega tranquilamente a Rājagaha.
»Ahora bien, brahmín, dado que existe Rājagaha, el camino que lleva a Rājagaha y también tú que invitas a recorrerlo, ¿cuál es la causa, brahmín, cuál es la razón de que un hombre, al ser aconsejado e instruido así por ti, tome el camino equivocado que va hacia el oeste y el otro llegue tranquilamente a Rājagaha?
–Maestro Gotama, ¿qué puedo hacer yo?, yo sólo soy el que indica el camino.
–De la misma manera, brahmín, existe el Nibbāna , el camino que lleva al Nibbāna y también yo, que invito a recorrerlo. Sin embargo, algunos de mis discípulos, al ser aconsejados e instruidos así por mí, logran la meta definitiva, el Nibbāna , y otros no. Brahmín, ¿qué puedo hacer yo? Yo sólo soy el que indica el camino.» 98
Dicho esto, el brahmín Moggallāna dijo al Bienaventurado:
–Maestro Gotama, hay hombres sin fe 99 que dan el paso de la vida del hogar a la vida sin hogar para ganarse la vida. 100 Ésos son embaucadores, hipócritas, truhanes, desequilibrados, insolentes, veleidosos, groseros, charlatanes, no vigilan las puertas de sus facultades, desconocen la moderación en el comer, no mantienen sus mentes despiertas, no tienen interés por la vida retirada ni mucho respeto por la práctica, son dados a los excesos y a la laxitud, son los primeros en caer en error y los últimos en retirarse a meditar, son vagos, con poca energía, distraídos, sin lucidez, de mente dispersa y descarriada, de escasa sabiduría, cerrados al aprendizaje. 101 El maestro Gotama no convive con ellos.
»Sin embargo hay hijos de familia con fe que dan el paso de la vida del hogar a la vida sin hogar. Ésos no son embaucadores, hipócritas, truhanes, desequilibrados, insolentes, veleidosos, groseros, charlatanes. Ésos vigilan las puertas de sus facultades, conocen la moderación en el comer, mantienen sus mentes despiertas, tienen interés por la vida retirada y mucho respeto por la práctica, no son dados a los excesos ni a la laxitud, son los últimos en caer en error y los primeros en retirarse a meditar, son enérgicos, diligentes, siempre atentos y lúcidos, de mente equilibrada y unificada, sabios, abiertos al aprendizaje. El maestro Gotama convive con ellos.
»Maestro Gotama, de la misma forma que del aroma de la raíz de goma arábiga se dice que es el mejor de los aromas de raíces, del aroma de la madera de sándalo se dice que es el mejor de los aromas de maderas, y del aroma del jazmín se dice que es el mejor de los aromas de las flores, igualmente del consejo del maestro Gotama se dice que es supremo entre las enseñanzas de nuestros tiempos. 102
»¡Excelente maestro Gotama, excelente maestro Gotama! En verdad, maestro Gotama, como uno que levanta lo caído, o revela lo oculto, o indica el camino al extraviado, o alza un candil en la oscuridad pensando: “los que tengan ojos, que vean”, así es como el Bienaventurado explica la Enseñanza de diversas maneras.
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