PÉREZ, F. (2007): Claves del desarrollo a largo plazo de la economía española , Bilbao, Fundación BBVA.
PICAZO, A. y E. REIG (2001): «El crecimiento de la economía valenciana en la segunda mitad del siglo XX», en L. García (coord.): Comunidad Valenciana , Madrid, Servicio de Estudios del BBVA, Revista Situación , pp. 25-54.
PUTNAM, R. (2000): Bowling Alone: The Collapse and Revival of American Community , Nueva York, Simon and Schuster.
PUTNAM, R. et al . (1993): Making Democracy Work. Civic Traditions in Modern Italy , Princeton University Press.
REIG, E. (dir.) (2007): Competitividad, crecimiento y capitalización de las regiones españolas , Madrid, Fundación BBVA.
REIG, E. y A. PICAZO (1997): Capitalización y crecimiento de la economía valenciana, 1955-1995 , Bilbao, Fundación BBVA.
SOLER, V. (2003): «Epíleg», en E. Lluch: La via valenciana , 3. aed., Catarroja, Afers, pp. 243-334.
* Agradezco las sugerencias del profesor Ernest Reig y de la profesora Matilde Mas.
1. Los determinantes de la productividad del trabajo son principalmente del propio país. Las mejoras de productividad de otras economías no dañan en absoluto la de una concreta (Reig, 2007: 21-22).
2. Hay que saber que el progreso técnico (λ) está asociado a la llamada productividad total de los factores (PTF) o residuo de Solow . Este concepto viene a hacer patente el crecimiento económico no explicado por un mayor uso de los factores de producción, de trabajo o de capital, sino por la utilización más eficiente de estos factores, aquello que refleja el parámetro A de la función de producción agregada de Cobb Douglas, Y = AK αL β.
3. Alfa (α) es, como se ve en la nota anterior, el exponente de K de la función de producción de Cobb Douglas, que pondera la intensidad del uso del capital en la actividad productiva correspondiente.
4. Aunque «las comparaciones deben matizarse por las diferencias entre la vida económica a una parte y otra del Atlántico: en Europa se ha reducido más significativamente la jornada de trabajo. Esto tiene dos lecturas: mayor preferencia del ocio a mayor nivel de ingresos o la dificultad de acceso a trabajos mejor retribuidos» (Reig, 2007: 65).
5. Hay autores que entienden que el lento avance de la productividad y la pérdida de competitividad exterior se deben a que el avance es débil en algunas de las direcciones del cambio estructural actual, o al menos no opera a la velocidad que requiere la intensidad con la que se mueve el mundo que nos rodea (Pérez, 2007: 85).
6. Actualmente, se considera ventajosa la desintegración de actividades, la subcontratación y la externalización, recorriendo los mercados para incorporar a los procesos de producción muchos bienes y servicios que antes se desarrollaban internamente: complejización e internacionalización de las cadenas de suministro, facilitados por el capital humano, las TIC y la confianza en los mercados (Pérez, 2007: 96).
7. Se considera distrito industrial una entidad socioeconómico-territorial caracterizada por la ubicación en un mismo territorio de un gran número de empresas especializadas (en una o en pocas fases del proceso económico-productivo de una industria o sector) y de una comunidad de personas que han interiorizado un sistema de valores y de reglas de comportamiento que favorecen la competencia y la cooperación entre las empresas locales (Bellandi y Dei Ottati, 2001).
8. El economista americano Robert Gordon (2002) va más allá y recorta incluso las diferencias entre la renta per cápita americana y europea como indicadores de nivel de vida. La razón es que, además de constatar que los europeos disfrutan de más tiempo libre, al PIB americano se le incorpora una mayor producción de bienes y servicios que sólo consiguen responder a problemas que los europeos tienen en menor medida, como por ejemplo el clima extremado, la delincuencia, la urbanización incontrolada, la falta de transportes públicos, etc.
3. La renta y su distribución
Vicente Esteve García
Silviano Esteve Pérez
Universitat de València
3.1 Introducción
Entre los objetivos macroeconómicos básicos de cualquier sociedad se encuentra la capacidad de generar aumentos sostenidos de su producción agregada o renta a largo plazo. Sin embargo, también es muy importante tener en cuenta cómo se distribuye la renta, es decir, cómo se reparte el resultado de la actividad productiva entre los distintos miembros de la economía. El estudio de la distribución de la renta se puede analizar desde una triple perspectiva: funcional, personal y espacial o regional.
Por un lado, la distribución primaria o funcional de la renta, que se centra en el reparto de la renta entre los factores productivos resultado del propio funcionamiento de los mercados.
Por otro lado, la distribución personal de la renta entre las personas o los hogares. La distribución primaria de la renta se altera mediante los impuestos y las transferencias dando lugar al ingreso o renta disponible de las personas o familias. La distribución personal o distribución familiar de la renta recoge, desde la óptica del gasto, el reparto de la renta disponible entre los agentes económicos. El estudio de la distribución de la renta desde una perspectiva personal, e incluso regional, aumenta progresivamente su importancia con el nivel de desarrollo económico del área considerada. Recientemente, ha habido un interés creciente por evaluar con mayor precisión el nivel de bienestar económico y la felicidad de las personas.
Por último, la distribución espacial o territorial de la renta, que recoge, desde un punto de vista territorial, cómo se distribuye la producción en distintos ámbitos espaciales, así como el grado de desigualdad en los niveles de vida de los agentes en función del lugar geográfico en el que residen.
Partiendo de estas breves consideraciones, que tienen por objeto enmarcar el tema, en los apartados siguientes se analizan sucesivamente para la Comunidad Valenciana, en el marco de España, la distributión funcional de la renta, la distributión personal o familiar de la renta, y la distribución territorial de la renta.
3.2 Distribución funcional de la renta
La renta es un flujo derivado primariamente de las aportaciones de los distintos factores productivos (principalmente, trabajo y capital) al proceso de producción. La distribución funcional o primaria de la renta recoge, desde el punto de vista de la producción, el reparto del valor añadido bruto a coste de factores (VABcf) o renta entre los propietarios de los factores productivos que participan en su obtención. Precisamente, la remuneración de los factores productivos es lo que origina la distribución funcional de la renta.
El producto total de la economía, en particular el producto interior bruto a precios de mercado menos los impuestos netos sobre la producción y las importaciones (es decir, el VABcf), incluye la remuneración de los asalariados o retribución del trabajo por cuenta ajena (sueldos y salarios brutos y cotizaciones sociales a cargo de los empleadores) y el excedente de explotación bruto (rentas del capital, rentas mixtas –contraprestaciones por las aportaciones de capital y trabajo por cuenta propia– y rentas del sector público).
La tabla 3.1muestra cómo la participación de la remuneración de los asalariados (RA, en adelante) en el VABcf ha disminuido en favor del excedente de explotación bruto (EEB, en adelante) en el período 2000-2005, tanto en España como en la Comunidad Valenciana, aunque con una mayor intensidad en esta última.
TABLA 3.1
Participación de las rentas en el PIB a coste de factores (porcentajes)
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