[Nebrija a Almazán, enviado regio]
NEBRIJA: De liberis educandis, (trad. de F. Olmedo)
«Madres a medias [son] las que solamente paren y no crían ni educan. Padres a medias son los que no tiene otra mira que procurar el bien material para sus hijos».
ERASMO: De cómo los niños han de ser precozmente iniciados en la piedad y en las buenas letras (trad. de L. Riber)
«No lo creo yo, Señor, de vuestra bondad y justicia, que sois justo juez y no como los jueces del mundo; que como son hijos de Adán, y, en fin, todos varones, no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa».
SANTA TERESA: Camino de perfección
«Con este aplauso de los que le conocían y no conocían, llegó el niño a la edad de siete años, en la cual ya sabía leer latín y romance y escribir formada y muy buena letra; porque la intención de sus abuelos era hacerle virtuoso y sabio, ya que no le podían hacer rico; como si la sabiduría y la virtud no fuesen las riquezas sobre quien no tienen jurisdicción los ladrones, ni la que llaman Fortuna».
CERVANTES: La fuerza de la sangre
«Yo aseguro que si entendierais que también había en nosotras valor y fortaleza, no os burlaríais como os burláis; y así, por tenernos sujetas desde que nacemos, vais enflaqueciendo nuestras fuerzas con los temores de la honra, y el entendimiento con el recato de la vergüenza, dándonos por espadas ruecas, y por libros almohadillas».
Doña María de ZAYAS SOTOMAYOR (1590-c.1661)
«Rosa al nacer el día/ te ostentas con tal fragancia/ que sin ser en ti arrogancia/ estimas tu lozanía./ Cortada das alegría/ y vivifica tu olor/ mas te advierto con dolor/ que tu vida será breve,/ que el que a cortarte se atreve/ quiere verte ajada flor».
Doña Ana ABARCA DE BOLEA: Octavario, «Décima a una rosa»
SIGLAS y otras observaciones
Todos los textos se han modernizado.
[…] quiere decir que se ha suprimido parte de un texto.
ACA es Archivo de la Corona de Aragón.
AGI es Archivo General de Indias.
AGS es Archivo General de Simancas.
AHN es Archivo Histórico Nacional.
BNE es Biblioteca Nacional de España.
BNF es Biblioteca Nacional de Francia.
BUS es Biblioteca de la Universidad de Salamanca (fondo histórico).
CODOIN es Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España.
CSIC es Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
DBRAH es Diccionario de Biografías de la Real Academia de la Historia.
RAH es Real Academia de la Historia.
El historiador llevaba mucho tiempo intrigado sobre cómo se había educado a los príncipes, como niños, en los tiempos de la Casa de Austria en España.
Sabía que había habido esfuerzos por compilar las obras dedicadas a la educación de los príncipes, pero como futuros gobernantes, o tratados políticos sobre los príncipes en su acepción de reyes, compilaciones que poco tenían que ver con la educación de los párvulos.
Además, le interesaban sobre todo los aspectos sociales del fenómeno de la educación: quiénes educaban, bajo qué principios o valores, cómo se les escogía, qué leían los preceptores y qué hacían leer a tan distinguidos estudiantes.
Para dar respuesta a esas preguntas, a esas curiosidades, era necesario salir de Palacio y ver qué ambiente se respiraba fuera. ¿Qué se creía entonces que era un niño?; ¿desde qué edad se le podía enseñar?; ¿y el qué?; o más aún, ¿cómo? ¿Había escritos sobre estos temas?
Al historiador le apetecía leer y releer sobre la vieja tradición medieval de espejos de príncipes, ya prácticamente en desuso en la España del xvi; como lo del trivium y el quadrivium, fenómenos culturales que en puridad estaban dando sus últimas bocanadas.
Ahora había fenómenos, acontecimientos nuevos, ¡y todos a la vez! Así el descubrimiento de las Institutiones oratoriae de Quintiliano en 1416, que revolucionó la materia educativa desde el Renacimiento hasta el siglo xix, y aún hoy (porque implícita y explícitamente, con consciencia o no los legisladores y sus asesores arremeten contra principios enunciados por Quintiliano). Solo en Italia, y desde allí irradiando por toda la Cristiandad pues se hicieron en latín, hubo dos ediciones comentadas en 1470, otra en 1471, 1482, 1493, 1494…
En segundo lugar, la invención y difusión de la imprenta dio al traste con la larga tradición de copias conventuales de manuscritos de los autores que fuera. El tema es, como se sabe, de película: si un convento allá decía que tenía un texto de Cicerón (aunque fuera del siglo iv) y otro al norte decía lo mismo, y otro en las orillas del Mediterráneo, que también, ¿serían los mismos contenidos?; ¿copiarían igual unos monjes que otros?; ¿sabrían leer igual el original?; y en caso de duda sobre los contenidos, ¿cómo la resolverían?
Por tanto, a partir del siglo xiv y más tarde y con la imprenta de telón de fondo, los filólogos fueron aprendiendo más y mejor latín. Cogieron las copias y las analizaron y llegaron a sus conclusiones. Hicieron ediciones críticas, desterrando las impurezas, ratificando textos de calidad. Y lo hicieron porque lo iban a imprimir, a difundir, a mostrar a la república de las letras…, y a las universidades. Como la de Alcalá, cuyos orígenes fueron netamente filológicos, para hacer la correcta edición, interpretación y reescritura de la Biblia.
Así que si era bueno que un niño príncipe, o sus hermanas o hermanos, leyeran cosas de historia, magistra vitae, para bien regir y regirse, nada como que hubiera buenas ediciones de aquellos textos clásicos, o buenas traducciones.
Inherente a la función del rey era la de leer informes y consultas y responderlas. Por ende, ¿cómo se les enseñaba desde la más tierna edad a leer y a escribir? ¿No había debates fuera, entre filólogos, sobre cómo enseñar a ello? El mundo de la historia de la gramática, de la ortografía y de la caligrafía es, en sí mismo, inmenso. De todo ello, se recogen algunos episodios en este libro. Y sobre la letra de nuestros reyes.
Nunca se había hecho en España un estudio de larga duración para responder a esas preguntas iniciales, y las que fueran añadiéndose durante la investigación; nunca se habían obtenido conclusiones generales sobre cómo se educaba, si educaban igual los maestros que educaron a Felipe II y los que educaron a Carlos II. Mas comoquiera que todo apuntaba a que se educó con los mismos mimbres a Felipe II que al príncipe don Juan, el hijo de los Reyes Católicos que descansa en paz, pero solo, en Santo Tomás de Ávila y sin guanteletes, porque no murió en campo de batalla, digo que, como su educación fue modélica para las generaciones posteriores, ¿no tendría más sentido subir un peldaño e iniciar la investigación en tiempos de Isabel y Fernando, confirmar que ellos sentaron las bases de un modelo de educación y a partir de ese momento, seguir bajando escalones hasta el final de la Casa de Austria?
Por otro lado, ¿quiénes eran los que habían formado a los príncipes y a las infantas? Tampoco nunca se había reconstruido la lista de los maestros oficiales y de los «invitados». La confusión entre maestros y ayos, o mayordomos mayores, era también bastante común, y todo porque no se habían tenido en cuenta las diversas funciones de unos y otros, que se podían solapar, máxime en función del carácter (de los asideros cortesanos) que tuvieran en cada momento: se daba la circunstancia de que normalmente el maestro dependía del grupo de presión del ayo, toda vez que este era aristócrata y el maestro un pechero con estudios.
Pero la educación de los niños príncipes y de las infantas no se podía quedar en los aspectos externos, visibles. Era imprescindible aventurarse, según el estado actual de nuestros conocimientos, en cómo actuaron las reinas en la educación de sus hijos.
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