HISTÒRIA I MEMÒRIA DEL FRANQUISME / 56
DIRECCIÓ
Ismael Saz (Universitat de València)
Julián Sanz (Universitat de València)
CONSELL EDITORIAL
Paul Preston (London School of Economics)
Walter Bernecker (Universität Erlangen, Núremberg)
Alfonso Botti (Università di Modena e Reggio Emilia)
Mercedes Yusta Rodrigo (Université Paris VIII)
Sophie Baby (Université de Bourgogne)
Carme Molinero i Ruiz (Universitat Autònoma de Barcelona)
Conxita Mir Curcó (Universitat de Lleida)
Mónica Moreno Seco (Universidad de Alicante)
Javier Tébar Hurtado (Arxiu Històric de Comissions Obreres de Catalunya, UB)
Teresa M.ª Ortega López (Universidad de Granada)
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© Alejandro Pérez-Olivares, 2020
© Imagen de la cubierta: «Alfonso», VEGAP, Valencia, 2020
© De esta edición: Universitat de València, 2020
Publicacions de la Universitat de València
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publicacions@uv.es
Coordinación editorial: Amparo Jesús-María
Ilustración de la cubierta:
Ocupación de Madrid por las fuerzas nacionales. Entusiasmo en las calles de Madrid
Estudio Alfonso
Maquetación: Inmaculada Mesa
Corrección: Communico-Letras y Píxeles, S. L.
ISBN: 978-84-9134-649-4
Edición digital
Para Milagros y Vicente, mis padres, porque hay canciones de cuna que también son de viaje
«Vuela niño en la doble luna del pecho».
MIGUEL HERNÁNDEZ
Nanas de la cebolla
«LA PESTE: En ese caso, seré franco contigo. Tengo que ser dueño de todo, o no lo soy de nada. Si tú te me escapas, se me escapa la ciudad. Es la regla. Una vieja regla que no sé de dónde viene».
ALBERT CAMUS
El estado de sitio
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE LA CIUDAD DEL DESAFÍO
I. UN OSCURO OBJETO DE DESEO
1. África en la metrópoli
2. Madrid, laboratorio del orden
3. Especies de espacios
4. Un último plan
II. «YA HEMOS PASAO »
1. Atado y bien atado
2. Ocupar, «liberar»
3. Servicios Especiales
SEGUNDA PARTE LA CIUDAD DEL DELITO
III. MALAS CALLES, MALOS ANTECEDENTES: CHAMBERÍ, 1939
1. Barrios de control social
2. Paredes que oyen
3. El peso del pasado
IV. LA CIUDAD DE LA ESCASEZ
1. El pan insuficiente
2. El orden de las calles
3. Los lugares más íntimos
4. La distancia del favor
TERCERA PARTE LA CIUDAD DEL ORDEN
V. ELLOS, LOS VENCEDORES
1. Sospecha
2. Sacrificio
3. Límites
VI. DÍAS DE VICTORIA
1. La nueva reconquista de Madrid
2. Recordar el orden
EPÍLOGO
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
No es difícil imaginarse las paredes con cicatrices de balas o de metralla, las calles por donde caminar era sinónimo de sortear algún escombro. Quizá alguna casa enferma por los bombardeos, sin tejado, o con una fachada de menos. Tampoco es difícil pensar en la invasión de la vida cotidiana por el miedo en el otoño de 1936 ni en su prolongación, «al paso alegre de la paz», a partir de la primavera de 1939. Ni las «cenas de hambre (pescadilla hervida)» en una «pensión amarilla», ni la pobreza extrema, paciente y cotidiana, «fumando colillas» recogidas del suelo. Juventud antigua. Juventud doliente. Desde el corazón de una ciudad resistente, asediada, agotada y, por último, conquistada, en el céntrico barrio de Lavapiés, Gloria Fuertes recordaba cómo los diez años transcurridos entre 1936 y 1946 fueron su «peor época». Un tiempo en el que vio su juventud «recortada a mordiscos», por el que transitó «con las suelas rotas» y en el que una imagen certera rivalizaba con las heridas de las paredes y las enfermedades de las casas: el «frío en el estribo del tranvía». 1
Conscientes de la importancia del momento, las cámaras del Departamento Nacional de Cinematografía captaron otras imágenes. Las estatuas de los reyes de Castilla y León formando parte de los parapetos frente al Palacio Real. La célebre «Pasarela de la Muerte» convertida en el «Puente del Generalísimo» y, allí, en la Ciudad Universitaria, donde se escenificó la rendición de la ciudad, las trincheras renunciando a su vocación. Las ruinas igualaban el Hospital Clínico y la Facultad de Medicina con las casas más pobres de la periferia, con el cuartel de la Montaña o los raíles maltrechos de los tranvías. Junto a esas estampas, la voz en off también indicaba las intenciones de la propaganda: la ciudad, «una tumba que en nada recordaba al Madrid de otro tiempo», la «gran urbe parada, agarrotada, yerta». Las marchas militares y los pasodobles, sin solución de continuidad, formaban un paisaje sonoro en el que no faltaban las muestras de júbilo, los himnos entonados gravemente o las consignas repetidas, coreadas. De creer el reportaje «La liberación de Madrid», edición extraordinaria del Noticiario Español , la entrada en la ciudad suponía un tiempo nuevo. Las imágenes, los sonidos y la intención recuerdan a una película posterior de Edgar Neville: Frente de Madrid . Sin embargo, Madrid trascendió esa condición. Con apenas 32 meses de diferencia, la ciudad pasó de ser la capital del «¡No Pasarán!» a la capital de un nuevo Estado, el franquista, que empezaba a amanecer entonces. Madrid también había sido retaguardia, donde la propiedad, la vida y las relaciones sociales dieron un gran vuelco. Pero, ante todo, desde aquella mañana filmada por las cámaras, Madrid iba a ser la ciudad del miedo y de la alegría, del hambre y la opulencia, la ciudad del silencio y de los gritos, de la necesidad de esconderse y de la tranquilidad de mostrarse en público. La «liberación» convirtió a Madrid, que «era ya una ciudad moderna y cosmopolita», en muchas ciudades diferentes, contradictorias. 2
Esa ciudad de contrastes parece fijada en el imaginario colectivo por otras imágenes, esta vez producidas por una literatura que, aun bajo la censura, logró describir el panorama social, cultural y moral de la posguerra. Madrid fue un conjunto de miradas bajas y el recuerdo constante de la autoridad, los serenos vigilando los portales, los estraperlistas huyendo de los guardias que se acercaban a las paradas del metro y los jefes de barrio, calle y casa de La colmena . También la miseria y la ruina de Tiempo de silencio , los secretos que llenaban la boca, las verdades que apenas podían salir de los labios o las desigualdades que era mejor no ver. Las vidas tristes, llenas de la angustia cainita de Los Abel . Madrid fue la ruptura provocada por la guerra, pero también la continuidad dibujada en perspectiva por el poema de Gloria Fuertes. Durante muchas décadas también fue la documentación imposible de consultar, lo que impidió profundizar en todas las imágenes procedentes de aquella época. Pero 80 años después de que la ciudad fuese «liberada», según el lenguaje de las nuevas autoridades, estas páginas se preguntan por los principios y las consecuencias de la ocupación y el control de Madrid. ¿Cómo se preparó y se efectuó la entrada en la ciudad? ¿De qué manera se desplegó el dominio sobre el espacio urbano y la población que lo habitaba? ¿Qué relación tuvo con la construcción de la dictadura franquista?
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