Tú te equivocarás, te extraviarás. Eso está implícito. Pero, por medio del error, aprenderás, y por medio del extravío, darás con lo correcto. No hay otra manera. Tienes que atravesar dificultades. Este caminar a solas, este volar a solas... uno tiene que atravesar toda esta austeridad. Y este sannyas es distinto también en otro sentido, porque el viejo sannyas , es decir, el supuesto sannyas que predomina, es más una renunciación social que una renunciación espiritual. Incluso su estructura social es más fisiológica que espiritual.
Sannyas es básicamente espiritual. Por lo tanto, uno puede recibir sannyas en cualquier lugar, donde sea que se encuentre. Exige que uno se involucre interior, profunda y espiritualmente. Desde mi punto de vista, entre más se esté fisiológicamente involucrado, menos existe la posibilidad de ir a lo profundo porque, una vez que lo fisiológico esté involucrado, uno jamás se saldrá de ahí. Jamás saldrá de ahí porque hay imposibilidades intrínsecas: si alguien intenta estar por encima de sus deseos, está luchando por algo que es imposible, puesto que el deseo es natural. El cuerpo no puede existir sin el deseo. Así que uno continuará aferrado al cuerpo y el deseo seguirá estando ahí —menos, por supuesto, pero estará—. Y entre más débil sea el cuerpo, el deseo será sentido con menos fuerza. Por lo tanto, uno seguirá debilitándose, pero a menos que uno muera, el cuerpo tendrá deseo.
No sólo existen los deseos, sino las necesidades. Las necesidades se deben satisfacer y, entre mejor se satisfagan, menos nos inquietan, menos nos exigen, menos tiempo se requiere para ellas. De modo que si uno está luchando con necesidades fisiológicas, desperdiciará su vida entera. Este proceso, este viejo sannyas es negativo; el luchar contra algo. Por supuesto que fortalece al ego. Si uno es capaz de matar un deseo, puede volverse más egoísta. Si uno puede negarle al cuerpo un deseo particular, se vuelve más egoísta. La lucha, de cualquier modo, siempre satisface y fortalece al ego.
Para mí sannyas es algo positivo, mas no negativo. No significa negar las necesidades corporales. No significa negar las necesidades superficiales, sino desarrollar e incrementar el interior de uno. No significa luchar contra algo, sino dedicarle toda la energía a hacer que algo crezca. El ser debe de crecer y madurar. Entre más crece el ser, menos será uno su ego. Y una vez que haya crecido el ser, se sabe lo que es el deseo y lo que es la necesidad. De lo contrario, jamás se podrá saber; jamás se podrá hacer una distinción entre un deseo y una necesidad.
El deseo siempre es desquiciado, la necesidad es siempre sensata. Si uno niega sus deseos, se vuelve suicida. Si uno sigue incrementando sus deseos, de nuevo, se vuelve suicida. Si sigue negando sus deseos, está cometiendo el suicidio. Si uno sigue incrementando sus deseos, de nuevo, está cometiendo el suicidio, de modo distinto.
Si los deseos se vuelven demasiado, si los deseos son excesivamente grandes, uno se volverá loco. La tensión será insostenible. Si uno niega sus deseos, de nuevo crea tensiones que se volverán insostenibles. Por lo tanto, hay dos tipos de mentes suicidas: una que continúa negando sus necesidades, y la otra, que sigue transformando sus deseos en necesidades. Y esta distinción nunca se puede hacer de modo externo. Nadie puede decidir por uno cuál es el deseo y cuál es la necesidad. La conciencia propia será la medida porque mientras que para uno algo puede constituir una necesidad, para otro, eso mismo constituye un deseo. No hay ninguna respuesta prefabricada.
Sólo se puede decir que aquello sin lo cual uno no puede existir, es la definición mínima de una necesidad. Pero la conciencia propia es la que decidirá, ultimadamente, y tampoco eso se puede decidir de modo definitivo, ya que hoy, algo puede ser una necesidad y mañana, eso mismo puede ser un deseo. En este momento, es una necesidad y, en otro, un deseo. Pero cuando hay conciencia positiva, uno está al tanto de su propia mente y de sus mañas y de su potencial destructivo; cuando uno esté consciente de su ego, de las formas en que el ego se fortalece, de las formas en que se nutre, sabrá distinguir.
No soy negativo. Sannyas , neo-sannya s, es absolutamente positivo. Significa desarrollar algo dentro de uno. Yo te otorgaré una actitud positiva en tomo a tu ser, no una actitud negativa. Tú no deberás negar nada. Por supuesto que muchas cosas pueden negarse —tú mismo no las negarás, sino que sucederán de modo automático—. Entre más vayas hacia tu interior, más se encogerá tu exterior. Entre menos se sea un ser interno, más se debe sustituir a sí mismo de modo externo. Uno continuará expandiéndose. Pero no luches con tu yo expansivo y exterior. Lucha con la semilla que eres tú, que puede crecer a tal grado que este sinsentido externo se derrumbará de modo automático. Una vez que se conocen las riquezas interiores, no hay nada del mundo exterior que se les compare. Una vez que se conoce la felicidad interna, el disfrute es absurdo, todo lo que sucede en nombre del entretenimiento es absurdo, estúpido. Simplemente se derrumba, una vez que se conoce el éxtasis interior. Entonces, todo aquello que se conoce como felicidad y alegría, no será nada más que un engaño. Pero no antes —a menos que uno haya conocido la felicidad interior, no se puede decir eso, y si se dice, estará engañándose aún más.
Una actitud positiva en tomo a sannyas significa una dimensión del todo distinta. Uno puede estar en el lugar en el que esté, uno puede continuar haciendo todo lo que está haciendo —ningún cambio externo se requiere de inmediato—. Por supuesto que habrá cambios, pero llegarán por sí solos. Cuando lleguen, permite que lleguen, pero no trates, no hagas ningún esfuerzo. No los fuerces a llegar. Y yo veo una mayor posibilidad de sannyas positivos, de renunciación positiva, en el mundo que está por venir. Ese concepto negativo de negarse a sí mismo era posible antes por muchas razones. Una es la forma en que estaba estructurada la sociedad. Todas las sociedades agrícolas podían permitir que hubiera algunas personas sin trabajo alguno. Pero entre más se industrializa la sociedad, menos existe la posibilidad de que existan familias unidas. Entre más individualidad exista, menos probabilidad habrá de que existan familias unidas. Una estructura económica suelta permitía la existencia de más familias unidas, pero entre más planeada sea la economía, menos probable será que existan familias unidas. Hoy en día, aquellos que eran sadhus y monjes parecen explotadores. Ahora no pueden ser respetados, ahora no pueden existir. Desde mi punto de vista, todos deben hacer lo que puedan hacer; uno debe contribuir a la sociedad en la que existe. Uno no debe permanecer siendo un explotador. Uno no debe ser —y la persona religiosa no puede ser— un explotador. Y si una persona religiosa puede explotar, no podemos esperar que otros no lo hagan.
Para mí, un sannyasin no será un explotador. Se ganará la vida. Será un productor y no un consumidor. Un concepto productivo va de la mano con lo positivo. El viejo concepto de los monjes no productivos cabía dentro de la actitud negativa. La actitud positiva tendrá más implicaciones. Por ejemplo, el viejo concepto de sannyas negaba muchas cosas. Negaba la familia, negaba el sexo, negaba el amor. Negaba todo aquello que contribuye a la felicidad de una sociedad —todo aquello que contribuye a la felicidad de uno—. Negaba. Yo no niego.
Eso no significa que permito. Cuando digo que no niego, sólo significa que un momento puede llegar cuando una persona se vuelva completamente trascendente en tomo a, por ejemplo, el sexo. Eso es otra cosa que no es un requisito, sino una consecuencia. No se necesita previo a sannyas , vendrá después de sannyas . Y uno no debe sentir culpa si no llega. El viejo concepto es muy cruel, era sádico y masoquista. El sexo se negaba porque el sexo parece brindar un poco de felicidad.
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