Pablo Cea Ochoa - Los hijos del caos

Здесь есть возможность читать онлайн «Pablo Cea Ochoa - Los hijos del caos» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los hijos del caos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los hijos del caos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El mundo se ha ido a la mierda. La sociedad, tal y como la conocíamos, ha dejado de existir y hay un nuevo orden en el mundo, un orden que consiste básicamente en la mismísima falta de orden. El caos más absoluto se ha ceñido sobre la tierra y esta se ha plagado de monstruos medio-muertos y de todo tipo de criaturas grotescas y peligrosas, comandadas únicamente por ocho gigantes llamados Titánides, que ansían acabar con todos los humanos supervivientes al apocalipsis para ser los nuevos amos del mundo. Antes, si alguien le hubiese hablado de monstruos, gigantes o del fin del mundo, Percy se hubiese reído a carcajadas, pero desde que él y su amiga Natalie descubrieron que son semidioses, hijos directos de los antiguos y olvidados dioses olímpicos, han vivido escondiéndose y huyendo de todo lo relacionado con lo divino; sin embargo, las circunstancias les obligarán a aceptar sus papeles en toda esa historia, y se meterán de lleno en una guerra brutal y sin cuartel en la que se disputará el destino del mundo y de la humanidad.

Los hijos del caos — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los hijos del caos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En cierto modo, sabía que era algún tipo de excusa que ponía o para pasar tiempo conmigo o para hablar a solas de algo que ella considerara importante. En cualquier caso, no me gustaba demasiado la idea, porque siempre que Kika te oculta algo hay un plan por detrás seguro. Aunque, pensándolo de una manera más inocente, sería pasar tiempo con alguien a quien dabas por muerta y, además, lo que había dicho era cierto: teníamos que comer y seguramente los poderes de Natalie no funcionarían igual de bien con un ciervo o un animal más grande. Teníamos que salir de caza.

Después de la comida volvimos a recoger todo y emprendimos la marcha. Esta vez procuré no pensar demasiado y traté de divertirme un poco. Al principio nos costó un poco entablar conversación, pero finalmente Cristina se abrió a mí, y yo a ella supongo que también, ya que nos pasamos gran cantidad de la caminata hablando. Hablamos tanto que acabamos conversando sobre políticas nacionalistas cuando habíamos empezado charlando sobre su comida favorita, que, por cierto, era la tarta de chocolate.

A medida que caminábamos también nos íbamos fijando en el paisaje, árboles enormes que impedían que la luz del sol llegase al suelo y vegetación por todas partes. A pesar de haber tanta naturaleza, al ir adentrándonos más en el bosque vimos que los árboles empezaban a estar más secos, que ya no había tanta vegetación y que la luz del sol empezaba a llegar al suelo porque los árboles casi no tenían hojas ni ramas…

Decidimos no prestarle mucha atención al entorno, ya que solo era un bosque, y yo seguí mi conversación con Cristina hasta que Natalie nos interrumpió, chistándonos para decirnos que no hiciésemos ruido, ya que acababa de ver cómo un grupo de ciervos pasaba cerca sin percatarse de nuestra presencia.

Cuando vimos las lejanas siluetas de los ciervos, mi mente y la de Kika se sincronizaron, ya que pensamos en lo mismo. Seguramente por distintas motivaciones, pero en lo mismo al fin y al cabo. Aunque no nos dio tiempo ni a sacar los arcos para acecharlos, ya que todos salieron corriendo en dirección contraria a la que nosotros seguíamos, así que seguimos nuestro camino sin decir ni una sola palabra al respecto, aunque se notaba que Kika quería que yo dijese algo. Pero en ese momento estaba demasiado ocupado hablando con Natalie.

—Pero si ya lo sabes, Percy. Mi comida favorita siempre han sido y serán las judías —comentó Natalie entre risas cuando vio que puse cara de asco al escuchar la palabra «judías»—. No pongas esa cara, porque ahora mismo harías lo que fuera para que alguien te cocinara un plato de judías —bromeó ella en tono acusica, pero yo seguí sin cambiar la expresión de mi cara. Yo el comer verduras y legumbres nunca lo había llevado muy bien. Siempre había preferido la carne u otras cosas con más proteínas.

—Oye, Kika y yo hemos estado pensándolo y nos gustaría salir a cazar algo para comer mañana mientras vosotras entrenáis. Una o dos horas como mucho. —A Natalie le cambió la cara al instante y esa sonrisa que tenía hacía un momento se le borró de golpe—. Sé que no te hace gracia que vaya a cazar, y menos con ella, pero tú también cazas a veces y yo necesito desahogarme y soltarme un poquito. Pero si te molesta mucho le puedo decir a Kika que vaya sola y ya está. No pasa nada —le dije esbozando una pequeña sonrisa, con lo que ella me miró y acabó por sonreírme también.

—Bien, ve, yo me fío de ti. Pero no hagas mucho el bestia —me pidió, aún con la sonrisita en la cara—. Ah, y por favor, traednos algo rico que podamos comer, porque no es que no aprecie los durísimos bocadillos precocinados de Cristina, pero un poco de carne y caldo nunca viene mal, ¿no? —Me pegó en el hombro mientras nos reíamos por lo bajo de su broma sobre los bocadillos de Cristina.

Después de eso seguimos hablando de trivialidades como cuáles eran nuestros animales o películas favoritos.

Era extraño que hubiésemos pasado tanto tiempo uno junto al otro y que casi nunca hubiéramos hablado de ese tipo de cosas. La verdad es que me sorprendí bastante al averiguar que teníamos gustos muy parecidos en cuanto a música o cine. Hasta hablamos de bailar, algo que nunca me había gustado demasiado, pero era algo que a ella le encantaba. Sabía bailar merengue, bachata, tango, chachachá, pasodoble y bolero. Nunca antes nos habíamos contado ese tipo de cosas, por extraño que fuera. Antes del fin del mundo nuestra relación era un tanto extraña y después nos pasamos los días pensando y tratando de sobrevivir, así que rara vez hablábamos de cosas anteriores al estallido inferi.

—La verdad, me da mucha pena tener que cazar animales tan bellos como los ciervos. Los animales son de las pocas cosas que siguen siendo lo que eran antes del estallido. Por cierto, ¿tú antes por qué despreciabas a los animales? —Escuché cómo me decía la voz de Natalie de fondo, aunque yo estaba un poco en mi mundo, sumido en mis pensamientos—. ¡Percy! —me gritó ella mientras se reía de mí—. ¿Me estás escuchando? Porque tienes una cara de estar empanado mentalmente —dijo entre risas.

—¿Eh? Sí, desde luego que sí —respondí yo sin saber con certeza lo que me acababa de preguntar.

—¿Y bien? —añadió ella expectante. Sabía que no la había escuchado.

—¿Y bien qué? —repetí yo directamente.

—Estás empanado —concluyó ella mientras se reía de mí—. Te he preguntado qué te pasaba antes con los animales. No los podías ni ver.

—Ah, era eso. Sí, bueno, ya sabes que yo siempre quise tener un perro, pero mis padres nunca me dejaron tenerlo. Y cada vez que llevaba un perro o un gato callejero a casa mis padres lo echaban a la calle de nuevo a patadas. No les gustaba nada. Y me pasé varios años de mi preadolescencia enfadado con todos los animales por no poder tener uno. Sé que es estúpido, pero por entonces yo era bastante mal bicho —le conté. Tenía la sensación de haberle narrado esa historia a alguien hacía relativamente poco tiempo, lo cual era prácticamente imposible.

—Pues tus viejos eran unos amargados —afirmó Natalie exagerando su voz con un tono bastante cómico, lo cual no venía nada a cuento y por eso mismo me hizo reír.

Así nos pasamos un buen rato, hablando y hablando sin parar, haciendo bromas y hasta cantando a dúo algunas canciones de los Beatles y de Queen. Era algo fuera de lo normal esa situación, pero me encantaba eso de poder sentirme así de unido con ella. Hacía ya demasiado tiempo que ninguno de los dos se reía o hacía un chiste. Abusamos tanto de los chistes malos que hasta Hércules tuvo que rogarnos que lo dejásemos y nos estuviéramos callados un rato. Cuando nos quisimos dar cuenta, de nuevo era de noche y estábamos ya a punto de no ver nada a más de unos metros de distancia.

—Mejor acampar ya, chicos. No es sensato que sigamos caminando si no somos capaces de saber dónde estamos. Además, no se ve ni una estrella por las nubes, así que tampoco podemos orientarnos —indicó Hércules en un tono que nos daba a entender que estaba agotadísimo de la caminata de ese día. Más o menos, tanteándolo, yo diría que habríamos recorrido casi veinticinco kilómetros con las mochilas a cuestas.

Como siempre, montamos las tiendas y encendimos la hoguera. Dado que no teníamos mucho espacio de visión, intentamos hacer que el fuego fuese más grande de lo normal para ahuyentar a posibles depredadores y para poder ver mejor, lo cual requería bastante madera.

Tras asegurarnos de que el fuego estuviera estable Kika y Cristina se fueron a dormir, dejándonos a Natalie y a mí solos de nuevo para hacer la primera guardia. Aunque, como en ese momento la noté un poco desganada, me ofrecí a hacer yo esa guardia para que ella pudiera descansar en la tienda.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los hijos del caos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los hijos del caos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los hijos del caos»

Обсуждение, отзывы о книге «Los hijos del caos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x