El hecho de haber sido invitado a escribir este breve prólogo, pergeñado en inglés y traducido por las dos autoras, ha sido un acto de generosidad a la vez que un privilegio. El contenido de Female Beatness: Mujeres, género y poesía en la Generación Beat hace perfecto honor a su título. Merece asimismo el reconocimiento de ser la primera monografía en español en su campo. La cobertura que ofrece, y la atención que presta a los textos con los que trabaja, lo sitúan en primera fila.
A. Robert Lee
Murcia, julio de 2018
“Las mujeres de la generación Beat estaban cortadas por el mismo patrón que los hombres: temerarias, airadas, asumiendo riesgos, demasiado inteligentes, inquietas, muy irregulares, igualmente [escogiendo] la vida marginal, la lucha y la oposición […]Las mujeres Beat eran rebeldes con talento y con el suficiente coraje y espíritu creativo como para dar la espalda a la buena vida que los cincuenta prometían y abrirse paso en San Francisco y el Greenwich Village, mucho antes del feminismo de segunda ola […] Esa disconformidad no era fácil. Ser soltera, poeta y artista, tener hijos de distinta raza, recorrer los caminos era doblemente escandaloso en el caso de las mujeres, y la condena social muy elevada”.
—Brenda Knight, Women of the Beat Generation
“No puedo afirmar que muchas mujeres excepcionales fueron ignoradas en mi tiempo, pero sí puedo afirmar que muchas mujeres potencialmente excepcionales terminaron muertas o dementes […] Algunas sufrieron de sobredosis y algunas se volvieron locas, y a una mujer con la que yo andaba por el Village la mataron sus padres en el 53 cuando la sometieron a un tratamiento de electrochoque … no quiero despotricar sobre casos concretos, pero la amenaza de reclusión o de algún tipo de muerte temprana era más que plausible”.
—Diane di Prima
“Veo a la joven Joyce Glassman, veintidós años, el pelo cayéndole por los hombros, toda de negro […]—medias negras, falda negra, suéter negro—pero […] no es que esté de luto por su vida. ¿Cómo iba a estarlo, cuando su sitio en la mesa era el centro mismo del universo, ese lugar en la medianoche en el que tantas cosas convergen, el único lugar vivo en América? Como mujer, ella no forma del todo parte de esta convergencia. Hecho que su emoción por estar ahí sentada le impide ver mientras las voces de los hombres, siempre los hombres, se elevan y decaen apasionadamente. . . .
Simplemente con estar ahí, se dice a sí misma, basta.
Lo que me niego a abandonar es su expectación. Sólo es su silencio lo que me gustaría dejar atrás”.
—Joyce Johnson, Minor Characters
CONTEXTO TEÓRICO, LITERARIO Y CULTURAL

83954699 'In A Beat Pad' Creditos: © Fred W. McDarrah/ Premium Archive/ Getty Images
LA EXPANSIÓN BEAT Y REDEFINICIONES DEL MOVIMIENTO: MUJERES ESCRITORAS DE LA GENERACIÓN BEAT
Crítica reciente y nuevos modelos de análisis
La fuerza centrífuga de los Beat como grupo literario, movimiento de vanguardia artístico y fenómeno social y cultural que se desarrolla desde mediados de los años cuarenta hasta principios de los sesenta en los Estados Unidos (principalmente en Nueva York, pero desde mediados de los cincuenta también en San Francisco) ha expandido su radio en la academia y en la cultura popular a lo largo de las últimas décadas del siglo XX, llegando al XXI con energía. En 2017 se publica The Cambridge Companion to the Beats , el referente académico de crítica literaria en lengua inglesa, significando la definitiva entrada de la Generación Beat como grupo literario y cultural de peso y relevancia dentro de la historia y el canon literarios. 1
Aunque es a mediados de los años ochenta cuando la crítica literaria estadounidense comienza a tomarse a los Beat en serio, principalmente a través de los trabajos de Anne Charters ( The Beats: Literary Bohemians in Postwar America (1983) y The Portable Beat Reader (1992)), a partir de mediados de los noventa empieza a despegar una revisión crítica interesante sobre este fenómeno literario y cultural, provocando una apertura de la enquistada visión sobre su definición, hasta entonces centrada en el núcleo duro de los escritores legendarios y popularmente conocidos (Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William Burroughs) que se había mantenido desde los sesenta.
En 1996, el volumen The Beat Generation Writers de A. Robert Lee pone el énfasis en una visión de amplio espectro del fenómeno Beat, incluyendo artículos sobre escritores del círculo que hasta entonces no habían despertado gran interés como ejes activos en la definición del grupo (por ejemplo, John Clellon Holmes, Herbert Huncke, Ted Jones, Bob Kaufman), además de artículos sobre las construcciones de género en el movimiento. El libro de Lee, pionero en reivindicar la literatura de los escritores afroamericanos dentro del grupo, coincide con la publicación de Women of the Beat Generation de Brenda Knight, el primer libro dedicado a dar visibilidad a las mujeres Beat, abriendo la puerta a una literatura crítica centrada en estas mujeres escritoras a partir de entonces.
Sin embargo, es en el siglo XXI cuando vemos florecer enriquecedores estudios sobre el fenómeno Beat por su originalidad y apertura, redefiniéndolo desde parámetros antes no estudiados. En 2004, Jennie Skerl edita Reconstructing the Beats y define sus puntos de partida y objetivos de la siguiente forma: revisar las aportaciones culturales del grupo desde perspectivas críticas contemporáneas que incluyen artes visuales, sociología y antropología, música, estudios de género y etnicidad; reivindicar su lugar dentro de la historia literaria estadounidense; recontextualizarlo dentro de los movimientos de vanguardia artísticos; recuperar a escritores y escritoras de menor reconocimiento (el volumen incluye artículos sobre Joanne Kyger, ruth weiss, Lenore Kandel, Bob Kaufman o Ted Jones); y desbancar los estereotipos y clichés sobre los/las Beat, tales como que eran apolíticos, anti-intelectuales y banales, en el discurso cultural popular (Skerl 4).
En 2010, con Modern American Counter Writing: Beats, Outriders, Ethnics , Lee contribuye de nuevo a la revisión del movimiento como parte de una tradición de literatura contestataria y desde márgenes identitarios y culturales no sólo estadounidenses sino pertenecientes a la cultura occidental contemporánea. La visión del movimiento Beat como semilla contracultural que ha rebasado fronteras nacionales y temporales (es decir, no sólo con impacto y prevalencia en los Estados Unidos, o contextualizados en los años cuarenta y cincuenta) y cuya influencia es transnacional y global, se desarrolla en el revelador estudio crítico The Transnational Beat Generation (Grace y Skerl 2012). 2
Nuestro objetivo en este capítulo es describir la pluralidad Beat como fenómeno cultural, grupo literario y movimiento contracultural. Esta pluralidad se ha hecho posible en gran parte por la función de desestabilización de la categoría Beat que las mujeres partícipes del movimiento llevaron a cabo con sus escritos y prácticas sociales desde sus inicios hasta nuestros días. El poderoso significante “Beat” (literalmente “golpe” en inglés, pero también “abatido o golpeado”) desprende múltiples posibilidades de alcance en significado, como una vibración en expansión de configuraciones aleatorias y caóticas, pero de coherencia estética y vital al mismo tiempo. No es de extrañar, pues, la relación directa entre el grupo Beat y el jazz experimental bebop . Es acertado, como indica Jonah Raskin, desbancar la cronología como la aproximación más correcta a este movimiento (37) por subrayar la centralidad de las figuras legendarias masculinas como únicos ejes definitorios del fenómeno (Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Neil Cassady, William Burroughs, Gregory Corso, Lawrence Ferlinghetti, o Gary Snyder), además de por mantener los modelos de análisis clásicos: el de “centro-periferia” y el de “Círculo cerrado vs. Amplio espectro” (Lawlor 2017: 26). Estos modelos interfieren en la visión del movimiento como un continuo fenomenológico diverso e inclusivo, ya que gravitan en torno a estos autores y su radio de influencia.
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