María Rosa Congost Colomer - El joven Pierre Vilar, 1924-1939

Здесь есть возможность читать онлайн «María Rosa Congost Colomer - El joven Pierre Vilar, 1924-1939» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El joven Pierre Vilar, 1924-1939: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El joven Pierre Vilar, 1924-1939»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El historiador Pierre Vilar es un referente de primer orden de la historiografía española. Sus reflexiones sobre los fundamentos históricos del «hecho catalán» han sobrepasado el ámbito académico, y han tenido una influencia notable en la esfera intelectual y política catalana. Además, su pequeña Historia de España y su síntesis sobre La Guerra Civil española lo han acercado a miles de lectores. Rosa Congost nos ofrece ahora un recorrido minucioso por el decisivo periodo de la formación de Vilar como historiador, a caballo entre París y Barcelona, en un libro que explora el despertar intelectual del historiador maduro a partir de sus escritos de juventud. A través de una voluminosa correspondencia inédita con sus familiares más cercanos, podemos seguir en la primera parte las inquietudes de un joven estudiante de la Sorbona; mientras que, en la segunda, vemos de cerca su descubrimiento de Cataluña, en 1927, y el impacto que este hecho tuvo profesionalmente sobre él en los convulsos años treinta. Son unos años, además, en los que Vilar toma conciencia, como profesor de instituto de secundaria, de la importancia de la enseñanza de la historia en la formación de los jóvenes.

El joven Pierre Vilar, 1924-1939 — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El joven Pierre Vilar, 1924-1939», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En otra carta escrita aún en el mes de octubre, Vilar asegura que con Roubaud era imposible dormirse, porque «es necesario escribir todo el tiempo, pero es mecánico». Había llenado la mitad de un cuaderno en seis o siete sesiones. En la carta del domingo 9 de noviembre describe la primera interrogación en Historia:

En Historia ayer fui precisamente interrogado sobre la sucesión en Polonia, y el señor Roubaud me dijo «no está mal», un cumplido, parece, excepcional en él; el hecho es que los mejores cumplidos que hasta ahora le he escuchado son del tipo «hay bastantes cosas que están bien, pero....» y a partir de aquí una crítica en toda regla; en mi caso, la crítica ha sido poco dura.

De hecho, sabemos que le puso un 7 sobre 10, la máxima nota que Roubaud ponía en sus boletines. 6Vilar informa, además, que habían empezado a hacer el tema del reinado de Victoria en Inglaterra, lo que le permite proporcionar a Marie algunos títulos de libros que le pueden interesar para la agregación: «Cahen: l’Angleterre au XIX s . (colección Colin: allá donde creo que está la Revolución de Mathiez), Halévy, 3 volúmenes sobre Inglaterra de 1815 a 1842. Lotton-Dtrachery (no te garantizo la ortografía): la reina Victoria». Vilar no estaba familiarizado con Lytton Strachey pero sí, y es interesante señalarlo, con Mathiez.

A menudo los comentarios no son tanto sobre las clases de Roubaud como sobre los trabajos que hacía fuera de las aulas. Así, el domingo 23 de noviembre escribe a su padre que está sumergido en la diplomacia europea de cien años atrás: «a veces es divertido, me interesa mucho, pero es muy difícil de retener». La prueba sería el miércoles siguiente y aquel domingo el transporte de las cenizas de Jaurès al Panteón ejercerá, como veremos, un gran impacto emocional en Vilar. En este contexto, el 27 de noviembre, escribe: «hago una excepción estos días en los que la ceremonia del domingo ha sobreexcitado los cerebros: por suerte, la composición de Historia obliga a trabajar duramente de domingo a miércoles, lo que ha calmado un poco a la gente», y reitera que si suspendía el concurso abandonaría París. Las comparaciones entre París y Montpellier continuaban siendo favorables a Montpellier:

creo que tendría más posibilidades de superar el Concurso ahora que cuando termine el curso; está bien que mi hermana diga que me abro mejor al espíritu en París, pero creo que actualmente tengo el espíritu más abierto que los compañeros; al fin del curso, también lo habré cerrado, y los compañeros sabrán de memoria un buen número de pequeñas cosas que yo nunca seré capaz de meterme en mi cerebro, porque no tienen ningún interés: el curso del señor Roubaud, por ejemplo, un curso perfecto, que es necesario saber, ni una palabra más, ni una palabra menos, pero que es seco, seco, seco... yo no puedo concebir la historia como eso. Roubaud podría ser un historiador interesante, pero no puede hacer nada más. Yo hago como los otros, estudio, pero tengo algo más que el curso, el Debidour entero; se ve mejor lo esencial leyendo los detalles. Yo sabía muy bien mis composiciones. Es la primera vez que consigo saber historia: me siento un poco humillado por ello: no estoy descontento de mi composición «Los caracteres de la política francesa en la Europa Mediterránea y los países del Levante Próximo Oriente de 1815 a 1848». Pero todo el mundo sabía sobre el tema tanto como yo y, si algunos han seguido estric-tamente su orden, ¡esto es lo que le proporciona el mayor placer! Pero yo he seguido mi punto de vista, no el suyo.

Los subrayados, como siempre que no se indica lo contrario, son de Vilar. El 10 de diciembre las impresiones sobre el profesor no habían cambiado demasiado. Roubaud es definido de nuevo «como una máquina de dictar». Y cuando anunció a la hermana que pronto, durante las vacaciones de Navidad que se acercaban, le llevaría apuntes de sus clases, la descripción que hace no es muy entusiasta: «el curso de Roubaud no es nuevo nuevo».

El sábado siguiente, Vilar explica que el examen oral de Historia que acababa de hacer le había sido útil para conocer un poco más lo que Roubaud pensaba de él. Veamos el largo comentario que hace al respecto:

Tema: «Relaciones franco-austríacas de 1740-1763». He seguido el plan cronológico, esta vez; yo había leído su curso, y Lavisse. La primera parte (sucesión de Austria) se la he servido tal como él la había dado en su clase y en una corrección de deber hecha en hypokhâgne que había conseguido que me prestaran. En la segunda parte, que Lavisse desarrollaba con ideas originales, me he extendido un poco más en Choiseul, caracterizando su política del modo que lo hace Lavisse, porque me parece acertada.

Al principio «he vacilado» un poco, y estaba muy contento de mis conclusiones sobre Choiseul. Roubaud, siguiendo su costumbre, ha hecho una serie de muecas y contorsiones incomprensibles, que yo no sabía si interpretar como aprobadoras –es el sistema de todos los profesores de aquí– con cumplidos referidos sobre todo a la primera parte; oh, esta parte ¡perfecta!, bien construida, bien dicha, ¡hum, hum! Ha sido fácil reconocer que sus cumplidos se dirigían indirectamente a él mismo. Respecto a la segunda, «uy... la segunda... uy... de dónde ha sacado usted estas ideas... sobre todo no... y usted de... la política de Choiseul, la política de Choiseul, etc. Sin esto, estaría muy bien... etc... muy bien. Le habría puesto un 14, o un 15, pero... con esto, le pongo un 12; no es que... ¿ha seguido usted mi curso?». «Sí, señor»; «y bueno, eso no está en mi curso, eso que ha dicho sobre Choiseul!». Oh, muy bien: ¡yo sabía muy bien que no estaba en su curso! ¡Diantres! Y era precisamente por esto por lo que yo creía que él estaría contento de oír algo nuevo. Pero este no es el método roubadiano. ¡Hasta la próxima vez! Además de esto, me ha dicho que estaba bien, que estaba contento de mí; que tenía grandes cualidades de nitidez, de precisión, etc. pero también ha señalado algunos defectos que tenía que corregir: mi composición era un poco «artificiosa», ha añadido. Es justamente lo que yo me esperaba; Roubaud es el hombre de los planes ómnibus. En el fondo, reconozco que él –desde el punto de vista del Concurso, sin duda– tiene razón. ¿Qué podía haber más «ómnibus» que nuestro plan sobre las instituciones napoleónicas? He aquí otro truco a guardar para pasar por el tamiz del que habla el Sergal. Aunque Roubaud no me ha dado más precisiones sobre mi composición. Me ha preguntado si ya había pasado el Concurso: de hecho él ya sabía que sí. Pero quería saber mis notas, lo he comprendido por la manera como ha planteado el tema: yo le he dicho que había obtenido un 42 en historia (solo hubo 4 de Louis le Grand que superaron o igualaron esta nota). Este bravo Roubaud ha abierto los ojos, y ha parecido estar muy extrañado de que alguien hubiera podido sacar un 42 sin haber seguido su curso. No sé si esto le ha gustado o no, pero lo ha anotado en su carnet al lado de mi nombre. Yo le he confesado que en el oral había obtenido una nota muy baja, sobre las cuestiones: Guerra de América y La India después de 1815: él me ha dicho que era muy natural, que él no pondría jamás temas como estos: es cierto que no es un hombre a quien gusten los detalles y las pequeñas cuestiones, y me agrada por ello: las grandes líneas, algunas ideas. Pero todo no deja de ser un poco simple y un poco estrecho de miras: es perfecto cuando uno es interrogado, como estos últimos años, por profesores que tienen su método, pero, parece ser que un año en el que los profesores eran profesores de la Sorbona «antiroubadianos», Louis le Grand consiguió reunir una formidable colección de 4 y 5 sobre 20. Roubaud es, parece ser, el fundador de una escuela de pedagogía histórica, basada en la importancia de las clases, sostenida por un gran número de profesores, pero profundamente detestada por otros. Estos autores, veo claramente de quienes se trata, los profesores de facultad del género de Fliche, a quienes gusta los bla bla bla y los planes sui generis .

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El joven Pierre Vilar, 1924-1939»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El joven Pierre Vilar, 1924-1939» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El joven Pierre Vilar, 1924-1939»

Обсуждение, отзывы о книге «El joven Pierre Vilar, 1924-1939» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x