A partir de 1951 empezó a componer un tipo de música aleatoria, controlada por el azar. Influido por la filosofía hindú y el budismo zen, a finales de los años cuarenta, entiende la vida como proceso donde presente, pasado y futuro existen en un mismo tiempo y forman parte del devenir continuo. Utiliza silencios de larga duración (la nada o el vacío de la filosofía zen), prescinde de la tonalidad occidental, emplea ritmos complejos y ajenos a la tradición clásica, se sirve de ruidos y recurre al azar surrealista. Sus happenings suelen tener una presencia importante de sonidos, fiel a la gran pasión de su vida que fue la música.
John Cage preparando un piano en 1947
La influencia en los jóvenes artistas del momento se realizó tanto a través de sus obras como de su importante labor docente en la New School for Social Research de Nueva York, entre los años 1950 y 1960, donde impartió una serie de cursos, participó en debates y puso en marcha representaciones de sus composiciones musicales con la colaboración de Henry Cowell, compositor, crítico y miembro de la escuela. Esta institución había sido fundada en 1919 por un distinguido grupo de intelectuales norteamericanos. Algunos eran profesores en la Universidad de Columbia y su oposición pública a la entrada de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial les valió el amonestamiento de la dirección de la Universidad. Junto a otros intelectuales progresistas crearon la nueva institución pensada para la educación superior de personas adultas. La escuela se convirtió en una plataforma donde los ciudadanos de a pie podría aprender e intercambiar ideas libremente con académicos y artistas que representaban una amplia diversidad intelectual, estética y política.
Su talante abierto e inquieto le llevará a experimentar con formas artísticas más allá de sus composiciones musicales. Se le considera uno de los iniciadores del happening , a partir de una actividad realizada en 1952 en el Black Mountain College, universidad fundada en Asheville (Carolina del Norte) en 1933, donde el estudio del arte era el núcleo de la educación. Se trataba de acciones diversas, sin conexión alguna entre sí, donde se integraba danza, música instrumental, recitado, etc. Cage buscaba con este evento involucrar al espectador en una forma de expresión que lo acercara a la vida, sin una intencionalidad concreta, es decir, abandonar la acción al azar sin la pretensión de comunicar algo concreto y preciso. Con esta metodología esperaba que el espectador se hiciera más receptivo a todo lo que sucedía a su alrededor y fuera más consciente del mundo concreto en el que vive. En su libro Silence (1961) señalaba: «Nuestra intención debe ser afirmar esta vida, no traer el orden fuera del caos, o sugerir mejoras en la manera de hacer una composición, sino simplemente despertarnos a la vida misma que estamos viviendo. Esto es muy placentero una vez que nuestra mente y nuestros deseos están fuera del camino, y dejan actuar a la vida libremente». Aquí podemos apreciar las influencias del budismo zen, donde se considera que sólo el presente es importante, pues pasado, presente y futuro existen en un mismo tiempo ya que la vida se encuentra en un constante devenir. Desde esta perspectiva se entiende la importancia del azar en sus happenings .
En el Black Mountain College llevó a cabo, con otros colaboradores, la que está considerada su primera acción titulada Theater piece nº 1 (Pieza de teatro nº 1, Asheville, 1952). El propio autor calificó esta obra de evento teatral sin argumento. Duró 45 minutos y consistió en la intervención de varias personas que interactuaron tras una mínima planificación, realizando acciones un tanto azarosas que no tenían relación alguna entre sí y que permitían que cada participante hiciera lo que quisiera durante los intervalos de tiempo asignados y dentro de ciertos parámetros. Se buscaba estimular la capacidad perceptiva del espectador. Cage leyó un texto, subido en una escalera, sobre la relación de la música con el budismo zen. Se hicieron sonar discos antiguos, girando con la mano un gramófono. Se tocó un piano preparado. Se expusieron varias pinturas de Rauschenberg. Cunningham y otras personas bailaron por los pasillos perseguidos por un perro. Se proyectaron diapositivas abstractas y escenas de películas. Finalmente se tocaron instrumentos exóticos y se produjeron sonidos distintos procedentes de silbatos o gritos de bebés. El happening se había convertido en una acción abierta, sin un objetivo concreto. Cage buscaba involucrar al público, siguiendo el principio del azar y de la no intervención. Lo que sucede no pretende comunicar nada. La casualidad determina en buena medida la acción. Su intención era incorporar al espectador al flujo de la vida, a lo que sucede a su alrededor y ayudarle a alejarse de su yo particular y subjetivo. Esta obra es una invitación, como toda su música, a abrir los sentidos e integrarse en el mundo que nos rodea.
Ente los años 1958 y 1967 llevó acabo un total de ocho propuestas bajo él título genérico de Variations . Algunas son ejemplos de su música indeterminada y otras asumen el carácter de happening . Por ejemplo, la Variations IV (Variaciones IV, Los Angeles, 1963) está destinada a un número aleatorio de participantes que producen sonidos por cualquier medio con o sin otras actividades. La secuencia consiste en siete puntos y dos círculos hechos sobre hoja transparente. La hoja se corta en nueve fragmentos más pequeños que contienen cada uno una de las figuras. Uno de los círculos es situado en el lugar elegido de un mapa del área donde la representación va a tener lugar. A continuación, el resto se deja caer azarosamente en el mismo mapa y se trazan líneas rectas desde el primer círculo hasta cada uno de los puntos. Si se produce alguna intersección con el otro círculo, se aplica el mismo procedimiento con este otro círculo. Una nota explicativa aporta información sobre cómo interpretar los resultados. Cages también indica que los participantes pueden incorporar al guión otras actividades en cualquier momento.
Grupo Gutai (Japón, 1954-1972)
Es una asociación de artistas japoneses nacida en 1954 en la ciudad de Ashiya, cerca de Osaka, bajo la dirección y el impulso de Jirō Yoshihara, uno de los fundadores de la pintura abstracta japonesa. Sus acciones se consideran pioneras de los happenings de los años sesenta. Estuvo formada inicialmente por dieciocho jóvenes artistas, cuyos miembros más significativos fueron Sadamasa Motonaga, Shozo Shimamoto, Saburō Murakami, Katsuō Shiraga, Seichi Sato, Akira Kanayama y Atsuko Tanaka. En sus 18 años de vida llegaron a pasar por sus filas 59 artistas japoneses. El nombre «Gutai» fue sugerido por Shimamoto y significa «concreto». Su denominación entera es Gutai Bijutsu Kyokai (Asociación de Arte Concreto). Alude a los materiales con los que sus integrantes estaban experimentando desde 1954. La muerte de su creador en 1972 conllevó también el final del grupo. Su actividad significó una renovación destacable del arte en un país tan vinculado a la tradición. Consiguió desarrollar una estética de gran libertad creativa, intentando romper las barreras entre arte, público y vida cotidiana. Sus propuestas entrañaron nuevos retos plásticos, donde el cuerpo de los artistas entraba en diálogo directo con los materiales usados, la propia naturaleza, la tecnología y los conceptos de espacio y tiempo
El Grupo Gutai en Osaka 1959
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