El accionismo estaba en contra de todo el mercantilismo que giraba alrededor del arte. Los artistas consiguieron un acceso directo al público, sin los intermediarios acostumbrados: críticos, marchantes o galerías. La práctica artística abandonará los lugares reservados a estas actividades, como el estudio del autor, la galería o el museo, y ocupará espacios públicos (calles, plazas, parques) u otros ámbitos destinados a otras actividades como casas, centros comerciales, instalaciones deportivas, estaciones de metro o ferrocarril, etc. ¿Por qué estos lugares? Porque en ellos se desarrolla la vida cotidiana de los seres humanos comunes. El arte deja de ser elitista y se pone al alcance de la sociedad en general.
Como antecedente de este tipo de manifestaciones se podrían apuntar fundamentalmente las veladas dadaístas que se celebraron a partir de 1916 en el Cabaret Voltaire de Zúrich, donde se recitaban poemas abstractos o simultáneos que eran completamente incomprensibles para el público.
Estas manifestaciones artísticas vinculadas al Arte de Acción se han venido estructurando en tres tendencias, en función del acento que se pone en cada una de ellas: Happening , Fluxus y Performance o Body Art . Todas ellas comparten los elementos comentados y el deseo de borrar las fronteras tradicionales del arte, porque se dan solapamientos entre música, teatro, artes plásticas, etc.
El Happening , se caracteriza por ser una acción que se verifica sobre objetos diversos y con su ayuda indispensable. El Fluxus tiene de particular el protagonismo de los sonidos y los instrumentos. La Performance o Body Art se diferencia de las demás porque el acento principal de la acción recae sobre el cuerpo del artista que se convierte en sujeto y objeto al mismo tiempo de la obra de arte.
Happening
El término happening es un vocablo inglés que podemos traducir por «acontecimiento». Surgió en Estados Unidos a finales de los años cincuenta y devino en tendencia internacional en la década de los sesenta al difundirse por Europa. En Estados Unidos se convirtió en una alternativa al Pop Art y su culto a los objetos de consumo. Los temas más socorridos están tomados de la vida cotidiana para potenciar la capacidad perceptiva y creadora del espectador.
En Europa, el Happening adquiriría un cariz enormemente crítico con los valores burgueses, que se iban difundiendo en la sociedad del momento, relacionados con el poder político o el consumismo económico. El artista busca ofrecer alternativas de comportamiento humano a los patrones dominantes y la transformación de la conciencia del espectador. Para evocar estas situaciones se recurre a acontecimientos pasados o presentes. Gozó de un gran éxito y aceptación por parte del público y artistas y mantuvo relación e intervino en los acontecimientos del Mayo de 1968. Uno de los centros más activos fue la ciudad de Colonia, donde trabajaron artistas como Joseph Beuys y Wolf Vostell.
Los precedentes históricos del Happening hay que buscarlos en el action painting que realizaba Jackson Pollock en los años cuarenta. Muchos de los cultivadores de esta tendencia se sentirán continuadores de las acciones de Pollock, donde el proceso de realización de la obra tenía tanto interés como la propia pintura terminada. La importancia que cobra el objeto en estas manifestaciones conectaría con algunas propuestas del Pop Art , procedentes de artistas como Claes Oldenburg o Jim Dine, quienes convierten los objetos de sus obras no en simples instrumentos de creatividad sino en los verdaderos protagonistas. En los años sesenta Jim Dine protagonizará algunos happenings .
En el ámbito artístico es una acción que realiza el artista en solitario o en compañía de otros colaboradores, a veces con la participación del público. Éste puede tener un papel más contemplativo y unirse a la acción mental y anímicamente, a medida que va asimilando las energías psíquicas que se ponen en juego. Los elementos indispensables para que se dé un happening son: una o varias personas, objetos, un contexto o situación determinada y un tiempo en el que se desarrolla la acción. Todos estos elementos interactúan en un ciclo de sucesos.
Siempre hay un guión con un punto de partida y una cierta planificación del desarrollo en sus líneas básicas que corre a cargo del autor o autores. No obstante, se recoge la idea surrealista del azar, porque la materialización de la acción participa de cierta libertad y puede experimentar cambios en función de su desarrollo concreto y las aportaciones de todos sus participantes, especialmente en lo que respecta a los detalles. Debido a la colaboración de personas y objetos, suele llevarse a cabo en lugares públicos, al aire libre, con una movilización de elementos muchas veces aparatosa. De este modo, se busca, al mismo tiempo, huir de los circuitos comerciales tradicionales, vinculados al mundo del mercantilismo artístico, y dotar al Happening de un carácter popular y antielitista. No obstante, se han realizado también en lugares cerrados de lo más variado: museos, galerías de arte, estaciones de metro, etc.
Su desarrollo presenta un perfil amplio, con intervención de factores muy diversos. Aparecen medios plásticos procedentes de las artes tradicionales. Se incorporan aspectos sonoros, que muchas veces son en forma de ruido. Hay también una componente vinculada al mundo del teatro, por el recurso al monólogo o al diálogo entre participantes. En algunos casos incluso han entrado en juego olores diferentes para acentuar las sensaciones entre los participantes y asistentes.
No debemos confundir el Happening con una representación teatral. En ella el azar no existe, el guión se desarrolla a rajatabla y el argumento se activa a través del dialogo entre los actores. Presenta más parentesco con los rituales de los pueblos primitivos que con el teatro, por la fuerte carga emocional que se activa, el carácter colectivo y la implicación física y psicológica de sus autores. El Happening presenta un componente lúdico, vivencial, colectivo, libre, catártico, donde desaparece la separación entre actor y público.
Junto a estos elementos hay que destacar también su carácter procesal. No tiene la misión básica de crear un objeto artístico. El desarrollo es mucho más importante que el resultado material que se pueda derivar de la acción. Constituye, por tanto, un eslabón en el proceso de desmaterialización de la obra de arte camino del conceptualismo. Se define como acontecimiento momentáneo, efímero, donde la vivencia de sus participantes es el objetivo esencial.
Evidentemente el Happening está en contra de todo valor material de la obra de arte. Su libertad de desarrollo le hace prescindir de consideraciones de tipo moral (bueno o malo) y también prescinde de criterios estéticos tradicionales como la belleza o la fealdad. Todos estos componentes tienen cabida en sus actividades.
En los años sesenta, el Happening se convirtió en una práctica artística muy habitual en los ambientes más progresistas del arte. Una enorme cantidad de artistas, que habían tenido una actividad en otros ámbitos, como el Pop Art , llevaron a cabo acciones de estas características, especialmente en la ciudad de Nueva York.
John Cage (Estados Unidos, 1912-1992)
Fue un compositor que revolucionó la música de su tiempo y se convirtió en una figura fundamental de la postguerra y enormemente influyente en el arte del momento. Discípulo de Arnold Schöenberg, tuvo un período dodecafónico. Cultivó la música concreta, donde el sonido deja de ser material musical y se presenta como una realidad propia. También es pionero en el uso no estándar de instrumentos musicales. En los años treinta empleó una escala de 25 tonos, distorsiones y ruidos naturales. Llegó a modificar un piano (piano preparado) con tornillos, tuercas, pedazos de goma, cucharas de madera, trocitos de papel, etc. que se introducen entre las cuerdas para conseguir nuevas posibilidades sonoras.
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