El libro recorre varios capítulos, a partir de los cuales podemos comprender la dinámica actual del mundo rural, los procesos innovadores en marcha y, finalmente, nuestra propuesta y agenda para construir un nuevo modelo de desarrollo rural. Claramente, el cambio de modelo de organización y desarrollo de las áreas rurales es una tarea que excede a los gobiernos y a los organismos técnicos; se trata de una tarea colectiva, a la cual invitamos a sumarse, de manera de poder construir otro modelo de país que tendrá en los territorios rurales un ámbito privilegiado de riqueza, cultura, identidad y oportunidades de progreso humano.
1. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), “Glosario de términos estadísticos”.
2. M. Sili, R. Bustos Cara y M. Guibert, Atlas de la Argentina rural , Buenos Aires, Capital Intelectual, 2015.
3. M. Mackay y H. Perkins, “Making space for community in super-productivist rural settings”, Journal of Rural Studies , 68, 2019: 1-12.
1. La Argentina, un país diverso con grandes desequilibrios territoriales
Existe una imagen tradicional de la Argentina que la presenta como un país muy extenso, con numerosos climas y paisajes, vastas y fértiles llanuras, ciudades inmensas muchas veces rodeadas de pobreza. Todo esto es cierto, pero hay más.
La Argentina es un país profundamente desequilibrado. Desde sus orígenes, muchas de sus ciudades, especialmente Buenos Aires y la región metropolitana, concentran el mayor porcentaje de población. Con el tiempo, este desequilibrio poblacional se tradujo en desequilibrio económico, de oferta de empleo y de calidad de vida. No es lo mismo vivir en un barrio rico de las ciudades de Buenos Aires, Mar del Plata, Salta o Córdoba que en el medio del Chaco salteño, la meseta patagónica o la selva misionera. Los desequilibrios son territoriales y se reflejan en las oportunidades de las personas para progresar y mejorar sus vidas.
Existen cuatro aspectos del territorio argentino que permiten entender la geografía rural del país: la amplitud y la organización territorial, las formas de distribución de la población, los desequilibrios económicos, y los intentos por equilibrar e integrar el territorio.
1. La amplitud y la organización territorial
La República Argentina es un país extenso en términos de superficie. En su sector continental americano alcanza los 2.791.810 km2; de norte a sur, de Ushuaia a la Quiaca, tiene una extensión máxima de 3.700 kilómetros, y de este a oeste de 1.423 kilómetros (figura 1). Por su superficie, el país ocupa el octavo lugar entre las naciones del mundo y el cuarto entre las de América. Su territorio equivale, aproximadamente, a cuatro veces el de Chile, dieciséis veces el de Uruguay y un tercio del de Brasil. Al estar ubicada en el extremo sur del continente americano, la Argentina ocupa una posición estratégica: comparte fronteras con cinco países, lo que le brinda importantes ventajas comerciales; tiene un extenso frente marítimo en el océano Atlántico, lo que le asegura una gran fuente de riquezas, y se encuentra en el vértice del continente, lo que le permite mantener un vínculo estrecho con los países de la fachada atlántica, la fachada pacífica y con la Antártida. Debido a su extenso despliegue latitudinal, el territorio argentino presenta una extraordinaria variedad de climas, paisajes, ecorregiones y biomas. Todos ellos han sido aprovechados de muy diversas maneras, especialmente para la producción agrícola, ganadera, forestal y minera. Esta amplia diversidad ambiental constituyó un factor clave en el desarrollo del país a lo largo de su historia.
La Argentina se organiza como un país federal, integrado por veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (sede de la Capital Federal). Las provincias son autónomas y tienen sus propias constituciones, leyes e instituciones que rigen en sus respectivos territorios (figura 2). A su vez, estas se subdividen en jurisdicciones menores denominadas departamentos o partidos –designación que cambia según la provincia–, que presentan diferentes sistemas de administración y gestión territorial. Más allá de esta organización formal, en diversos momentos históricos y por razones diversas el país se dividió en regiones que constituyen agrupaciones de provincias sin un carácter formal o institucional, pero con una fuerte identidad y visibilidad para la población. Si bien a lo largo del tiempo la clasificación regional ha cambiado, en este libro se trabajará con las siguientes regiones:
Región pampeana: incluye a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa. 1
Región noroeste: incluye las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero.
Región noreste: incluye las provincias de Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco.
Región Cuyo: incluye las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.
Región Patagonia: incluye a las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Figura 1. Localización de la República Argentina
Fuente: Instituto Geográfico Nacional.
Figura 2. Regiones, provincias y departamentos de la República Argentina
Fuente: Instituto Geográfico Nacional.
2. Las formas de distribución de la población
Este vasto territorio cuenta con alrededor de 45 millones de habitantes, lo que coloca a la Argentina en el puesto 32.º entre los países más poblados del mundo y en el cuarto en América Latina. Uno de los rasgos demográficos más destacados del país es la desigual distribución de la población en el territorio nacional, fenómeno que puede observarse en la distribución absoluta de la población por departamento (figura 3), y en la representación de las provincias en forma proporcional a la cantidad de habitantes (figura 4). Las mayores concentraciones de población se localizan en la región pampeana, especialmente en el eje La Plata-Buenos Aires-Rosario-Córdoba y en las principales ciudades regionales y provinciales (figura 5). El resto del territorio presenta una población muy escasa y centros urbanos de diferentes tamaños ligados mayormente a la prestación de servicios para las zonas rurales.
Figura 3. Población de la Argentina por provincia
Fuente: Indec, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.
Figura 4. Mapa isomórfico de la población argentina
Fuente: elaboración propia basada en información del Indec, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.
Figura 5. Red urbana de la Argentina
Fuente: Indec, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.
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