Fernando Zabala - Nuestro maravilloso Dios

Здесь есть возможность читать онлайн «Fernando Zabala - Nuestro maravilloso Dios» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nuestro maravilloso Dios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nuestro maravilloso Dios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nuestro maravilloso Dios es una extraordinaria obra que abunda en relatos inspiradores de la vida real. Te hará recorrer cada día del año con las promesas del Señor para sus hijos. Reflexiones sencillas que te llenarán de aliento para tus desafíos cotidianos. Los mensajes te recordarán el poder, el amor y las promesas del Señor; de tal manera que, cuando el día sea radiante, agradezcas a Dios; por sombrío que sea tu recorrido, dependas de él; por incierto que percibas tu futuro, confíes en sus maravillosas promesas.

Nuestro maravilloso Dios — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nuestro maravilloso Dios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

¿Cuánto te ha perdonado Dios? ¿Y cuánto lo amas? A mí me ha perdonado mucho. Por eso hoy quiero invitarte para que juntos pidamos a Dios que nos permita conocer cada vez más de ese gran amor, que no merecemos, pero que desesperadamente necesitamos. Ese amor que prefirió sacrificarse antes que abandonarnos.

Gracias, Señor Jesús, porque a pesar de nuestra infidelidad y nuestras rebeliones, tú continúas siendo fiel. Gracias porque con tu muerte en la Cruz nos diste el perdón que no merecíamos, pero que tanto necesitábamos.

3 de marzo

¿Primero el abrazo?

“Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, de modo que los fariseos y los maestros de la ley se pusieron a murmurar: ‘Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos’ ” (Lucas 15:1, 2, NVI).

¿Por qué murmuraban los fariseos y los maestros de la ley contra Jesús? Nuestro versículo para hoy nos da la respuesta: porque el Señor recibía a los pecadores.

Sin que se dieran cuenta, cuando esos maestros de la ley declararon que Jesús recibía a pecadores, con sus palabras expresaron la misión que trajo al Señor a nuestro mundo: “Llamar pecadores al arrepentimiento” (Mat. 9:13). Por supuesto, Jesús no los contradijo; más bien, por medio de tres parábolas, confirmó que Dios no solo recibe, sino además celebra con gozo cuando un pecador decide “regresar a casa”. Según el relato de Lucas 15, el hijo menor reclamó la parte de su herencia y abandonó el hogar de su padre. “Cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia y comenzó él a pasar necesidad. Entonces fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, quien lo envió a su hacienda para que apacentara cerdos. Deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Volviendo en sí, dijo: ‘¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!’ ” (vers. 14-17).

Cuando el hijo errante volvió a casa, ¿cómo lo recibió el padre? Dice el relato que “cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, y corrió y se echó sobre su cuello y lo besó” (vers. 20).

¿Nos damos cuenta de lo que sucede en ese encuentro? El padre no pide explicaciones; ni tampoco hace recriminaciones. Abraza y besa al hijo que estaba perdido, sin siquiera esperar que primero pida perdón. Y luego celebra en familia a lo grande. Por lo menos esta vez, acertaron los fariseos: ¡Dios recibe a los pecadores! Hoy quiero dar gracias porque nos abraza, incluso antes de que le pidamos perdón; y porque celebra a lo grande cuando, arrepentidos, regresamos a casa. Sobre todo, alabo su nombre porque “él es bueno, [y] porque para siempre es su misericordia” (Sal. 107:1).

¿Verdad que no es difícil amar a quien tanto nos ha amado?

Gracias, Padre celestial, porque me aceptas sin recriminarme el mal que he hecho; y porque me amas, incluso antes de que te pida perdón. Quiero comenzar este nuevo día alabándote, y pidiéndote que me ayudes a vivir hoy de un modo que glorifique tu santo nombre.

4 de marzo

“Dios es amor”

“El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:8).

Si has leído Cien años de soledad , de Gabriel García Márquez, recordarás la peste de insomnio que azotó a Macondo, el pueblo donde se desarrollan las escenas de la obra .

Aunque la peste fue inicialmente bienvenida, bajo la creencia de que tendrían más tiempo para disfrutar de la vida, los estragos de la enfermedad se hicieron evidentes cuando los pueblerinos se percataron de que estaban sufriendo de un mal aún mayor: el olvido. Preocupados ante la posibilidad de olvidar incluso los nombres de los artefactos cotidianos básicos, los pueblerinos recurrieron al método de marcarlos por nombre: mesa, silla, puerta, pared, cama... De esta forma, el problema estaría solucionado. Sin embargo, luego cayeron en cuenta de que podría llegar el día en que, aunque recordaran los nombres de las cosas, n o recordaran para qué servían. Entonces decidieron ser más específicos. El letrero de la vaca, por ejemplo, decía: “Esta es una vaca. Hay que ordeñarla cada día para que produzca leche...”.

Al cabo de un tiempo, todo el pueblo estaba lleno de carteles. El más grande, en la calle central de Macondo, decía: DIOS EXISTE ( Cien años de soledad , pp. 49-53). Por muy extendida que estuviera la peste del olvido, una cosa estaba clara en Macondo: aunque olvidaran todo lo demás, el letrero de la calle principal siempre les recordaría que Dios existe.

A nosotros, que vivimos en la era de la información –en la que literalmente nuestro cerebro registra muchísimos más estímulos de los que puede procesar e interpretar–, quizá también nos convendría definir qué cosas no podemos darnos el lujo de olvidar. E incluso podríamos pensar en escribir letreros que nos ayuden en este sentido. Yo sugeriría, por ejemplo, un cartelito con nuestro versículo de hoy: “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” .

Y a su lado, o un poquito más abajo, colocaría esta cita explicativa; como hicieron en Macondo:

“ ‘Dios es amor’ está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba. Los preciosos pájaros que llenan el aire de melodías con sus alegres cantos, las flores exquisitamente matizadas que en su perfección perfuman el aire, los elevados árboles del bosque con su rico follaje de viviente verdor; todo testifica del tierno y paternal cuidado de nuestro Dios y de su deseo de hacer felices a sus hijos” ( El camino a Cristo , p. 15).

Gracias, Padre celestial, porque en toda la creación podemos leer de tu gran amor por cada uno de nosotros, y porque en tu Palabra nos recuerdas que somos tus hijos amados.

5 de marzo

Cuando Dios llora

“Entonces Jesús, al ver llorar a María y a los judíos que la acompañaban, se conmovió profundamente y, con su espíritu turbado, dijo: ‘¿Dónde lo pusieron?’ Le dijeron: ‘Señor, ven a verlo’. Y Jesús lloró” (Juan 11:33-35, RVC).

¿Por qué lloró Jesús ante el sepulcro de Lázaro? Algunos de los presentes en la escena dijeron que lloraba por lo mucho que lo amaba; pero sabemos que el Señor no lloraba por Lázaro, ya que sabía que lo iba a resucitar. Entonces ¿por qué lloró el Señor?

Jesús lloró porque “su corazón tierno y compasivo se conmueve siempre de simpatía por los dolientes”; porque, “aunque era Hijo de Dios, había tomado sobre sí la naturaleza humana y lo conmovía el pesar humano” ( El Deseado de todas las gentes , p. 490).

Aquí estamos hablando de un Dios que “llora con los que lloran y se regocija con los que se regocijan”. Es decir, un Dios muy cercano a tu corazón y el mío.

La idea de un Dios compasivo tuvo que haber sido totalmente incomprensible para la mentalidad griega de aquel tiempo. En opinión de ellos, sus dioses no compartían el pesar de sus adoradores. Pero lo que para ellos era inconcebible, para nosotros es el corazón de las buenas nuevas. ¿Cuáles son esas buenas nuevas? Que Dios, además de ser infinitamente poderoso, es también supremamente compasivo. ¡Y que ese Dios, nuestro amante Padre celestial, se identifica plenamente con todo lo que suceda a sus hijos!

Hay, además, una segunda razón: Jesús lloró por el pesar que le causaba saber que “muchos de los que ahora estaban llorando por Lázaro pronto maquinarían la muerte de quien era la resurrección y la vida” ( ibíd .). Aquí, de nuevo, tenemos una vislumbre del carácter de Dios; de ese Dios que “es tardo para la ira y grande en misericordia” (Núm. 14:18); del Dios que no quiere “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Ped. 3:9).

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nuestro maravilloso Dios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nuestro maravilloso Dios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Nuestro maravilloso Dios»

Обсуждение, отзывы о книге «Nuestro maravilloso Dios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x