Fernando Zabala - Nuestro maravilloso Dios

Здесь есть возможность читать онлайн «Fernando Zabala - Nuestro maravilloso Dios» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nuestro maravilloso Dios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nuestro maravilloso Dios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nuestro maravilloso Dios es una extraordinaria obra que abunda en relatos inspiradores de la vida real. Te hará recorrer cada día del año con las promesas del Señor para sus hijos. Reflexiones sencillas que te llenarán de aliento para tus desafíos cotidianos. Los mensajes te recordarán el poder, el amor y las promesas del Señor; de tal manera que, cuando el día sea radiante, agradezcas a Dios; por sombrío que sea tu recorrido, dependas de él; por incierto que percibas tu futuro, confíes en sus maravillosas promesas.

Nuestro maravilloso Dios — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nuestro maravilloso Dios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

¡Alabado sea Dios! Él nota y aprecia nuestros mejores esfuerzos. No importa cuán débiles, cuán pequeños, puedan parecer ante la vista humana, para él tienen mucho valor.

Gracias, Padre celestial, porque notas mis esfuerzos por serte fiel. En el precioso nombre de Jesucristo, tu Hijo, te ruego que suplas lo que yo con mis mejores esfuerzos no puedo lograr. Amén.

22 de febrero

El lugar secreto de oración

“El Señor es bueno; es un refugio en el día de la angustia. El Señor conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7, RVC).

¿Tienes un lugar favorito de oración? Natanael, “el de Caná de Galilea” (Juan 21:2), estaba en su lugar favorito de oración cuando Felipe lo encontró para decirle que habían hallado “a aquel de quien escribieron Moisés, en la Ley, y también los profetas: a Jesús hijo de José, de Nazaret” (Juan 1:45). Pero bastó que Felipe dijera “Nazaret”, para que el prejuicio indujera a Natanael a preguntar: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” (vers. 46).

Nazaret no había sido mencionada por los profetas como lugar de origen del Mesías; además, era un pueblo muy poco distinguido. ¿Cómo podría, por lo tanto, provenir de Nazaret el esperado Mesías? Natanael, sin embargo, no poseía toda la información. Aunque Jesús había crecido en Nazaret, no había nacido en Nazaret, sino en Belén; y de Belén sí habían hablado los profetas (ver Miq. 5:2). Lo cierto del caso es que Felipe no respondió a la pregunta de Natanael, sino que se limitó a decirle: “Ven y ve” (vers. 46). Dice el relato bíblico que “cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: ‘¡Aquí está un verdadero israelita en quien no hay engaño!’ ” (vers. 47). Grande tuvo que haber sido la sorpresa de Natanael.

–¿De dónde me conoces? –preguntó.

–Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi (vers. 48).

Estas palabras revelan que Natanael nunca estuvo solo en su lugar secreto de oración. En ese lugar ya lo había visto el Salvador. Aun más, según El Deseado de todas las gentes , cuando Felipe lo encontró, Natanael “oraba a Dios que si el anunciado por Juan [el Bautista] era el Libertador, se lo diese a conocer” (p. 113).

Apreciado amigo, amiga, cuando el desánimo quiera apoderarse de ti, y creas que Dios te ha olvidado, recuerda que Aquel que vio a Natanael debajo de la higuera, también te ve ti en tu lugar secreto de oración. Más aún, también te conoce de manera personal. Él sabe de las preocupaciones que ahora mismo te están robando la paz, así como también de los anhelos más arraigados en tu corazón. Lo mejor de todo es que, en el tiempo oportuno, responderá tu oración según lo que sea mejor para ti.

¿Qué tal si ahora mismo das gracias por ese maravilloso Salvador que es Cristo, el Señor?

Gracias, Señor Jesús, porque tus ojos no se apartan de mí, porque me conoces por nombre, y porque siempre estás atento a mis súplicas y oraciones.

23 de febrero

“El Dios de mi padre”

“El Señor es mi fuerza y mi cántico; él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré” (Éxodo 15:2, NVI).

Entre tantas cosas buenas que un padre, una madre, pudiera legar a sus hijos, ¿cuál podría considerarse como el legado de mayor valor?

Los hijos de Israel se encontraban a salvo a orillas del Mar Rojo, después de que el ejército egipcio había sido literalmente destrozado gracias a la oportuna intervención de Dios. Guiados por Moisés, los israelitas prorrumpieron entonces en alabanza para agradecer por la gran liberación (ver Éxo. 15:1-18). El resultado fue un canto, el primero que registran las Escrituras, y que conocemos como el Canto de Moisés .

El Canto de Moisés se divide en dos partes. En la primera (vers. 1-12), el pueblo alaba a Dios por haberlo rescatado de las huestes egipcias. En la segunda (vers. 13-18), su nombre es exaltado por lo que hará por su pueblo una vez que posea Canaán. En la primera parte, justo en el versículo dos, Moisés y el pueblo exclaman: “El Señor es mi fuerza y mi cántico; él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré” (Éxo. 15:1, 2, NVI).

¿Te fijaste? Moisés primero dice: “Él es mi Dios”. Luego añade: “Es el Dios de mi padre”. ¿No es esto maravilloso? ¡El Dios de su padre es también su Dios! Y ahora dime tú: ¿Puede haber una herencia más preciosa para legar a nuestros hijos que el conocimiento de Dios como su Padre, y de Cristo como su Salvador?

He leído que poco después de la muerte de Ronald Reagan, el 40° presidente de los Estados Unidos, su hijo adoptivo Michael Reagan comentó que de los muchos regalos que su padre le dio, ninguno logró superar al que recibió durante un vuelo aéreo que realizaron juntos en 1988, cuando Michael era todavía un niño: su padre le habló del amor de Dios y del amor de Cristo como su Salvador. “En ese momento no sabía todo lo que eso significaba, pero ciertamente lo sé ahora”, dijo.

¿Qué piensa hacer Michael con ese “regalo”? Dice él que se ha propuesto honrar la memoria de su padre al dar a sus hijos el mismo regalo que él recibió.

¡Esa es la idea! Que nuestros hijos puedan decir, sin avergonzarse: “¡El Dios de mi padre es también mi Dios!”

Dios de mis padres, hoy quiero que sepas que eres mi Dios, y que resuelvo hacer todo cuanto pueda para que también seas el Dios de mis hijos.

24 de febrero

¿Se puede pedir más?

“Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes” (Juan 15:15, NVI).

¿Qué te gustaría que se dijera de ti?

1 Que eres una persona muy amada por Dios.

2 Que eres una persona “conforme al corazón de Dios”.

3 Que eres amigo de Dios.

Que era “muy amado” se dice del profeta Daniel (Dan. 9:23). Del Rey David se dice que era “varón conforme al corazón de Dios” (Hech. 13:22). Y que era “amigo de Dios”, se dice de Abraham (Sant. 2:23). De nuevo, ¿qué te gustaría que se dijera de ti?

Al igual que Abraham, y sin pensarlo dos veces, quiero ser llamado “amigo de Dios”. Mejor aún, quiero que el Señor diga de mí lo que en una ocasión dijo de Abraham: “Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham, mi amigo” (Isa. 41:8).

Dice: “Mi amigo”. ¿Puede haber mayor honor que este? ¡Que el Soberano de todo el universo diga de ti, de mí: “¡Es mi amigo, mi amiga!”

Lo cierto es que ese honor ya es nuestro. Oigamos al Señor decirlo: “Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos” (Juan 15:15, NVI). Lo que el Señor está diciendo aquí es algo así:

“Aunque yo soy el Señor y el Maestro, no tienen que relacionarse conmigo como siervos que temen a su amo; pueden hacerlo como amigos que me aman ¡porque ustedes ya son muy amados!” ¿No es esto maravilloso?

Volvamos por un momento a la amistad entre el Señor y Abraham. ¿Cuál era uno de los rasgos más significativos de esa amistad? El mismo Señor lo mencionó en ocasión de su visita a Abraham, cuando se acercaba el momento de la destrucción de Sodoma: “¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?” (Gén. 18:17).

¡Ahí está! Entre amigos no hay secretos. ¿Cómo podía el Señor destruir a Sodoma sin que Abraham, su amigo, lo supiera?

Amigos de Dios; eso somos tú y yo. Como prueba de esa amistad, él nos dio a conocer todo lo que oyó decir al Padre. Y, más importante aún, dio su vida por nosotros.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nuestro maravilloso Dios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nuestro maravilloso Dios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Nuestro maravilloso Dios»

Обсуждение, отзывы о книге «Nuestro maravilloso Dios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x