Yehudit Mam - Quién te manda

Здесь есть возможность читать онлайн «Yehudit Mam - Quién te manda» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Quién te manda: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Quién te manda»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Gabriel regresa a la Ciudad de México después de ser deportado desde Nueva York. Habiendo probado un bocado del sueño americano, entra a trabajar a casa de los Orozco. Allí conoce a Lucía, quien vive en el privilegio opresivo de su clase social.
A pesar de que son de la misma ciudad, Lucía y Gabriel vienen de mundos distintos y sin embargo se enfrascan en una pasión fulminante que entra en conflicto con todos los tabúes de su sociedad.

Quién te manda — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Quién te manda», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Saliendo del restaurante, le propuso llevarla a su departamento, pero ella dijo que tenía mucho sueño. Ricardo, quien había evidenciado una paciencia de santo desde aquella feliz noche cuando la conoció, la llevó como es debido a su casa, estacionó el coche frente a la puerta y le dio media vuelta a la llave para dejar la música encendida. La besó larga y apasionadamente.

—No me gusta estar sentada en el coche. Luego pasa la patrulla a decir que estamos cometiendo faltas a la moral —dijo Lucía.

—Pues podemos ir adentro —canturreó Ricardo.

—Están mis papás —repuso Lucía.

Ricardo se acurrucó junto a ella y le acarició un seno. Ella se volteó.

—¿Qué pasa, Lucía?

—Nada, que no me siento a gusto fajando en el coche. Vete leve, ¿no?

—No te entiendo. Tú fuiste la que me tiró todo el can.

—Una también se puede encandilar, ¿no? Ustedes creen que son los únicos que tienen derecho. Además, aquella vez estábamos pedos y medio que se nos fue la mano. Yo soy más tranquila, aunque no lo creas.

—No sé por qué te gusta tanto hacerte del rogar. Si crees que me excita, te equivocas.

La palabra «excita» retumbó en ella como un diapasón.

—¿No te gusta que me haga la remilgada?

—No.

—¿No te gusta que me haga la monja?

—No.

Lucía le bajó la bragueta y se lo metió a la boca. Y se colmó de ternura al oír sus gemidos indefensos y al sentir sus manos acariciándole con dulzura la espalda y el cabello.

Ricardo no entendía las contradicciones de esta criatura, pero era consciente de que esa mezcla de pundonor y desfachatez lo hacía perder el juicio. Unas luces rojas y azules se acercaron en silencio.

—Aguas, que ahora sí viene una patrulla —dijo Ricardo, reacomodándose rápidamente—. Vamos a tu casa, ándale.

La patrulla redujo la velocidad al pasar a su lado. El policía al volante se le quedó viendo a Lucía, pero la patrulla no se detuvo. Ambos se miraron aliviados.

—Ya me tengo que ir. Mañana me tengo que levantar temprano para la uni.

—No seas salvaje, Lucía, no me dejes así.

Ella sonrió, dándole un beso rápido en los labios y se bajó del coche sin esperar a que él le abriera la puerta. Ya adentro de la casa, podía oír la televisión prendida en el cuarto de sus papás. Se quitó los tacones y caminó a oscuras, sin hacer ruido. En bata, sin maquillaje y con un turbante en la cabeza, su mamá la interceptó en el pasillo. Lucía saltó del susto.

—¿Cómo les fue? ¿La pasaste bien?

—Muy bien, mamá.

—Ese muchacho es un tesoro. Encantador, de buena familia y se derrite por ti. Te suplico que no la riegues.

—¿Cómo la voy a regar? Hasta mañana, mamá.

Entró a su cuarto y se asomó por la ventana, pegando la nariz al frío húmedo del cristal. El jardín era de un negro profundo como el mar en una noche sin luna. De niña empañaba el vidrio con su aliento, creando un lienzo en el que silueteaba corazones, caritas sonrientes o groserías, o escribía los nombres secretos de chicos que le gustaban. Su dedo dibujó la palabra «Ricardo» en el vidrio esmerilado por el vapor. La borró de una bocanada y escribió «Joel Joel Joel Joel».

Por su mente desfilaron las imágenes de su acostón apocalíptico con él, cuya memoria todavía le abría una grieta en el pecho. Nunca lo volvió a ver. Lo fue a buscar a su casa (no tenía su teléfono), lo oyó esconderse dentro de su departamento, lo espió por Facebook, y él siempre reaccionó como si ella no existiera.

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Quién te manda»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Quién te manda» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Quién te manda»

Обсуждение, отзывы о книге «Quién te manda» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x