Victoria Ocampo - Darse

Здесь есть возможность читать онлайн «Victoria Ocampo - Darse» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Darse: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Darse»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Durante muchos años la fama de Victoria Ocampo ha impedido valorar su obra. Instigadora de importantes proyectos culturales, como la revista
Sur, feminista y pensadora, amiga de escritores, artistas y compositores que pasaron por su Villa Ocampo, se ha querido ver en ella a una musa sin obra, protagonista de algunos de los momentos más emocionantes del siglo XX. Darse es una cuidada selección de sus textos autobiográficos y ensayísticos, casi una novela de vida. El resultado es una de las cumbres de la literatura memorialística de nuestro idioma. Un libro donde la amistad con intelectuales como José Ortega y Gasset, Virginia Woolf, Rabindranath Tagore, Jorge Luis Borges o Igor Stravinski convive con agudas reflexiones sobre los celos, el amor adúltero y el arte de «descifrar un rostro». Todos los prejuicios de su época parecen haber concluido en un momento en el que mujer y autobiografía vuelven a estar en el centro de la literatura del siglo XXI. Quizá porque, como ella misma escribió, el principal enemigo de la literatura (y de la mujer) es el pudor.

Darse — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Darse», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En su divertida y documentada biografía Victoria Ocampo. El mundo como destino, María Esther Vázquez recoge las defensas de Waldo Frank y Francisco Ayala en sus respectivos libros de memorias. Pueden orientarnos.

Frank escribe:

«Esta criatura maravillosa, sobre la que habían caído tres maldiciones —la de la belleza, la de la inteligencia y la de la fortuna—, tenía sus debilidades. Sobreestimaba […] a Tagore, V. Woolf, T. E. Lawrence, a los cenáculos de Londres y París; subestimaba, seguramente, a algunos americanos tanto del norte como del sur, tanto del pasado como del presente […]. Tanto los nacionalistas como los cosmopolitas la atacaban ferozmente en razón de estas, por así decir, faltas. Eran injustos. El hecho de que apreciara tanto no autorizaba a exigir que apreciara más».

La hermosa carta que el propio Frank le escribe a Victoria cuando comienzan el proyecto de Sur, en el tomo sexto de su autobiografía, es un ejemplo del tipo de críticas con las que tuvo que luchar.

Por su parte, Ayala escribe en Recuerdos y olvidos:

«Nadie piense que había el menor esnobismo en la vehemencia con que Victoria se desvivía por entrar en contacto con personajes […] y acogerlos, pues no era su brillo externo, el llamado prestigio, lo que la seducía, sino los efectivos morales en que ese prestigio podía estar fundado, tras los cuales detectaba ella la excelsitud de un alma, aunque temo que más de alguno de los así cortejados y agasajados tomaría por esnobismo de señora rica su provechoso entusiasmo. Es de sospechar que ello le depararía más de un desengaño. […] Lo curioso es que bajo ese ímpetu suyo […] se descubría pronto una gran timidez de carácter y, desde luego, una limpia ingenuidad».

Así creo que hemos despejado dos de los tópicos, pero dejemos el principal, el de la obra que pierde en comparación con la vida, para el siguiente capítulo, pues afecta a la escritura de la propia Victoria, a su poética. Cerremos este apartado con su propia voz en el «Prefacio» a El archipiélago: «Y viviendo mi sueño traté de justificar mi vida. Casi diría de hacérmela perdonar».

Ordenar el caos

«Las autobiografías son lecturas que apasionan. Claro que la vida más rica y más llena de acontecimientos diversos no pasa de lo vivido a lo escrito sin un talentoso traductor. Y las traducciones de esta índole no son fáciles. A veces, un novelista habituado a manejar personajes, es decir, a utilizar disfraces para contarse a sí mismo, o contar a las personas que ha conocido, o con las que ha soñado (todos soñamos, aunque no seamos novelistas), se ha de sentir incómodo sin su habitual máscara. El gran poeta es autobiográfico casi constantemente, pero de manera excelsa, y natural como su respiración.»

Estas palabras de un artículo de 1971 dedicado a la autobiografía de Graham Greene, intencionadamente titulado «Ordenar el caos», definen el proyecto de Victoria y nos enfrentan al principal prejuicio que quiere desmontar este libro.

Me atrevería a decir que en la literatura moderna ha habido algo así como un «giro copernicano». De Aristóteles a Wilde, la literatura pasó de imitar a la vida a concebir la vida como ficción, como obra literaria. «La vida copia a la literatura», escribió Victoria en un ensayo de la tercera serie de sus Testimonios, «Moral y literatura», de 1946. Y la filosofía, la crítica literaria, la política, el psicoanálisis (la antropología, el urbanismo, el paisajismo, etcétera) hacen cada vez más hincapié en cómo damos sentido a la vida (creamos la experiencia) a partir de herramientas narrativas, algo tampoco ajeno a los publicistas y a los medios de comunicación que fabrican la realidad, y que afecta, en primer término, al individuo que se construye a sí mismo con elementos ficcionales.

Se ha repetido hasta la saciedad la respuesta de Nietzsche a la pregunta ¿qué es la verdad? «Un ejército móvil de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas, adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, a un pueblo le parecen fijas, canónicas, obligatorias.» Victoria Ocampo no es solo su mejor obra en el sentido nietzscheano de la vida como obra de arte, sino que su propia obra escrita es eminentemente autobiográfica, y para ella lo autobiográfico es una ficción de la que surge, si hay talento —si hay arte—, el autor. Así como no hay persona antes del relato, el autor tampoco existe previamente a la escritura.

También hoy las especulaciones en torno al futuro de la novela no dejan de publicitar esta revolución que se ha llamado «autoficción», pero ¿qué ha cambiado en la recepción de la autobiografía para que aquello que en su momento fue tachado de literatura menor se encuentre ahora en el centro de los debates estéticos sobre el futuro de lo literario? Agotada la «verosimilitud» de la novela decimonónica, que llevaba a su máximo esplendor al artificio aristotélico, la literatura del siglo xxi busca la «veracidad». Aunque esta sea una nueva manera de crear, como dijo Roland Barthes, un «efecto de realidad».

Como decimos, no fue un debate ajeno a la propia Ocampo, porque tampoco es nuevo. Victoria vivió en un momento en que el tema de la novela era el propio autor. No hay que entender de otra manera su fascinación por Marcel Proust o Virginia Woolf. E incluso su temprano acercamiento a Dante. Pero encontrar al autor, más allá de la superficial lectura romántica en la que se justificaba la calidad de un texto por su cercanía a la supuesta persona que lo escribía, es preocuparnos por una ficción que nos ayuda a desentrañar otra ficción: el lector.

Victoria leía a los clásicos para construirse, pero dio un paso más. Aquí, como en tantos otros momentos, la guiaba la intuición, que no es sino una manera veloz de la inteligencia: en contra de un mundo que no valoraba la escritura autobiográfica, y menos de una mujer, Victoria escribió sin la garantía de éxito una de las primeras autobiografías en nuestro idioma verdaderamente sinceras. «Muy pocas mujeres las han escrito interesantes y veraces», le había dicho Virginia Woolf por carta, y Victoria asumió la tarea.

Su Autobiografía no se publicó hasta su muerte, entre 1979 y 1984 (aunque fue escrita entre 1952 y 1953), pero ya en la primera serie de Testimonios aparece esta ­preocupación: el libro-charla, la carta, el testimonio y la confesión como formas vivas de la literatura. Aunque quiso que su vida se alimentara del arte, no permitió que su obra sonara a literatura.

En un artículo de la primera serie de Testimonios, «Jacques Rivière. À la trace de Dieu», de 1926, Victoria escribe:

«El editor se excusa de presentar esas páginas tal como las ha encontrado: bajo su forma esquemática, breve o familiar. Pero precisamente eso es lo que tienen de más conmovedor para nosotros.

Querría siempre poder entrar en ciertos libros en el momento en que la preocupación literaria no ha venido aún a robarme su ardiente desorden. Como si así se nos ofreciera una posibilidad de contacto más perfecto con el autor y penetrásemos en lo vivo de su carácter. A través de las repeticiones y los titubeos, percibimos con claridad (con más claridad de lo que podríamos percibirlo en una obra corregida definitivamente) la fisonomía real de un pensamiento, de una sensibilidad».

Victoria fue romántica en este sentido: su desprecio de la literatura como relleno. En cuanto un texto le cansaba, cuando notaba que añadía páginas compensatorias, lo abandonaba. Es raro encontrar una página de Ocampo sin intensidad.

Pero este método entraña una dificultad para quien quiera preparar una edición de su obra respetando su crudeza, la verdad del texto previa a la mentira de una trama, «su ardiente desorden».

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Darse»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Darse» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Darse»

Обсуждение, отзывы о книге «Darse» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x