[51]Qui cuncta discordiis civilibus fessa nomine principis sub imperium accepit. Tácito, Anales, I.3:
[52]Véase J. Christian Wilson, op. cit., p. 599. Cabe señalar que ese investigador considera los meses cuando reinaba Galba como la fecha provisional de la aparición del Apocalipsis, sin embargo, se opone de manera estricta en contra de la fecha tradicional que atribuía la datación del libro de la Revelación a los tiempos de Domiciano. Según Christian Wilson, el mismo libro de la Revelación apareció en el contexto de las persecuciones de Nerón y reflejó todas las contradicciones de su época; tuvo que ser escrito durante las persecuciones de Nerón en los años 64-65, pero antes de que Nerón se suicidara en el 68. De no ser así, el Apocalipsis habrá de ser escrito antes del 70; es decir, antes de que se empezara la guerra judaica y que se destruyera el Templo de Jerusalén, en que se ve reflejada la imagen del Templo de Jerusalén celeste. Véase J. Christian Wilson, op. cit., p. 604: “Revelation would thus have been written in the latter years of the reign of Nero, after the persecution of Christians in 64-65 but before Nero’s suicide in 68. In either case Revelation was written before 70”.
[53]Tratado…, pp. 206-207.
[54]Ibid., p. 207
[55]Es la información que, entre otros autores, proporciona Suetonio: Suetonio Tranquilo, Cayo, Vida de Claudio, XXV.4.
[56]Tratado…, p. 207.
[57]Ibid., p. 208.
[58]Ibid.
[59]Ese significado de la palabra latina tyrannus fue adoptada en la época visigoda, cuando rex tyrannus se contraponía a rex legitimus y se consideraba como alguien que habría tomado el poder por una insurgencia militar sin llegar al trono de una manera legítima, por ejemplo, por sucesión; véase Céline Martin, “Tyrannus. Usurpador y rey injusto en época visigoda”, en Eleonora Dell’Elicine, P. Miceli, A. Morin (comps.), Artificios pasados. Nociones del derecho medieval, Madrid, Universidad Carlos III de Madrid, 2017, pp. 19-36.
[60]A more popular reckoning begins with Augustus (following the precedent of Tacitus) and omits the three brief reigns of Galba, Otho, and Vitellius, since they were viewed as rebels rather than emperors. George Raymond Beasley-Murray, op. cit., pp. 256-257.
[61]J. Christian Wilson, op. cit., p. 601-602 (la traducción es del autor).
[62]“The most likely hypothesis is that he began counting with Caligula and included the following emperors in sequence, omitting Galba, Otho, and Vitelius as reigning too short a time to cause trouble for the saints.” Adela Yarbro Collins, Crisis and Catharsis: The Power of the Apocalypse, Filadelfia, The Westminster Press, 1984, p. 64.
[63]Tratado…, p. 207.
[64]“Would anyone omit William Henry Harrison from the list of American presidents because he governed for only thirty days? All three of these Roman emperors were in office longer than that”. J. Christian Wilson, op. cit., p. 602.
[65]Parece interesante el comentario que hizo Gregorio López en torno al capítulo 13 del Apocalipsis, colocando su contexto histórico en las persecuciones del emperador Valeriano. Así Gregorio López se desvincula de cualquier tradición anterior. La herida que la Bestia tenía en su cabeza es alegoría de las persecuciones de Valeriano, muy afable con los cristianos primero, pero luego del engaño del hechicero egipcio se volvió hostil en contra de ellos (por eso, dice López, la llaga de la Bestia pronto apareció curada, porque Valeriano, después de un periodo corto de tolerancia, retomó las persecuciones y así regresó a su naturaleza, propia de una “bestia”). Véase Tratado…, p. 156.
[66]Hablando del emperador Nerba quien adoptó a Trajano, Gregorio López afirma que con este último se empiezan los acontecimientos apocalípticos. Véase Tratado…, p. 53: “Este Nerba adoptó por hijo para emperador a Trajano, en cuyo tiempo comienza este Apocalypsi”.
[67]Tratado…, pp. 55-56.
[68]La solidaridad por parte de Gregorio López con la tradición que se remonta a Justino el Filósofo y Mártir y a Irineo de Lyon está marcada en la página 67 del Tratado, en donde se dice (nota 1): “Justino e Irineo interpretaron el Apocalipsi, y fueron casi contemporáneos de san Juan”.
[69]Victorino de Petovio, Scholia in Apocalypsin, VIII.2.
[70]Sobre las “leyes de composición” disertó el investigador francés del Apocalipsis Ernest Bernard Allo, quien, afirmando el principio de la integridad del libro, postulaba ciertas leyes de su composición. Esa terminología no encontró el apoyo en las investigaciones posteriores; sin embargo, resultó importante por su interés acerca de la técnica de composición del libro del Apocalipsis. Véase Ernest Bernard Allo, L´Apocalypse, París, J. Gabalda, 1921, pp. lxviii-lxxxiii.
[71]Tratado…, p. xxi.
[72]Ibid., p. xxi-xxii.
[73]Domingo Muñoz León, “La estructura del Apocalipsis de Juan. Una aproximación a la luz de la composición del 4° de Esdras y del 2° de Baruc”, en Estudios bíblicos, 1985, vol. 43, pp. 126-127.
[74]Nos referimos a la tesis de doctorado que la investigadora sustentó en el 1975. Véase Adela Yarbro Collins, “The Combat Myth in the Book of Revelation”, en Harvard Dissertations on Religion, núm. 9, Missoula, Montana, Scholars Press, 1976, pp. 8-9, 10-11, 16.
[75]Los títulos que vienen entre corchetes y en cursivas no aparecen en el plan presentado en la p. 19. Aquí hemos tratado de combinar ese plan con otro, menos detallado, presentado en la p. 47.
[76]Véase Adela Yarbro Collins, op. cit., p. 19.
[77]Elisabeth Schlüssler Fiorenza, Book of Revelation: Justice and Judgment, Filadelfia, Fortress Press, 1985, pp. 170-180; Eadem, Revelation: Vision of a Just World, Filadelfia, Fortress Press, 1991, pp. 35-36.
[78]Tratado…, p. 116-117.
[79]Ibid., p. 118: “Había muchos siervos de Dios que tenían espíritu profético, como parece en Dionisio, obispo de Alejandría, que declaró ser Valeriano, por quien dixo san Juan que le fue dada boca de blasfemia”.
[80]Ibid., pp. 119-120.
[81]Se trata de aquellos que, según Gregorio López, que poseían el don profético durante las diversas etapas de la historia de la Iglesia, contando desde los primeros apóstoles.
[82]Tratado…, pp. 118-119.
[83]Felise Tavo, “The Structure of the Apocalypse. Re-Examining a Perennial Problem”, en Novum Testamentum, 2005, vol. 47, fasc. 1, pp. 47-68.
[84]A eso refiere, por ejemplo, el fragmento Apoc. 1:3, en donde se dice: “μακάριος ὁ ἀναγινώσκων καὶ οἱ ἀκούοντες τοὺς λόγους τῆς προφητείας καὶ τηροῦντες τὰ ἐν αὐτῇ γεγραμμένα, ὁ γὰρ καιρὸς ἐγγύς”. Eso corresponde con la traducción según Reina-Valera: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca”. Cabe señalar que el verbo ἀναγι(γ)νώσκω significa no sólo “leer” sino “leer en voz alta” y se refiere al proceso de la lectura pública durante la sesión de una asamblea, véase Tavo, op. cit., p. 57.
[85]Felise Tavo, op. cit., pp. 56-58.
[86]Ibid., p. 59.
[87]Tratado…, p. 283.
[88]Adela Yarbro Collins, op. cit., pp. 17-19.
[89]Felise Tavo, op. cit., p. 60.
[90]“If he wanted his hearing audience to recognize seven visions in 12-14 and again in 19:11-20:15, he probably would have told them so as he has done elsewhere”. Ibid. Lamentablemente aquí no podemos dar explicaciones sobre el problema de las “transiciones” que pone Felise Tavo para subrayar ciertos puntos de su estructuración del Apocalipsis, porque eso ya no tiene paralelo con la estructuración de Gregorio López. Sin embargo, señalemos algunos momentos que podrían parecer interesantes para el lector. Al haber caracterizado todos los siete puntos de su plan, Felise Tavo pone el problema de unos fragmentos transitorios que marcan la vinculación con el fragmento anterior y al mismo tiempo sirve de introducción al fragmento posterior, indicando también el fragmento litúrgico en donde se dice sobre la litúrgica celestial que se celebra delante el Trono del Señor; Tavo enumera por lo menos seis fragmentos que dicen sobre tal liturgia. Véase Felise Tavo, op. cit., p. 62. Por ejemplo, en el fragmento 16:17-19:10 el primer verso (es decir, 16:17) cierra la serie de los cálices; las plagas descritas en 16:18-21 aparecen como consecuencias del derramamiento del séptimo cáliz y al mismo tiempo indican la caída de Babilonia, que a su vez nos remite (en los capítulos 17-18) a la caída de Satanás en la siguiente serie de las visiones. Según nuestro parecer, esa teoría de “transiciones” parece un poco forzada por la enorme longitud de aquellos fragmentos que deberían de haber servido como “fragmentos de transición”, aunque forman un sistema ordenado y bien estructurado de la composición del Apocalipsis.
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