Jonathan Maberry - Carne y hueso

Здесь есть возможность читать онлайн «Jonathan Maberry - Carne y hueso» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Carne y hueso: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Carne y hueso»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Todavía afectados por la devastación vivida en
Polvo y decadencia, Benny Imura y sus amigos se sumergen en la profundidad de los páramos infestados de zombis de Ruina y Putrefacción. Benny, Nix, Lilah y Chong viajan a través del feroz desierto que una vez fuera su hogar en busca del avión que vieron en los cielos hace meses. Si ese avión existe realmente, entonces la humanidad debe haber sobrevivido… en algún lugar. Encontrarlo es su mayor esperanza de tener un futuro y una vida que valga la pena vivir.Pero el territorio de Ruina y Putrefacción es mucho más peligroso de lo que cualquiera de ellos pueda imaginar. Son perseguidos por animales feroces. Se enfrentan cara a cara a una secta mortal. Y además están los zombis: auténticas hordas provenientes del este que lo devoran todo a su paso. Y estos zombis son diferentes. Más rápidos, más inteligentes e infinitamente más peligrosos. ¿Es posible que la plaga haya mutado o se esconde algo mucho más siniestro detrás de esta nueva invasión de muertos vivientes?Sea como sea, hay una cosa que Benny y sus compañeros no se pueden permitir olvidar: todo lo que existe (vivo o muerto) en Ruina y Putrefacción intentará acabar con sus vidas.«Los zombis son tendencia en la literatura juvenil, pero la serie abanderada sigue siendo la espectacular y trepidante tetralogía de Maberry que comenzó con
Ruina y putrefacción y
Polvo y decadencia. Esperar la completa conclusión en el cuarto volumen no será tarea fácil».
Booklist«Jonathan Maberry nos demuestra que a la tercera vez va la vencida y nos trae aún más aventura y terror, mientras continúa la serie Ruina y putrefacción».
Kirkus Reviews

Carne y hueso — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Carne y hueso», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Benny suspiró.

—¿Pasa algo malo? —preguntó Chong, que pelaba distraídamente un higo mientras contemplaba el interior del barranco.

¿Qué podría estar pasando de malo?, se preguntó Benny amargamente. O creo que escucho voces o en realidad se me aparece un fantasma. Y me deprimí tanto dentro del barranco que casi dejé de pelear por mi propia vida. ¿Eso te parece suficientemente “malo”?

—Dime algo, oh, poderoso sabio —respondió finalmente Benny—. ¿Alguna vez tienes demasiados pensamientos en la cabeza?

Chong empezó a decir algo gracioso y corrosivo, pero se detuvo y estudió a Benny durante una lenta cuenta de tres. Volvió a contemplar las caras de los muertos.

Después de un largo rato, dijo:

—Todo el tiempo, hombre. Todo el maldito tiempo.

Permanecieron en silencio durante varios largos minutos antes de que alguno de ellos volviera a hablar.

—Hace rato… ¿dijiste que habías visto a una mujer? —preguntó Chong—. ¿Qué fue lo que sucedió?

Benny le contó. Y también cómo ella parecía haber soplado en un silbato silencioso, y cómo los zoms no la atacaban. Para cuando hubo terminado, Chong tenía una media sonrisa en el rostro.

Benny suspiró.

—Adelante, dilo.

—Estás chiflado como un murciélago cara de mono.

—Gracias.

—¿Un silbato?

—Sí.

—Como… ¿qué? ¿Un silbato para perros?

Benny gruñó. No había considerado esa posibilidad. El señor Lafferty, que era dueño del almacén, tenía un silbato para perros. Tampoco podías escuchar el sonido.

—Tal vez —dijo Benny—. Más o menos se veía así.

—¿Para llamar a los zoms?

—Yo nunca dije que ella llamó a los zoms. Sólo te estoy contando lo que vi.

—De acuerdo —dijo Chong.

—De acuerdo —repitió Benny.

Observaron a los zoms.

—Pregunta seria —añadió Chong—, así que no me pegues.

—Adelante.

—¿Cómo te fue ahí abajo? ¿Estuvo feo?

—Bastante.

—¿Estás… estás bien?

Benny se encogió de hombros.

—¿Viste alguno rápido? —preguntó Chong.

—Un par.

—Cielos.

—Sí.

Durante toda su vida, sólo había existido un tipo de muerto viviente. El zom lento, estúpido, que arrastraba los pies. Así eran las cosas: un zom era un zom. Y luego, el mes pasado, cuando Benny y Nix estaban de camino a Gameland, se habían encontrado con zombis que se movían rápido. En realidad, no tan rápido como un humano saludable, pero al menos dos veces más rápido que cualquier zom del que Benny tuviera noticia.

Ese horroroso hecho era sólo una de las varias cosas sobre los zoms que estaban cambiando el mundo como Benny lo conocía. La gente del pueblo había sobrevivido durante todo este tiempo únicamente porque había comenzado a entender lo que los zoms podían y no podían hacer. El conocimiento sobre ellos no hacía que los muertos se convirtieran en una amenaza menor, pero aumentaba las posibilidades de supervivencia en un mundo donde los zoms estaban por todos lados.

Ahora eso estaba cambiando. Ya no se podía confiar en nada que se supiera previamente sobre ellos. Algunos zoms eran más veloces. Parecía que las pocas ventajas que la gente tenía sobre los zombis comenzaban a derrumbarse.

¿Qué pasaría si los muertos comenzaran a pensar? Había siete mil millones de ellos, y apenas suficientes humanos para llenar una ciudad pequeña.

Siguieron ahí parados en el silencio de sus propios pensamientos durante un largo rato. Los zombis los observaban con esos ojos que no parpadeaban. Las aves cantaban en los árboles del lado de la hendidura en que se encontraba Benny, pero había movimiento en el cielo por encima de los zoms. Benny se protegió los ojos del resplandor y vislumbró una docena de grandes pájaros negros que planeaban lentamente en círculos, muy alto sobre el lado opuesto del campo. Chong lo vio mirando el cielo y también se protegió los ojos con las manos. Se dio la vuelta y encontró aún más de esos pájaros sobre el bosque a sus espaldas.

—Buitres —afirmó Chong.

—Lo sé.

Observaron a las negras y feas aves deslizarse sin ruido sobre las corrientes térmicas por encima de los infinitos kilómetros de pinos piñoneros.

—Hay muchos el día de hoy —dijo Chong—. Parecen estar por todos lados.

Benny lo miró. Pudo sentir cómo la sangre le abandonaba el rostro.

—Oh, mierda…

—Sí. Las aves carroñeras no comen zoms…

—… ¿qué están sobrevolando, entonces? —completó Benny.

Era uno de los grandes misterios de Ruina el que los carroñeros no se alimentaran de los zoms, a pesar de que éstos olían a descomposición. Nadie lo comprendía, y como dijo alguna vez el señor Lafferty en su almacén: “También es una pena, porque en un mes tendríamos chorrocientos mil cuervos rechonchos y absolutamente ningún zom”.

—Hay algo muerto ahí —dijo Chong.

—Será mejor que busque a Nix —dijo Benny.

16

Llena de ira, Lilah se limpió las lágrimas con un puño y miró con odio a su alrededor, como si estuviera lista para golpear a cualquiera que por casualidad hubiera atestiguado esas lágrimas. Detestaba todo tipo de debilidad. Era algo que apenas podía tolerar en sus amigos y que de ningún modo permitiría en sí misma.

Especialmente luego de lo que había sucedido hacía un mes. Después de que Tom los guiara fuera del pueblo, su grupo se había separado. Chong, destrozado por la culpa de haber provocado inadvertidamente que Nix terminara con el rostro cortado, y en general sintiéndose como el inútil pueblerino que era, había huido, lo cual requirió que Tom fuera a buscarlo. Esa noche, mientras Nix, Benny y Lilah esperaban el regreso de Tom en una estación de paso de monjes desierta, el lugar fue invadido por un mar de zoms. Miles y miles de ellos, más de los que cualquiera hubiera visto en un solo lugar desde la Primera Noche. En los momentos previos al ataque, Lilah había estado discutiendo con Benny, y él la acusó de ignorar y burlarse deliberadamente de los sentimientos que Chong tenía por ella. Eso dolió, porque era completamente verdad. Lilah le tenía cariño a Chong, pero él era el más débil y el menos resistente de su equipo. No estaba apto para Ruina; en absoluto. Cuando los zoms atacaron, Lilah entró en pánico y corrió. Era la primera vez que había sentido pánico desde aquella terrible noche en que había escapado de Gameland y había tenido que aquietar a Annie. Había soltado su lanza y corrido ciegamente en la oscuridad. Incluso ahora no podía recordar cuáles habían sido sus pensamientos en aquel momento. O siquiera si había tenido alguno. Todo lo que recordaba era estar corriendo a través de la oscuridad, exterior e interior.

La conciencia le regresó mucho más tarde. Se descubrió enroscada en el piso, totalmente vulnerable y afortunada de seguir con vida. Los zoms no la habían encontrado, pero sí un extraño ermitaño montañés conocido como el Hombre Verde. Él no la había atacado, hizo precisamente lo contrario: le demostró amabilidad y paciencia, y le ayudó a descubrir dónde había dejado su fuerza. También habló con ella sobre el amor, la responsabilidad, la culpa y las decisiones que cada uno toma.

Lilah había llorado varias veces ese día. Y lloró más amargamente aquella noche en que el monstruo de Jack el Predicador disparó a Tom Imura por la espalda. No importaba que tanto Jack el Predicador como Gameland hubieran muerto esa noche. Tom Imura había muerto también. Lilah se había aferrado a su mano mientras las últimas fuerzas lo abandonaban. Incluso ahora, un mes después, pensar en ello era como recibir una puñalada en el corazón.

Se quedó ahí parada en el bosque y lloró nuevamente. Por Tom.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Carne y hueso»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Carne y hueso» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jonathan Maberry - Patient Zero
Jonathan Maberry
Jonathan Maberry - Dust & Decay
Jonathan Maberry
Jonathan Maberry - Rot & Ruin
Jonathan Maberry
Jonathan Maberry - Assassin's code
Jonathan Maberry
Jonathan Maberry - Tooth & Nail
Jonathan Maberry
Jonathan Maberry - Dead & Gone
Jonathan Maberry
Jonathan Maberry - Fire & Ash
Jonathan Maberry
Jonathan Maberry - Flesh & Bone
Jonathan Maberry
Carla María Maeda González - ¿Princesas de carne y hueso?
Carla María Maeda González
Gloria Román Ruiz - Franquismo de carne y hueso
Gloria Román Ruiz
Jonathan Maberry - Polvo y decadencia
Jonathan Maberry
Отзывы о книге «Carne y hueso»

Обсуждение, отзывы о книге «Carne y hueso» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x