Angie Thomas - El odio que das

Здесь есть возможность читать онлайн «Angie Thomas - El odio que das» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El odio que das: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El odio que das»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«Esta historia es necesaria. Esta historia es importante.»
Kirkus ReviewsSTARR ES UNA CHICA DE DIECISÉIS AÑOS que vive entre dos mundos: el barrio pobre de gente negra donde nació, y su escuela situada en un elegante distrito residencial blanco. El difícil equilibrio entre ambos se hace añicos cuando ella se convierte en testigo de la muerte a tiros de su mejor amigo, Khalil, a manos de un policía. A partir de ese momento, todo lo que Starr diga acerca de la aterradora noche que cambió su vida podrá ser usado de excusa por unos y como arma por otros. Y lo peor de todo es que ambos bandos esperan que dé un paso en falso para poner fin a su vida.Inspirado por el movimiento Black Lives Matter, el debut de Angie Thomas sobre una chica normal sometida a tan difíciles circunstancias aborda cuestiones de racismo y violencia policial con inteligencia, corazón y una honestidad inquebrantable.«Angie Thomas ha escrito una novela asombrosa, brillante y desgarradora que será recordada como un clásico de nuestro tiempo.» John Green, autor de
Bajo la misma estrella«Que el mundo se prepare.» Adam Silvera, autor de
More Happy than Not

El odio que das — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El odio que das», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Oh —digo—. Qué cool .

Pero no lo es. Hailey no me envió un solo mensaje de texto durante las vacaciones de primavera. Últimamente, casi ni me habla. Quizás una vez a la semana, cuando antes solía hacerlo todos los días. Algo cambió entre nosotras, y ninguna de las dos lo reconocemos. Nos comportamos de forma normal cuando estamos en Williamson, como ahora. Pero más allá de aquí, ya no somos las mejores amigas, es sólo que… No lo sé.

Además, dejó de seguir mi cuenta de Tumblr.

Ella no tiene la menor idea de que yo lo sé. Una vez publiqué una foto de Emmett Till, un chico de catorce años al que asesinaron por silbarle a una mujer blanca en 1955. Su cuerpo mutilado no parecía algo humano. Hailey me envío un mensaje de texto inmediatamente después, y se puso como loca. Yo pensaba que era porque no podía creer que alguien le hiciera eso a un niño. No. Lo que no podía creer era que yo hubiera compartido una foto tan fea.

No mucho tiempo después, dejó de darle Me gusta a mis otras publicaciones y de compartirlas. Revisé mi lista de seguidores. ¡Ay! , Hails ya no me estaba siguiendo. Con el tema de que vivo a cuarenta y cinco minutos, se supone que Tumblr es un territorio sagrado donde se cimienta nuestra amistad. Dejar de seguirme es lo mismo que decir: Ya no me agradas .

Quizá soy demasiado susceptible. O quizá las cosas han cambiado, quizá yo he cambiado. Por ahora supongo que seguiremos fingiendo que todo va bien.

Suena la campana. Los lunes, Hailey, Maya y yo tenemos inglés primero. Por el camino inician una gran discusión, que se vuelve pelea, sobre las categorías de la NCAA (la liga de basquetbol universitario) y la final entre los cuatro mejores equipos. Hailey nació siendo fan de Notre Dame. Maya los detesta de una manera casi insalubre. Me quedo fuera de la discusión. De cualquier forma, la NBA es lo que a mí me interesa.

Bajamos por el pasillo. Chris está parado en la puerta de nuestro salón con las manos metidas en los bolsillos y unos audífonos envueltos alrededor del cuello. Me mira directamente y estira su brazo sobre el marco de la puerta.

Hailey lo mira a él y luego a mí. De un lado al otro, dos veces.

—¿Pasó algo con ustedes?

Mis labios fruncidos probablemente me delatan.

—Sí. Más o menos.

—Este imbécil —dice Hailey, recordándome por qué somos amigas: no necesita detalles. Si alguien me lastima de cualquier manera, automáticamente entra en su lista negra. Todo comenzó en quinto grado, dos años antes de que llegara Maya. Éramos esas chicas lloronas que se lamentaban por cualquier estupidez. Yo, por Natasha, y Hailey porque había perdido a su mamá, enferma de cáncer. Cabalgamos juntas sobre las olas del dolor.

Por eso no tiene sentido este asunto raro que sucede ahora entre nosotras.

—¿Qué quieres hacer, Starr? —me pregunta.

No lo sé. Antes de lo de Khalil, planeaba imponerle la ley de hielo a Chris para que le ardiera más que una de esas canciones R&B de los noventa, hechas para escuchar después de una ruptura. Pero después de lo de Khalil, me siento más como una canción de Taylor Swift (sin ofender, estoy jodiendo con lo de Tay-Tay, pero en la escala de novia enojada, no se acerca siquiera a una canción R&B de los noventa). No estoy contenta con Chris, pero lo extraño. Nos extraño. Lo necesito tanto que estoy dispuesta a olvidar lo que hizo. Además, me da un miedo del carajo. ¿Alguien con quien sólo llevo un año significa tanto para mí? Pero Chris… es distinto.

¿Saben? Le voy a aplicar a Beyoncé. No es tan poderoso como una canción R&B de los noventa, pero es más fuerte que Taylor Swift. Sí. Eso funcionará. Les digo a Hailey y Maya:

—Yo me encargo.

Se apartan para que yo quede entre ellas como si fueran mis guardaespaldas, y vamos juntas a la puerta.

Chris nos hace una reverencia.

—Señoritas.

—¡Muévete! —le ordena Maya. Es gracioso, teniendo en cuenta cuánto la supera Chris en altura.

Él me mira con esos ojos azules. Se bronceó durante las vacaciones. Solía decirle que estaba tan pálido que parecía un malvavisco. Él odiaba que lo comparara con algo de comida. Yo le decía que eso le pasaba por llamarme caramelo. Eso lo calló.

Pero maldita sea. Además, lleva puestos los Space Jam 11. Se me había olvidado que decidimos usarlos para el primer día de clases. Le quedan bien. Los Jordan son mi debilidad. No puedo evitarlo.

—Sólo quiero hablar con mi chica —alega.

—No sé quién es éste —digo, aplicándole a Beyoncé como una profesional.

Él suspira por la nariz.

—¿Por favor, Starr? ¿Al menos podemos hablar?

Vuelvo a Taylor Swift porque me dice por favor. Asiento hacia Hailey y Maya.

—Tú la lastimas, y yo te mato —le advierte Hailey, y ella y Maya entran al aula sin mí.

Chris y yo nos alejamos de la puerta. Me recargo contra un casillero y me cruzo de brazos.

—Te escucho —le digo.

Suena una canción instrumental con muchos graves en sus audífonos. Lo más probable es que sea una de las suyas.

—Siento mucho lo que pasó. Debí haber hablado contigo primero.

Inclino la cabeza.

—Sí hablamos. Una semana antes. ¿Lo recuerdas?

—Lo sé, lo sé. Y te escuché. Sólo quería estar preparado en caso de…

—¿En caso de que pudieras activar los botones correctos y me convencieras de cambiar de opinión?

—¡No! —levanta las manos para mostrar que se da por vencido—. Starr, sabes que no lo haría… eso no es… lo siento, ¿está bien? Lo llevé demasiado lejos.

Vaya eufemismo. El día antes de la fiesta de Big D, Chris y yo estábamos en su habitación ridículamente grande. El tercer piso de la mansión de sus papás es una suite para él, con la ventaja adicional de ser el último hijo de unos padres cuyos otros hijos ya dejaron el nido. Trato de olvidar que tiene a su disposición todo un piso del tamaño de mi casa, y empleados que se parecen a mí.

No es la primera vez que estábamos tonteando, y cuando Chris metió su mano en mi short, pensé que no pasaría nada. Luego me empecé a calentar, y dejé de pensar. En serio, mi proceso de pensamiento se fue por la ventana. Y justo cuando estaba en ese momento, se detuvo, metió la mano en el bolsillo y sacó un condón. Enarcó las cejas, pidiéndome en silencio una invitación para hacerlo.

Lo único en lo que pude pensar fue en esas chicas que veo caminando por Garden Heights con un bebé recargado contra la cadera. Condón o no condón, esa mierda sucede.

Me puse como loca. Él sabía que yo no estaba lista para eso, ya lo habíamos hablado, ¿y aun así tenía un condón? Dijo que quería ser responsable, pero que si yo no estaba lista, no estaba lista.

Me fui de su casa exaltada y excitada, que es la peor manera de irse.

Pero es posible que mamá tenga razón. Una vez me dijo que si llegas hasta ahí con un chico, se activan un montón de sentimientos y lo quieres hacer todo el tiempo. Chris y yo llegamos lo suficientemente lejos, y ahora noto absolutamente cada detalle de su cuerpo. Sus fosas nasales que se ensanchan cuando suspira. Su suave cabello castaño que adoro explorar con los dedos. Sus labios suaves, y la lengua que los humedece cada tanto. Las cinco pecas en el cuello, en los puntos perfectos para ser besadas.

Más que eso, recuerdo al chico que pasa casi todas las noches al teléfono conmigo hablando de nada y de todo. Al que le encanta hacerme sonreír. Sí, me enfada a veces, y estoy segura de que yo lo molesto a él, pero significamos algo el uno para el otro. En realidad, mucho.

Mierda, mierda, mierda, me estoy desmoronando.

—Chris…

Recurre a un golpe bajo, y emite un sonido de caja de ritmos, soltando un Bum, bum, bum, bum que me es demasiado familiar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El odio que das»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El odio que das» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El odio que das»

Обсуждение, отзывы о книге «El odio que das» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x