La pandemia de 2020 ha irrumpido en estos procesos y se ha incorporado como otro factor-componente que explica la evolución de la economía y del turismo en ese año y marcará su evolución en el futuro próximo. Se afirma que la pandemia ha acelerado los tics proteccionistas, que la globalización se ha visto afectada y que el mundo se ha hecho más pequeño, hasta plantearse la hipótesis del fin de la globalización (de la globalización a la desglobalización) debido a que la economía ha entrado en los últimos años en un retroceso de flujos internacionales de mercancías, servicios, capitales y personas, acentuado con la pandemia. Sin embargo, las nuevas estrategias de adaptación al escenario de pandemia y las que se prevén para la nueva realidad contemplan unas condiciones de economías abiertas y de conexiones e interrelaciones internacionales que, de una manera u otra, fundamentan el paradigma de la globalización, no sin contradicciones y distopías cuyo grado de reversibilidad dibujarán los turismos del mañana (Marchena, 2020).
Además, en esta nueva fase del capitalismo (nuevo capitalismo, capitalismo inclusivo, capitalismo reformado, etc.) se consolidará un proceso ya iniciado que comportará la continuidad del turismo. Se trata del proceso de mercantilización turística del «tiempo de no trabajo» (del tiempo libre), que es entendido como materia prima que se empaqueta (se le dota de contenido) y se «compra-vende». El tiempo como gran reserva de materia prima del capitalismo en el siglo XXI y factor-fundamento del turismo futuro. El sistema crea y ofrece productos (actividades de ocio y turismo) para ocupar este tiempo libre que motivan y seducen a los ciudadanos. Transforma y convierte el tiempo de no trabajo en mercancía (una nueva materia prima que adquiere importancia ante el agotamiento de otras convencionales), que empaqueta y capsula, para que el ciudadano compre y amplíe e intensifique su rol como consumidor.
En el contexto general señalado, en relación con los factores de cambio del turismo cabe señalar dos tipos de procesos relevantes: a ) sectoriales (modo de vida y patrones de consumo turístico, destinos y producción turística, masificación turística, etc.) y b ) transversales (movilidad espacial; revolución tecnológica y transformación digital; gobernanza, cambio climático, transición energética, paradigma de la sostenibilidad, etc.).
En este contexto, la reflexión sobre el futuro del turismo y sobre la evolución de España como destino turístico conduce a considerar, implícitamente, los cuatro factores estructurales que han fundamentado el desarrollo geohistórico del turismo (Vera et al., 2013) y plantearse su vigencia en la etapa pos-COVID-19 para, en definitiva, valorar sus manifestaciones, que condicionarán el futuro del turismo y sus formas. Los factores son los siguientes:
1. La conquista del tiempo para dedicarlo a actividades de ocio y turismo. Sin disponibilidad de tiempo para dedicar a los viajes no habrá turismo. ¿Las condiciones del escenario pos-COVID-19 podrán asegurar la disponibilidad de este tipo de tiempo?
2. La conquista del espacio: explosión de la movilidad espacial y del acceso a la información. Sin la posibilidad de moverse, de desplazarse para ir de un sitio (origen) a otro (destino), sin una movilidad espacial como la conocida hasta ahora (o sustitutoria) y sin acceso a la información no habrá turismo. ¿Podrán las condiciones del escenario pos-COVID-19 asegurar la posibilidad de movernos, la movilidad espacial?
3. La disponibilidad de rentas y capacidad de consumo turístico (incremento de rentas familiares y del nivel de vida de la población). Sin esto no habrá turismo. ¿Las condiciones del escenario pos-COVID-19 podrán asegurar la disponibilidad de rentas y la capacidad de consumo turístico?
4. La conversión de las vacaciones y del viaje turístico en necesidad básica de los ciudadanos. Sin la continuidad y vigencia de este factor como componente estructural del modo de vida (de amplios grupos sociales, de la clase media, etc.) no habrá turismo. ¿Las condiciones del escenario pos-COVID-19 podrán asegurar la concepción del viaje turístico como necesidad básica en el modo de vida?
La «penúltima» pandemia ha puesto en un primer nivel de preocupación una condición de los viajes y, en particular, de los viajes masivos: la seguridad, de nuevo, como factor limitador. ¿Ello supone un nuevo modo de vida y el jaque al turismo de masas? Surgen fronteras sanitarias, se apela a la seguridad y se materializa en la limitación de los viajes. ¿Desaparición del turismo de masas? En este contexto de crisis y en la proyección del escenario poscrisis se identifican (además de la seguridad) otras condiciones y principios imprescindibles para el proceso de construcción y de caracterización del nuevo turismo, del turismo futuro. En conjunto, son las denominadas tres «eses»: smart , sostenibilidad y seguridad.
— Smart : inteligencia que incluye la innovación, la sociedad de las plataformas y la digitalización de comunidades con relaciones cada vez más intensas entre los productores de los servicios –y toda la cadena de valor– y los viajeros.
– Sostenibilidad: búsqueda-necesidad de un nuevo modeloparadigma sostenible; el mundo verde, digital, diversificado en lo económico y lo multisectorial; territorios no dependientes (del turismo), destinos «slow» (menos agresivos y menos depredadores del medio ambiente) y «small» (de espacios y construcciones más pequeños y menos intensivos); turismo de experiencias menos multitudinarias y más íntimas. Conjunto de prácticas que dibujan un escenario previsiblemente con menos viajes.
– Seguridad: sanitaria y de movilidad; mejora de la calidad de los residentes y de los turistas en todos los ámbitos para lograr confianza. Actitud ante los viajes: perder el miedo.
En el marco de la reflexión y el debate sobre estas cuestiones, NECSTouR ( https://necstour.eu/) ofrece una estrategia de cooperación interregional centrada en cinco enfoques estratégicos clave conocidos como las «5S del turismo sostenible del mañana»: smart destinations , sociocultural balance , skills and talent , safety and resilience y statistics and measurability . En realidad, se observa cierta coincidencia y complementariedad con los «principios» identificados en los párrafos anteriores. Los enfoques de NECSTouR tienen que ver con la sostenibilidad de los procesos, mientras que de los tres principios contemplados ( smart , sostenibilidad y seguridad) uno de ellos es la sostenibilidad, por lo que los enfoques estratégicos de NECSTouR aparecen integrados en los principios identificados. Cabe recordar, en este contexto, que la referencia a las «S» del turismo no es nueva, como lo demuestra la identificación de las «5S» para señalar las motivaciones principales del turismo masivo: sea , sun , sand , sangria / sprits y sex . En esta ocasión, las «S» a las que se hace mención en el párrafo anterior sintetizan principios y enfoques estratégicos para el desarrollo del turismo, mientras que sea , sun , sand , sangria/spirits y sex son atractores y satisfactores de la demanda, en buena medida vigentes hoy día para determinadas modalidades turísticas.
Nuevas realidades del pasado cercano y del presente siembran dudas sobre la plena vigencia de los cuatro factores señalados (e identificados numéricamente en los párrafos anteriores relativos al desarrollo del turismo), y también sobre su proyección futura. Algunas de estas dudas se focalizan en los siguientes aspectos:
– Se debate sobre la nueva organización del trabajo, la imprecisa diferenciación entre trabajo y ocio, la desregulación del trabajo, el fin del trabajo…, y cómo afecta al tiempo de ocio.
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