Jessica Hart - Amar sin reglas

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Amar sin reglas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Amar sin reglas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Amar sin reglas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Seth Carrington necesitaba una novia y Daisy Deare un pasaje al Caribe… ¡parecía un intercambio justo! Sin embargo, después de haber pasado satisfactoriamente la exhaustiva entrevista de Seth, a Daisy le surgieron algunas dudas: Seth era un déspota y tenía unos modales bastante rudos… excepto cuando sonreía. Entonces, se transformaba en una persona sumamente atractiva.
Sonriente o no, Daisy tenía que enfrentarse a la realidad. Su trabajo sería algo estrictamente temporal. Tenía que actuar como señuelo para desviar la atención del romance secreto que Seth mantenía con una sofisticada y bella mujer casada.

Amar sin reglas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Amar sin reglas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Con un movimiento brusco, Daisy se acomodó con firmeza entre las piernas de Seth y le puso las manos sobre los hombros. Percibió la fortaleza de sus músculos y la calidez de su piel a través del fino algodón de su camisa.

Como él estaba apoyado en el brazo del sofá, su cabeza quedaba solamente algo más elevada que la de Daisy. Durante unos segundos, ella observó esos ojos grises. Antes de que volviera a traicionarla el coraje, se inclinó lentamente hacia delante y lo besó en la parte inferior del rostro, cerca del cuello.

Capítulo 2

Los labios de Daisy se posaron con suavidad sobre la piel tersa de Seth. Ella percibió el aroma masculino que despedía, mezclado al olor de una loción para después de afeitar.

Involuntariamente, alargó su beso. Ese hombre tenía algo irresistible y seductor, un magnetismo que la impulsó a darle ligeros besos detrás de la oreja.

Seth permanecía con los brazos cruzados. Se mostraba insensible a los besos de Daisy. Ella tomó esa falta de respuesta como una provocación. Con el orgullo herido, comenzó a besarle el rostro. Había olvidado su intención de retirarse después del primer beso. Tampoco recordaba que casi no conocía a ese hombre.

Olvidó lo que no le gustaba de él. Solamente pensaba en la sensación que le producía esa piel al contacto con su boca. Estaba dispuesta a que reaccionara.

Con sus labios, siguió recorriendo la cara de Seth lentamente. Cuando llegó a la comisura de los labios, sintió que aquellos dibujaban una sonrisa.

– Continúa -ordenó él, pero la firmeza de su voz la obligó a hacer una pausa.

Pretendió retroceder, pero él había cambiado finalmente de posición y la había tomado por la cintura con sus brazos. La atrajo hacia sí. De pronto, ella se dejó abrazar y besar como si eso fuera lo más natural del mundo.

Sus cuerpos se entrelazaron espontáneamente. Daisy creía que la boca de Seth iba a resultar tan fría como parecía, pero no fue así. Era cálida, más cálida de lo que hubiera podido imaginar. Se besaron repetidas veces.

La excitación los dominó. Lo único que Daisy podía hacer era dejarse llevar. Le rodeó el cuello con los brazos. Estaba transpuesta, como si la dulce persuasión de los labios de Seth la hubiera embrujado. Ese vigoroso cuerpo la provocaba profundamente.

Seth deslizó sus manos por debajo de la camiseta de Daisy y le acarició la piel de manera posesiva. Ella respondió con un gemido y arqueó la espalda. Los dedos de Seth ardían al explorar su cuerpo esbelto y se movían insistentemente hacia arriba para tocarle los senos.

En ese instante de gran excitación, dejaron de besarse. Daisy se encontró observando esos inexpugnables ojos grises. Estaba aturdida. Seth volvió a tomarla por la cintura para separarse de ella, aunque pareció hacerlo sin demasiadas ganas.

– Has estado muy bien, Daisy Deare -le dijo con la respiración entrecortada-. Realmente, muy bien. Me parece que, después de todo, esto va a resultar.

Daisy se sentía tan conmocionada que casi no podía mantenerse en pie. Sus fuerzas flaqueaban. Estaba mareada. No podía creer lo que acababa de hacer. ¿Había sido ella la que reaccionó al abrazo de un perfecto desconocido, la que se había sometido completamente a sus besos y abrazos?

Horrorizada por lo que había hecho, tragó saliva y se esforzó por aparentar serenidad.

– Es sorprendente lo que hay que hacer para conseguir un trabajo, ¿no? -manifestó con un hilo de voz.

Pero al menos logró pronunciar una oración entera lo que, dadas las circunstancias, era un verdadero milagro.

Seth fijó su mirada imperturbable en los ojos azules de ella antes de contemplar su boca, una boca que todavía ardía gracias a los besos de él.

– Me parece que puedo decir que has pasado la prueba con un sobresaliente… si es que todavía deseas el trabajo.

Daisy no pensaba renunciar después de haber pasado por aquella situación. Elevó la barbilla ligeramente.

– Lo deseo.

Todavía no había conseguido recuperar su tono normal de voz, aunque paulatinamente iba logrando dominar su agitación.

– ¿Por qué? -Seth se levantó del sofá con una mirada sarcástica-. Solamente espero que el pobre Robert sea tan comprensivo como dices. ¿Sabe él lo buena actriz que puedes llegar a ser?

– ¿Y sabe Astra Bentingger lo exhaustivas que son tus pruebas?

La expresión de Seth era feroz. Tomó el mentón de Daisy con su fuerte mano morena.

– Cuidado con lo que dices, ya te lo he advertido antes, Daisy -amenazó él.

A pesar de que ella lo miró con valentía, en el fondo la inquietó.

– ¿Te gustaría comprobar lo que puedo llegar a hacer cuando me provocan? -preguntó Seth.

Una mirada a los ojos grises fue suficiente para que ella diera su respuesta.

– No -respondió después de humedecerse los labios.

– En ese caso, te sugiero que moderes tus observaciones.

Seth retiró su mano de la cara de ella. Daisy retrocedió. Tenía ganas de masajearse el mentón. Le resultaba imposible creer que, hacía unos minutos, había abrazado a ese extraño y se había estremecido con sus besos.

– Astra no te incumbe -siguió diciendo él-. En lo que a mí respecta, trabajarás para mí como cualquier otro empleado. Eso significa que te pagaré por hacer lo que te ordene, no por ser inteligente. ¿Entendido?

– Perfectamente.

Él la contempló con dureza y luego, se apartó.

– Bueno, hablemos de negocios. El acuerdo es que tienes que actuar como si fueras mi novia hasta que Astra consiga el divorcio o hasta que yo decida que ya no existe necesidad de mantener el engaño. Eso implica que tendrás que pasar conmigo, al menos, las próximas semanas. Te pagaré una considerable suma en efectivo. Así me aseguraré de que seas discreta.

Daisy quedó impresionada al escuchar la cantidad que le iba a pagar.

– ¿Te parece bien? -inquirió él al contemplar la expresión de asombro.

¿Bien? ¡Nunca había tenido la posibilidad de ganar tanto dinero! Daisy consideró que, al menos, ayudaría a resolver los problemas financieros de su madre.

– Creo que sí -contestó, mientras intentaba parecer como si estuviera acostumbrada a hablar de semejantes sumas-. Está bien.

– Te pagaré al final -le advirtió Seth-, cuando hayas demostrado que lo puedes hacer.

Daisy temblaba todavía a causa de los besos, pero consiguió moverse aparentando calma.

– ¿Iremos al Caribe?

– Sí. Invité a algunas personas a que vengan a mi isla del Caribe como excusa para encontrarme con Astra en ese lugar.

– ¿Tu isla?

Seth frunció el ceño.

– ¿Algún problema?

– No, pero había imaginado que tenías una casa -dijo Daisy-. ¡No pensé que era una isla entera!

En los ojos de Seth se reflejaron algunos de sus típicos destellos maliciosos e inquietantes.

– Es una isla pequeña, si eso te hace sentir mejor.

– ¿Quiere decir que estaremos aislados? ¿No tendremos la posibilidad de ir a otras islas? -preguntó Daisy con ansiedad.

– El deseo de estar aislado es lo que impulsa a la gente a tener una isla propia -contestó él irónicamente-. Pero si te gustan las multitudes, se puede ir a las otras islas por hidroavión o por barca. ¿Adonde deseas ir?

Mike le había recomendado empezar a buscar en las islas Windward, pero era solamente uno de los lugares que Tom había mencionado.

– Preguntaba sólo por curiosidad -dijo vagamente.

No tenía idea de por dónde comenzar a buscar a Tom, pero no tenía sentido preocuparse antes de llegar al Caribe. De todas maneras, con la cantidad de dinero que le ofrecía Seth, ella podría pagarse algunos viajes si fuera necesario. Se sintió optimista.

– ¿Cuándo partimos? -le preguntó a Seth.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Amar sin reglas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Amar sin reglas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Amar sin reglas»

Обсуждение, отзывы о книге «Amar sin reglas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x