Jessica Hart - Un hogar lejano

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Un hogar lejano» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un hogar lejano: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un hogar lejano»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A Clare Marshall le encantaba vivir en la gran ciudad, pero no dudó en dejarlo todo para llevar a su sobrina, huérfana de madre, a un rancho situado en medio del caluroso y polvoriento desierto australiano. Clare esperaba hallar al padre de la niña, pero, para sorpresa suya, fue el hermano de éste quien apareció.
Gray Henderson no estaba dispuesto a creerse que Alice fuera hija de su hermano, pero pronto la niña se apoderó de su corazón, y su hermosa tía despertó en él una ardiente pasión. Juntos podían formar una familia, al menos hasta que regresara su hermano…

Un hogar lejano — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un hogar lejano», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Stephen? -preguntó Clare, esperanzada-. ¿Están él y Lizzy otra vez juntos?

– No, Lizzy se encuentra todavía en el rancho.

A Clare se le volvió a caer el mundo encima. Había tratado de no pensar en Lizzy y, cuando imaginaba el rancho, ella nunca aparecía ni en «su» cocina, ni sentada en su «su» silla del porche.

Clare se acercó a su mesa y se puso a ordenar unos papeles, dándose tiempo para tratar de borrar la amargura y la decepción de su rostro. Tenía la cabeza baja y el pelo negro le tapaba la cara, pero cuando levantó la vista vio que los ojos de Gray la observaban sin disimulo.

– ¿Qué estás haciendo aquí? -le preguntó, casi con mala educación.

Gray no respondió inmediatamente. Se acercó a la ventana y contempló la lluvia, como si estuviera pensando de qué manera explicarse mejor, pero cuando habló, su respuesta fue bastante sencilla. Se dio la vuelta y la miró con sus ojos castaños.

– Vine a ver si eras feliz -le dijo.

Clare se quedó boquiabierta.

– ¿Feliz? -repitió, como si hubiera olvidado el significado de esa palabra.

– ¿Lo eres?

Clare dudó un momento, pero enseguida se dio cuenta de que no tenía sentido seguir fingiendo.

– No.

– ¿Por qué no?

Clare volvió a dudar.

– ¿Por qué lo quieres saber?

– Porque te amo -le dijo y Clare se preguntó si le habría oído bien-. Creí que lo sabías.

– No lo sabía -la voz de Clare sonó como si perteneciera a otra persona. Permaneció muy quieta, temerosa de estar soñando y que el mínimo movimiento la fuera a despertar, devolviéndola a la desoladora realidad.

– ¿Por qué no me lo dijiste? -le preguntó, con la voz temblorosa.

– No quería hacerte las cosas más difíciles. Dejaste muy claro que nunca te plantearías siquiera vivir en Bushman's Creek y podía entenderlo porque eres una chica de ciudad y el rancho no tiene nada que ofrecer a una mujer como tú -incapaz de seguir sosteniendo la intensa mirada de aquellos luminosos ojos grises, se volvió hacia la ventana, con las manos en los bolsillos-. Me dije que no tenía sentido enamorarme de ti porque no estabas hecha para Bushman's Creek, pero cuanto más te veía allí, más en tu sitio me parecías. Estuve muchas veces a punto de decirte lo que sentía, pero temía hacerte sentir incómoda, y cuando fuimos a Perth me di cuenta de que había sido un estúpido al pensar que podías desear quedarte. Cambiaste en Perth, Clare -le dijo, volviéndose a mirarla-. Estuve a punto de decirte lo mucho que te amaba aquella tarde en que hicimos el amor, pero insististe tanto en que para ti lo ocurrido no significaba nada especial y además te fuiste al baño y regresaste convertida en una mujer sofisticada… La verdad es que no sabía cómo tratarte -admitió Gray-. Después de la cena en casa de Lizzy me acusaste de estar celoso, pero eras tú la que me producías los celos, no ella. No podía soportar verte tan a gusto con Stephen, porque pensaba que si ese era el tipo de hombre que encontrabas atractivo, nunca me querrías a mí.

– ¡Pero… -Clare consiguió recuperar la voz-, pero pensé que amabas a Lizzy!

– Yo a Lizzy la quiero solo como a una amiga. Al principio te dejé pensar que la amaba porque creí que así te resultaría más fácil aceptar casarte conmigo, ya que no había posibilidad de que me enamorara de ti, y más tarde porque estaba celoso -Gray se acercó a ella y le tomó las manos, como si ya no pudiera soportar seguir separado de ella por más tiempo-, pero nunca amé a Lizzy del modo en que te amo a ti, Clare -su voz era tan profunda que le pareció que vibraba a través de sus venas-, del modo en que te amé desde el momento en que te vi en el porche del hotel de Mathinson con Alice en brazos -la miró y, al ver la expresión de sus ojos, le apretó más las manos-. Sabía que no tenía ninguna posibilidad, pero seguí esperando. Me dije que si Jack tardaba lo suficiente en regresar, te acostumbrarías al rancho, pero entonces llegó la carta de Mark y enseguida me di cuenta de todo lo que él te podía ofrecer.

– Y entonces Jack regresó -le dijo Clare, muy despacio y Gray asintió.

– Sí, Jack regresó y tuve que llevarte al aeropuerto y verte partir en aquel avión.

Clare recordó el olor a gasoil, el calor y cómo le latía el corazón, mientras caminaba por la pista de aterrizaje.

– Pensé que querías que me marchara -le dijo, incapaz aún de creer que aquello fuera real.

– Creí que estabas deseando marcharte porque aquí te esperaba todo lo que me habías dicho tantas veces que necesitabas para ser feliz. Habías renunciado a tanto que pensé que tenías derecho a ser dichosa, por eso no dije nada en el aeropuerto. Sabía lo difícil que te había resultado dejar a Alice y pensé que tal vez te aferrarías a cualquier excusa para volver con ella de inmediato. No quería que la niña fuera el motivo de tu regreso al rancho, Clare -le dijo, muy bajito-. Quería que volvieras por mí. Que fueras feliz.

– Gray… -Clare se sintió más relajada y notó como la felicidad inundaba su cuerpo, y derretía el hielo que se había formado alrededor de su corazón, desapareciendo con él la tristeza y el dolor que la habían agobiado-. Gray, ¿cómo podría ser feliz sin ti? -le preguntó con dulzura. Los dedos de Gray apretaron los suyos con tanta fuerza que sintió dolor, pero no le importó y le sonrió a través de las lágrimas-. Te dije que estaba bien, pero era mentira. Me he sentido muy triste y he echado mucho de menos Bushman's Creek, pero sobre todo te he echado de menos a ti. No ha habido ni un solo minuto desde que dejé el rancho en que no haya deseado haber tenido el coraje de decirte cuánto te amaba.

– ¿Me amas? -la soltó y tomó su rostro entre las manos-. Clare, ¿cómo puedes amarme?

– No lo sé. Pero sé que te amo.

La besó y Clare se fundió con él en un abrazo, tranquila ya al ver que estaba allí y la amaba. Le rodeó la cintura con las manos y le acarició la espalda febrilmente, como si tratara de convencerse a sí misma de que era real, mientras se besaban con pasión.

– Dios, Clare, ¡cuánto te he echado de menos!

La voz de Gray sonó tan temblorosa mientras le besaba el cuello, los ojos, la boca que a Clare le costó reconocerla. Se aferró a él y lo besó con una especie de desesperación.

– ¿Por qué no me viniste a buscar antes? -le preguntó, casi sin respiración-. He sido muy desgraciada.

– Lo sé, lo sé… -Gray levantó la cabeza y le apartó el cabello de la cara con las dos manos-. Lizzy me dijo que debía venir a buscarte enseguida, no podía dar crédito a sus oídos cuando se enteró de que te habías marchado. Me dijo que no importaba por qué nos habíamos casado, que lo importante era que estábamos hechos el uno para el otro y que sería un idiota si te perdía. Jack también me dijo lo mismo -miró a Clare muy serio-. Nunca se ha perdonado haber dejado marchar a Pippa. Sabe muy bien lo que es amar a alguien y perderlo por el estúpido orgullo.

– Entonces, ¿por qué no viniste cuando te dijeron?

– Porque no creí que tuvieran razón cuando me decían que me amabas. Insistías tanto en dejar claro que nuestro matrimonio era solo temporal, que eras una chica de ciudad -le limpió con dulzura las huellas que las lágrimas habían dejado en su rostro-. Podía haber tratado de convencerte para que te quedaras, pero ¿qué habría sucedido si pasado un tiempo hubieras echado de menos tu vida de aquí? No quería que te preguntaras si habrías sido feliz casada con Mark, ni que te sintieras frustrada con la vida del rancho cuando podías haber estado haciendo un trabajo que te gustara. Tenía que darte la oportunidad de averiguar lo que querías de verdad, Clare, así que les dije a Jack y Lizzy que por lo menos necesitabas un mes, y que después vendría a averiguar si eras feliz o no.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un hogar lejano»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un hogar lejano» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un hogar lejano»

Обсуждение, отзывы о книге «Un hogar lejano» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x