Lynsey Stevens - En los brazos del deseo

Здесь есть возможность читать онлайн «Lynsey Stevens - En los brazos del deseo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

En los brazos del deseo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «En los brazos del deseo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

– Me casé contigo de buena fe, Kasey. Quiero una esposa. Para que me sirva de anfitriona y caliente mi lecho.
¿Era Jordan Caine totalmente honesto con ella? ¿No era el casarse con ella un pretexto para ocultar su deseo por la mujer de su hermano? ¿Y cómo podía Kasey acusarlo de motivos deshonestos cuando sus propias razones para convertirse en la esposa de Jodan resultaban sospechosas? El matrimonio estaba condenado al fracaso desde el principio, mas Kasey complicó las cosas al enamorarse de Jordan.

En los brazos del deseo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «En los brazos del deseo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– He dicho que te acuestes. Te has llevado un susto tremendo -le dijo el ama de llaves con firmeza-. Le pediré a Jordan que te suba una taza de té cuando estés lista.

En medio de una bruma de aturdimiento, Kasey se duchó, se puso un camisón y se metió en la cama. En esa cama que había sido testigo de su febril abrazo amoroso con Jordan.

¿Realmente la había besado su esposo de manera tan apasionada delante de Jessie? ¿O había soñado? Se tocó los labios y se estremeció.

Oyó un golpecito en la puerta y luego Jordan entró. Después de cerrar, fue a dejar una taza de té en la mesilla de noche, a la cabecera de la cama. Olía a jabón y llevaba puesta una bata negra, la misma que llevaba la mañana que Kasey se había despertado en su apartamento.

Era increíblemente atractivo. ¿Sería la febril imaginación de Kasey la que le hacía recordar un encuentro apasionado en sus brazos?

Jordan se sentó a su lado al borde de la cama, sin despegar los ojos de los de ella. Apoyó una mano a cada lado de la joven, luego sacudió la cabeza lentamente y la estrechó en sus brazos.

Kasey le pasó las manos por la espalda, firme, musculosa.

– Creía que habías muerto -murmuró y un sollozo se le ahogó en la garganta-. Cuando te he visto bajar del avión y caerte en el suelo, he pensado que… -sacudió la cabeza.

Jordan se apartó de ella, para volver a mirarla a los ojos. Le enmarcó el rostro con las manos, acariciándole con los pulgares los temblorosos labios.

– Ese no era yo, Kasey -dijo con suavidad.

– Pero yo he visto…

– Era el piloto -dijo él-. Cuando te has ido, me he quedado parado en el pasillo tratando de convencerme de que no estabas celosa de Desiree, que sólo eran imaginaciones mías. Porque si estabas celosa eso significaba que me querías. ¡Ah, cómo deseaba creerlo, Kasey! -suspiró-. Nunca sabrás cuánto quería creer eso.

Kasey lo miró azorada; no se atrevía a creer lo que oía.

– Entonces he decidido tirar mi orgullo por la ventana. Te seguí a Akoonah Downs para ofrecerte tu libertad, ¿sabes?, por que no podía soportar tenerte tan cerca y no poder declararte mi amor a cada minuto.

Kasey estaba a punto de estallar de alegría.

– Cuando David sufrió el infarto aproveché el pretexto del exceso de trabajo para mantenerme lejos de ti -prosiguió él-. Porque sabía que si estaba cerca tendría que abrazarte, querría hacer el amor contigo. Y tú me dabas a entender que eso era lo último que desearías. Creí que había conseguido algún progreso la noche de la fiesta de los Mendelson, pero te encerraste en tu cuarto. Ese fue mi mayor fracaso, Kasey.

– Por lo tanto, vine a ofrecerte la oportunidad de divorciarte. Pero después de hacerte la absurda propuesta, deseé con toda el alma que no la aceptaras. No podía retroceder, sin luchar, sin defenderme. Y cuando he visto que estabas celosa de Desiree, me has ofrecido un asomo de esperanza. Me he aferrado a tus posibles celos como a una tabla de salvación. Por eso quería ir detrás de ti, para decirte lo mucho que te amo, para suplicarte que me dieras la oportunidad de demostrártelo. Acababa de montar al caballo cuando la avioneta se ha estrellado -hizo una mueca-. Lo siguiente que he sabido es que galopabas hacia la avioneta tan temerariamente que se me ha congelado la sangre. He intentado impedirlo mientras Billy iba hacia el jeep, pero tú has seguido adelante. Tenía que detenerte antes de que… -sacudió la cabeza y una mueca de angustia contrajo su rostro.

– ¿Me has tirado al suelo? ¿Has sido tú?

– Era la única manera de detenerte. Sabía que la avioneta estaba a punto de explotar. No podía permitir que te pasara nada -se inclinó hacia delante y la besó-. Te amo -susurró con el alma en la garganta.

Kasey suspiró y lo rodeó con los brazos.

– Jordan, yo también te amo. Pero no puedo cree… ni siquiera sospechaba… y nuestro matrimonio ha sido…

– La maniobra de un hombre desesperado -aseveró él.

Kasey se echó atrás para mirarlo a los ojos.

– Oh, sí, un hombre muy desesperado -él la besó en la punta de la nariz-. Yo quería que una relación estrictamente convencional, quería hacerte la corte, proponerte matrimonio de rodillas y con un ramo en las manos, pero eras demasiado esquiva, mi Doncella de Hielo. Si me hubiera salido con la mía, te habría raptado aquella primera noche cuando te vi en el desfile de modas.

– Me enamoré de ti como un bobo y eso nunca me había ocurrido antes -se echó a reír-. Me bastó mirarte, ver esos cabellos como llamas, esos ojos increíbles y todo mi aplomo se desmoronó. Me sentía tan torpe como un adolescente. Le pedí a Betty Cable que nos presentara, pero no tenías ningún interés en conocerme por mucho que yo intentara acercarme a ti.

Kasey bajó la mirada.

– En esa época yo… -comenzó la joven-… estaba muy… confundida.

– ¿Debido a Parker? -ella lo miró a los ojos y asintió.

– He pensado que estaba enamorada de Greg desde que era niña y daba por sentado que él sentía lo mismo por mí. Creía que nos casaríamos y seguiríamos viviendo aquí en Akoonah. Me fui a la ciudad cuando él me dijo que se iba a casar con Paula. Supongo que lo que hice fue escapar. Durante esos primeros meses supongo que estaba un poco desequilibrada, viviendo día a día en el sentido literal; casi vegetando.

Hizo una pausa antes de continuar:

– Después, cuando comenzaba a reponerme de la desilusión, Greg vino a verme. Me dijo que me amaba, que me echaba de menos. Creí que había roto su compromiso con Paula -Kasey se encogió de hombros-. Pero no lo había hecho, ni tenía intención de romperlo. Pero también me deseaba -miró a su esposo-. Esa fue la noche que me presenté en el bar del hotel. Sólo había bebido dos copas. Pero como no estoy acostumbrada a bebidas fuertes y no había comido, me hicieron mucho efecto. Tenía la absurda idea de que debía encontrar un marido atractivo para presumir delante de Greg. Fue una tontería. Lo siento, Jordan.

– Yo no. Además así pude presentarme como marido voluntario. No fue una coincidencia que estuviera con tus amigos en el hotel aquella noche. Yo los frecuentaba con la esperanza de encontrarte entre ellos alguna vez. Esa noche, cuando no te vi con ellos, estuve a punto de darme por vencido e irme a casa. Luego entraste -sacudió la cabeza-. Al principio no sabía qué decirte, ¿verdad? Todo lo que decía te ponía en mi contra.

Kasey se echó a reír.

– ¡Me puse furiosa cuando me compraste la limonada! Y luego para colmo me desmayé.

– ¡Kasey! ¿Puede un hombre haber sufrido una tentación más grande que lo que yo soporté aquella noche? Y cuando finalmente te despertaste no podías recordar que yo había aceptado tu propuesta de matrimonio. Tuve que recordártelo.

– ¿De verdad creías que te lo había propuesto en serio?

Jordan le acarició la cabeza y la volvió a besar.

– Hasta que no te vi en la iglesia, estaba seguro de que te ibas a retractar en cualquier momento. Me sentía totalmente desarmado, indefenso.

– Pues lo disimulabas muy bien.

– Oh, las señales estaban allí. Hice lo que no debía, decía tonterías. Especialmente en nuestra noche de bodas -Jordan cerró los ojos durante un momento-. Nunca me lo perdonaré. No pensaba hacer el amor aquella noche. Quería que llegáramos a conocernos mejor. Estabas demasiado tensa, esperando que saltara sobre ti en cualquier momento. Me resultaba difícil aceptarlo, Kasey, y sé que ésa no es excusa, pero quería hostigarte, darte una lección. Pero no esperaba sentir un deseo tan intenso. Quería besarte, dejar que pensaras lo peor de mí y luego pensaba dormirme. ¡Qué tonto fui! No me pude contener. Me porté como un cerdo egoísta y lo lamento.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «En los brazos del deseo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «En los brazos del deseo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «En los brazos del deseo»

Обсуждение, отзывы о книге «En los brazos del deseo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x