Lisa Smith - Despertar

Здесь есть возможность читать онлайн «Lisa Smith - Despertar» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Despertar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Despertar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Stefan Salvatore, el nuevo alumno de Fell’s Church, arrastra con él un misterioso pasado y también a alguien que sólo desea venganza, su hermano Damon: su odio excede las barreras del tiempo… Ahora tratan de reproducir un mortífero triángulo amoroso que tiene en su centro a Elena, la chica más popular del instituto.

Despertar — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Despertar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Elena no había estado nunca en su vida en una situación como aquélla, muy lejos de cualquier ayuda. Dirigió un afilado tacón al empeine del chico, pero él lo esquivó.

– Tyler, quítame las manos de encima.

– Vamos, Elena, no seas así, sólo quiero calentarte todo el cuerpo…

– Tyler, suéltame -le espetó con voz ahogada.

Intentó desasirse de él. Tyler dio un traspié, y entonces todo su peso cayó sobre ella, aplastándola contra la maraña de hiedra y maleza del suelo. Elena estaba desesperada.

– Te mataré, Tyler. Lo digo en serio. Sal de encima.

De manera patosa y descoordinada, Tyler intentó echarse a un lado, riendo estúpidamente.

– ¡Ah!, vamos, Elena, no seas tonta. Sólo te estaba calentando. Elena la princesa de hielo, calentándose… Estás más caliente ahora, ¿verdad?

Entonces Elena sintió su boca caliente y húmeda sobre el rostro. Seguía inmovilizada por él, y sus empalagosos besos descendían por su garganta. Oyó ropa que se desgarraba.

– ¡Uy! -farfulló Tyler-. Lo siento.

Elena torció la cabeza y su boca encontró la mano de Tyler, que le acariciaba torpemente la mejilla. La mordió, hundiendo los dientes en la carnosa palma. Mordió con fuerza, sintiendo el sabor de la sangre mientras escuchaba el alarido de dolor del muchacho. La mano se apartó violentamente.

– ¡Eh! ¡Dije que lo lamentaba!

Tyler contempló ofendido la mano herida. Entonces su cara se ensombreció, mientras, sin dejar de mirarla fijamente, la cerraba con virtiéndola en un puño.

«Ya está -pensó Elena con una tranquilidad de pesadilla-. O bien me va a dejar sin sentido o me matará.» Se preparó para el golpe.

Stefan se había resistido a entrar en el cementerio; todo en su interior había gritado en contra. La última vez que había estado allí había sido la noche del anciano.

El horror se removió en sus tripas otra vez al recordarlo. Habría jurado que no había desangrado al hombre que vivía bajo el puente, que no había tomado sangre suficiente como para lastimarlo. Pero todo aquella noche tras la oleada de Poder estaba embrollado, confuso. Si es que había existido una oleada de Poder después de todo. Quizá había sido su propia imaginación o incluso la había provocado él. Podían suceder cosas extrañas cuando la necesidad se descontrolaba.

Cerró los ojos. Cuando se enteró de que el anciano estaba hospitalizado, a las puertas de la muerte, la conmoción fue inenarrable. ¿Cómo había podido ser capaz de descontrolarse de aquel modo? Hasta matar, casi, cuando no había matado desde…

No iba a permitirse pensar en eso.

En aquel momento, de pie frente a la verja del cementerio en la oscuridad de la medianoche, lo que más deseaba era dar media vuelta y marchar. Regresar al baile donde había dejado a Caroline, aquella criatura cimbreante y bronceada por el sol que estaba totalmente a salvo porque no significaba absolutamente nada para él.

Pero no podía regresar, porque Elena estaba en el cementerio. La percibía, y percibía su creciente angustia. Elena estaba en el cementerio y en apuros, y él tenía que encontrarla.

Estaba a mitad de camino colina arriba cuando tuvo un mareo. Le hizo tambalearse mientras seguía avanzando penosamente en dirección a la iglesia porque era la única cosa en la que podía concentrar la mirada. Oleadas grises de niebla barrían su cerebro, y luchó por seguir moviéndose. Débil, se sentía tan débil… E impotente ante el poder absoluto de aquel vértigo.

Necesitaba… llegar hasta Elena. Pero estaba débil. No podía estar… débil… si tenía que ayudar a Elena. Necesitaba…

La cavidad que era la puerta de la iglesia apareció ante él.

Elena vio la luna sobre el hombro izquierdo de Tyler. Resultaba extrañamente apropiado que fuera a ser la última cosa que viera, se dijo. El grito había quedado atrapado en su garganta, sofocado por el miedo.

Y entonces algo levantó a Tyler y lo arrojó contra la lápida de su abuelo.

Eso fue lo que le pareció a Elena, que rodó a un lado, sin aliento, sujetando con una mano el vestido desgarrado mientras la otra buscaba a tientas un arma.

No la necesitó. Algo se movió en la oscuridad, y vio a la persona que le había sacado a Tyler de encima. Stefan Salvatore. Pero era un Stefan que no había visto nunca, aquel rostro de facciones elegantes estaba lívido y enfurecido, y había una luz asesina en aquellos ojos verdes. Sin siquiera moverse, Stefan emanaba tal cólera y amenaza que Elena descubrió que sentía más miedo de él del que había sentido de Tyler.

– La primera vez que te vi, supe que jamás aprenderías buenos modales -dijo Stefan.

La voz del joven era baja, fría y suave, y en cierto modo hizo que Elena se sintiera mareada. No podía dejar de mirarle mientras él avanzaba hacia Tyler, que meneaba la cabeza, aturdido, y empezaba a incorporarse. Stefan se movía como un bailarín, cada movimiento natural y controlado con precisión.

– Pero no tenía ni idea de que tu carácter estuviera tan poco desarrollado.

Golpeó a Tyler. El muchacho, que era más grande que él, había estado alargando una mano carnosa, y Stefan le golpeó casi con despreocupación en un lado del rostro, antes de que la mano estableciera contacto.

Tyler salió volando contra otra lápida. Se puso en pie gateando y se quedó allí quieto, jadeando, con los ojos en blanco. Elena vio descender un hilillo de sangre de su nariz. Entonces Tyler cargó.

– Un caballero no impone su compañía a nadie -dijo Stefan, y lo derribó a un lado.

Tyler volvió a caer despatarrado al suelo, boca abajo sobre la maleza y los brezos. En esa ocasión fue más lento en incorporarse y manaba sangre de sus dos orificios nasales y de la boca. Resoplaba como un caballo asustado cuando se arrojó sobre Stefan.

Este agarró la parte frontal de la chaqueta de Tyler, haciendo que los dos giraran en redondo y absorbiendo el impacto de la violenta embestida. Zarandeó a Tyler dos veces, con fuerza, mientras aquellos puños rechonchos giraban como molinillos a su alrededor, sin poder asestarle un puñetazo. Luego dejó caer al muchacho.

– No se insulta a una señora -siguió.

El rostro de Tyler estaba contraído, tenía los ojos en blanco, pero intentó agarrar la pierna de Stefan. Este le puso en pie de un tirón y volvió a zarandearlo; Tyler se quedó flácido como un muñeco de trapo, con los ojos en blanco. Stefan siguió hablando, sosteniendo el pesado cuerpo en posición vertical y recalcando cada palabra con un zarandeo capaz de dislocar todos los huesos.

– Y, por encima de todo, no se le hace daño…

– ¡Stefan! -gritó Elena.

La cabeza de Tyler se movía violentamente adelante y atrás con cada sacudida, y ella estaba asustada de lo que veía; asustada de lo que Stefan pudiera hacer. Y asustada por encima de todo de la voz de Stefan, aquella voz fría que era como un estoque en danza, hermoso y mortífero y totalmente implacable.

– Stefan, para.

El joven giró violentamente la cabeza hacia ella, sobresaltado, como si hubiese olvidado su presencia. Por un momento la miró sin reconocerla, los ojos negros a la luz de la luna, y ella pensó en algún depredador, en alguna ave enorme o un carnívoro de piel lustrosa incapaz de sentir emociones humanas. Luego la comprensión apareció en su rostro y parte de la oscuridad desapareció de la mirada.

Bajó los ojos hacia la cabeza colgante de Tyler y a continuación lo depositó con cuidado contra la lápida de mármol rojo. Las rodillas del muchacho se doblaron y resbaló a lo largo de su superficie, pero, con gran alivio por parte de Elena, sus ojos se abrieron; al menos el izquierdo lo hizo. El derecho se estaba hinchando hasta convertirse en una mera rendija.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Despertar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Despertar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Lisa Smith - The Struggle
Lisa Smith
Lisa Smith - The Awakening
Lisa Smith
Lisa Smith - L'Attaque
Lisa Smith
Lisa Smith - Le reveil
Lisa Smith
Marina Marlasca Hernández - Siempre tú. El despertar
Marina Marlasca Hernández
Rosa Castilla Díaz-Maroto - El despertar de Volvoreta
Rosa Castilla Díaz-Maroto
Ignacio Tapia Torres - Introspecciones para despertar
Ignacio Tapia Torres
Ayelet Gundar-Goshen - Despertar leones
Ayelet Gundar-Goshen
Nico Serna - Despertar
Nico Serna
Angélica Santa Olaya - Feisbuqueo, luego existo
Angélica Santa Olaya
Отзывы о книге «Despertar»

Обсуждение, отзывы о книге «Despertar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x