Laurell Hamilton - El Cadáver Alegre

Здесь есть возможность читать онлайн «Laurell Hamilton - El Cadáver Alegre» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Cadáver Alegre: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Cadáver Alegre»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La reanimación de cadáveres se ha convertido en un negocio muy lucrativo al menos en San Luis, y en gran medida gracias al jefe de Anita Blake, un verdadero embaucador con un fino olfato para los negocios que le enseña cómo sacar partido de su talento y le ofreció trabajo en Reanimators Inc. Pero cuando reciben una oferta de un millón de dólares para que Anita reanime un cadáver de casi trescientos años, la joven se niega en redondo… y empiezan los problemas.
Con el segundo título de la serie protagonizada por Anita Blake, Laurell K. Hamilton renovó las expectativas generadas con Placeres Prohibidos y siguió sentando las bases de uno de los hitos de la literatura vampírica moderna. Sin alardes y recurriendo a un lenguaje coloquial ágil y chispeante, la autora construye narraciones tremendamente adictivas en las que desarrolla uno de los análisis más certeros que ha dado la literatura de género sobre los miedos y prejuicios representados en los monstruos

El Cadáver Alegre — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Cadáver Alegre», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Buenas noches, chica.

Si el monstruo me daba miedo, la visión de Dominga sonriente me asustó bastante más.

La cosa se había detenido en el pasillo, más o menos de rodillas, y jadeaba con sus innumerables bocas como si le faltara el aire.

O igual no le gustaba su propio olor; desde luego, a mí no me hacía ninguna gracia, pero no me servía de gran cosa taparme la boca y la nariz con el brazo. Todo apestaba a carne podrida.

Gaynor y sus guardaespaldas heridos se habían quedado en el otro extremo del pasillo. Puede que no les apeteciera estar cerca del animal de compañía de Dominga, y no puedo decir que no los entendiera. Fuera cual fuera el motivo, estaba sola con el monstruo y ella.

– ¿Cómo has salido de la cárcel? -Mejor ocuparme primero de los problemas fáciles; en los incomprensibles ya pensaría después.

– Pagando la fianza.

– ¿Así de deprisa, con una acusación de asesinato y el agravante de brujería?

– El vudú no es lo mismo que la brujería.

– La ley no hace distinciones en casos de asesinato -dije. Dominga se encogió de hombros y me dedicó una sonrisa beatífica. Era la versión pesadillesca de una abuelita encantadora-. Has coaccionado al juez.

– Mucha gente me tiene miedo, chica. Deberías tomar nota.

– Ayudaste a Peter Burke a levantar al zombi para Gaynor. -Dominga no contestó; se limitó a sonreír-. ¿Por qué no lo levantaste tú misma?

– No quería que una persona con tan pocos escrúpulos como Gaynor me viera hacer un sacrificio humano; podría chantajearme.

– ¿Y él no sabía que tenías que matar a alguien para hacerle el gris-gris a Peter?

– Exactamente.

– ¿Has escondido aquí tus abominaciones?

– No todas. Me obligaste a destruir gran parte de mi trabajo, pero esto lo conservé. Entenderás por qué. -Pasó una mano por aquella piel pringosa.

Me estremecí. Sólo con pensar en tocar aquella quimera me entraban escalofríos. Sin embargo…

– ¿Cómo lo has hecho? -La curiosidad me podía. Evidentemente, Dominga sabía más que yo de mi profesión.

– Supongo que puedes reanimar fragmentos de cadáveres.

– Sí. -Pura casualidad: no conocía a nadie más que fuera capaz.

– Pues resulta que he descubierto la forma de unir esos fragmentos.

– ¿Unirlos? -Me quedé mirando horrorizada el bicho que tenía delante.

– Soy capaz de crear seres que no existían.

– Fabricar monstruos.

– Me da igual lo que pienses, chica. El caso es que he venido a persuadirte para que levantes el zombi de Gaynor.

– ¿Por qué no lo levantas tú?

Me giré al oír la voz de Gaynor a mi espalda, y me puse contra la pared para poder verlos a todos, aunque no tenía claro que me sirviera de mucho.

– El poder de Dominga fracasó una vez, y esta es mi última oportunidad, la última tumba que tengo identificada. Prefiero no correr riesgos.

Dominga entrecerró los ojos, y sus manos apergaminadas se convirtieron en puños. No le hacía gracia que dudaran de sus aptitudes; eso sí que lo entendía.

– Le aseguro que ella lo haría mejor que yo, Gaynor.

– Si estuviera de acuerdo con usted, ya la habría matado: no la necesitaría.

Vaya. En eso no había caído.

– En fin, ya le ha pedido a Bruno que me ablande. ¿Qué viene ahora?

– Que una chica tan pequeña haya derribado a mis dos guardaespaldas… -Gaynor sacudió la cabeza.

– Ya le dije que con ella no funcionarían los métodos de persuasión tradicionales -dijo Dominga.

Observé el monstruo que tenía al lado. ¿Aquello era algún tipo de tradición?

– ¿Y qué propone? -preguntó Gaynor.

– Un hechizo de instigación. Tendrá que obedecer mis órdenes, pero con alguien tan poderoso como ella llevará su tiempo. Si supiera más de vudú, sería imposible. Por suerte, aunque se le dé bien levantar zombis, no sabe casi nada.

– ¿Cuánto tardaría?

– No creo que llegue a dos horas.

– Más vale que funcione -dijo Gaynor.

– No se atreva a amenazarme.

Mira qué bien. Con un poco de suerte, se matarían entre ellos.

– Con lo que le pago podría fundar un país, así que espero resultados.

– Es cierto que paga bien. -Dominga asintió-. No le fallaré. Además, si consigo que Anita realice un sacrificio humano, también podré obligarla a que me eche una mano en el negocio de los zombis, e incluso a que me ayude en la reconstrucción de lo que me hizo destruir. No deja de ser irónico, ¿no le parece?

Gaynor sonrió como un elfo demente.

– Me gusta la idea.

– Pues a mí no -dije.

– Harás lo que se te diga. -Me miró frunciendo el ceño-. Has sido muy mala.

¿Mala? ¿Yo?

Bruno se había acercado y estaba apoyado en la pared, apuntándome al pecho con pulso firme.

– No me importaría matarte ahora -dijo con la voz distorsionada por el dolor.

– Una rodilla dislocada duele que te cagas, ¿verdad? -pregunté con una sonrisa. Prefería que me pegaran un tiro a convertirme en sierva de la reina del vudú.

Rechinó los dientes, y la pistola vaciló un poco, pero creo que fue más por la rabia que por el dolor.

– Será un placer acabar contigo.

– No se te dio muy bien la última vez. Creo que los árbitros me habrían declarado ganadora.

– Aquí no hay arbitro que valga, y te voy a pegar un tiro.

– Bruno -dijo Gaynor-, la necesitamos sana y salva.

– ¿Y después de que levante al zombi?

– Si se convierte en sierva de la señora, no deberás hacerle daño. Pero si falla, podrás matarla.

Bruno enseñó todos los dientes, como los perros cuando quieren amenazar.

– Espero que no funcione.

– No deberías anteponer tus deseos a nuestros intereses comerciales, Bruno -lo amonestó su jefe.

– De acuerdo. -Tragó saliva. No parecía que le hiciera gracia decirlo.

Enzo apareció por la esquina y se quedó detrás de Dominga, tan lejos de su «creación» como le fue posible.

Así que Antonio había perdido el trabajo de guardaespaldas. No estaba mal: le encajaba mejor el de soplón.

Tommy se acercó por el otro lado, aún encorvado, pero con una Magnum enorme en la mano. Tenía la cara amoratada por la cólera, o puede que por el dolor.

– Voy a matarte -siseó.

– Ponte a la cola -le dije.

– Enzo, ayuda a Bruno y a Tommy a atarla a una silla, en la habitación. Es mucho más peligrosa de lo que parece -dijo Gaynor.

Enzo me cogió del brazo, y no me resistí: con él me sentía mucho más a salvo que en manos de los otros dos. Tommy y Bruno me miraban impacientes, como si estuvieran esperando a que intentara algo. Creo que no tenían muy buenas intenciones.

– ¿Siempre tenéis tan mal perder, o es porque soy una chica? -les pregunté cuando pasaba junto a ellos acompañada de Enzo.

– Le voy a pegar un tiro -masculló Tommy.

– Después -dijo Gaynor-. Después.

Me pregunté si lo había dicho en serio. Si el hechizo de Dominga funcionaba, me convertiría en una marioneta, a merced de su voluntad. Si no funcionaba, Tommy y Bruno me matarían lenta y dolorosamente. Esperaba que existiera una tercera opción.

TREINTA Y SEIS

La tercera opción consistía en estar atada a una silla, en la habitación en la que me había despertado. Era un poco mejor que las otras dos, pero eso no era decir nada. No me gusta que me aten: significa que mis opciones han pasado de pocas a ninguna. Dominga me había cortado un mechón de pelo y unas cuantas uñas para el hechizo de instigación. Mierda.

Era una silla vieja de madera. Me habían atado las muñecas al respaldo, y cada tobillo a una pata. Las cuerdas estaban muy apretadas. Forcejeé, con la esperanza de encontrar la forma de zafarme, pero no hubo suerte.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Cadáver Alegre»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Cadáver Alegre» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Laurell Hamilton - Dancing
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Shutdown
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Pocałunek Ciemności
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - El Legado De Frost
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Placeres Prohibidos
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Besos Oscuros
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Kiss The Dead
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Death of a Darklord
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Grzeszne Rozkosze
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Hit List
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Flirt
Laurell Hamilton
libcat.ru: книга без обложки
Laurell Hamilton
Отзывы о книге «El Cadáver Alegre»

Обсуждение, отзывы о книге «El Cadáver Alegre» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x