Laurell Hamilton - El Cadáver Alegre

Здесь есть возможность читать онлайн «Laurell Hamilton - El Cadáver Alegre» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Cadáver Alegre: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Cadáver Alegre»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La reanimación de cadáveres se ha convertido en un negocio muy lucrativo al menos en San Luis, y en gran medida gracias al jefe de Anita Blake, un verdadero embaucador con un fino olfato para los negocios que le enseña cómo sacar partido de su talento y le ofreció trabajo en Reanimators Inc. Pero cuando reciben una oferta de un millón de dólares para que Anita reanime un cadáver de casi trescientos años, la joven se niega en redondo… y empiezan los problemas.
Con el segundo título de la serie protagonizada por Anita Blake, Laurell K. Hamilton renovó las expectativas generadas con Placeres Prohibidos y siguió sentando las bases de uno de los hitos de la literatura vampírica moderna. Sin alardes y recurriendo a un lenguaje coloquial ágil y chispeante, la autora construye narraciones tremendamente adictivas en las que desarrolla uno de los análisis más certeros que ha dado la literatura de género sobre los miedos y prejuicios representados en los monstruos

El Cadáver Alegre — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Cadáver Alegre», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Es un trecho muy largo si sólo lo recorrió en busca de otra casa con jardín. Hay montones mucho más cerca, así que ¿por qué fue tan lejos?

– ¿Me lo preguntas a mí? -En su voz había algo parecido a la risa-. Pásate por la escena del crimen, mi querida experta en vudú, y busca la respuesta.

– ¿Es tan espeluznante como la última casa?

– Igual o peor. Espeluznante se queda corto. -Seguía sonando como si estuviera riéndose, pero su voz tenía un matiz de amargura.

– No es culpa tuya -le dije.

– Díselo a mis superiores. Están de los nervios y quieren que rueden cabezas.

– ¿Has conseguido la orden de registro?

– La tendré a última hora de la tarde.

– ¿En pleno fin de semana?

– Ya te he dicho que están de los nervios. Ven cuanto antes, Anita. Todos queremos irnos a casa.

Colgó el teléfono, así que no me molesté en despedirme.

Otro asesinato. Mierda, mierda, mierda y más mierda. Vaya forma de pasar la mañana del sábado. Pero en fin, por lo menos nos iban a dar la orden de registro. El problema era que no sabía qué buscar; no tenía nada de experta en vudú. Igual debería pedirle a Manny que me acompañara, pero no me apetecía ponérselo a tiro a Dominga, no fuera que a ella le diera por negociar con la policía y delatarlo. El sacrificio humano no prescribe; aún podían condenarlo por lo que había hecho, y aquella mujer era más que capaz de cambiar a mi amigo por su vida y, de rebote, hacerme sentir culpable. Sí, eso le encantaría.

La luz del contestador estaba parpadeando. ¿Por qué no me había fijado antes de irme a dormir? Me encogí de hombros; misterios de la vida. Pulsé el botón.

– ¿Anita Blake? Soy John Burke. He recibido tu mensaje. Llámame, sea la hora que sea. Quiero saber todo lo que puedas contarme. -Dejó un número de teléfono y colgó.

Estupendo: una escena de crimen, una excursión al depósito de cadáveres y una visita a Vudulandia, todo en un solo día. Hala, otra vez con la agenda llena de marrones, como la noche anterior y la anterior. Eso sí que era estar de racha.

VEINTISIETE

Delante de la casa había un poli de uniforme echando las papas en un cubo de basura elefantiásico. Mala señal. En la acera de enfrente había una furgoneta de algún informativo. Peor señal. No sabía cómo se las había apañado Dolph para mantener apartados a los periodistas hasta entonces. Los acontecimientos pedían a gritos titulares del estilo de «Los zombis masacran una familia» o «Un zombi asesino en serie anda suelto». Virgen santa, la que se iba a montar.

Los de la televisión, con su presentador trajeado y con micrófono, me observaron mientras caminaba hacia el cordón policial amarillo. Cuando me puse la identificación en el cuello de la camisa, todos los miembros del equipo se acercaron al unísono. El policía que controlaba el cordón los contuvo, y avancé sin mirar atrás. Nunca hay que mirar atrás cuando se tiene a los periodistas respirando en el cogote, porque aprovechan para abalanzarse.

– Señorita Blake, por favor, ¿unas declaraciones? -gritó el rubio del traje.

No deja de hacerme gracia que me reconozcan, pero me hice la sueca y seguí andando con la cabeza gacha.

No hay nada que se parezca más a una escena de crimen que otra escena de crimen, aunque cada una tiene sus peculiaridades pesadillescas. La casa era bonita, de una sola planta. Yo estaba en un dormitorio, y un ventilador de techo giraba lentamente con un ligero chirrido, como si estuviera mal atornillado por un lado.

Más vale concentrarse en alguna nimiedad, como la forma en que la luz atravesaba las persianas, pintando las paredes a rayas. Mejor no mirar lo que había en la cama. No quería mirarlo; no quería verlo.

Pero no había más remedio. Tenía que examinarlo, porque igual encontraba alguna pista. Ya, y los cerdos vuelan. Aun así, la esperanza es lo último que se pierde. Menuda zorra insidiosa, la esperanza.

Un cuerpo humano contiene algo más de siete litros de sangre; por mucha que se vea en las películas, nunca es suficiente. Probad a derramar siete litros de leche en el suelo del dormitorio, mirad la que se monta y multiplicad eso por… No sé por cuánto, pero había demasiada sangre para ser de una sola persona. La alfombra estaba encharcada y hasta salpicaba al pisarla, como el barro después de la lluvia. Antes de llegar a la cama tenía teñidas de rojo las deportivas blancas.

Lección aprendida: para estas cuestiones es mejor llevar calzado negro.

El olor se podía masticar; menos mal que estaba el ventilador. Era una mezcla de matadero y letrina: sangre y mierda. Es el olor más habitual de una muerte reciente.

Las sábanas no cubrían sólo la cama, sino también gran parte del suelo, a su alrededor. Era como si hubieran tirado servilletas de papel gigantes para recoger el mayor charco de zumo de tomate del mundo. Estaba segura de que debajo había montones de cachitos de cadáver; los bultos eran demasiado pequeños para que hubiera un cuerpo entero. No había ni uno suficientemente grande.

– No me hagas mirar, por favor -susurré en la habitación vacía.

– ¿Cómo?

Di un brinco y me encontré con que tenía a Dolph detrás.

– Me has dado un susto de muerte.

– Para sustos, espera a ver lo que hay debajo de las sábanas.

No quería ver qué ocultaban todas aquellas sábanas empapadas de sangre. Ya había visto suficiente para toda la semana; dos noches atrás había sobrepasado mi tasa de casquería, y con creces.

Dolph esperaba en el umbral. No me había fijado hasta aquel momento en que tenía patas de gallo. Además estaba pálido y necesitaba afeitarse.

Todos necesitábamos algo. Pero antes tenía que mirar debajo de las sábanas. Si él había sido capaz, yo también. Sí, claro.

– Que venga alguien a ayudarnos a levantar los trapos -gritó Dolph, asomándose al pasillo-. Cuando Blake haya examinado los restos podremos irnos a casa. -Creo que añadió eso porque nadie se había acercado a ayudar; qué raro que no les apeteciera-. Zerbrowski, Perry, Merlioni, moved el culo.

– Hola, Blake -dijo Zerbrowski al entrar. Tenía unas ojeras que parecían cardenales.

– Hola. Estás hecho un asco.

– Y tú estás fresca como una rosa -contestó exhibiendo una amplia sonrisa.

– Desde luego.

– ¡ Señorita Blake! Es un placer volver a verte -dijo Perry.

No pude evitar sonreír. Era el único policía capaz de mantener las formas hasta con restos sanguinolentos alrededor.

– Lo mismo digo, inspector Perry.

– ¿Podemos seguir con esto, o pensáis fugaros juntos? -dijo Merlioni. Era alto, aunque no tanto como Dolph; claro que no existe nadie tan alto como Dolph. Tenía el pelo corto canoso y rizado, con remolinos encima de las orejas. Llevaba una camisa blanca de vestir arremangada, y la corbata aflojada. La pistola le formaba un bulto a un lado del pantalón, como si llevara una cartera repleta.

– Ya que tienes tanta prisa -le dijo Dolph-, levanta tú la primera sábana.

– Vale. -Merlioni suspiró, se acercó a una sábana y se agachó-. ¿Estás preparada, niñata?

– Más vale ser una niñata que ser un espagueti -dije. Sonrió-. Venga, adelante.

– Empieza el espectáculo. -Merlioni empezó a levantar la sábana lentamente, para despegarla de lo que ocultara.

– Échale una mano, Zerbrowski -dijo Dolph.

Zerbrowski no protestó; debía de estar cansado. Los dos hombres levantaron la sábana a la vez, con un movimiento pringoso. La luz de la mañana atravesó la sábana roja y avivó el tono de la alfombra, o puede que la mostrara tal como estaba. Mientras los hombres sujetaban la tela, de las esquinas caían goterones, como si fueran grifos estropeados. Era la primera vez que veía una sábana empapada de sangre. Cuántas cosas nuevas en un solo día.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Cadáver Alegre»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Cadáver Alegre» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Laurell Hamilton - Dancing
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Shutdown
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Pocałunek Ciemności
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - El Legado De Frost
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Placeres Prohibidos
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Besos Oscuros
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Kiss The Dead
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Death of a Darklord
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Grzeszne Rozkosze
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Hit List
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Flirt
Laurell Hamilton
libcat.ru: книга без обложки
Laurell Hamilton
Отзывы о книге «El Cadáver Alegre»

Обсуждение, отзывы о книге «El Cadáver Alegre» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x