Robert Silverberg - El mundo interior

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Silverberg - El mundo interior» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1975, ISBN: 1975, Издательство: Acervo, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El mundo interior: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El mundo interior»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este es el año 2381, y esta es la Mónada Urbana 116: 885.000 seres humanos viven alojados en las mil plantas de esta gigantesca torre, una obra maestra de ingeniería de la nueva humanidad. En este mundo interior nadie siente deseos de abandonar existe la perfecta felicidad: se desconocen las inhibiciones, los traumas y las frustraciones: el equilibrio emocional es mantenido a toda costa; los descontentos son enfermos... Y la Mónada Urbana 116 es tan solo una de las cincuenta y una torres que forman la constelación Chipitts, la cual a la vez, es tan solo una de las muchas constelaciones semejantes que hay por toda la Tierra. Un planeta que ha conseguido eliminar las guerras y albergar a setenta mil millones de habitantes en su pequeña superficie. Sin embargo, no siempre resulta tolerable la vida fácil, planificada...
Nominado para el premio Hugo en 1972.

El mundo interior — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El mundo interior», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Tranquilo. Desciende lentamente. Estás sobrecargado.

—Mi cabeza está a punto de estallar —Siegmund ve a una atractiva mujer de cabellos rojizos moviéndose en el rincón más alejado de la estancia. Nota dificultad para enfocar su mirada—. No estoy seguro de saber dónde me encuentro —dice.

—En la 370. Esto es San Francisco. Estás realmente desconectado, ¿no?

—Mi cabeza. Creo que necesito que me sorban todo lo que hay dentro.

—Me llamo Dillon Chrimes. Mi esposa, Electra. Ella es quien te ha encontrado vagando por los corredores— su anfitrión le sonríe amistosamente. Sus azules ojos son extraños, como placas de piedra pulida—.Con respecto al edificio —dice Chrimes—, ¿sabes?, una noche, no hace mucho, tomé un multiplexer y me convertí en todo el edificio. Y realmente me integré en él. Ya sabes, como un enorme organismo, un mosaico de miles de mentes. Maravilloso. Hasta que empecé a descender, y en el picado se me apareció tan sólo como una horrible colmena llena de gente. Uno pierde la propia perspectiva cuando ensucia su mente con productos químicos. Pero luego se recupera.

—Yo no puedo recuperarme.

—¿Qué hay de bueno en odiar el edificio? Quiero decir que la monurb es una solución real a problemas reales, ¿no?

—Ya lo sé.

—Y la mayor parte del tiempo, funciona. Es por eso por lo que esteriliza el agotarse uno odiándola.

—Yo no la odio —dice Siegmund—. Siempre he admirado la teoría de la verticalidad en el desarrollo urbano. Mi especialidad es la administración monurbana. Era. Es. Pero de pronto algo ha empezado a ir mal, y no sé dónde está el fallo. ¿En mí, o en todo el sistema? Y quizá la cosa no se haya producido tan de pronto.

—No existe ninguna alternativa real a la monurb —dice Dillon Chrimes—. Quiero decir, tú puedes arrojarte a las tolvas, imagino, o correr afuera hacia las comunas, pero esas no son alternativas sensatas. Es por eso por lo que uno se queda aquí. Y nos cebamos con las comodidades que nos ofrece. Debes haber trabajado demasiado. Mira, ¿quieres beber algo fresco?

—Por favor, sí —dice Siegmund.

La joven pelirroja le pone un jarro en su mano. Es muy hermosa. Siegmund siente en su interior una fugitiva erupción de hormonas. Recuerda cómo ha empezado para él esta noche. Su ronda nocturna en Varsovia. Aquella chica. Ha olvidado su nombre. Su impotencia en el momento de tomarla.

—La pantalla —dice Dillon Chrimes— ha transmitido una nota de alarma en relación con Siegmund Kluver, de Shanghai. Han sido puestos rastreadores en su busca desde las 0400. ¿Eres tú?

Siegmund asiente.

—Conozco a tu esposa. Mamelón, ¿no? —Chrimes echa una rápida ojeada a su propia esposa. Como si hubiera algún problema de celos entre ellos. En un tono más bajo, prosigue: La conocí tan sólo una vez, en una ronda nocturna tras un concierto en Shanghai. Encantadora. Su fría hermosura. Como una estatua dotada de pasión. Ahora debe de estar muy preocupada contigo, Siegmund.—¿Un concierto?

—Toco el vibrastar en uno de los grupos cósmicos —Chrimes realiza algunos estáticos gestos con sus dedos, como si pulsara teclas—. Seguramente me habrás visto alguna vez. Llamaré a tu esposa para tranquilizarla, ¿de acuerdo?

—Es algo puramente personal —dice Siegmund—. Un sentimiento de hallarme aparte. Como arrancado de mis propias raíces.

—¿Cómo?

—Una especie de desenraizamiento. Como si ya no perteneciera a Shanghai, no perteneciera a Louisville, no perteneciera a Varsovia, no perteneciera a ningún lugar. Como si tan sólo fuera el conjunto de mis ambiciones y de mis inhibiciones, sin personalidad real. Me siento perdido interiormente.

—¿Interiormente a qué?

—Interiormente a mí mismo. Interiormente al edificio. Un sentimiento de hallarme aparte. Piezas dispersas de mí mismo por todas partes. Tiras de mi propia piel arrancadas y flotando —Siegmund se da cuenta de que Electra Chrimes le está mirando fijamente. Consternada. Lucha por auto controlarse. Se ve a sí mismo despellejado hasta los huesos. La columna vertebral a la vista de todos, la totalidad de sus vértebras, el extrañamente angular cráneo. Siegmund. Siegmund. El rostro serio, turbado, de Dillon Chrimes. Un hermoso apartamento. Poliespejos, alfombras psicodélicas. Esa gente feliz. Realizados en su arte. Conectados al esquema general—. Perdido —murmura.

—Hazte transferir a San Francisco —sugiere Chrimes—. Aquí no nos preocupamos por esas cosas. Podemos encontrarte alojamiento. Quizá descubras en ti talentos artísticos. Tal vez puedas escribir programas para los espectáculos de la pantalla. O…

Siegmund ríe secamente. Su garganta arde.

—Escribiría la historia del ambicioso arribista que lucha por llegar a la cima y que cuando llega a ella decide que no le interesa. Escribiría… No, no lo escribiría. No es cierto nada de lo que digo. Es la droga hablando por mi boca. Esos dos me han dado alguna porquería, eso es todo. Será mejor que llaméis a Mamelón. —Se pone en pie. Está temblando. Tiene la sensación de tener noventa años. Está a punto de caer. Chrimes y su esposa le sujetan. Su mejilla se apoya en el inclinado seno de Electra. Siegmund esboza una sonrisa—. Es la droga hablando por mi boca —dice de nuevo.

—Es una larga y estúpida historia —le dice a Mamelón—. Estaba en un lugar donde realmente no quería estar, y alguien me dio una cápsula y la tomé sin saber lo que era, y desde aquel momento todo se hizo confuso. Pero ahora todo vuelve a estar bien. Todo vuelve a estar bien.

Tras un día de ausencia por razones médicas, vuelve a su escritorio en el Complejo de Acceso de Louisville. Un montón de memorándums le aguardan. Los grandes hombres de la clase administrativa requieren sus servicios. Nissim Shawke le reclama una respuesta a los peticionarios de Chicago que reclaman libertad para determinar el sexo de sus hijos. Kipling Freehouse le pide una interpretación intuitiva de algunos esquemas en la estimación del equilibrio de producción en el próximo trimestre. Monroe Stevis desea un doble diagrama mostrando la relación entre la asistencia a los centros sónicos y las visitas a los santificadores y consultores: un perfil psicológico de la población de seis ciudades. Y cosas así. Exprimiendo sus aptitudes. Qué bendecido es saberse útil a los demás. Qué cansado es sentirse utilizado.

Hace lo mejor que puede, trabajando bajo su handicap. El sentimiento de saberse aparte. La dislocación de su alma.

Medianoche. El sueño no llega. Yace al lado de Mamelón, inquieto. La ha tomado, pero pese a todo sus nervios se agitan en la oscuridad. Ella sabe que él está desvelado. Su suave mano intenta calmarle.

—¿No puedes relajarte? —pregunta.

—Me es difícil.

—¿Quieres algún expansivo? ¿O tal vez algún obnubilador?

—No. Nada.

—Entonces ve de ronda nocturna —sugiere ella—. Quema algo de esta energía. Estás demasiado tenso, Siegmund.

Siempre sujeto por los filamentos dorados. Puesto aparte. Puesto aparte.

¿Subir hasta Toledo, quizá? Buscar consuelo en los brazos de Rhea. Es siempre tan buena consejera. O incluso hacer una ronda nocturna por Louisville. Visitar a Scylla, la esposa de Nissim Shawke. La audacia que ello representa. Pero es hacia ella hacia donde querían empujarme todos en aquella fiesta, el Día de la Realización Somática. Esperando ver si era realmente el hombre cualificado para la promoción a Louisville. Siegmund sabe que aquel día falló la prueba. Pero quizá después de todo aún no sea demasiado tarde. Irá hacia Scylla. Incluso si Nissim está allí. ¡Observa, poseo la necesaria amoralidad! ¡Observa, desafío todos los límites! ¿Por qué una esposa de Louisville no puede ser accesible para mí? Vivimos bajo el mismo código legal, indiferentes a las inhibiciones de las costumbres que lentamente nos hemos ido imponiendo a nosotros mismos. Eso es lo que dirá si se tropieza con Nissim. Y Nissim aplaudirá esta audacia.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El mundo interior»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El mundo interior» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Robert Silverberg - He aquí el camino
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Rządy terroru
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Poznając smoka
Robert Silverberg
Robert Silverberg - The Old Man
Robert Silverberg
Robert Silverberg - The Nature of the Place
Robert Silverberg
Robert Silverberg - The Reality Trip
Robert Silverberg
Robert Silverberg - The Songs of Summer
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Ciel brûlant de minuit
Robert Silverberg
Robert Silverberg - Colisión de los mundos
Robert Silverberg
Отзывы о книге «El mundo interior»

Обсуждение, отзывы о книге «El mundo interior» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x