Robert Crais - Los Ángeles requiem

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Crais - Los Ángeles requiem» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los Ángeles requiem: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los Ángeles requiem»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A Joe Pike le parece imposible empezar de cero en la ciudad de Los Ángeles, donde los fantasmas del pasado se ocultan tras las luces de neón. Sus días como policía siguen ensombreciendo su presente e influyendo en su actividad como investigador privado. Su única relación estable es la que mantiene con su socio, Elvis Cole, un perspicaz detective con su propio pasado oscuro. Cuando una antigua amante de Pike aparece asesinada en las colinas de Hollywood, Joe y Elvis inician, a instancias del padre de la victima, una investigación paralela a la policía, lo que levantará las suspicacias de los antiguos compañeros de Pike y acabará por enturbiar el asunto hasta límites insospechados.

Los Ángeles requiem — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los Ángeles requiem», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pike ladeó la cabeza.

– Si quieres putearme, ponte a la cola.

– Oye, Watts -intervine-, ¿tú crees que ha sido Dersh?

No me contestó. Me pareció que seguía pensando en Joe.

Bajamos del ascensor en el quinto piso y seguimos a Watts por la sala general de Robos y Homicidios. Casi todos los inspectores estaban al teléfono, aunque aún quedaban más teléfonos sonando. Estaban muy ocupados debido a que la noticia estaba saliendo en los medios de comunicación, pero la sala se quedó muda cuando entramos. Todo el mundo clavó la mirada en Joe, que atravesaba la habitación.

A nuestras espaldas, una voz que no reconocí dijo algo apenas audible:

– Asesino de polis.

Pike no se dio la vuelta.

Watts nos acompañó a la sala de reuniones, donde Frank García estaba diciendo:

– Quiero saber por qué el hijo de puta ése sigue suelto. Si ese hombre ha matado a mi hija, ¿por qué no está en la cárcel?

El concejal Maldonado estaba de pie a un lado de Frank, con los brazos cruzados, y Abbot Montoya al otro, con las manos en los bolsillos. Dolan se había sentado lo más alejada posible de todo el mundo, como en las reuniones en que me habían puesto al día. Krantz y Bishop estaban hablando con Frank. El primero de ellos intentaba explicarle lo sucedido.

– Dersh es el sospechoso, señor García, pero aún tenemos que preparar el caso. El fiscal del distrito no quiere acusarle si no hay pruebas suficientes que garanticen una condena. No queremos dejar ningún cabo suelto. No queremos que se repita lo de O. J. Simpson.

– ¿Cómo se atreve a bromear con eso? -replicó Frank, con el rostro congestionado.

Bishop nos pidió que nos sentáramos.

– Sé que estáis preguntándoos qué ha pasado antes. Estábamos explicándole al señor García que la investigación ha sido más complicada de lo que hemos dejado entrever.

Bishop valía para aquello. Hablaba con calma y seguridad, y tanto Montoya como Maldonado estaban mucho más tranquilos que en el cementerio, aunque Frank temblaba ostensiblemente.

Maldonado no estaba nada satisfecho.

– Me gustaría que le hubiera parecido adecuado contarnos que había determinadas cosas que tenían que mantener en secreto, capitán. Al señor García le habríamos ahorrado el sobresalto que acaba de llevarse. Lo cierto es que todos estamos consternados. Son cinco muertos. Un asesino en serie. Y el hombre que dicen ustedes que es el culpable se presenta en el entierro.

Krantz se sentó con medio culo encima de la mesa y miró a Frank a los ojos.

– Quiero atrapar al cabrón que mató a su hija, señor García. Lamento que haya tenido que enterarse así, pero al mantener esto en secreto tomamos la decisión más acertada. Ahora que Dersh sabe que sospechamos de él, bueno, hemos perdido la ventaja que teníamos. Me encantaría saber quién coño informó a la prensa, para agarrarle por los huevos.

– Oiga, no me molesta que no me lo contaran, ¿vale? -replicó Frank-. Al principio estaba cabreado con ustedes pero puede que no tuviera razón. Lo único que me importa es que atrapen al hijo de puta que mató a Karen.

– ¿Por qué no acabas de ponerles al día, Harvey? -pidió Bishop.

Krantz estaba causando buena impresión y Bishop parecia satisfecho.

Harvey Krantz se lo contó todo, reconoció que había un total de cinco asesinatos y que hacía casi un año que habían montado un grupo operativo. Montoya preguntó por las primeras cuatro víctimas y Krantz repasó los nombres, empezando por el de Julio Muñoz.

Al oírlos, Frank se puso tenso, me miró primero a mí y luego a Dolan.

– Son las personas por las que me preguntó.

Krantz negó con la cabeza, convencido de que Frank se equivocaba.

– No, señor García. Cole no puede haberle preguntado por ellos. No sabía nada.

– Cole no. Ella.

Dolan carraspeó y se movió intranquila en la silla. Se miró un momento las manos abiertas sobre la mesa, y después afrontó la mirada de Krantz.

– Cole lo sabía todo.

La sala se quedó en silencio.

– ¿De qué está hablando, inspectora? -preguntó Krantz.

– Cole vino a verme y sabía lo de las cinco víctimas. Sabía cuál era la firma del asesino y conocía las identidades de los muertos, así que le conté lo del grupo operativo. Me consiguió una visita con el señor García para poder preguntarle por las cuatro primeras víctimas.

Krantz se quedó estudiando a Pike, y en cierto modo parecía satisfecho.

– Si lo sabía él, también lo sabía Pike.

– Sí -contestó el propio Pike.

– Supongo que ya sabemos quién se ha ido de la lengua.

– ¡Y una mierda, Harvey! -intervino Dolan-. Ellos no han dicho nada.

Frank García estaba dolido.

– ¿Lo sabíais y no me lo dijisteis?

– Fue lo mejor -se defendió Pike-. Krantz tiene razón en eso. Era lo más conveniente para la investigación.

– Iba a ir a contárselo al señor García, pero le convencí para que no lo hiciera, Harvey -explicó Dolan-. ¿Para qué iba a filtrar la información a la prensa? No tenía nada que ganar.

– ¿Cómo te enteraste de lo de las demás víctimas, Cole? -quiso saber Bishop.

– Soy investigador privado. Lo investigué.

Krantz se incorporó, indignado.

– ¿Ves lo que pasa cuando se mete a extraños en el caso? -dijo dirigiéndose a Bishop-. Llevamos un año con esto y ahora nos han jodido por culpa de estos tíos. Y de Dolan.

Dolan se puso en pie, con los ojos duros como casquillos de bala.

– ¡Vete a la mierda! Era lo único que podía hacer, cagón.

A Krantz se le encendió el rostro.

Bishop carraspeó y se acercó a Maldonado.

– No estamos jodidos, Harvey. De todos modos, vamos a realizar una detención -aseguró, dirigiéndose en realidad al concejal. Se giró hacia Dolan antes de continuar-. Me parece increíble que haya puesto en peligro nuestra investigación, inspectora. Esto es una infracción grave. Muy grave.

– Yo ya lo sabía, Bishop -dije-. Tenía las víctimas, lo de los federales, y estaba al tanto de que habíais montado un grupo operativo. Sólo quería saber por qué os interesaba tanto Dersh.

Krantz apretó las mandíbulas.

– ¿Qué demonios quiere decir eso? Nos interesa Dersh porque es el asesino.

– No tenéis ninguna prueba. Estáis presionando a Dersh porque necesitáis un culpable desesperadamente.

Frank desplazó la silla hacia adelante y tropezó con Montoya.

– Un momento, un momento. ¿Dersh no es el asesino?

– Sí. Sí que lo es -respondió Krantz.

– Lo único que tienen es un retrato psicológico que dice que el asesino probablemente sea alguien como Dersh. No tienen ninguna prueba de que realmente sea él. Nada.

Williams se inclinó hacia delante. Fue el primero de los demás en decir algo.

– Esto no viene al caso, Cole. Los federales nos avisaron de que el asesino intentaría meterse en la investigación, quizás inventándose que sabía algo, y eso es justo lo que hizo Dersh. Ya has leído los interrogatorios. Dersh convenció a Ward para bajar por aquella cuesta con el propósito de encontrar el cadáver -argumentó. De pronto comprendió lo que acababa de decir y se ruborizó-. Lo siento, señor García.

Frank quería que todo tuviera sentido porque lo que le interesaba era saber quién había matado a su hija.

– O sea que dice que ese Dersh es el asesino pero no puede probarlo, ¿no es así?

Krantz abrió las manos, conciliador.

– Aún no. Creemos que ha sido él pero de momento no tenemos ninguna prueba directa que le vincule con los crímenes. En eso Cole tiene razón.

– Entonces, ¿qué están haciendo para atrapar a ese hijo de puta?

Krantz y Bishop intercambiaron una mirada.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los Ángeles requiem»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los Ángeles requiem» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Robert Crais - L.A. Requiem
Robert Crais
Robert Crais - Free Fall
Robert Crais
Robert Crais - The sentry
Robert Crais
Robert Crais - The Watchman
Robert Crais
Robert Crais - El último detective
Robert Crais
Robert Crais - Sunset Express
Robert Crais
Robert Crais - Voodoo River
Robert Crais
Отзывы о книге «Los Ángeles requiem»

Обсуждение, отзывы о книге «Los Ángeles requiem» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x