Steve Berry - La conexión Alejandría

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - La conexión Alejandría» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La conexión Alejandría: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La conexión Alejandría»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La legendaria biblioteca desaparecida esconde el futuro de tres religiones.
Fundada en el siglo III a.C., la biblioteca de Alejandría era la mayor fuente de conocimiento del mundo entero. Pero hace 1.500 años desapareció entre el mito y la leyenda sin dejar rastro arqueológico alguno. Su saber ha sido desde entonces codiciado por académicos, buscadores de tesoros y aquellos que creen que sus secretos esconden la llave del poder. Cotton Malone, el ya célebre agente del gobierno norteamericano, vive retirado en Copenhague, donde regenta una librería de segunda mano. Pero su tranquila vida se ve truncada de repente: su hijo es secuestrado y alguien prende fuego a la librería. Cotton Malone tiene una valiosa información capaz de revelar los secretos de la desaparecida biblioteca de Alejandría, y alguien parece dispuesto a cualquier cosa para conseguirla.

La conexión Alejandría — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La conexión Alejandría», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La epifan í a de san Jer ó nimo… -dijo él-. Quizás es uno de esos retratos.

Pam recorrió la estancia, escudriñando cada una de las imágenes. Él las contó: catorce. La mayoría de mujeres con elaborados vestidos o de hombres tocados con pelucas y ataviados con túnicas largas de las que se estilaban hacía trescientos años. Dos sofás y cuatro sillas formaban una «u» ante una chimenea de piedra. Malone supuso que Thomas Bainbridge pasaría mucho tiempo allí.

– Ninguna tiene nada que ver con san Jerónimo -anunció Pam.

Él estaba perplejo.

– George decía que estaba aquí.

– Y puede que así fuera, pero ahora ya no está.

35

Washington, DC

Stephanie clavó la vista en Brent Green y su imperturbable expresión dio paso a una mirada de asombro.

– ¿Que Thorvaldsen te dijo que me retiraras la seguridad? ¿Cómo es que lo conoces?

– Conozco a mucha gente. -Señaló sus ataduras-. Aunque en este momento estoy a tu merced.

– Retirarle la protección fue una estupidez -terció Cassiopeia-. ¿Y si no hubiese estado yo allí?

– Henrik dijo que estaba usted y que podía ocuparse de la situación.

Stephanie hizo un esfuerzo por controlar su ira.

– Se trataba de mi culo.

– Ése que arriesgaste tan tontamente.

– No tenía idea de que Dixon fuera a atacarme.

– Ahí quería llegar yo: no estás usando la cabeza. -Green apuntó de nuevo a las ataduras-. Éste es otro ejemplo de estupidez. En contra de lo que puedas pensar, el personal de seguridad se presentará aquí dentro de nada. Siempre lo hace. Puede que ansíe tener privacidad, pero, a diferencia de ti, no soy insensato.

– ¿Qué estás haciendo? -inquirió ella-. ¿Por qué te has metido en esto? ¿Trabajas con Daley? Eso de antes entre tú y él qué fue, ¿una farsa en mi honor?

– No tengo ni tiempo ni paciencia para farsas.

Stephanie no se dejó impresionar.

– Estoy harta de mentiras. Al hijo de Malone se lo llevaron por mí culpa. En este momento Cotton está en Londres con unos ejecutores israelíes y no puedo dar con él, con lo que no puedo prevenirlo. Tal vez esté en juego la vida de George Haddad. Y luego me entero de que mi jefe me deja con el culo al aire sabiendo que los saudíes quieren matarme. ¿Qué se supone que he de pensar?

– Que tu amigo Henrik Thorvaldsen pensó por todos y te envió ayuda. Que tu otro amigo, yo, decidió que la ayuda tenía que arreglárselas sola. ¿Qué te parece? ¿Tiene sentido?

Ella sopesó sus palabras.

– Ah, una cosa más -añadió Green.

Stephanie lo fulminó con la mirada.

– A este amigo le preocupa mucho lo que te ocurra.

Malone estaba enojado. Había ido hasta Bainbridge Hall con la esperanza de obtener respuestas. Las notas de Haddad los habían llevado directamente allí. Y sin embargo no tenía nada.

– Puede que haya otro saloncito -sugirió Pam.

Pero él comprobó el folleto y concluyó que ése era el único espacio llamado así. ¿Qué se le estaba escapando? Entonces reparó en algo. Contiguo a una de las hornacinas, al lado de la ventana, donde una intrincada vidriera aguardaba el sol matutino, había un tramo de pared desnuda. Los retratos inundaban todo el espacio libre restante. Salvo aquel trozo. Y el tenue contorno de un rectángulo se distinguía con claridad en la pintura de la pared.

Malone corrió hasta él.

– Falta uno.

– Cotton, no pretendo causar problemas, pero esto podría ser una pérdida de tiempo.

El negó con la cabeza.

– George quería que viniéramos aquí.

Caminó dando vueltas, cavilando, y se dio cuenta de que no podían entretenerse. Un empleado podría sorprenderlos. Aunque llevaba las armas de Haddad y el larguirucho no quería usarlas.

Pam examinaba las mesas que había tras los dos sofás. En ellas libros y revistas se amontonaban decorativamente entre esculturas y macetas. Contemplaba uno de los pequeños bronces: un anciano de tez marchita y cuerpo musculoso vestido con un taparrabos. La figura estaba encaramada a una roca, el barbado rostro absorto en un libro.

– Tienes que ver esto -dijo.

Él se aproximó y vio lo que había grabado en la base de la estatua:

SAN JERÓNIMO

DOCTOR DE LA IGLESIA

Había estado tan ocupado intentando buscar piezas complicadas que había pasado por alto lo evidente. Pam señaló un libro que había justo debajo:

La epifan í a de san Jer ó nimo -leyó.

Él miró el lomo.

– Tienes buen ojo.

Pam sonrió.

– Puedo ser útil.

Malone agarró el pesado bronce y lo levantó.

– Pues sélo y coge el libro.

Stephanie no sabía cómo tomarse el comentario de Brent Green.

– ¿Qué quieres decir con eso de «le preocupa mucho»?

– Resulta algo difícil hablar de eso en este momento.

Y ella vio algo curioso en los ojos de Green: inquietud. Durante cinco años había sido el ariete de la Administración en más de una batalla con el Congreso, la prensa y grupos de presión. Era un profesional consumado, un abogado que llevaba los casos de la Administración a escala nacional. Pero también era profundamente religioso y, que ella supiera, su nombre nunca se había asociado a ningún escándalo.

– Digamos que no habría querido que los saudíes te mataran -añadió a media voz.

– No es que sea un gran consuelo en este momento.

– ¿Qué hay de lo de su seguridad? -planteó Cassiopeia-. Me da la sensación de que no es un farol.

– Ve a la parte de delante y vigila la calle -ordenó Stephanie, dejando claro con la mirada que quería quedarse un instante a solas con Green.

Cassiopeia salió de la cocina.

– Muy bien, Brent. ¿Qué tienes que decir que no pudieras decir delante de ella?

– ¿Cuántos años tienes, Stephanie, sesenta y uno?

– No hablo de mi edad.

– Tu marido lleva doce años muerto. Debe de ser duro. Yo no me he casado, así que no sé que se siente al perder a tu cónyuge.

– No es fácil. ¿Qué tiene esto que ver con nada?

– Sé que tú y Lars estabais separados cuando él murió. Es hora de que empieces a confiar en alguien.

– A ver, se me ocurre una idea: concertaré entrevistas y todo el mundo, incluidos los que intentaron matarme, tendrá la oportunidad de convencerme de su honradez.

– Henrik no intenta matarte, ni Cassiopeia tampoco, ni Cotton Malone. -Hizo una pausa-. Ni yo.

– Retiraste mi seguridad sabiendo que tenía problemas.

– Y ¿qué habría ocurrido si no hubiera actuado así? Tus dos agentes habrían irrumpido en la escena, se habría producido un tiroteo y ¿qué habríamos resuelto?

– Habría detenido a Heather Dixon.

– Y la habrían soltado por la mañana, después de que intervinieran, sin duda, el secretario de Estado y probablemente el propio presidente. Después te habrían despedido, y los saudíes te liquidaban cuando les viniera en gana. Y ¿sabes por qué? Porque a nadie le habría importado.

Lo que decía el condenado tenía sentido.

– Te moviste demasiado deprisa y no pensaste con detenimiento. -La mirada de Green se había suavizado, y ella vio algo mas que no había visto antes: preocupación-. Antes te ofrecí mi ayuda, y la rechazaste. Ahora te diré lo que no sabes, lo que no te dije entonces.

Ella aguardó.

– Fui yo quien permitió que quedara expuesto el archivo sobre la Conexión Alejandría,

Malone abrió el libro de san Jerónimo, un fino volumen de tan sólo setenta y tres páginas amarillentas impreso en 1845. Lo hojeó y asimiló un puñado de detalles.

San Jerónimo vivió entre el 342 y el 420 de nuestra era. Hablaba latín y griego con soltura, y de joven no se esforzó mucho por controlar sus instintos hedonistas. Bautizado por el papa en el 360, dedicó su vida a Dios. Durante los sesenta años siguientes viajó, escribió tratados, defendió su fe y llegó a ser un conocido padre de la Iglesia. Primero tradujo el Nuevo Testamento y después, en el ocaso de su vida, tradujo el Antiguo al latín directamente del hebreo, dando lugar a la Vulgata, proclamada texto canónico de la Iglesia católica por el Concilio de Trento mil cien años más tarde.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La conexión Alejandría»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La conexión Alejandría» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La conexión Alejandría»

Обсуждение, отзывы о книге «La conexión Alejandría» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x