Steve Berry - Los caballeros de Salomón

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - Los caballeros de Salomón» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los caballeros de Salomón: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los caballeros de Salomón»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La poderosa orden medieval de los templarios poseía un conocimiento secreto que amenazaba los cimientos de la Iglesia y cuya revelación podría haber cambiado el rumbo de la Historia. Condenador por herejía, fueron aniquilados en el siglo XIV, y los rastros de su colosal saber se perdieron en el abismo de la Historia. Hasta hoy. Cotton Malone, un ex agente secreto del gobierno americano, se ve envuelto en una persecución a contrarreloj por descifrar ese enigma que los templarios codificaron. Su búsqueda pone al descubierto una peligrosa conspiración religiosa capaz de cambiar el destino de la humanidad y poner en entredicho la veracidad de los Santos Evangelios.

Los caballeros de Salomón — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los caballeros de Salomón», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

De Roquefort observaba cómo se estaba efectuando la selección. Cuando terminó, cuatro caballeros, un sacerdote, un oficinista, un granjero, dos artesanos y un jornalero habían sido elegidos. Muchos eran seguidores suyos. No obstante el maldito azar había permitido que estuvieran incluidos algunos cuya lealtad era, en el mejor de los casos, cuestionable.

Los diez hombres dieron un paso adelante y se desplegaron en semicírculo.

– Tenemos un cónclave -declaró De Roquefort-. El consistorio ha terminado. Empecemos.

Todos los hermanos se echaron hacia atrás sus capuchas, señalando así que el debate podía ahora empezar. El cónclave no era un asunto secreto. Por el contrario, la designación, la discusión y el voto tendrían lugar ante toda la hermandad. Pero la regla exigía que no se emitiera ningún sonido por parte de los asistentes.

De Roquefort y el senescal ocuparon su lugar con los demás. De Roquefort ya no era el presidente… En el cónclave todos los hermanos eran iguales. Uno de los doce, un caballero mayor de espesa barba gris, dijo:

– Nuestro mariscal, un hombre que ha guardado esta orden durante muchos años, debería ser nuestro próximo maestre. Lo presento como candidato.

Otros dos dieron su consentimiento. Con los tres requeridos, la designación fue aceptada.

Otro de los doce, uno de los artesanos, un armero, dio un paso adelante.

– No estoy de acuerdo con lo que se le ha hecho al maestre. Era un buen hombre que amaba a esta orden. No debería haber sido objetado. Propongo al senescal como candidato.

Otros dos mostraron su asentimiento.

De Roquefort permaneció rígido. Se habían trazado las líneas de la batalla.

Que empiece la guerra.

La discusión estaba entrando en su segunda hora. La regla no establecía límite temporal al cónclave, pero exigía que todos los asistentes debían permanecer de pie, siendo la idea de que la duración de los debates podía muy bien depender de la resistencia de los participantes. No se había pedido aún ninguna votación. Cualquiera de los doce tenía el derecho, pero nadie quería perder un recuento -eso sería un signo de debilidad-, de manera que se pedían las votaciones sólo cuando parecían asegurados los dos tercios.

– No estoy impresionado por lo que usted planea -le dijo uno de los miembros del cónclave, el sacerdote, al senescal.

– Yo no era consciente de tener ningún plan.

– Continuará usted con las costumbres del maestre. Las costumbres del pasado. ¿Es cierto o no?

– Permaneceré fiel a mi juramento, como debería hacer usted, hermano.

– Mi juramento no dice nada sobre la debilidad -repuso el sacerdote-. No hace falta que yo sea complaciente con un mundo que languidece en la ignorancia.

– Hemos conservado nuestro conocimiento durante siglos. ¿Por qué tendríamos que cambiar?

Otro miembro del cónclave dio un paso adelante.

– Estoy cansado de la hipocresía. Me pone enfermo. Casi nos hemos extinguido debido a la codicia y la ignorancia. Ya es hora de que devolvamos el favor.

– ¿Con qué fin? -preguntó el senescal-.¿Qué se ganaría?

– Justicia -gritó otro caballero, y varios miembros más del cónclave mostraron su acuerdo.

De Roquefort decidió que ya era hora de intervenir.

– El Evangelio dice: «Que el que busca no deje de buscar hasta hallar. Cuando uno encuentra, quedará desconcertado. Cuando uno es desconcertado, quedará asombrado y reinará sobre todo.»

El senescal se enfrentó a él.

– Santo Tomás también dice: «Si vuestros guías dicen: “Mirad, el reino está en los cielos”, entonces los pájaros del cielo llegarán allí antes que vosotros. Si os dicen “está en el mar”, entonces los peces llegarán antes que vosotros.»

– Nunca llegaremos a ninguna parte si seguimos el curso actual -dijo De Roquefort.

Las cabezas subieron y bajaron en un ademán de acuerdo, pero no eran las suficientes para pedir una votación.

El senescal vaciló un momento, y luego dijo:

– Yo le pregunto, mariscal. ¿Cuáles son sus planes si gana la elección?¿Puede usted decírnoslos?¿O hace usted como Jesús, revelando sus misterios sólo a los que los merecen, sin dejar nunca que su mano derecha sepa lo que está haciendo la izquierda?

El mariscal agradeció la oportunidad de contarle a la hermandad lo que imaginaba.

– Jesús también dijo: «No hay nada oculto que no sea revelado.»

– Entonces, ¿qué queréis que hagamos?

La mirada del mariscal se paseó por toda la sala, desde el suelo hasta la galería. Aquél era el momento.

– Recordar, volver al Inicio. Cuando miles de hermanos hicieron el juramento. Aquellos hombres valientes que conquistaron Tierra Santa. En las Crónicas, se cuenta la leyenda de una guarnición que perdió la batalla ante los sarracenos. Después del combate, a doscientos de aquellos caballeros se les ofreció conservar la vida si renunciaban a Cristo y se unían al Islam. Todos y cada uno eligieron arrodillarse ante los musulmanes y perder la cabeza. Ésa es nuestra herencia. Las Cruzadas fueron nuestra cruzada.

Vaciló un momento, buscando el efecto.

– Lo cual hace que el viernes, 13 de octubre de 1307 (un día tan infame, tan despreciable, que la civilización occidental continúa identificándolo con la mala suerte), sea tan difícil de aceptar. Miles de nuestros hermanos fueron injustamente arrestados. Un día eran los Pobres Compañeros Soldados de Cristo y el Templo de Salomón, el epítome de todo lo bueno, deseando morir por su Iglesia, su papa, su Dios. Al día siguiente fueron acusados de herejía. Y con qué cargos? Que escupían sobre la Cruz, intercambiaban besos obscenos, celebraban reuniones secretas, adoraban a un gato, practicaban la sodomía y veneraban a una especie de cabeza de macho cabrío. -Hizo una pausa-. Ni una palabra de verdad en todo ello; no obstante, nuestros hermanos fueron torturados y muchos sucumbieron, confesando falsedades. Ciento veinte de ellos fueron quemados en la hoguera.

Hizo otra pausa.

– Nuestro legado es un legado de vergüenza, y somos recordados en la historia sólo con desconfianza.

– ¿Y qué le dirá usted al mundo? -preguntó el senescal en un tono tranquilo.

– La verdad.

– ¿Por qué iban a creerle?

– No tendrán otra elección -dijo el mariscal.

– ¿Y eso por qué?

– Tendré la prueba.

– ¿Ha localizado usted nuestro Gran Legado?

El senescal estaba haciendo presión sobre su único punto débil, pero el otro no podía demostrar ninguna debilidad.

– Está a mi alcance.

Se oyeron jadeos desde la galería.

El semblante del senescal permaneció impasible.

– Está usted diciendo que ha encontrado nuestros archivos perdidos durante siete siglos. ¿Ha encontrado también nuestro tesoro, que se hurtó a Felipe el Hermoso?

– Eso también está a mi alcance.

– Atrevidas palabras, mariscal.

Éste recorrió a los hermanos con la mirada.

– He estado buscando durante una década. Las pistas son difíciles, pero pronto poseeré una prueba que el mundo no podrá negar. El que algunas mentes cambien de idea carece de importancia. Más bien, la victoria se consigue demostrando que nuestros hermanos no fueron herejes. Al contrario, cada uno de ellos fue un santo.

Brotaron aplausos de la multitud. De Roquefort captó el momento.

– La Iglesia romana nos disolvió, declaró que éramos idólatras, pero es la propia Iglesia la que venera sus ídolos con gran pompa. -Hizo una pausa, y luego con voz grave añadió-: Recuperaré el sudario.

Más aplausos. Más fuertes. Sostenidos. Una violación de la regla, pero nadie parecía preocuparse.

– La Iglesia no tiene derecho a nuestro sudario -gritó De Roquefort por encima de los aplausos-. Nuestro maestre, Jacques de Molay, fue torturado, tratado brutalmente y luego quemado en la hoguera. Y cuál era su crimen? Ser un leal servidor de su Dios y del papa. Su legado no es el legado de ellos. Es nuestro Legado. Poseemos los medios de realizar este objetivo. Así que lo conseguiremos, bajo mi mandato.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los caballeros de Salomón»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los caballeros de Salomón» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los caballeros de Salomón»

Обсуждение, отзывы о книге «Los caballeros de Salomón» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x