Alicia Bartlett - El silencio de los claustros

Здесь есть возможность читать онлайн «Alicia Bartlett - El silencio de los claustros» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El silencio de los claustros: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El silencio de los claustros»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La mejor Petra Delicado, en un caso histórico.
Un monje de Poblet experto en arte es asesinado cuando trabajaba en la restauración de una reliquia en un convento de clausura barcelonés. Petra Delicado y su ayudante Fermín, tras el desconcierto inicial, y lo que parece un asesino en serie, se documentan en el Monasterio de Poblet y sobre la pista de las reliquias. La investigación se encamina entonces hacia dos focos: los hechos de la Semana Trágica de 1909, con su ira desatada contra los intereses religiosos; y la oscura trayectoria de la poderosa familia benefactora del convento.
De sorpresa en sorpresa hasta la insospechada resolución del caso, esta incursión de Petra Delicado en los dominios del silencio, nos demuestra que nada suele ser lo que parece. Con ella, Alicia Giménez Bartlett pone a prueba su habilidad para las tramas inesperadas y para explorar los fondos turbios del alma humana.

El silencio de los claustros — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El silencio de los claustros», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Salió a toda prisa hacia su habitación y yo aproveché para tomarme una aspirina porque había empezado a dolerme la cabeza. Al cabo de un instante regresó con una hoja de papel en la mano que me mostró, muy orgullosa. Había dibujado para el subinspector un hermoso cuadro alusivo, pintado con profusión de colores. En él se representaba a un hombre regordete y de poblado bigote, pertrechado con un pistolón como aquellos con los que se batían en duelo los antiguos. El hombre en cuestión lanzaba desde su arma una ráfaga de llameante fuego contra el que parecía ser un ladrón con gorra, antifaz y que iba cargado con un saco. El pobre caco recibía el impacto en plena cabeza y, para que no quedaran dudas sobre el resultado que provocaban las balas, un surtidor de materia inconcreta coloreada de gris subía hacia las nubes esparciéndose en diversas direcciones. Debían de ser los sesos. Todo el conjunto había sido orlado con gotas de sangre muy roja, de la que también podía verse un charquito en el suelo. Observé el dibujo, impasible.

– Es el subinspector -aclaró Marina ante mi falta de reacciones.

– Ya. ¿En acto de servicio?

– Sí -contestó muy ufana.

Hubiera debido disuadirla de que se presentara en casa de nuestros anfitriones con semejante obsequio. Seguramente era mi deber recalcarle por enésima vez que la labor de un policía no es matar, y mucho menos a un ladrón desarmado e incapaz de defenderse debido al tremendo lastre de un saco lleno de mercancía. Sin embargo, no lo hice. Decidí que Garzón probara los cruentos frutos de su peculiar «instrucción pedagógica». Le resultaría muy útil comprender lo peligroso que es jugar con niños en temas de trabajo. Además, yo lo pasaría en grande asistiendo a la entrega del obsequio. Así que, maquiavélica, me limité a preguntar:

– ¿No le has puesto ningún título?

– ¿Tiene que tener título?

– Los cuadros suelen llevarlo.

– No se me ocurre ninguno.

– ¿Qué te parece El subinspector Garzón y el imperio de la ley ?

Se quedó un buen rato pensativa. Luego dijo:

– Me gusta más lo que habías dicho antes: El subinspector Garzón en acto de servicio .

– También servirá -sentencié satisfecha.

– Para hacerse policía hace falta ser muy valiente, ¿verdad, Petra?

– Ser policía es muy duro, un oficio de locos, créeme.

– Pues a mí me gustaría.

Recordé los ruegos de su madre.

– ¡Ah, no, Marina, eso sí que no! Puedes llegar a ser cualquier cosa: ingeniera aeronáutica, gondolera, fotógrafa especializada en avestruces… lo que quieras, pero policía, no. Es mi consejo, hazme caso.

Se quedó un rato callada y luego replicó con toda tranquilidad:

– Entonces a lo mejor puedo estudiar para bombera de las que apagan fuegos peligrosos, o para agente secreta, o también para médica de las que hacen autopsias, o para detective privada, ¿no, Petra?

Di un sorbo resignado a mi café. ¡Dios mío, ya no tenía ánimos para impartir más doctrina didáctica!, así que, mirando sus ojos inquisitivos y a la vez serenos, respondí:

– Mejor, mucho mejor.

Corrió a su habitación para rematar el cuadro con el título y yo subí al estudio de su padre a fin de saber qué planes teníamos para aquel día libre.

Exhausta y tan harta del caso como estaba, los planes me parecieron deliciosos y consiguieron que las horas transcurrieran a toda velocidad. Fuimos al mercado de la Boqueria, vimos una exposición de fotografía en el Palau de la Virreina y comimos en un restaurante alemán. Luego, mientras Marina pasaba la tarde en casa de una amiga, hicimos tranquilamente el amor. Después de tan placenteras actividades me sentía como una nueva mujer. Incluso me apliqué una mascarilla hidratante y tardé un montón de tiempo en decidir qué vestido me pondría para la cena en casa de Beatriz y Fermín.

A las siete llegaron los gemelos y media hora más tarde Marina regresó de casa de su amiga. Los tres críos estaban entusiasmados con la invitación. Hugo y Teo habían comprado una caja de lenguas de gato; al parecer Garzón les había comentado que eran sus bombones preferidos. Fui a vestirme y maquillarme mientras los niños se quedaban en el salón, charlando. La situación era nueva y divertida para mí. Acudíamos a casa de unos amigos en plan familiar. Oía desde mi habitación el parloteo de los chicos y me parecía agradable saber que el espacio en el que vivía era compartido por gente tan extremadamente joven. Claro que no cabía la idealización, si los niños hubieran sido propios y no postizos, en aquel momento no hubiera estado tan tranquila, sino preocupada por el montón de cosas que conlleva la responsabilidad: saber si los niños iban adecuadamente vestidos, si les gustaría la cena que nos ofrecieran, si se portarían bien. El ser humano es extraño, pensé, el único animal que compone cuadros idílicos con la realidad que no le ha tocado vivir. Yo misma había visitado a veces paisajes y lugares en los que me había dicho a mí misma: «Aquí sería feliz». Sólo el tiempo me había enseñado que no acudes a un sitio nuevo, siendo tú nuevo también. Al contrario, allá donde vas arrastras contigo tus preocupaciones y neurastenias, tus complejos y traumas, tu tozudo mundo interior, que resulta tan difícil de reinventar aun deseándolo. Así concluí que no debía dejarme llevar por las sensaciones demasiado agradables. Yo no era una madre feliz, sino sólo una madrastra. Era inútil intentar impostar una familia modélica, de modo que continué embadurnando rímel en mis pestañas con total dedicación.

Elegí un vestido de punto verde musgo que realzaba los contornos de las caderas y producía en el pecho un efecto «balconet». Había que dejar bien sentado que era al menos una madrastra sensual y abierta, no amargada y llena de huesos como la de Blancanieves. Entonces me di cuenta de lo tarde que era y le pegué un grito a Marcos para que abandonara su estudio y bajara a arreglarse. Él era sin duda un hombre encantador, pero su ritmo lento y, sobre todo, su calma paciente ante la vida podían llegar a exasperarme en ciertos momentos; como por ejemplo aquél. Cuando se presentó en el dormitorio vestido aún con sus viejos pantalón y jersey le hubiera tirado algo contundente a la cabeza.

– ¡Qué guapísima estás! -me dijo.

– ¡Pero, Marcos! ¿Sabes la hora que es?

– ¿Tarde?

– ¿Por qué no te vistes de una maldita vez? No se te habrá pasado por la imaginación ir a casa de Beatriz y Fermín con esa pinta.

– ¡Tampoco vamos a una soirée con los marqueses de Colmenar!

– Cualquiera que se moleste en ofrecerte una cena debe ser tratado como los marqueses de Colmenar; que por cierto, no tengo ni idea de quién demonio puedan ser.

– Era una metáfora. Pero no te preocupes, hay tiempo, todo el tiempo del mundo.

Bajé al salón con los nervios levemente alterados. Los gemelos me contemplaron con cierta sorna. Teo preguntó con retintín:

– ¿Aún no está listo mi padre?

– ¡Hay tiempo, todo el tiempo del mundo! -imitó Hugo con acierto. Conocían la fórmula perfectamente, porque los tres se echaron a reír.

– Vuestro padre es como un monje budista.

Aquello les hizo reír aún mucho más. Me pregunté si había sido oportuno animarlos con mi broma, porque empezaron a hacer tonterías.

– Petra -decía Teo con ganas de tomarle el pelo a su hermana-. Marina no quiere enseñarnos el regalo que le lleva al subinspector.

Marina apretaba una carpetilla en torno a la cual había colocado un lazo primoroso.

– Hace muy bien -repliqué. Entonces Hugo empezó a burlarse de Teo por haber recibido aquella contestación, y éste intentó darle un cachete y se reían y forcejeaban al mismo tiempo mientras Marina gritaba: «¡Parad, brutos!». La situación estaba completamente fuera de control cuando bajó Marcos, muy bien arreglado, y se dirigió a la puerta con paso atlético.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El silencio de los claustros»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El silencio de los claustros» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El silencio de los claustros»

Обсуждение, отзывы о книге «El silencio de los claustros» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x