David Serafín - Golpe de Reyes

Здесь есть возможность читать онлайн «David Serafín - Golpe de Reyes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Golpe de Reyes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Golpe de Reyes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La tercera novela del comisario Bernal.

Golpe de Reyes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Golpe de Reyes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Bernal sufrió un ataque de desesperación y dijo al policía de escolta:

– Es imposible con tanta gente. Lo mejor será cubrir las salidas de la plaza. Hay ocho salidas y es zona peatonal, de modo que reúnase con sus compañeros y organice el bloqueo.

Pronto tomaron contacto con el guardaespaldas de Mercedes, el cual se ruborizó al ver a Bernal.

– Fue el niño, jefe, que se nos escurrió como una anguila. Su nuera fue tras él y entonces perdí de vista a los dos.

– Si controlamos a tiempo todas las salidas -dijo Bernal-, seguro que damos con ellos.

Cuando se hubieron tomado todas las medidas indicadas, Bernal resolvió dirigirse al centro de la abarrotada feria, donde se alzaba la célebre estatua ecuestre de Felipe III, que en los últimos años se había convertido en punto de reunión de pasotas, músicos sin trabajo y drogadictos. Pensó que Mercedes habría ido tal vez allí para gozar de una mejor panorámica desde el pedestal.

No se le escapó la posibilidad de que los miembros de la organización Magos hubieran aprovechado la ocasión y se hubieran llevado a su nieto. Eran muy capaces de hacerlo, la verdad sea dicha, pero el motivo de tal acción comenzaba a no entenderlo. Había comunicado ya al Rey toda la información que había reunido y era muy escasa la que quedaba por descubrir. Sin embargo, los conspiradores no parecían haberse percatado plenamente de esta circunstancia. Seguían comportándose como si él constituyera un peligro para sus planes.

No cedió a la natural tentación de buscar por los callejones de los cientos de puestos rodeados de alegres compradores. Habría sido absurdo y sembrado la confusión.

Miró a su alrededor cada vez más desesperado, con los oídos aturdidos por la algarabía de distintos villancicos que surgían de los altavoces y entre los que destacaba la antigua melodía alemana O Tannenbaum con texto castellano.

De pronto apareció una cabecita bajo el toldo del puesto que tenía más cerca, oyó una voz que gritaba: «¡Yayo, yayo!», y una trompeta de juguete le sonó en la cara.

– ¡Enrique! ¿Dónde estabas? ¿Y dónde está mamá?

Cogió al niño en brazos y lo estrechó contra el pecho.

– Cómpramela, yayo -pidió el pequeño, que se puso a besarle afectuosamente.

En aquel momento apareció Mercedes con aspecto de preocupación y empezó a regañar a Enrique, que hizo caso omiso de sus reproches.

– ¿Y por qué no le llevamos esos reyes a la abuelita, para que los ponga en el belén? -el niño se inclinó y señaló tres figurillas policromadas de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Festividad de San Silvestre, papa y confesor

(31 diciembre)

Nochebuena y Navidad habían transcurrido sin el menor contratiempo y Bernal y su grupo aguardaban a que La Corneta publicase la orden final que pondría en marcha el plan Magos. Las fiestas entraban en su segunda etapa; la primera había sido Nochebuena, con las celebraciones de rigor precedidas por el sorteo de la Lotería Nacional, cuyo gordo había enriquecido aquel año a casi todos los habitantes del pueblo cacereño de Navalmoral de la Mata, y la reunión de las familias más tradicionales y devotas para asistir a la misa del gallo.

La segunda etapa, la de Nochevieja, la tenían ya encima; los madrileños más animosos se reunirían aquella noche en la Puerta del Sol, cada uno con las doce uvas en la mano, en espera de que el reloj del edificio de Gobernación diese las doce campanadas, momento en que formularían sus deseos para el Año Nuevo. Acto seguido, se apoderaría de todos un renovado espíritu de regocijo y se lanzarían por las calles con sombreritos de colores, narices y bigotes postizos, haciendo ruido con tambores y trompetas de juguete, tirando serpentinas y soplando matasuegras a los viandantes que menos se lo esperaran.

Bernal permanecía en el despacho con Navarro, Miranda y Lista, y entre todos repasaban los planes de protección previstos para la celebración de la Pascua Militar el seis de enero.

– Creo que también tendríamos que estar presentes el día cinco -dijo-. Esta mañana fui a echar un vistazo a los balcones de la Panadería, en la plaza Mayor, y sí, parece que el secretario del Rey tiene razón al decir que será muy difícil que se produzca un atentado contra la reina y sus hijos; pero yo me sentiría más tranquilo si estuviéramos allí colocados en puntos estratégicos que dominaran la plaza.

– ¿Iremos armados con algo más que la pistola reglamentaria, jefe?

– No creo que sea conveniente llevar fusiles, si es a eso a lo que te refieres. El servicio de seguridad del Rey podría dispararnos si nos confundiera con presuntos asesinos.

Sonó el teléfono. Al otro lado del hilo habló Elena:

– Jefe, he salido a un bar para llamarle. El director de La Corneta acaba de entregar a la sección de anuncios un texto para que se publique en el número de mañana. Dice: «MAGOS Blanco E.l. Oriente.»

– Es el que esperábamos, Elena. La señal de avance definitiva. Estupendo. Ya puedes desaparecer del periódico.

– Jefe, me gustaría hacerme con un juego de pruebas del número especial que se prepara para el seis de enero. El jefe de redacción dijo que será una edición extra que saldrá a mediodía.

– De acuerdo, pero ten cuidado.

Bernal se volvió a sus hombres.

– Ya está. En cuanto aparezca el anuncio, ya no podrán volverse atrás.

– A juzgar por lo que se ha dicho en el banquete de Hermann Malthius -dijo Navarro- no parece que tengan ninguna intención de retroceder. Aunque no dieron detalles.

– Es verdad, pero el teniente general Baltasar dijo claramente que espera ser presidente de un nuevo gobierno a partir del seis de enero -comentó Bernal.

– Jefe, ¿por qué dice este mensaje último «Blanco E.1.»? -preguntó Lista con los ojos puestos en la nota que había escrito Bernal.

– Tendrías que consultar tu misal de cabecera, Juan -dijo Bernal en son de broma-. E significa «Epifanía», es decir, el día de Reyes y primer día de ese tiempo litúrgico en que se utilizan ornamentos blancos en las iglesias.

– ¿Y «Oriente»? -preguntó Miranda-. ¿Alude al palacio en que se llevará a cabo la ceremonia?

– Ése es el aspecto más ingenioso de todo el asunto, Carlos -dijo Bernal-. No me ruboriza decir que les admiro por ello. En el código acrológico, Oriente significa «Operación», esto es, el día de actuar, pero también alude, naturalmente, al principal palacio del Rey, y, por una segunda coincidencia, recuerda a los tres Reyes de Oriente, cuya llegada a Belén se celebra ese día. Astuto, ¿verdad? Aunque no muy cauto, puesto que el código se entiende de manera muy fácil una vez que se ha captado la base litúrgica.

Aquella noche le llamó Consuelo para decirle que había conseguido dos entradas para el teatro.

– Las conseguí en el banco, Luchi, son para Caimán, de Buero Vallejo, que ponen en el Reina Victoria. El precio de la localidad comprende el cotillón de fin de año.

– Pero ¿no es esa obra sobre una niña que se cae por un agujero y a la que nunca más se encuentra? ¿No te parece que el tema es muy tristón, Chelo?

– Es que no había entradas para ninguna otra. Yo creo que será bastante interesante. Además, podremos tomar el champán y las uvas en el teatro, cuando se interrumpa la función a medianoche y los actores bajen del escenario para mezclarse con el público. A lo mejor sirven incluso chocolate con churros al final de la representación.

– Como quieras. ¿Te recojo a las nueve? Podemos cenar en Curro, en la calle Coslada. Es discreto y la comida buena. Procuraré quitarme de encima al guardaespaldas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Golpe de Reyes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Golpe de Reyes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Golpe de Sangre
Sara Paretsky
Kelley Amstrong - A Golpe De Magia
Kelley Amstrong
David Serafín - Puerto de Luz
David Serafín
David Serafín - Sábado de gloria
David Serafín
David Serafín - El Metro de Madrid
David Serafín
David Serafín - Incidente en la Bahía
David Serafín
Harlan Coben - Golpe de efecto
Harlan Coben
David Reyes - Papá pingüino
David Reyes
David Reyes Zamora - Reto bicentenario
David Reyes Zamora
Raquel Mizrahi - Golpe de amor
Raquel Mizrahi
David Fernández Reyes - Pedazos
David Fernández Reyes
Отзывы о книге «Golpe de Reyes»

Обсуждение, отзывы о книге «Golpe de Reyes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x