Juan Bolea - La mariposa de obsidiana

Здесь есть возможность читать онлайн «Juan Bolea - La mariposa de obsidiana» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La mariposa de obsidiana: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La mariposa de obsidiana»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En su primer día de vigilancia, la guardia jurado del Palacio Caballería, donde se viene celebrando una exposición dedicada a sacrificios humanos, es atrozmente asesinada. El crimen es perpetrado de noche, en la soledad del museo, y responde a la escenografía de los antiguos sacrificios aztecas. Para llevarlo a cabo, el criminal ha podido utilizar uno de los antiguos cuchillos de obsidiana que se mostraban en la exposición. Con la misma arma, arrancó la piel a su víctima, abandonando el cadáver sobre la piedra del sacrificio, en una macabra reproducción de los ritos que históricamente tuvieron lugar en las pirámides aztecas. A partir de ahí, la policía atribuirá el salvaje asesinato a un criminal perseguido por la comisión de otros homicidios recientes, algunos de los cuales se llevaron a cabo igualmente con bárbaras mutilaciones. Sin embargo, la subinspectora Martina de Santo apuntará pronto en otra dirección, eligiendo una línea de investigación que la conducirá por derroteros muy distintos.

La mariposa de obsidiana — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La mariposa de obsidiana», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Sólo le sonaba la protagonista, Gloria Lamasón, famosa por sus interpretaciones cinematográficas y sus frecuentes apariciones en televisión. En los periódicos de la mañana, Satrústegui había leído una noticia referente a esa gran dama del teatro que estaba a punto de estrenar en Bolscan. ¿De qué se trataba, exactamente? ¿De algún problema relacionado con la salud de la actriz? ¿Se apuntaba la posibilidad de que, a última hora, tuviera que ser sustituida? El comisario deseó que se suspendiera el estreno, y que el ministro del Interior, privado del espectáculo, y retenido por el último atentado, optara por permanecer en Madrid.

Porque, en caso contrario, la estancia en Bolscan del máximo responsable de las Fuerzas de Seguridad podía presentársele bajo la óptica de una amenaza. Era seguro que los periodistas estarían detrás de ellos durante toda la jornada. Les acompañarían a la misa en la Catedral (aunque Satrústegui sabía que se refugiarían en cualquier bar cercano, a la espera de que finalizase el oficio religioso), los escoltarían por los acuartelamientos, asistirían a una exhibición de técnicas de asalto, comerían con ellos en uno de los puestos, someterían a rueda de prensa a Sánchez Porras y retornarían a sus redacciones para referir lo que de sí había dado la visita ministerial. A la gala nocturna en el Teatro Fénix, si es que llegaba a celebrarse, asistirían, invitados, como el propio comisario, los directores de los medios.

De la mañana a la noche, iba a estar rodeado de periodistas. Entre los cuales, podía apostar, figuraría Belman, el reportero del Diario de Bolscan. Alguien que sabía de buena fuente que entre Sonia Barca, la chica asesinada en el Palacio Cavallería, y él había existido un vínculo sentimental.

– A mi casa -ordenó el comisario-. He olvidado algo.

– Como usted mande, señor -obedeció el conductor.

Recostado en el asiento posterior, nervioso, casi asustado, el comisario intentó esclarecer de qué manera habría podido acceder Belman a uno de sus secretos mejor guardados.

Nadie de su entorno conocía su relación con la explosiva camarera de El León de Oro. Su discreción había sido absoluta. Era posible, sin embargo, que alguien, quizás el propio Belman, los hubiera sorprendido a Sonia y a él cenando juntos (aunque el comisario elegía los restaurantes en función de su lejanía del centro), o tomando una copa en cualquiera de esos tugurios que a Sonia tanto parecían gustarle, pero en los que él jamás, salvo para dirigir alguna redada, habría puesto los pies por iniciativa propia. Había un antro, el Stork Club, en el que las chicas bailaban semidesnudas alrededor de una barra de níquel. Prostitutas, presumiblemente, aunque el club poseía licencia y al concluir el show se habilitaba una pista de baile con música atronadora y luces estroboscópicas que a Satrústegui parecían estallarle dentro de la cabeza.

Sonia tenía una amiga allí, una tal Camila, tan rubia y sexy como ella. Ambas eran del mismo pueblo o de la misma zona. Según había comentado Camila, a veces los clientes las confundían. ¿Era Sonia otra puta? Conrado Satrústegui jamás se había atrevido a preguntárselo directamente. Pero, ¿qué sabía de Sonia Barca? Tan sólo que trabajaba en El León de Oro, y que en el Stork Club la trataban como a una pupila de la casa. Que era muy joven, apenas veinte o veintiún años cumplidos, y que procedía de alguna apartada población de la cordillera de La Clamor, a la que no tenía la menor intención de regresar. Sabía que le gustaban los juegos de cama más que a cualquier otra mujer que él hubiese conocido, o de la que hubiera oído hablar, y que ponía en práctica esas prohibidas diversiones con una meticulosa fruición. Y sabía que Sonia usaba pocas joyas, y de escaso valor, pero que de vez en cuando uno de esos adornos de bisutería rodaba bajo la cama de su amante, acreditando que ella había estado allí.

En su cama, por ejemplo.

Capítulo 21

– Hemos llegado a su casa, señor -dijo el conductor-. ¿Espero a que baje?

El comisario se dio cuenta demasiado tarde de que acababa de cometer un error. Intentó enmendarlo:

– Disculpe, Guillén. Llevo tantos temas encima… En realidad, quería dirigirme al Anatómico Forense. Déjeme a un par de manzanas, me sentará bien respirar un poco de aire fresco.

El coche se detuvo a doscientos metros del Instituto. El comisario indicó al conductor que no iba a necesitarle.

Una idea iba tomando forma en su mente. Tenía que deshacerse de cualquier prueba que lo asociara con Sonia. Era mucho lo que estaba en juego. Para empezar, su carrera.

En lugar de dirigirse al Anatómico, el comisario encaminó sus pasos hacia su propio domicilio. Tomó por calles laterales, alzó el cuello de su abrigo y se puso unas gafas oscuras.

Cuando llegó a su portal comprobó, aliviado, que el portero no estaba. Evitó el ascensor. Subió hasta su apartamento por las escaleras y abrió la puerta con el mismo sigilo con que lo hacía en las madrugadas en las que le acompañaba Sonia.

Se dirigió al dormitorio. La cama estaba hecha. Era ése uno de los días en que trabajaba Petra. Seguramente, la mandadera habría bajado a hacer la compra. Era mayor, era lenta, pero no podía tardar demasiado en regresar.

El comisario no recordaba desde cuándo no se cambiaban las sábanas. Las quitó, junto con la funda de la almohada, y las metió en la lavadora. Dobló el pesado edredón en un saco de dormir e hizo la cama con sábanas limpias. Se tumbó largo en el suelo y se aseguró de que Sonia no hubiese perdido nada más, una horquilla, un lazo. De repente, recordó que el cadáver de la chica no conservaba una sola joya. El asesino debía de haberla despojado.

Abrió la ventana y corrió a un lado el somier. Unos pocos cabellos rubios se enroscaban sobre el polvo, allá donde no llegaban los riñones ni la escoba de Petra. Satrústegui los hizo desaparecer por el váter, asegurándose de que eran engullidos por la descarga de la cisterna.

Al colocar la cama en su lugar, el comisario se dio cuenta de que el cabezal tenía marcas metálicas. Las habían provocado las esposas, sus propias esposas, en el curso de los juegos eróticos que Sonia le invitaba a practicar. La camarera solía utilizar un pañuelo de seda negra para vendarle los ojos. Satrústegui estaba seguro de que la última vez ella lo había guardado en el bolsillo de sus pantalones vaqueros. Por si acaso, lo buscó.

No encontró nada incriminador, pero las señales del acero de las esposas en el cabezal eran evidentes. Fue a por un destornillador, desmontó el cabezal y envolvió sus piezas en una manta, que ató con una cuerda. Agarró el saco de dormir y sacó los dos bultos al rellano. Desde allí, por las escaleras, sudando, los bajó al cuarto trastero, situado en el garaje, junto a su plaza de aparcamiento, y los ocultó entre la montaña de objetos que se acumulaban en el congestionado habitáculo. El portero no había vuelto, y nadie le vio.

El comisario volvió a subir al piso y revisó el resto de la casa, habitación por habitación, borrando con un pañuelo limpio las huellas de interruptores y pomos, del asa de la nevera, de los mandos de la televisión y del equipo de música. Alguna noche, como en sueños, le había parecido que Sonia vagaba por el pasillo, curioseando los otros cuartos o devorando restos de comida fría en la cocina; pero le había dejado hacer, agradecido por las inusuales emociones que le reportaba.

Estaba terminando cuando oyó la puerta. Era Petra, que volvía de la compra.

La mujer resopló en el rellano y entró el pesado carro. Al ver al comisario en el pasillo soltó un chillido.

– ¡Vaya susto, don Conrado!

– Lo siento, Petra. Olvidé la cartera. Un comisario no debe andar indocumentado.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La mariposa de obsidiana»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La mariposa de obsidiana» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La mariposa de obsidiana»

Обсуждение, отзывы о книге «La mariposa de obsidiana» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x