Gracias de nuevo a Bill Massey, de Orion Books, por confiar en la novela y comprarla -junto con la serie- basándose en unas pocas páginas y por invitarme a una inolvidable comida en el antiguo Bucket of Blood («cubo de sangre») en Covent Garden, el mismísimo lugar en el que el poeta y crítico John Dryden fue atacado por una banda de rufianes. Nadie ha tenido jamás mejor editor que Bill. ¡Es ciertamente mi alma gemela!
Gracias a Kate Miciak y Molly Boyle de Bantam Dell en Nueva York y a Kristin Cochrane de Doubleday Canada por confiar en mí desde el principio y alentarme.
A Robyn Karney, correctora de Orion Books, por sus acertadas e inteligentes sugerencias. Y a Emma Wallace y Genevieve Pegg, también de Orion Books, por su entusiasta y cordial recibimiento.
Gracias al atento y solícito personal del museo y archivo británico de correos, en Freeling House, Phoenix Place, Londres, por contestar con tanta amabilidad a todas mis preguntas y permitirme consultar material sobre la historia del Penny Black.
Gracias a mis queridas amigas de Saskatoon, y expertas en novela policíaca, Mary Gilliland y Janice Cushon, por depositar en mis manos el equivalente eduardiano de internet: la colección completa de la 11. aedición (1911) de la Enciclopedia Brit á nica, lo cual es probablemente el sueño de todo escritor de novelas de detectives.
A David Whiteside, de la agencia Bukowski, por su valiosísimo trabajo a la hora de poner un poco de orden en las inevitables pilas de papeleo y trámites burocráticos.
A mis queridos amigos el doctor John Harland y Janet Harland, quienes me aligeraron el camino con sus muchas y útiles -en algunos casos, incluso brillantes- sugerencias. Sin el entusiasmo que ellos han demostrado, Flavia de los extra ñ os talentos sería un libro de menor valía y, desde luego, no me habría divertido tanto escribiéndolo.
Todos estos queridísimos amigos me han ofrecido sus mejores consejos; si se ha escapado algún error, yo soy el único responsable.
Y, por último, quiero expresar mi amor incondicional y mi eterna gratitud a mi esposa, Shirley, quien me animó o, mejor dicho, me insistió para que dejara salir a Flavia de Luce y a su familia de la maraña de notas en las que languidecían desde hacía demasiado tiempo.
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[1]El denominado Penny Black (literalmente, «penique negro») fue el primer sello adhesivo de la historia, emitido por el Reino Unido en 1840. Llevaba la efigie de la reina Victoria. (N. de la t.)
[2]«La luna brillaba sobre la señora Porter / y sobre su hija. / Ambas se lavan los pies con gaseosa.» (N. de la t.)
[3]«Si hubiera sabido que venías, habría hecho un pastel.» (N. de la t.)
[4]Juego de palabras con el doble significado de folly, que puede referirse a un disparate arquitectónico, pero también, en un sentido más amplio, a la locura. (TV. de la t.)
[5]«Las ramas del sauce se enredan y se trenzan. / Ah, ojalá pudiera estar entre los tiernos brazos del joven que una vez me robó el corazón.» ( The Seeds of Love [Las semillas del amor]). ( N . de la t.)
[6]Un penique, en inglés. (N. de la t.)
[7]Agachadiza es, en inglés, jack, de ahí el juego de palabras entre jack y Jacko. (N. de la t.)
[8]«La llaman la moza / de exquisita presencia.» (N. de la t.)
[9]En el original, Road to Hell. Hell es el nombre de una población noruega, pero en inglés ese término significa «infierno», por lo que traducido literalmente sería «camino al infierno». (N. de la t.)
[10]En inglés, «huesudo». (N. de la t.)
[11]Agachadiza chica, en inglés. (N. de la t.)
[12]«Lentamente, la luz del día / se va apagando ante mis ojos.» (N. de la t.)
[13]«Tres muchachitas que hacen novillos somos, / coquetas como todas las niñas, / rebosantes de alegría juvenil, / ¡tres muchachitas que hacen novillos!» (TV. de la t.)
[14]«Todo nos parece divertido / nadie está a salvo, pues a nadie respetamos. / ¡La vida es un juego que acaba de empezar! / ¡Tres muchachitas que hacen novillos!» (TV. de la t.)
[15]«Vivirá en una mazmorra.» (N. de la t.)
[16]«Mi sublime objetivo / en su día alcanzaré…, / que el castigo sea acorde con el delito…, / acorde con el delito.» (N. de la t.)