• Пожаловаться

Lawrence Block: Cuando el antro sagrado cierra

Здесь есть возможность читать онлайн «Lawrence Block: Cuando el antro sagrado cierra» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Детектив / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Lawrence Block Cuando el antro sagrado cierra

Cuando el antro sagrado cierra: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cuando el antro sagrado cierra»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Matt Scudder fue policía de Nueva York. Ahora es un detective sin licencia que saca las castañas del fuego a sus amigos. Se divorció de su mujer, y ahora vive en un modesto hotel del West Side. Pero su verdadero hogar se encuentra en cualquiera de los bares de su zona, la clientela habitual forma su familia. Corre el verano de 1975, y Matt anda comprometido con varios favores a amigos. En primer lugar, debe salvar de sospechas a Tommie Tillary, un hombre de negocios de ropas estridentes cuya mujer ha sido asesinada. Matt Scudder no dejará de beber ni un instante, pero se mantendrá lo suficientemente lúcido como para encontrar la solución, hallando la inspiración en el fondo de la botella.

Lawrence Block: другие книги автора


Кто написал Cuando el antro sagrado cierra? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Cuando el antro sagrado cierra — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cuando el antro sagrado cierra», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Yo me quedé una media hora más. Me tomé la copa a la que nos invitó Tim Pat y otra más. Billie y Skip se marcharon cuando me fui yo. Bobby y su chica iban a quedarse un rato más. Vince ya se había marchado y Eddie se había unido a otra mesa y estaba intentando ligarse a una chica alta que trabajaba de camarera en el O'Neals.

Ya estaba amaneciendo, las calles estaban vacías, sin movimiento y en silencio. Skip dijo:

– Bueno, pues al final han recogido unos cuantos dólares. No creo que Frank y Jesse se llevaran muchos del tarro y encima la gente ha soltado una buena pasta para volver a llenarlo.

– ¿Frank y Jesse?

– Sí, joder, esos de los pañuelos. Frank y Jesse James. Se llevaron billetes de dos y de cinco y la gente ha metido billetes de diez y de veinte, así que las pobres esposas y los hijitos del Norte han salido bien parados.

Billie dijo:

– ¿Qué calculáis que han perdido los Morrissey?

– No sé. Esa caja fuerte podía haber contenido un montón de pólizas de seguros y fotografías de su santa madre. Eso sí que sería una sorpresa, ¿eh? Pero apuesto a que se llevaron lo suficiente como para mandar un montón de pistolas a sus colegas de Derry y Belfast.

– ¿Crees que los ladrones eran del IRA?

– ¡Joder! -dijo y tiró el cigarrillo a una alcantarilla-. Creo que los Morrissey son del IRA. Creo que ahí es donde va a parar su dinero. Me imagino que…

– ¡Eh, tíos! ¡Esperad!

Nos giramos. Un hombre llamado Tommy Tillary nos estaba haciendo señas con la mano desde la entrada del bar de los Morrissey. Era un tipo grueso, con carrillos colganderos, un torso enorme y una barriga igual de grande. Llevaba una bléiser fina color burdeos, pantalones blancos y corbata. Casi siempre llevaba corbata.

La mujer que estaba con él era baja y delgada, con el pelo castaño claro con reflejos rojizos. Llevaba unos vaqueros desgastados y ajustados y una camisa rosa con las mangas enrolladas. Parecía estar muy cansada y algo borracha.

El dijo:

– ¿Eh, chicos, conocéis a Carolyn? Claro que sí.

Todos la saludamos y él añadió:

– Tengo el coche ahí aparcado. Hay sitio de sobra para todos. Os llevo.

– Hace una mañana agradable -dijo Billie-. Creo que prefiero caminar, Tommy.

– ¿Sí?

– Así nos despejamos y se nos pasa un poco la borrachera -dijo Skip-. Ya vale por hoy, nos vamos a la cama.

– ¿Estáis seguros? No tengo ningún problema en llevaros a casa.

Y de eso estábamos seguros.

– Bueno, de todos modos, ¿os importa acompañarnos al coche? Lo de antes nos ha puesto un poco nerviosos.

– Claro, Tom.

– Qué mañana tan agradable, ¿verdad? Hoy va a hacer calor, pero ahora mismo es perfecta. Creí que iba a disparar a ese tal Tim Pat. ¿Os fijasteis en su cara?

– Hubo un momento -dijo Billie- en el que podría haber pasado cualquier cosa.

– Yo pensaba que iba a haber un tiroteo. Hasta estaba buscando a ver debajo de qué mesa me podía esconder. ¡Qué mierda de mesas! Son enanas. No hay mucho para ponerte a cubierto.

– No.

– Y yo con lo grande que soy sería una diana fácil. ¿Qué estás fumando, Skip? ¿Camel? Déjame que pruebe uno, si no te importa. Yo fumo cigarrillos con filtro y a estas horas ya no me saben a nada. Gracias. ¿Estaba yo imaginándomelo o había una pareja de polis en el bar?

– Había algunos.

– Tienen que llevar arma estén o no de servicio, ¿no?

Me había preguntado a mí y le respondí que había una normativa que lo marcaba.

– ¿Crees que alguno habría intentado hacer algo?

– ¿Te refieres a haber disparado a los atracadores?

– Algo de eso.

– Disparando en un sitio tan abarrotado, lo único que se consigue es que mucha gente acabe muerta.

– Sí. Supongo que se corría el riesgo de que las balas rebotaran.

– ¿Por qué dices eso?

Él me miró, sorprendido por el tono de mi voz.

– Pues por las paredes de ladrillo, supongo. Incluso cuando disparó al techo de zinc, pudieron haber rebotado las balas, ¿no?

– Supongo -dije. Un taxi con la luz que indicaba que estaba fuera de servicio pasó por delante de nosotros con un pasajero en el asiento del copiloto-. Esté o no de servicio, un poli no haría nada de eso en una situación así, a menos que otro empezara el tiroteo. Había dos que seguro que estaban preparados, con las pistolas agarradas. Si ese tío hubiera disparado a Tim Pat, probablemente se habría marchado intentando esquivar las balas. Eso, contando con que ninguno hubiera acertado y lo hubiera dado.

– Y contando con que hubieran estado lo suficientemente sobrios como para ver con claridad -añadió Skip.

– Claro -dijo Tommy-. Matt, ¿no evitaste tú un atraco en un bar hace un par de años? Alguien estaba contándolo.

– Aquello fue un poco diferente -dije-. Ya habían matado al barman de un disparo antes de que yo actuase. Y yo no disparé dentro del bar, salí corriendo tras ellos.

Me quedé pensando en ello y me perdí lo que siguió en la conversación. Cuando volví de mi momento de ausencia, Tommy estaba diciendo que estaba seguro de que en aquel momento lo iban a atracar a él.

– Había mucha gente hoy en ese bar -dijo-. Trabajadores del turno de noche, gente que acababa de cerrar sus locales y que llevaba dinero encima. ¿No pensasteis que iban a pasarnos la gorra?

– Supongo que llevaban prisa.

– Yo solo llevaba encima unos cien, pero preferiría no tener que dárselos a un tío con un pañuelo en la cara. Te quedas tan aliviado después de que no te hayan robado a ti que no te importa que te pasen el tarro para eso de… ¿cómo era?… ¿Norad? Les he dado veinte dólares a las viudas y a los huérfanos sin pensármelo dos veces.

– Todo estaba preparado -sugirió Billie Keegan-. Los tíos de los pañuelos son amigos de la familia. Hacen lo mismo cada dos semanas o así para aumentar las recaudaciones de Norad.

– ¡Jesús! -dijo Tommy riéndose de la idea sugerida por Bobbie-. Ahí está mi coche. Es el Riv. Hay espacio de sobra para todos. ¿Seguro que no queréis cambiar de idea y dejar que os lleve a casa?

Todos nos decidimos por volver caminando. Su coche era un Buick Riviera granate con el interior en cuero blanco. Esperó a que subiera Carolyn, rodeó el coche y abrió su puerta con llave a la vez que hacía una mueca de disgusto porque Carolyn no se había molestado en estirarse para abrirle la puerta desde dentro.

Cuando se alejaron en el coche, Billie dijo:

– Han estado en el Armstrong's hasta la una o una y media. No esperaba volver a encontrarlos esta noche. Espero que no vuelva conduciendo hasta Brooklyn.

– ¿Viven allí?

– Él vive allí -le dijo a Skip-. Ella es de este barrio. Él está casado. ¿Es que no lleva anillo?

– Nunca me he fijado.

– Carolyn, de Carolina -dijo Billie-. Así es como la presenta. Estaba borrachísima, ¿no os parece? Cuando se marchó antes, creía que iba a llevarla a casa… Y bueno, pensándolo bien, supongo que lo hizo. La primera vez que los hemos visto ella llevaba un vestido, ¿no, Matt?

– No me acuerdo.

– Yo juraría que sí. Y si no era un vestido, era ropa de oficina, pero seguro que no eran vaqueros ni una camiseta como los que llevaba ahora. Seguro que la llevó a casa, se la tiró, les entró sed y, como a esa hora todas las tiendas estaban cerradas, se fueron a Morrissey's. ¿Qué te parece, Matt? ¿Tengo madera de detective?

– Se te da bien.

– Él se volvió a poner la misma ropa, pero ella se cambió. Ahora la pregunta es, ¿se irá a casa con su mujer o dormirá en la de Carolyn y mañana aparecerá en la oficina con la misma ropa que ayer? De todos modos, ¿a nosotros qué más nos da?

– Eso mismo iba a preguntar yo ahora -dijo Skip.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cuando el antro sagrado cierra»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cuando el antro sagrado cierra» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cuando el antro sagrado cierra»

Обсуждение, отзывы о книге «Cuando el antro sagrado cierra» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.