¿Cómo saber cuándo se debe confrontar? ¿Cómo saber cuándo es el momento de ser fuerte en lugar de tierno con la gente? Pregúntese dos cosas: Primero, ¿en verdad estoy comprometido con el bienestar de esta persona? Segundo, ¿estoy haciendo un comentario «del momento» o planifico quedarme en los alrededores para ayudar a mi amigo a hacer el cambio? A veces la bondad significa ser franco -preocuparse lo suficiente como para confrontar- y decir: «No voy a permitir que te destruyas. No me voy a sentar tranquilo a observar cómo destruyes tu vida.»
Sea espontáneo
Por último, si quiere ser bondadoso, aprenda a ser espontáneo. No espere para mostrar bondad. Hágalo mientras tenga la oportunidad. Hágalo ahora. Sea espontáneo.
Lea Gálatas 6:10: «Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.» Note la frase: siempre que tengamos la oportunidad . ¿Cuándo debemos ser bondadosos? Siempre que tengamos la oportunidad.
¿Alguna vez pensó: Esa persona fue realmente buena conmigo. Debo escribirle una nota de agradecimiento . O tal vez pensó: Necesito hacer esa llamada telefónica , o necesito enviar un regalito , o quiero llevarle algo a los vecinos ? Y se retrasa el hacerlo. Y sigue posponiéndolo hasta que le da tanta vergüenza que no lo hace. ¿Alguna vez le sucedió eso? Creo que a todos nos sucedió. Cuando se trata de pensamientos bondadosos, las buenas intenciones no cuentan. Tal vez la oportunidad no dure hasta «que usted pueda hacerlo». Las Escrituras dicen que cuando tenga la oportunidad de ser bondadoso, sea espontáneo y hágalo.
Cuando tenga la más mínima inclinación de llamar a su mamá, hágalo. Escriba una nota, comparta una petición de oración, cuide al bebé, ayude en la casa, lave el carro, corte la hierba, cualquier cosa… pero sea bondadoso cada vez que tenga una oportunidad.
El buen samaritano es el ejemplo clásico de bondad espontánea en las Escrituras. ¿Recuerda la historia? Un hombre estaba herido, los ladrones le pegaron y lo dejaron desnudo y medio muerto a un lado del camino. Pasó un sacerdote y lo vio y dijo: «Ay, no quiero acercarme a este tipo. Me hará inmundo.» Después pasó otro líder religioso y siguió de largo. Entonces pasó un samaritano. (Los judíos consideraban que los samaritanos eran una raza inferior.) Este samaritano curó las heridas del hombre, lo llevó al hotel más cercano y dejó su tarjeta de crédito con el hotelero diciendo: «Cuídalo y cárgalo a mi cuenta. Al regreso pararé aquí.»
La bondad cuesta, pero cuando el samaritano vio la necesidad, no lo pensó dos veces. Lo dejó todo. Sin dudar. Fue espontáneo. Compare el samaritano con el sacerdote frío, calculador y el líder religioso, que venía pensando si las contribuciones serían deducibles de sus impuestos. Estoy seguro que al sacerdote le sobraban excusas. Quizá pensó: «Bueno, yo cumplí con mis obligaciones en el templo. Estoy apurado por llegar a casa.» Tal vez pensó: «Si me paro para ayudar a este tipo, tal vez me roben a mí también. Tengo que pensar en mi familia.» Quizá pensó: «No es mi culpa que esté herido. Debió ser más cuidadoso.» O tal vez se dijo: «Haré campaña para tener mejor protección de la policía en el camino a Jericó.»
Ahora, esto es lo importante: Jesús contó esta historia para que recordáramos a las personas que nos rodean y que están lastimadas. Sufren en sus matrimonios. Sufren en sus trabajos. Y sufren física, emocional y espiritualmente. La pregunta que me hago es esta: ¿Cuál es mi excusa para no ayudar a otros? ¿Por qué no soy una persona bondadosa?
Si no saca nada más de este capítulo, aprenda esto: El enemigo número uno de la bondad es el estar ocupado . Con cuánta frecuencia decimos: «Estoy muy ocupado. No tengo tiempo de participar. Esto puede desordenar mi horario. Tengo que considerar mis prioridades y presiones. Estoy muy ocupado para preparar una comida para mi vecino enfermo. Estoy muy ocupado para ayudar con los preescolares en la Escuela Dominical. Estoy muy ocupado. No tengo tiempo.» Si esa es su respuesta, entonces está en realidad muy ocupado, porque el ministerio de la bondad es para todos.
En esta semana, sea bondadoso con alguien
Resumamos y seamos específicos. Una cosa es leer en un libro cómo convertirse en una persona bondadosa, y otra, considerar cómo va a ser bondadoso esta semana. Tome unos minutos para contestar estas preguntas: ¿Cómo puedo ser más bondadoso esta semana? La bondad comienza con la sensibilidad, así que esté alerta. Abra sus ojos y mire alrededor.
Su mundo está lleno de personas que necesitan su bondad. ¿Qué del hogar? ¿Cómo puede ser bondadoso en el hogar? He visto muchos matrimonios en dificultades que podrían salvarse si las personas solo pudieran ser bondadosas entre sí y tratarse con simple respeto. Una esposa dijo: «Mi esposo solo me habla cuando quiere tener sexo o cuando quiere que le entregue el control remoto.» ¿Cómo se puede ser bondadoso en el hogar? Usted puede comenzar con una cortesía común. A veces somos más groseros con los más cercanos a nosotros. ¿Qué de sus hijos? ¿Es bondadoso con ellos? ¿Les presta atención o solo los lleva de aquí para allá como al ganado?
¿Y qué del mal carácter de su jefe? Tal vez a usted no le guste ese tipo, pero aun así puede ser bondadoso con él. ¿Qué del nuevo compañero de trabajo que no sabe nada y anda perdido en el trabajo porque nadie le da ninguna orientación? ¿Qué de esa persona que fue poco amable con usted? Esta gente es la que más bondad necesita. Necesitan una dosis masiva de esto.
¿Con quién puede ser bondadoso en la iglesia? Cuando ve a un extraño, le puede sonreír. Puede sentarse al lado de un visitante. Darle la bienvenida. Darle la mano. Ofrecerle instrucciones para llegar a la clase. Cuando los miembros de la iglesia son bondadosos unos con otros, se dicen palabras de ánimo. Sonríen a la gente que no conocen. Solo una puerta cerrada puede mantener a la gente fuera de una iglesia amistosa.
El asunto es: Hay tantas maneras de mostrar bondad como personas que la necesitan. Déjeme sugerirle un proyecto para esta semana. Haga una lista de siete personas con las cuales puede ser bondadoso. También escriba cómo puede mostrarle bondad a cada uno en esta semana. Luego pídale a Dios que le dé la oportunidad de cada día de esta semana mostrarle bondad a por lo menos una de esas personas. Se sorprenderá al notar lo bien que esto le hará sentir. Y es probable que se sorprenda a usted mismo excediendo la cuota.
Es un hecho interesante de la historia que los romanos confundieran la palabra griega chistos (Cristo) con la palabra chrestos , que significa «bondad». Vea a cuántas personas puede confundir en esta semana.
8. CÓMO VIVIR «LA BUENA VIDA»
¿Cómo define la palabra buena ? Esta es una palabra que usamos mucho. Hablamos de buena comida, buen tiempo y buen informe. Decimos: «Qué pase un buen día»; «Hizo un buen trabajo»; «Hay una buena distancia desde aquí hasta allá». La palabra se usa en muchas maneras diferentes. Cuando era un adolescente, mis padres acostumbraban decir: «Diviértete y sé bueno.» Seguro que sus padres también se lo decían a usted. Siempre pensé que esta declaración era una contradicción. ¿Cómo podía divertirme y al mismo tiempo ser bueno?
Busqué la palabra bueno en el diccionario y encontré diecisiete categorías diferentes para la palabra con tres o cuatro usos diferentes o ilustraciones bajo cada categoría. De igual forma, las palabras en griego y en hebreo para «bueno» y «bondadoso» que se usan en la Biblia son variadas y están llenas de significado. La Biblia tiene mucho que decir acerca de la bondad. En efecto, las palabras bueno o bondad se usan seiscientos diecinueve veces en la Biblia.
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