Realice el movimiento quince veces hacia cada lado.
Chasque los dientes, espire por la boca y trague tres veces saliva.
Es un ejercicio eficaz contra la dificultad para caminar, la diarrea, la debilidad en las rodillas y el cuerpo dolorido.
Siéntese con las piernas cruzadas, coloque el pie izquierdo sobre el muslo derecho y el pie derecho sobre el muslo izquierdo. En un principio, es difícil colocarse en esta posición. Si no lo consigue, puede poner los pies por debajo de los muslos.
Mantenga el cuerpo erguido.
Empiece chascando los dientes: con la boca cerrada, entrechocará ambas mandíbulas, una contra otra, haciendo ruido con los dientes. Hará este movimiento treinta y seis veces, espirando luego a fondo por la boca.
Acto seguido, cierre la boca y remueva la lengua de derecha a izquierda y de arriba a abajo, y luego, cuando la boca se llene de saliva, la dividirá en tres pequeños sorbos, que se tragará con fuerza y rapidez. Este es el movimiento que se denomina "tragar saliva".
EJERCICIO DE LOS TRES SECRETOS
La tradición dice que el ejercicio de los tres secretos disipa la tristeza, calma la angustia, aparta la mala suerte, deja a un lado la infelicidad y previene la depresión mental. Es bueno para desarrollar el magnetismo personal, la intuición y el poder mental.
Los tres secretos son: el secreto del cuerpo, el secreto del verbo (tonalidad y sonido) y el secreto del pensamiento.
Siéntese cruzando las piernas, tratando de enderezar al máximo la columna vertebral; la parte dorsal de las manos reposará sobre los muslos.
Ejecute el "sello de Tse, ing-tse": coloque los extremos de los pulgares en la raíz de los anulares (siempre con el dorso de las manos sobre los muslos).
Ahora cierre los cuatro dedos -de ambas manos- sobre el pulgar, inspirando a la vez lentamente por la nariz. Dirija el aliento hacia el vientre, a unos seis centímetros por debajo del ombligo, sobre el "Tan- Tien", dejando que se hinche el vientre.
Es el secreto del Cuerpo.
Retenga el aliento y pronuncie mentalmente el sonido "OM", muy lentamente, siete veces. Escuche la resonancia del sonido "OM" en el oído derecho.
Es el secreto del Verbo.
Concentre el pensamiento en el nivel "Tan-Tien". Cuando ya no pueda retener el aliento, espire lentamente por la nariz, llegando hasta el punto en que se encoja el vientre; simultáneamente abra ambas manos a un tiempo, imaginando que las preocupaciones, las angustias y los pesares, dejan de estar en el espíritu y el cuerpo.
Es el secreto del Pensamiento.
Repita el ejercicio desde un mínimo de siete veces, hasta un máximo de cuarenta y nueve.
Sello de Tse
EJERCICIOS BASADOS EN LOS EFECTOS DE LOS CINCO SONIDOS
La utilización juiciosa de los cinco sonidos (Ha, Hü, Ho, Hi, Ci), puede curar las afecciones de los cinco órganos en particular, y las de los cinco elementos en general.
Todos los ejercicios que siguen han de ser ejecutados antes del amanecer.
TRATAMIENTO DEL CORAZON Y DEL ELEMENTO FUEGO
Siéntese dando la espalda al sur, cruce las piernas y enderece la columna vertebral.
Inspire lentamente por la nariz, dirigiendo el aire hacia el vientre, a unos seis centímetros por debajo del ombligo, en el punto "Tan-Tien", dejando que el vientre se hinche. Imagine durante unos segundos que ese aire es el "Tsing" (la esencia de la energía, pura e invisible), de color rojo; ahora imagine que ese fuego asciende, desde el vientre hasta el corazón, para quemar, "limpiar" todas las impurezas y enfermedades que se encuentran en él. Espire el aire por la boca, hasta el punto en que el vientre se encoja, a la vez que emite el sonido "Ha", de manera casi inaudible, pensando que todas las impurezas y las enfermedades se van con el aliento y el sonido, abandonando el cuerpo.
Este ejercicio se ejecuta siete veces y puede tratar las afecciones del corazón, del intestino delgado, de los tres centros o focos, de las arterias, de la sangre y del "Chenn". Atrae la felicidad.
TRATAMIENTO DEL HIGADO Y DEL ELEMENTO MADERA
Siéntese de cara al este, cruce las piernas y enderece la columna vertebral.
Inspire lentamente por la nariz, dirigiendo el aire hacia el vientre, a unos seis centímetros por debajo del ombligo, hacia el punto "Tan-Tien", hasta que el vientre se hinche. Imagine durante algunos segundos que ese aire es el "Tsing" invisible de la madera, de color azul y verde; y que ese fuego de la madera asciende desde el vientre hacia el hígado, para quemar, para "limpiar" todas las impurezas y enfermedades que allí se encuentren.
Espire por la boca y deje que el vientre se encoja, emitiendo el sonido "Hü", de modo casi inaudible, pensando que todas las impurezas y las enfermedades se irán con el aliento viciado y el sonido, abandonando el cuerpo.
Realice este ejercicio siete veces; para tratar las enfermedades del hígado, de la vesícula biliar, de los ojos, de los tendones, del Roun. Cura los estados coléricos.
TRATAMIENTO DEL ESTOMAGO Y DEL ELEMENTO TIERRA
Siéntese con las piernas cruzadas, levante la cabeza al cielo y enderece la columna vertebral.
Inspire lentamente por la nariz, dirigiendo el aire hacia el vientre, a unos seis centímetros por debajo del ombligo, en el punto "Tan-Tien", hasta el momento en que se hinche el vientre. Imagine durante algunos segundos que ese aire es el "Tsing" invisible de la tierra, de color amarillo; y que ese fuego de la tierra asciende desde el vientre hacia el estómago, para quemar, para "limpiar" todas las impurezas, las úlceras y todas las enfermedades que allí se encuentren.
Después espire por la boca, dejando que el vientre se encoja, y emitiendo el sonido "Ho", de manera casi inaudible, pensando que todas las impurezas y las enfermedades, siguiendo el aliento viciado y el sonido, abandonan el cuerpo.
Realice este ejercicio siete veces; para tratar las enfermedades del estómago, del bazo, del páncreas, de la boca y de "I". Mejora las posibilidades de reflexión.
TRATAMIENTO DE LOS PULMONES Y DEL ELEMENTO METAL
Siéntese con las piernas cruzadas, mirando hacia el oeste y con la columna vertebral erguida.
Inspire lentamente por la nariz, dirigiendo el aliento hacia el vientre, a unos seis centímetros por debajo del ombligo, hacia el punto "Tan-Tien", hasta que se hinche el vientre. Imagine durante algunos segundos que ese aire es el "Tsing" invisible del metal, cuyo color es blanco; y que ese fuego del metal asciende desde el vientre hasta los pulmones para quemar, para "limpiar" todas las impurezas y enfermedades que allí se encuentren.
Espire por la boca, dejando que el vientre se encoja, y emitiendo el sonido "Hi", de manera casi inaudible, pensando que todas las impurezas y las enfermedades, siguiendo al aliento enrarecido y al sonido, abandonan el cuerpo.
Realizará este ejercicio siete veces; para curar las enfermedades de los pulmones, del intestino grueso, de la nariz, de la piel, y de "Prô". Hace que desaparezca la pesadumbre.
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