Jung Chang - Cisnes Salvajes

Здесь есть возможность читать онлайн «Jung Chang - Cisnes Salvajes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Cisnes Salvajes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cisnes Salvajes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una abuela, una madre, una hija. A lo largo de esta saga, tan verídica como espeluznante, tres mujeres luchan por sobrevivir en una China sometida a guerras, invasiones y revoluciones. La abuela de la autora nació en 1909, época en la que China era aún una sociedad feudal. Sus pies permanecieron vendados desde niña, y a los quince años de edad se convirtió en concubina de uno de los numerosos señores de la guerra.

Cisnes Salvajes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cisnes Salvajes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Mi padre se mostraba muy afectuoso conmigo. Cuando comencé a gatear, se tumbaba sobre su estómago para hacer de «montaña», y yo me dedicaba a subir y bajar trepando por él.

Poco después de mi nacimiento, mi padre fue ascendido a gobernador de la región de Yibin. Ello le convertía en la segunda autoridad de la zona después del primer secretario del Partido. (Formalmente, el Partido y el Gobierno eran entes distintos, si bien en la realidad resultaban inseparables.)

Al principio, tras su regreso a Yibin, su familia y sus viejos amigos habían confiado en que los ayudara. En China se daba por hecho que cualquiera que ocupara una posición de importancia cuidaría siempre de sus parientes. Existía un dicho bien conocido: «Cuando un hombre adquiere poder, hasta sus gallinas y perros conocen la gloria.» Mi padre, sin embargo, pensaba que el nepotismo y el favoritismo constituían una resbaladiza pendiente que conducía a la corrupción, la cual representaba a su vez la raíz de todos los males de la antigua China. También sabía que los habitantes de la localidad le observarían para comprobar cómo se comportaban los comunistas, por lo que de sus actos dependería la imagen que llegaran a formarse del comunismo.

Su severidad le había apartado ya de su familia. Uno de sus primos le había solicitado una recomendación para un empleo de taquillero en uno de los cines locales. Mi padre le dijo que lo solicitara por la vía oficial. Tal comportamiento resultaba insólito, y después de aquello nadie volvió a pedirle un favor. Sin embargo, poco después de ser nombrado gobernador, ocurrió algo. Uno de sus hermanos mayores era un experto en té y trabajaba en una compañía dedicada a la comercialización de este producto. A comienzos de los cincuenta, la economía marchaba bien, la producción aumentaba y la Junta Local del Té quiso nombrarle director. Todos los ascensos que superaban cierto nivel tenían que ser aprobados por mi padre. Cuando la recomendación aterrizó sobre su mesa, la vetó. Su familia se indignó, al igual que mi madre. «¡No eres tú quien le asciende, sino la dirección! -estalló ésta-. ¡No tienes por qué ayudarle, pero tampoco por qué obstaculizarle!» Mi padre dijo que su hermano no era lo suficientemente capaz, y que nunca habría sido propuesto para un ascenso de no haber sido hermano del gobernador. Existía una larga tradición -observó- según la cual había que anticiparse a los deseos de un superior. Los miembros del Consejo de Dirección del Té se mostraron igualmente indignados, ya que la actitud de mi padre implicaba que su recomendación había perseguido otros motivos. Al final, mi padre se las había arreglado para ofender a todo el mundo, y su hermano no volvió a hablarle jamás.

Sin embargo, no se arrepintió. Estaba librando su propia cruzada contra las antiguas costumbres, e insistió en aplicar a todo el mundo los mismos criterios. Sin embargo, dado que no existía un modelo objetivo de ecuanimidad, se veía obligado a confiar en su propio instinto, haciendo lo imposible por ser justo. Nunca consultaba con sus colegas, en parte debido a que sabía que ninguno de ellos le diría jamás que uno de sus parientes no se merecía algo.

Su cruzada moral personal alcanzó su punto culminante en 1953 con la institución del sistema de niveles dentro del servicio civil. Todos los funcionarios y empleados del Gobierno fueron divididos en veintiséis niveles. El sueldo del nivel 26 -el más bajo- era una vigésima parte del salario que se percibía en el nivel más alto. Sin embargo, la verdadera diferencia residía en los subsidios y los privilegios. El sistema determinaba prácticamente todo, desde si el abrigo de alguien debía ser de costosa lana o de algodón barato hasta el tamaño del apartamento de cada uno y la conveniencia de instalar en él un retrete privado.

Los niveles también determinaban el grado de acceso que cada funcionario tenía a la información. Una parte importante del sistema comunista chino consistía en el hecho de que la información no sólo se hallaba estrechamente controlada, sino también considerablemente dividida y racionada, y no sólo frente al público en general -al cual apenas le llegaba nada- sino también dentro del propio Partido.

Aunque las consecuencias reales de esto no resultaron evidentes en un principio, ya en aquella época intuyeron los funcionarios que el sistema de niveles iba a representar un elemento crucial de sus vidas, y todos se mostraban nerviosos ante la incertidumbre del nivel que obtendrían. Mi padre, cuyo nivel había sido ya designado como el 11 por las autoridades superiores, fue el encargado de aprobar todos los niveles propuestos para los funcionarios de la región de Yibin. Entre ellos, el marido de su hermana menor, a quien consideraba su favorito. Le degradó en dos niveles. El departamento de mi madre había recomendado para ella un nivel 15, pero mi padre la relegó al 17.

Aquel sistema de niveles no se encontraba directamente relacionado con la posición de cada uno en el servicio civil. Un individuo podía ascender sin por ello aumentar de nivel. Durante casi cuatro décadas, mi madre obtuvo únicamente dos ascensos de nivel, en 1962 y 1982, y en cada ocasión ascendió tan sólo un nivel, por lo que en 1990 aún se en-contraba en el nivel 15. Con aquel sistema, a comienzos de los ochenta aún no se le permitía adquirir un billete de avión o un asiento blando en los trenes, privilegios que sólo podían adquirir los funcionarios de nivel 14 o superior. Así, gracias a los escrúpulos mostrados por mi padre en 1953, se encontraba aún -casi cuarenta años después- un escalón por debajo de la categoría necesaria para poder viajar cómodamente dentro de su propio país. No podía ocupar una habitación de hotel que tuviera baño privado, ya que a tal privilegio sólo se tenía derecho a partir del nivel 13. Cuando solicitó que le cambiaran ej contador eléctrico de su apartamento por otro de mayor potencia, la dirección del bloque le comunicó que ello sólo estaba permitido para funcionarios a partir del nivel 13.

Con frecuencia, las cosas más apreciadas por la población local eran las que más enfurecían a la familia de mi padre, cuya reputación ha sobrevivido hasta hoy. Un día, en 1952, el director de la Escuela Número Uno de Enseñanza Media mencionó a mi padre que estaba teniendo dificultades en hallar alojamiento para sus maestros. «En tal caso, cuente usted con la casa de mi familia: es demasiado grande para sólo tres personas», respondió mi padre al instante a pesar del hecho de que aquellas personas eran su madre, su hermana Jun-ying y un hermano retrasado y de que los tres adoraban su casa y su jardín encantado. En la escuela se mostraron jubilosos. No tanto su familia, aunque encontró para ellos una casa pequeña en el centro de la población. Su madre no se mostró demasiado entusiasmada pero, como mujer amable y comprensiva que era, no dijo nada.

No todos los funcionarios eran tan incorruptibles como mi padre. Poco después de subir al poder, los comunistas hubieron de enfrentarse a una crisis. Habían logrado obtener el apoyo de millones de personas a base de prometer limpieza en su gobierno, pero algunos funcionarios habían comenzado a aceptar sobornos o a conceder privilegios a sus familias y amigos. Otros celebraban extravagantes banquetes, lo que en China constituye no sólo una de las aficiones tradicionales -casi un vicio- sino también un modo de entretener y alardear simultáneamente. Todo ello, claro está, a cuenta y en nombre del Estado en un momento en el que el Gobierno se encontraba extremadamente escaso de dinero, ya que intentaba reconstruir su destrozada economía y al mismo tiempo librar en Corea una guerra que estaba devorando aproximadamente el cincuenta por ciento de su presupuesto.

Algunos funcionarios comenzaron a malversar a gran escala. El régimen empezó a inquietarse: sentía que se estaban erosionando tanto los sentimientos de buena voluntad que lo habían arrastrado al poder como la disciplina y dedicación que habían asegurado su éxito. A finales de 1951, decidió lanzar un movimiento contra la corrupción, el derroche y la burocracia. Se denominó Campaña de los Tres Anti. El Gobierno ejecutó a algunos oficiales corruptos, encarceló a otros varios y despidió a muchos más. Incluso algunos veteranos del Ejército comunista que se habían visto implicados en malversaciones y desfalcos a gran escala fueron ejecutados como ejemplo. A partir de entonces, se castigó con dureza la corrupción, que en consecuencia se convirtió durante las dos décadas siguientes en un fenómeno inusual entre los funcionarios.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cisnes Salvajes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cisnes Salvajes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cisnes Salvajes»

Обсуждение, отзывы о книге «Cisnes Salvajes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x