Jung Chang - Cisnes Salvajes
Здесь есть возможность читать онлайн «Jung Chang - Cisnes Salvajes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Cisnes Salvajes
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:5 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Cisnes Salvajes: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cisnes Salvajes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Cisnes Salvajes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cisnes Salvajes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Aquello no era sino otro intento confuso de mis padres por asimilar la Revolución Cultural. No se mostraban resentidos ante la perspectiva de perder sus posiciones privilegiadas: de hecho, intentaban contemplar tal circunstancia como algo positivo.
Llegó 1967. De pronto, la Revolución Cultural adquirió un nuevo ímpetu. Durante su primera etapa, había conseguido crear un clima de terror merced al movimiento de la Guardia Roja. Ahora, Mao dirigió su punto de mira a su objetivo principal: sustituir los baluartes burgueses y la jerarquía existente en el Partido por su sistema personal de poder. Liu Shaoqi y Deng Xiaoping fueron formalmente denunciados y detenidos, al igual que Tao Zhu.
El 9 de enero, el Diario del Pueblo y la radio anunciaron que se había desencadenado en Shanghai una «Tormenta de Enero» en la que los Rebeldes habían adquirido el control. Mao conminaba a toda la población china a emularles y arrebatar el poder de los seguidores del capitalismo.
¡«Arrebatar el poder»! (duo-quan); una frase mágica en China. El poder no implicaba influencia sobre las políticas, sino libertad sobre las personas. Añadido al dinero, traía consigo privilegios, respeto, adulaciones y la posibilidad de venganza. En China, la gente corriente no contaba prácticamente con válvula de seguridad alguna. El país era como una olla a presión en la que se hubiera acumulado una gigantesca cantidad de vapor comprimido. No había partidos de fútbol, ni grupos de presión, ni pleitos, ni siquiera películas violentas. No era posible manifestar protesta alguna acerca del sistema y de sus injusticias, y hubiera resultado impensable organizar una manifestación. Incluso las conversaciones políticas -un importante medio de aliviar la presión en la mayoría de las sociedades- eran algo tabú. Los subordinados apenas tenían oportunidades de obtener un desagravio de sus jefes. Sin embargo, si uno ejercía algún tipo de jefatura tenía ocasión de dar rienda suelta a sus frustraciones. Así, cuando Mao lanzó su llamada para arrebatar el poder, halló un enorme sector de personas deseosas de vengarse de alguien. Aunque el poder era peligroso, resultaba más apetecible que la indefensión, especialmente para aquellas personas que nunca lo habían disfrutado. Para el público en general, Mao estaba diciendo que el poder había pasado a ser algo de libre alcance.
La moral de los Rebeldes se vio inmensamente estimulada en prácticamente todas las unidades del país. Lo mismo sucedió con su número. Todo tipo de personas -obreros, profesores, dependientes de comercio, incluso empleados de oficinas gubernamentales- comenzaron a llamarse a sí mismos Rebeldes. Siguiendo el ejemplo de Shanghai, se dedicaron a someter a los desorientados Legitimistas. Los antiguos grupos de guardias rojos, tales como el de mi escuela, comenzaban a desintegrarse debido a que habían sido organizados en torno a un núcleo formado por hijos de altos funcionarios entonces sometidos a ataques. Algunos de los primeros guardias rojos manifestaron su oposición a aquella nueva fase de la Revolución Cultural y fueron arrestados. Uno de los hijos del comisario Li fue apaleado hasta morir por Rebeldes que le acusaban de haber dejado escapar una observación en contra de la señora Mao.
Los miembros del departamento de mi padre que habían integrado la partida que le había conducido a su detención eran ahora Rebeldes. La señora Shau era jefa de un grupo Rebelde que abarcaba todas las oficinas gubernamentales de Sichuan, así como líder de la rama que cubría el departamento de mi padre.
Tan pronto se hallaron constituidos, los Rebeldes se dividieron en facciones y comenzaron a luchar por el poder en prácticamente todas las unidades de trabajo del país. Todos los bandos acusaban a sus oponentes de ser anti-Revolución Cultural o de mostrarse leales al viejo sistema del Partido. En Chengdu, los numerosos grupos se apresuraron a unirse en dos bloques enfrentados, encabezados respectivamente por dos grupos Rebeldes universitarios: el del 26 de Agosto -más militante y originado en la Universidad de Sichuan- y el relativamente moderado Chengdu Rojo, nacido en la Universidad de Chengdu. Cada uno de ellos contaba con millones de seguidores en toda la provincia. En el departamento de mi padre, el grupo de la señora Shau estaba afiliado al 26 de Agosto, y el grupo enemigo -consistente en gran parte de personas más moderadas a las que mi padre había apreciado y ascendido y que, a su vez, le apreciaban a él- se había unido al Chengdu Rojo.
Tanto el 26 de Agosto como el Chengdu Rojo instalaron altavoces junto a los muros del complejo que se alzaban frente a nuestro apartamento. Suspendidos en árboles y postes de electricidad, proclamaban insultos día y noche contra el bando opuesto. Una noche oí que el 26 de Agosto había reunido a cientos de sus partidarios y había atacado una fábrica considerada como baluarte del Chengdu Rojo. Tras capturar a los obreros, los habían torturado sirviéndose de métodos entre los que se incluían las «fuentes cantoras» (abrirles la cabeza para dejar correr la sangre) y los «cuadros de paisajes» (realizar diversos cortes en el rostro formando dibujos). Las emisiones del Chengdu Rojo manifestaban que varios obreros se habían convertido en mártires tras saltar desde el tejado del edificio. Por lo que entendí, se habían suicidado al no poder soportar la tortura.
Uno de los principales objetivos de los Rebeldes era la élite profesional de cada unidad. En ella se incluían no sólo médicos, artistas, escritores y científicos más prominentes sino también ingenieros y obreros especializados, e incluso abnegados recolectores de «suelo nocturno» (gente que recogía excrementos humanos, considerablemente valiosos para los agricultores). Se les acusaba de haber sido ascendidos por los seguidores del capitalismo, pero en realidad sufrían los celos de sus colegas. También se arreglaron viejas cuentas en nombre de la revolución. La «Tormenta de Enero» desencadenó una oleada de violencia brutal contra los seguidores del capitalismo. El poder estaba siendo arrebatado a los funcionarios del Partido, y la gente era incitada a ensañarse con ellos. Aquellos que habían odiado a sus jefes de Partido aprovecharon la oportunidad para vengarse, si bien no se permitía actuar a las víctimas de persecuciones anteriores. Había de transcurrir algún tiempo hasta que Mao se decidiera a realizar nuevos nombramientos, ya que en aquel momento ignoraba a quién debía nombrar, y en consecuencia los más ambiciosos se mostraban ansiosos por demostrar su militancia en la esperanza de que con ello llegarían a ser elegidos como los nuevos depositarios del poder. Las facciones rivales competían para superarse unas a otras en brutalidad. Gran parte de los ciudadanos se hallaban enfrentados, ya fuera por intimidación, conformismo, devoción a Mao, deseo de arreglar cuentas personales o el simple deseo de dar rienda suelta a su frustración.
Los malos tratos físicos no tardaron en alcanzar a mi madre. No provinieron de las personas que trabajaban a su cargo, sino principalmente de ex presidiarios que trabajaban en los talleres callejeros de su Distrito Oriental: ladrones, violadores, contrabandistas de droga y proxenetas. A diferencia de los «criminales políticos» -entonces objetivos de la Revolución Cultural – aquellos delincuentes comunes eran incitados a atacar a víctimas designadas. Personalmente, no tenían nada en contra de mi madre, pero les bastaba el hecho de que hubiera sido uno de los líderes superiores de su distrito.
Aquellos ex presidiarios se mostraban especialmente activos durante las asambleas celebradas para denunciarla. Un día, regresó a casa con el rostro desencajado de dolor. Se le había ordenado que se arrodillara sobre trozos de cristal roto. Mi abuela se pasó la tarde extrayendo fragmentos de vidrio de sus rodillas con unas pinzas y una aguja. Al día siguiente, le fabricó un par de gruesas rodilleras, así como una riñonera acolchada, ya que la débil estructura de la cintura era la zona preferida por los asaltantes para dirigir sus golpes.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Cisnes Salvajes»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cisnes Salvajes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Cisnes Salvajes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.