Marta Rivera de laCruz - En tiempo de prodigios

Здесь есть возможность читать онлайн «Marta Rivera de laCruz - En tiempo de prodigios» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

En tiempo de prodigios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «En tiempo de prodigios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La novela finalista del Premio Planeta 2006 Cecilia es la única persona que visita a Silvio, el abuelo de su amiga del alma, un hombre que guarda celosamente el misterio de una vida de leyenda que nunca ha querido compartir con nadie. A través de una caja con fotografías, Silvio va dando a conocer a Cecilia su fascinante historia junto a Zachary West, un extravagante norteamericano cuya llegada a Ribanova cambió el destino de quienes le trataron. Con West descubrirá todo el horror desencadenado por el ascenso del nazismo en Alemania y aprenderá el valor de sacrificar la propia vida por unos ideales. Cecilia, sumida en una profunda crisis personal tras perder a su madre y romper con su pareja, encontrará en Silvio un amigo y un aliado para reconstruir su vida.

En tiempo de prodigios — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «En tiempo de prodigios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Y tiene razón. ¿Cuántos años ha cumplido ya? ¿Noventa?

– Ochenta y ocho, pero está como una rosa. Ya quisiera yo llegar así a su edad. El caso es que a mi madre le preocupa dejarle solo en Madrid. Y conste que eso de «solo» es muy relativo. Tiene una asistenta interna y un fisioterapeuta que le visita dos veces a la semana para hacer sus ejercicios. La artritis, ya sabes.

– ¿Entonces…?

– Pues que mi madre es una paranoica. Me pone la cabeza como un bombo, de verdad. Que si el abuelo se va a deprimir, que si la asistenta casi no le habla, que si a lo mejor le falla el riego y ni nos enteramos… Te juro que a veces no sé quién es más dependiente, si el bueno de Silvio con sus años o mi madre inventándose motivos para estar todo el día dale que dale a la lavadora. Necesita estar pendiente de alguien. Así que cuando Sergio y yo nos fuimos a vivir solos, la tomó con el pobre viejo para seguir dando la murga. Es como una enfermedad.

– ¿Y…?

Elena resopló en el teléfono, como si le diese rabia llegar al fondo del asunto.

– Pues que mi madre se quedaría más tranquila si supiese que alguien de confianza va a pasar por su casa de vez en cuando para hacer al abuelo algo de compañía, darle un poco de conversación y comprobar que se encuentra bien atendido.

Ya estaba claro. Preferí adelantarme a cualquier petición para evitar así el embarazo de Elena, a la que pone enferma mendigar favores.

– No hay problema. Yo puedo hacerlo, tengo tiempo de sobra.

Pude escuchar el suspiro de alivio de mi amiga desde el otro lado del teléfono.

– Ceci, siento cargarte con semejante muerto. Pero no tenemos familia en Madrid. Sergio sigue viviendo en Roma. Y no me fío un pelo de las amigas de mi madre. De hecho, ni siquiera mi madre se fía. Son un montón de loros con el cerebro de mosquito y dudo que su espíritu de sacrificio sea mayor que su materia gris. Si les pidiésemos que se ocupasen del abuelo, irían una tarde por la casa, lo atiborrarían de pasteles de Embassy y luego, si te he visto no me acuerdo. En cuanto a los amigos de mi padre… bueno, no creo que media docena de jubilados que están todo el día dándole al naipe y al chinchón sean una buena compañía para nadie. Y además, los tíos pasan de hacer buenas obras. Me da la sensación de que no irían a ver al abuelo ni para cumplir. El pobre hombre se iba a tirar semanas enteras sin pegar la hebra, porque la asistenta es más buena que el pan, pero parece muda.

– ¿Y… y no tiene tu abuelo algún amigo?

– ¿A los ochenta y ocho años? Cecilia, querida, lo malo de llegar a esas edades es que te vas dejando a todo el mundo por el camino. El último contemporáneo que le queda a Silvio está en una residencia de ancianos con un alzheimer de libro. Su hermano murió con el cambio de siglo, y eso que era bastante más joven que él…

– Entendido. ¿Cuándo se marchan tus padres?

– Tienen plaza en un vuelo que sale mañana por la tarde. Y te diré que, con todos los preparativos, mi madre está bordeando el ataque de nervios. El otro día me preguntó si era posible que se repitiese lo de las torres gemelas, y ahora tiene miedo a que la confundan con una terrorista en el aeropuerto. El caso es perder la cabeza cada dos por tres.

Elena nunca ha demostrado demasiada misericordia con su madre. Es verdad que Carmina no resulta lo que se dice una persona templada… pero ahora le sobran motivos para estar fuera de sí. Su esposo se ha puesto enfermo, va a enfrentarse a una ciudad desconocida y a un entorno que puede ser hostil, y deja atrás a un padre anciano con la conciencia de estar abandonándolo a su suerte. La pobre tiene todo el derecho del mundo a ponerse histérica y a soñar con ataques suicidas y cacheos policiales. Mientras escuchaba las quejas de Elena, no podía dejar de imaginarme las calles de Manhattan y la elegante casa de Grammercy Park que Peter había comprado después de crear durante años incontables bellezas artificiales. Nuestra vivienda vale cinco mil narices, decía Elena entre risas. Mi amiga trabaja como traductora en la sede de Naciones Unidas. Tienen dos niños pequeños, Alexander y Eliza, más un hijo de un anterior matrimonio de Peter que ahora vive con ellos. La última vez que estuve en Nueva York pude conocer a aquel quinceañero desgarbado y triste, que andaba por los pasillos como un alma en pena, consciente de su poco envidiable posición. Creo que se sabía un estorbo. Un adolescente en una casa donde hay dos críos hijos de una madre distinta a la propia se convierte automáticamente en la nota discordante de la fiesta, en la pieza que sobra en ese perfecto rompecabezas de una pareja exitosa y rica con dos hijos guapos y bien educados que vive en una casa soberbia donde estoy segura de que en alguna ocasión debió de tomar café el mismísimo Henry James. Ahora, esa casa de tres plantas, esa casa que tiene incluso un invernadero y un pequeño jardín sombrío en la parte de atrás (un lujo asiático en el corazón de Manhattan) va a dar cobijo también a los padres de Elena. Me pregunto qué dirá Aidan, el hijo de Peter, cuando los vea aparecer. Quizá la presencia de los nuevos inquilinos le haga sentirse aún más agredido en su ya limitada intimidad. Quizá, por el contrario, la llegada de una pareja con sus propios y graves problemas a cuestas servirá para dulcificar su condición de miembro postizo de una familia feliz.

– ¿Tienes la dirección de mis padres? Apunta… te daré también el teléfono por si acaso. Si llamas te contestará Lucinda, la asistenta.

Anoté los datos que me daba Elena. La casa en cuestión estaba relativamente cerca de la mía. Había tenido suerte: el ancianito a quien iba a vigilar podía estar viviendo en Chamartín, en la Moraleja o en algún pueblo de la sierra, e igualmente hubiera aceptado el encargo de Elena, que después de diez años de amistad me ha dado muchas más cosas de las que me ha pedido.

– No hace falta que te diga…

– No, no hace falta en absoluto. -De ninguna forma quería que Elena se dilatase en una serie interminable de agradecimientos. Además, nunca sé qué contestar cuando me dan las gracias.

– Vale, cambio de tercio. ¿Cómo va todo? ¿Qué tal está Miguel?

Vaya. Habíamos llegado a esa parte de la conversación que deseaba soslayar con todas mis fuerzas. Debería haber dejado que Elena se arrojase a mis pies para demostrarme su gratitud infinita. Cualquier cosa antes de tener que hablar de algo en lo que ni siquiera quería pensar. Al menos, no de momento. Por fortuna, la providencia y la pequeña Eliza vinieron en mi ayuda desde el otro lado del Atlántico.

– Pero ¿qué demonios hace esta niña? -Era evidente que Elena acababa de perder el hilo de la conversación.

– ¿Qué pasa?

– Eliza, que se está embadurnando la cara con un lápiz de ojos… oh, no, demonios, es un rotulador… un rotulador negro… ¿de dónde lo habrá sacado? ¡Eliza! We are going to have problems…! Stop to do that!

– ¿Ahora les hablas en inglés?

– Sólo cuando me cabreo con ellos. Así saben que las cosas se están poniendo feas de verdad. ¡Eliza! I'm telling you not to do it! I'm telling you…!

Apostaría a que a Eliza le daba exactamente igual lo que le estuviera diciendo su madre y el idioma que empleara para hacerlo.

– Me parece que a la niña le impresiona muy poco lo del inglés.

– Ya verás cuando tengas hijos…

Elena no lo sabe, pero esa frase empieza a parecerme una especie de broma cruel y no una amenaza cariñosa de boca de una madre desbordada. Cuando tengas hijos… Ya. En fin, los hados se habían puesto de mi parte, así que aproveché la ocasión para cortar.

– Te dejo con tu hija bilingüe. Da un abrazo a Peter de mi parte.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «En tiempo de prodigios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «En tiempo de prodigios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «En tiempo de prodigios»

Обсуждение, отзывы о книге «En tiempo de prodigios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x