• Пожаловаться

Arundhati Roy: El Dios De Las Pequeñas Cosas

Здесь есть возможность читать онлайн «Arundhati Roy: El Dios De Las Pequeñas Cosas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Arundhati Roy El Dios De Las Pequeñas Cosas

El Dios De Las Pequeñas Cosas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Dios De Las Pequeñas Cosas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ésta es la historia de tres generaciones de una familia de la región de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. Una historia que es muchas historias. La de la niña inglesa Sophie Moll que se ahogó en un río y cuya muerte accidental marcó para siempre las vidas de quienes se vieron implicados. La de dos gemelos Estha y Rahel que vivieron veintitrés años separados. La de Ammu, la madre de los gemelos, y sus furtivos amores adúlteros. La del hermano de Ammu, marxista educado en Oxford y divorciado de una mujer inglesa. La de los abuelos, que en su juventud cultivaron la entomología y las pasiones prohibidas. Ésta es la historia de una familia que vive en unos tiempos convulsos en los que todo puede cambiar en un día y en un país cuyas esencias parecen eternas. Esta apasionante saga familiar es un gozoso festín literario en el que se entremezclan el amor y la muerte, las pasiones que rompen tabúes y los deseos inalcanzables, la lucha por la justicia y el dolor causado por la pérdida de la inocencia, el peso del pasado y las aristas del presente.

Arundhati Roy: другие книги автора


Кто написал El Dios De Las Pequeñas Cosas? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El Dios De Las Pequeñas Cosas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Dios De Las Pequeñas Cosas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Rahel y Estha no habían visto nunca a Sophie Mol. Pero habían oído hablar mucho de ella durante aquella última semana. A Bebé Kochamma, a Kochu María e incluso a Mammachi. Ninguna de ellas la había visto tampoco, pero todas se comportaban como si ya la conocieran. Había sido la semana del ¿Qué va a pensar Sophie Mol?

Durante toda la semana Bebé Kochamma escuchó a escondidas y sin tregua las conversaciones privadas de los gemelos, y, cada vez que los sorprendía hablando en malayalam, les imponía una pequeña multa que pagaban inmediatamente de su paga semanal. Les hacía escribir frases -«imposiciones», las llamaba-: Voy a hablar siempre en inglés, Voy a hablar siempre en inglés. Cien veces cada uno. Cuando terminaban, tachaba todas las frases con lápiz rojo para asegurarse de que no utilizaran las listas viejas para los castigos nuevos.

Les hizo practicar una canción en inglés para cantar en el coche durante el camino de regreso. Tenían que decir las palabras correctamente y prestar especial atención a la pronunciación. Pro-nun-cia-ción.

AlabAdo sea el SeñOr por siEmmpre,

bendllto sea y alabAdo,

alabAdo,

alabAdo,

bendllto sea y alabAdo.

El nombre completo de Estha era Esthappen Yako. El de Rahel era Rahel. De momento, no tenían apellido, porque Ammu no sabía si volver a utilizar el suyo de soltera, aunque decía que una mujer tampoco tenía mucha elección si sólo podía escoger entre el apellido de su padre y el de su marido.

Estha llevaba sus zapatos beige puntiagudos y lucía su tupé a lo Elvis. Su Tupé para Salidas Especiales. Su canción favorita de Elvis era «Party». «Some people like to rock, some people like to roll», cantaba con voz melosa cuando nadie lo miraba, rasgueando una raqueta de badminton y torciendo la boca como Elvis. «But moonin' an' a-groonin, gonna satisfy mah soul, less have apardy…»

Estha tenía unos ojos almendrados y somnolientos y los dientes delanteros, que le estaban saliendo, desiguales. A Rahel todavía no le habían salido los dientes nuevos, aún los tenía dentro de las encías esperando el momento de salir, como las palabras dentro de un lápiz. A todo el mundo le llamaba la atención que una diferencia de edad de dieciocho minutos pudiera causar tal discrepancia en la salida de los dientes delanteros.

Rahel llevaba la mayor parte del pelo recogido encima de la cabeza como si fuera una fuente. Se lo ataban con un «amor-en-To-kio», nombre que se daba a una goma para el pelo que tenía una bolita en cada extremo y que no tenía nada que ver con el amor ni con Tokio. En Kerala los amor-en-Tokio han resistido la prueba del tiempo, e incluso hoy en día, si alguien lo pide en cualquier tienda respetable y de calidad, eso será lo que le darán: una goma para el pelo con una bolita en cada extremo.

Rahel tenía un reloj de juguete con la hora pintada en la esfera. Las dos menos diez. Una de las cosas que más deseaba era tener un reloj en el que pudiera cambiar la hora siempre que quisiera (pues para eso servían los relojes, según ella). Sus gafas de sol de plástico rojo con montura amarilla le hacían ver el mundo de color rojo. Ammu le había dicho que eran malas para los ojos y le aconsejó usarlas lo menos posible.

Su vestido para ir al aeropuerto estaba en la maleta de Ammu. Tenía unas bragas especiales a juego.

Chacko conducía. Era cuatro años mayor que Ammu. Rahel y Estha no podían utilizar ningún diminutivo para llamarlo porque se vengaba utilizando a su vez los diminutivos más ridículos para dirigirse a ellos. Ni siquiera podían llamarlo Tío, porque los llamaba Tita, lo cual los avergonzaba cuando había gente delante. Así que lo llamaban Chacko.

Las paredes del dormitorio de Chacko estaban atiborradas de libros desde el techo hasta el suelo. Se los había leído todos y citaba extensos fragmentos sin razón aparente. O, al menos, sin ninguna razón que sus oyentes pudieran comprender. Por ejemplo, aquella mañana, cuando salían en el coche por la verja del jardín y le decían adiós a gritos a Mammachi, que estaba en la galería, Chacko dijo de repente: «Gatsby demostró su valía al final; era lo que se cebaba en él, el turbio polvo que levantaban sus sueños, lo que provocó que durante una temporada me desinteresase por las infructuosas tristezas y las breves alegrías del género humano».

Estaban tan acostumbrados, que no se preocuparon de intercambiar codazos ni miradas cómplices. Chacko había estudiado en Oxford con una beca Rhodes y se le permitían excesos y excentricidades intolerables para los demás.

Decía que estaba escribiendo una historia de la familia por la que ésta tendría que pagarle para que no la publicara. Ammu decía que si había una persona en la familia que pudiera considerarse candidata al chantaje biográfico, era el propio Chacko.

Claro que eso era entonces. Antes del Terror.

En el Plymouth, Ammu iba sentada delante, junto a Chacko. En aquel momento tenía veintisiete años y la fría certeza en la boca del estómago de que ya había vivido cuanto tenía que vivir. Había tenido una oportunidad. Y se había equivocado. Se había casado con un hombre que no le convenía.

Ammu acabó sus estudios secundarios el mismo año en que su padre se jubiló de su empleo en Delhi y se trasladó a Ayemenem. Pappachi insistió en que los estudios universitarios representaban un gasto innecesario para una chica, así que Ammu no tuvo otra elección que dejar Delhi e irse con ellos. No había mucho que una muchacha pudiera hacer en Ayemenem, aparte de esperar propuestas de matrimonio mientras ayudaba a su madre en las tareas de la casa. Dado que su padre no tenía el dinero suficiente para ofrecer una buena dote, nadie se interesó por ella. Pasaron dos años. Llegó su decimoctavo cumpleaños y pasó inadvertido. O, al menos, inadvertido para sus padres. Ammu comenzó a desesperarse. Se pasaba los días soñando con escapar de Ayemenem, de las garras de su malhumorado padre y de la amargura y la resignación de su madre. Tramó varios planes insignificantes e infructuosos. Con el paso del tiempo, uno dio resultado. Pappachi consintió en dejarla ir a pasar el verano con una tía lejana que vivía en Calcuta.

Allí, en una boda, Ammu conoció a su futuro marido.

Estaba de vacaciones. Tenía un empleo en Assam, donde trabajaba como director adjunto en una plantación de té. Provenía de una familia de terratenientes de Bengala Oriental que perdió sus tierras al verse obligada a emigrar a Calcuta tras la incorporación de esa región al Paquistán.

Era un hombre menudo, pero bien proporcionado. De aspecto agradable. Usaba unas gafas pasadas de moda que le daban una apariencia seria y no dejaban traslucir en absoluto su forma de ser, sencilla y encantadora, ni su sentido del humor, juvenil pero cautivador. Tenía veinticinco años y ya llevaba seis trabajando en la plantación de té. No había ido a la universidad, lo cual explicaba su humor juvenil. Le propuso matrimonio a Ammu cinco días después de haberla conocido. Ammu no fingió estar enamorada de él. Simplemente, consideró las ventajas y aceptó. Pensó que cualquier cosa, cualquier persona, sería mejor que regresar a Ayemenem. Escribió a sus padres para comunicarles su decisión. No le contestaron.

La ceremonia matrimonial de Ammu fue muy recargada, como es habitual en Calcuta. Más tarde, al recordar aquel día, se dio cuenta de que el brillo ligeramente febril de los ojos del novio no era fruto del amor, ni siquiera del nerviosismo ante la perspectiva del gozo carnal, sino de ocho vasos de whisky, por lo menos. Bebidos de golpe. Puro, sin rebajar.

El suegro de Ammu era presidente de la Compañía de Ferrocarriles y había destacado como boxeador cuando estaba en Cambridge. Era secretario de la ABBA, la Asociación Bengalí de Boxeo Amateur. Regaló a la joven pareja un Fiat pintado de rosa pastel por encargo, que condujo él mismo después de la boda tras cargar en él las joyas y la mayor parte de los regalos que les habían hecho. Murió en la mesa de operaciones, antes de que nacieran los gemelos, cuando le estaban extirpando la vesícula. A su incineración asistieron todos los boxeadores de Bengala. Un cortejo fúnebre de caras largas y narices rotas.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Dios De Las Pequeñas Cosas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Dios De Las Pequeñas Cosas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Ángeles Mastretta: Mal De Amores
Mal De Amores
Ángeles Mastretta
Josefina Aldecoa: Historia de una maestra
Historia de una maestra
Josefina Aldecoa
Sharon Penman: El sol en esplendor
El sol en esplendor
Sharon Penman
Espido Freire: Diabulus in musica
Diabulus in musica
Espido Freire
Catherine Coulter: Los Gemelos Sherbrooke
Los Gemelos Sherbrooke
Catherine Coulter
Отзывы о книге «El Dios De Las Pequeñas Cosas»

Обсуждение, отзывы о книге «El Dios De Las Pequeñas Cosas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.