Tracy Chevalier - El azul de la Virgen

Здесь есть возможность читать онлайн «Tracy Chevalier - El azul de la Virgen» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El azul de la Virgen: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El azul de la Virgen»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En esta obra Chevalier fundió la existencia de una norteamericana que comienza a residir en la Francia actual con la de una joven que padeció las consecuencias de la Noche de San Bartolomé.
La primera de estas historias comienza en el último tercio del siglo XVI. El mismo día en que, en un pequeño pueblo francés, pintan el nicho de la Virgen de un azul intenso, a Isabelle se le enrojece el pelo. Desde aquel día es llamada La Rousse, como la Virgen María (ya que se decía que también tenía el pelo rojo). Pero ese apodo deja de ser cariñoso cuando los hugonotes proclaman que la Virgen se interpone entre los creyentes y Dios.
La segunda historia transcurre a finales del siglo XX. Mientras busca un pueblo interesante para establecerse con Rick, su marido, un arquitecto también norteamericano aunque sin raíces francesas, Ella Turner piensa que Francia es un banquete del que está dispuesta a probar todos los platos. Todo parece ir bien… hasta que empieza a tener pesadillas cada vez que hace el amor con su marido con la intención de concebir un hijo. Ella Turner sueña en azul, se siente arrastrada hacia un lugar lleno de azul.

El azul de la Virgen — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El azul de la Virgen», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Conseguí llamar la atención de la camarera. Cuando se acercó le pedí dos whiskys. Lucien me miró sorprendido, abriendo mucho los ojos color avellana. Me encogí de hombros.

– En Estados Unidos siempre tomamos whisky con la cerveza -mentí con desparpajo.

Lucien asintió con la cabeza, y pensé en Jean-Paul, que nunca hubiera dejado pasar una afirmación tan ridícula. Echaba de menos su tono quisquilloso, sarcástico; era como un cuchillo que cortaba la niebla de la incertidumbre y que decía lo que era necesario decir.

Cuando la camarera nos trajo los dos whiskys, insistí en que Lucien se bebiera el suyo de un trago en lugar de saborearlo. Cuando terminó pedí otros dos. Mi conejillo de Indias tuvo un momento de vacilación, pero después del segundo superó la timidez y empezó a hablarme de la casa que había construido recientemente. Le dejé que se explayara, aunque utilizó muchas palabras técnicas que yo no entendía.

– Está a mitad de camino monte arriba, sobre una pendiente, donde siempre es más difícil construir -explicó-. Y luego hubo problemas con el cemento para l'abri nucléaire. Tuvimos que hacer la mezcla dos veces.

– L'abri nucléaire?-repetí, poco segura del francés.

– Oui -esperó a que lo mirase en el diccionario que llevaba en el bolso.

– ¿Un refugio atómico? ¿Ha construido un refugio atómico en una casa?

– Claro. Es necesario. En Suiza la ley obliga a que todas las casas nuevas tengan su refugio.

Agité la cabeza como para aclarármela. Lucien interpretó mal mi gesto.

– Es verdad lo que le digo, las casas nuevas necesitan un refugio atómico -repitió con más ardor-. Y todos los varones hacen el servicio militar, ¿no lo sabía? Al cumplir dieciocho años pasan diecisiete semanas en el ejército. Y después de eso, tres semanas más todos los años en la sección de reserva.

– Tratándose de un país neutral, ¿para qué necesita tanto espíritu militar Suiza? Acuérdese de la Segunda Guerra Mundial.

Sonrió con gesto grave.

– Para seguir siendo neutrales. Un país no puede ser neutral si no tiene un ejército fuerte.

Yo procedía de un país que, pese a tener un enorme presupuesto militar, no valoraba la neutralidad; me parecía que las dos cosas estaban muy poco relacionadas. Pero no estaba allí para hablar de política; nos apartábamos cada vez más del tema que me interesaba. Tenía que encontrar la manera de abordar la cuestión de las chimeneas.

– ¿Y de qué está hecho ese refugio atómico? -pregunté un poco forzadamente.

– Cemento y plomo. Las paredes tienen un metro de espesor, ¿sabe?

– ¿De verdad?

Lucien empezó a explicarme con todo detalle cómo se construía un refugio atómico. Cerré los ojos. Qué pelma, pensé. ¿Cómo demonios voy a conseguir que me ayude?

No había nadie más a quien recurrir. Jacob estaba demasiado afectado por el aborto de Susanne para volver a la granja; en cuanto a Jan, no cabía esperar que se saltara ninguna regla. Otro pelele, pensé con severidad. ¿Qué les pasa a estos tipos? Una vez más eché de menos a Jean-Paul: discutiría conmigo sobre la utilidad de lo que me proponía hacer, pondría en entredicho mi cordura, pero me apoyaría al convencerse de que para mí tenía importancia. Me pregunté cómo se encontraría. Aquella noche nuestra parecía ya muy distante. Una semana.

Pero Jean-Paul no estaba en Moutier; tenía que depender de las personas disponibles. Abrí los ojos e interrumpí el soliloquio de Lucien.

Écoute , quiero que me ayudes -dije con firmeza, cambiando aposta al tuteo. Hasta entonces había insistido en mantener el usted.

Lucien guardó silencio, sorprendido y desconfiado a la vez.

– ¿Conoces la granja cercana a Grand Val, que tiene una chimenea muy antigua?

Asintió.

– Fuimos ayer a verla. Era la granja de mis antepasados

– ¿De verdad?

– Sí. Hay algo allí que necesito.

– ¿Qué?

– No estoy segura -repliqué, aunque añadí enseguida pero sé donde está

– ¿Cómo puedes saber dónde está si ignoras qué es?

– No soy capaz de explicarlo.

Lucien hizo una pausa, contemplando su vaso vacío.

– ¿Qué quieres que haga? -preguntó después de un momento.

– Acompañarme a la granja, para echar una ojeada. ¿Tienes herramientas?

Asintió.

– En la furgoneta.

– Bien. Quizá las necesitemos -pareció asustarse, de manera que añadí-: No te preocupes, no tenemos que forzar nada; existe una llave que abre la puerta principal. Sólo quiero echar una ojeada. ¿Me vas a ayudar?

– ¿Hablas de ahora? ¿En este momento?

– Sí. No quiero que nadie sepa que voy allí, de manera que tiene que ser de noche.

– ¿Por qué no quieres que lo sepa nadie? Me encogí de hombros.

– No quiero que la gente pregunte. No quiero que hable.

Se produjo un largo silencio. Me preparé para su no.

– De acuerdo.

Cuando sonreí, Lucien me devolvió la sonrisa, vacilante.

– ¿Sabes, Ella? -dijo-. Es la primera vez que sonríes en toda la noche.

Empezaba a llover cuando Isabelle entró en el bosque. Las primeras gotas se filtraban entre las hojas nuevas de las hayas, agitándolas suavemente y llenando el aire de susurros. Un olor como a almizcle se levantó de la espesa capa de hojas muertas y agujas de pino.

Inició la subida por la pendiente de detrás de la casa, repitiendo el nombre de su hija de cuando en cuando, pero deteniéndose con más frecuencia para escuchar los sonidos que la lluvia ocultaba: cuervos que graznaban, el viento en los pinos monte arriba, cascos de caballo en el sendero hacia Moutier. No creía que Marie se alejara mucho: no le gustaba estar sola ni lejos de casa. Pero tampoco nadie la había avergonzado nunca delante de tanta gente.

Tiene que ver con el pelo nuevo, pensó Isabelle, y con el hecho de ser mi hija. Incluso aquí. Pero carezco de magia para protegerte, no cuento con nada que te mantenga a salvo del frío y de la oscuridad.

Siguió subiendo, hasta alcanzar una cresta rocosa a media montaña, y luego torció hacia poniente siguiéndola. Sabía que se dejaba llevar a un sitio muy concreto. Entró en el claro donde Jacob y ella habían cuidado del cabrito todo el verano. No había vuelto desde que Jacob hiciera el trueque del animal por la tela. Incluso ahora quedaban señales de que había estado allí un animal: los restos de un refugio de ramas, un lecho desigual de paja y agujas de pino, excrementos convertidos en bolitas muy duras.

Me creía tan lista con mis secretos, meditó Isabelle, sombría, mirando el lecho del animal. Que nadie lo sabría nunca. Sólo a un invierno de distancia, le pareció que había pasado mucho tiempo.

Después de visitar un lugar secreto supo que tendría que ir al otro. No trató de resistir el impulso, aunque era muy poco probable que Marie estuviera allí. Cuando la cresta descendió hacia la garganta Isabelle se encaminó por las rocas hasta el lugar donde Pascale se había arrodillado y había rezado. Allí no quedaba resto alguno del se creto: la sangre se había incorporado a la tierra hacía ya

– ¿Dónde estás, chérie? -dijo en voz baja.

Cuando salió el lobo de detrás de la roca, Isabelle dio un salto y gritó, pero no echó a correr. Se encontraron frente a frente, los ojos del lobo, semejantes a llamas, despiertos y penetrantes. El animal dio un paso hacia Isabelle y se detuvo. Isabelle retrocedió. Avanzó de nuevo e Isabelle se encontró retrocediendo entre las rocas. Temerosa de caer, se dio la vuelta pero, mientras caminaba, siguió mirando por encima del hombro para asegurarse de que el lobo no se acercaba demasiado. Comprobó que mantenía siempre la misma distancia, caminando más despacio o deteniéndose cuando ella lo hacía, o apresurando el paso si iba más deprisa.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El azul de la Virgen»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El azul de la Virgen» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El azul de la Virgen»

Обсуждение, отзывы о книге «El azul de la Virgen» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x