Camilo Cela - La cruz de San Andrés
Здесь есть возможность читать онлайн «Camilo Cela - La cruz de San Andrés» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:La cruz de San Andrés
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:5 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
La cruz de San Andrés: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La cruz de San Andrés»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
La cruz de San Andrés — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La cruz de San Andrés», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
– ¿Querrías jugar al diábolo con las ánimas del purgatorio?
– No.
– ¿Querrías saltar a pídola con los muertos de la Santa Compaña?
– No, de ninguna manera, de noche prefiero no salir de la ciudad.
Mi marido pensó siempre que no se debe gastar jamás la pólvora en salvas ni el amor profundo en sobos y dingolondangos, las almas en pena ya tienen bastante con los sufragios, cada vez hay menos dinero en el cepillo de las ánimas, la caridad se está borrando de los corazones. Seamos serenamente disciplinados y acatemos la norma que nos da quien puede hacerlo, las cosas hay que repetirlas siempre y, aun así, no se cumplen. Yo no estoy segura de que el porvenir sea de los ignorantes y los suicidas, lo más probable es que el porvenir no tenga dueño, no sea de nadie.
– ¿Ni de la casualidad?
– No, tampoco de la casualidad; admito que el porvenir pueda ser una abstracción inescrutable y cerrada.
Nada ni nadie es de nadie, la propiedad es un robo tolerado por una costumbre que dura ya cuarenta mil años, no puedo seguir pensando en esto porque se me corta la respiración en la garganta como al melancólico pajarito de los robledos, por más esfuerzos que hagamos no podemos admitir, no podremos admitir jamás que la casualidad sea de nadie ni tenga nada, sea sierva o ama de nadie ni de nada ni esté sometida a nadie ni vinculada a nada, ni siquiera a Dios ni a la noción de Dios, no es lo mismo sentir que comprender, pido perdón a los benevolentes espectadores de las ejecuciones en la horca municipal, construida con muy nobles maderos, sí, con maderas preciosas, pero siempre confusa: mi marido y yo sabemos que la ruin y humillante cruz de San Andrés tiene dos puntas hincadas en tierra y otras dos dibujadas en el aire, en una se posa Breogán, como un búho (o como un cernícalo), y en la otra el apóstol, como un cuervo (o como un lindísimo alcaudón). Conviene salir siempre a la calle muy arreglada porque los errores que podamos cometer son muy dolorosos, todo puede ser perdonado menos los errores, el hombre alienta los vicios conocidos pero rechaza los desconocidos, la mujer suele hacer al revés, la mujer tolera hastiadamente los vicios habituales pero busca y aplaude los vicios nuevos, por eso fracasan tantos matrimonios.
– ¿Por qué no quiso usted contar nunca el accidente náutico en el que perdió la vida su hijo?
– ¿Por qué no se lo pregunta usted a su padre? Las madres no solemos guardar esa memoria, somos menos esmeradas.
Matty, Betty Boop y yo, de jóvenes, de diecisiete años o dieciocho, éramos divertidas y crueles, conocíamos a un chico y nos entusiasmábamos con su compañía, pero al poco tiempo empezábamos a encontrarlo ridículo y nos reíamos de él por lo que fuera, los dientes, la ropa, el bañador, el tono de voz, el color del pelo, el apellido, la hermana bizca, con frecuencia tenían una hermana bizca, la tía coja, con frecuencia tenían una tía coja, Matty, Betty Boop y yo nos traspasamos algún novio, pero no nos decíamos nada de cómo era, al final siempre coincidíamos en las cosas que más risa nos daban.
Fernando Gambiño, el cajero de Efectos Navales Ramiro Astray e fijos, estaba en la cárcel esperando a que le dieran garrote por el asesinato de su esposa, Berta González Abuín, eso se llama uxoricidio, pero Gambiño no lo sabía, el verdugo tenía que venir de fuera, creo que de Burgos; primero Gambiño emborrachó a Berta con anís dulce, le hizo beber más de media botella, y después, cuando la tenía ya bien ebria e inconsciente, la puso desnuda sobre la mesa del comedor, no quitó el hule para no manchar demasiado, le selló la boca con esparadrapo para que no gritase y la abrió de abajo arriba con un cuchillo de hoja ancha, el corazón lo tiró a la mar de la bahía, es buen alimento de peces y gaviotas, también aprovecha a los moluscos bivalvos y a las errabundas medusas, Gambiño puso la sangre en una fuente honda con dos pajitas en forma de cruz y el cuerpo se fue pudriendo poco a poco, bueno, bastante deprisa, a los pocos días daba un olor muy fuerte, un olor espantoso y nauseabundo, y empezó a criar gusanos, entonces el empleado de Efectos Navales se metió en la cama, puso la televisión, campeonato de Europa de gimnasia femenina, Mariquilla Terremoto por Estrellita Castro y Antonio Vico, Habla contigo Jesús Arteaga, programa religioso, puso la televisión, ya digo, y esperó a que llegase la policía, tuvieron que tirar la puerta a patadas, la muerte de la esposa del cajero fue un asesinato ritual, los informadores lo dijeron en seguida, lo que no se supo nunca es si hubo otros implicados; Fernando Gambiño Aruñedo, de cuarenta y cinco años de edad, era natural de Guitiriz y tenía justa fama de hombre cumplidor de su deber, nadie supo lo que pudo haberle pasado, el demonio suele recurrir a muy sutiles ardides, don Segundo, el capellán de la cárcel, decía que Gambiño había hecho una confesión general ejemplar.
A nadie importa, yo sé que a nadie importa, pero la gente puede confundirse porque estos papeles están siendo escritos por varias personas y son tres, al menos, tres mujeres, quienes hablan en primera persona, quienes usan el nominativo del pronombre personal de primera persona cuando les conviene, yo no soy más que una mujer amargada porque todo le salió mal en esta vida, lo probable es que en la otra le salga todavía peor, yo no soy más que una mujer enferma que va camino de vieja y que no acierta a aguantar la soledad, me siento sola y casi maldita, me siento señalada por el dedo de Dios, pido perdón porque no me queda más remedio, me gustaría que alguien me ayudase a enriquecer mi huera existencia, ya sé que es pedir peras al olmo, me conformaría con que alguien me enseñase las técnicas básicas de la meditación, algo que pudiera llevarme a conocer mi mente y a vencer mis inquietudes, mi negatividad, sé que es pedir demasiado y me prestaría gustosa a ser degollada en el ara de los sacrificios si ésa es la voluntad de Dios y si mi muerte en la cruz de San Andrés sirviera para algo.
Ahora Camilito Méndez Salgueiro pinta a la acuarela, pinta marinas y vegetaciones, árboles y praderas, también floreros, y sigue leyendo libros en francés, la empresa Pescados Marineda quebró porque no la sabía llevar, pudo salvar algún dinero y vive sin lujos, es cierto, pero sin excesivos agobios.
– ¿Me da usted un pitillo rubio?
– Con mucho gusto, coja otro para luego.
Betty Boop era la bufona del trío, su hermana y yo quedábamos menos graciosas, no aguantábamos la comparación, quedábamos mucho menos graciosas, Betty Boop tenía verdaderas condiciones de actriz, hubiera hecho una magnífica actriz, tenía mucho talento de actriz cómica, a lo mejor hubiera podido salvarse del derrumbamiento subiéndose a las tablas y yendo de un lado para otro y de escenario en escenario, las candilejas prolongan la juventud y alargan la vida. Betty Boop cantaba y representaba muy bien las canciones que componía Manuel Alejandro para Rocío Jurado, Muera el amor y Lo siento, las bordaba, Betty Boop se apuntó a clases de declamación, lo que más le gustaba era recitar Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, lo vivía tanto que acababa sudando y llorando.
El padre de Moncho Espido, el bizco bailón, le dijo a la encargada de la casa de putas de la Malpiqueira:
– Mira, Concha; cuando termine de hablar tráeme un vermú. Y ahora escucha o, por lo menos, pon cara de escuchar. La materia tiende a dirigirse al centro de la Tierra, la gravedad es su sustancia, y en cambio el espíritu, algo que se tiene a sí mismo como objeto, tiende a volar al eje del cielo, la libertad es su motor, no se puede entender que es su sustancia aunque sería hermoso admitirlo. ¿Lo entiendes? ¿No? Bueno, es lo mismo, ya estoy acostumbrado. Dime una cosa, Concha; ¿está disponible la Esperancita?, no importa, tú no te preocupes, si está ocupada volveré más tarde, tengo que comprar unos pasteles para el cumpleaños de mi nietecita Lorena, mañana cumple cinco añitos, ¡hay que ver cómo pasa el tiempo!
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «La cruz de San Andrés»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La cruz de San Andrés» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «La cruz de San Andrés» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.