Carmen Gaite - Retahílas
Здесь есть возможность читать онлайн «Carmen Gaite - Retahílas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Retahílas
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:5 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Retahílas: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Retahílas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Retahílas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Retahílas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
E. Cuatro
– Perdidos andamos todos, hombre. Lo único que a veces puede despertar curiosidad es saber con respecto a qué brújula. Porque a lo largo de la vida no hace uno más que inventarse brújulas o fijarse en las que inventan otros. Eso es lo que cambia; los bandazos son siempre los mismos: del entusiasmo a la decepción pasando por esa zona media de la conformidad, guarida preferente para la mayoría, donde el tiempo se ensaña, sin embargo, y pega sus dentelladas más crueles; pero la gente que pone la vela al pairo de la conformidad no sabe esto, piensa que está hurtando su trayectoria a las fauces del tiempo, que es un viaje amortiguado y subrepticio. Y al fin, mientras no caigan en la cuenta del engaño qué más da, se lo creen, pues vale, el caso es ir trampeando, todos los expedientes, en definitiva, son para mientras alguien crea en ellos. Tu padre tendrá sus remolinos como tú y como yo; a ratos llevará paso de minué y a ratos de aquelarre, lo que pasa es que las sucesivas referencias de su viaje se nos escapan porque nos traen sin cuidado. A mí por lo menos, me traen sin cuidado. A Harry posiblemente no, por eso trata de entenderlo y de justificarlo. Yo no lo entiendo porque ya no me intriga, en el fondo es por eso: he dejado de pelear por él. Podíamos estar igual de separados y no haberlo perdido, que no me diera igual -como me da- ver su nombre en la prensa vinculado a homenajes oficiales, con toda esa bambolla de cargos, consejero, accionista, de banquete en congreso, de congreso en recepción; pero es que me da igual, no le quiero. Querer a una persona es quererla en lo que la separa de nosotros, en sus errores y calamidades, es quererla querer, empecinarse, es brega solitaria si lo vas a mirar, una pura pelea a tumba abierta contra las evidencias. Pero yo por Germán he peleado poco, me dejó de irritar hace ya mucho tiempo. Antes sí, discutíamos, de niños sobre todo, le quería meter en la cabeza todas mis opiniones y deseos, ¡qué ganas de pegarle!; éramos muy distintos, sí, pero le quería y hasta mucho después de acabar su carrera y yo la mía, aún seguía sin darlo por perdido, me obsesionaba la idea de sacarlo de sus casillas, de sus raíles, quería que descarrilara; un día él se dio cuenta y me dijo: "Pero a ti, ¿qué te pasa? ¿quieres que descarrile?", y yo indignada: "Eso es lo que quiero, sí, justamente, mira por donde todavía das alguna en el clavo, que descarriles y te abras la cabeza"; y le quise pegar porque estaba tranquilo, se había echado a reír mientras hablaba yo y me sacó de quicio, aquello era quererle, ahora nunca me indigna. Y mediaba tu madre muchas veces: "Pero déjalo en paz, ¿no ves que él es así?", sin darse cuenta de que contribuía a mi exasperación desde que se hizo novia de Germán por aquella tendencia suya a dejarlo a su aire, a aceptarlo como era. "No pretendo cambiarlo -decía- no te pongas pesada, cuando tú te enamores hablaremos, quieres lo que te dan y como te lo dan, exactamente eso es lo que quieres cuando media el amor, un día lo sabrás", con aquella sonrisa contemporizadora, como queriendo que se oyeran las palabras que decía, pero al mismo tiempo arriesgándolas a un torbellino donde todos hablaban mucho más alto, las perfilaba como avergonzándome de que pudieran herir, yo no sé si te acuerdas de la voz de tu madre, valiente pero tímida, sin desafiar, qué encanto de mujer. Pero él la avasallaba; creo que le empecé a tomar aversión a fuerza de quererla a ella cada vez más, había que elegir entre los dos, no había más remedio, nunca pude mirarlos como a un grupo armonioso, la verdad yo no sé cómo ella lo aguantaba. Ni entiendo lo que busca exactamente tu padre en las mujeres, que a veces no parecen importarle en absoluto, ni cómo se ha podido casar con dos tan diferentes, ni si las ha querido ni cómo ni llevado de qué idea, es que no entiendo nada. Y tampoco me importa, ya te he dicho, en eso está el secreto.
Fíjate, por ejemplo a mi marido no lo he entendido nunca, pero es que nunca, nada, al Germán de ahora mismo, si me aplicara a ello, lo podría entender mucho mejor sin duda, pero ¡qué distinto!, a Andrés le doy vueltas y aunque me desespere y me duela, no me aburre, no me resigno a darlo por perdido, ¿entiendes?, ahí está la diferencia. Ahora mismo, según digo su nombre, y casi siempre que lo digo o que lo pienso, se me atraganta el hecho de que exista y esté hablando por ahí con gente, tendría ganas de ser yo esa gente, de ponerme a discutir con él, de pugnar por buscarle una vez más resortes que a la fuerza coincidan con los míos, aunque tuviera que abrirle la cabeza para lograrlo, me fascinaría; me figuro estar dentro de su propia cabeza, como me pasa algunas veces a fuerza de mirar un cuadro que me ha gustado mucho, que me parece que me meto en él, pues una cosa así, dando vueltas en un paseo circular y cerrado por los caminos que antaño me llevaron a creer entenderlo, viendo un paisaje que tal vez no existe. Y sí, claro que pienso "está perdido", pero me gustaría recobrarlo, servirle de guía en esa pérdida que le supongo, entregarle, aún a riesgo de quedarme vacía, todas las imágenes que guardo de nuestra relación para que las fundiera con las suyas, con esas que sin duda cuida él -y te digo "sin duda" porque es que no me cabe soportar duda en eso-, no trastos arrumbados sino piezas de oro que recuenta a diario; y la fusión de mi tesoro con el suyo sería, me parece, remedio suficiente, el único capaz de reponer los hitos que marcaron cariz de itinerario al ovillo de rutas que recorrimos juntos, y por eso no han muerto todavía esas rutas, porque me parece tener la fórmula de su resurrección. De tu padre lo pienso, sí, que ha sido mi hermano, que hemos jugado juntos, pasado miedo juntos, que nos hemos besado y rascado la espalda y peleado y leído esos libros y trepado a esos árboles de ahí fuera; pero es algo pasado, inoperante, tengo que hacer esfuerzos para pensar que aquel Germán trae al de ahora, no hay hilo, aquél ya se ha perdido, y además, te repito, me da igual. Puede que sea muy triste pero sucede así, la pérdida de otro es cosa subjetiva. Y si él está perdido para ti y para mí no hay más razón que ésa: que le queremos poco.
Dirás que se lo busca, que pone poca cosa de su parte, pero eso es lo de menos, poco cuentan los méritos en un negocio así, hay gente de la que decides no desentenderte, vaya por donde vaya, y ésa no se te pierde, qué se te va a perder. De quien puedes decir "está perdido", a ése es que lo has soltado tú, no hay más vuelta de hoja, lo has dejado caer por lo que sea, no lo dudes, Germán; unas veces se lo habrá merecido, de acuerdo, pero otras no y el resultado es el mismo, depende de la decisión del que corta amarras y no del rumbo que viniera llevando antes de la ruptura ese otro con quien se ventila si cortarlas o no. Fíjate a cuánta gente de rumbo extraño al nuestro la seguimos sintiendo a lo largo de lunas y más lunas -y hasta toda una vida algunas veces- vinculada a nosotros, y esos esguinces y derivaciones del rumbo ajeno son igual que tirones que tuercen y confunden la propia trayectoria; se piensa: "Pero ¿cómo no me podré yo mover con libertad, si ahora a esa persona ya no la tengo conmigo?", lo mismo que te pasaba a ti la noche de fin de año, que te habías ido con aquella gente en plan de "borrón y cuenta nueva" y seguías teniendo encima los problemas de esa chica que te hace sufrir. Decidir romper amarras y ser libre vale de poco, yo cuántas veces habré dicho en mi vida "cada palo que aguante su vela" para dar por cancelada mi dependencia con respecto a alguien, pero sólo cuando notas que además de decirlo eres capaz de remendar la vela de tu propio barco sin que los dedos te tiemblen y sujetarla otra vez pausadamente al mástil solitario, ¡ah!, eso es lo que vale, entonces sí has roto de verdad aquella amarra de la que protestabas, cuando decir "soy libre" no es recurso forzoso ni revancha verbal, sino una consecuencia del susurro que te canta en la sangre: "Estoy sola, vuelvo a empezar, todo es mío, yo amaso el tiempo y me pertenece, es mi material de labor, mi tela para tejer, no lo siento tirano ni verdugo". Porque la libertad se identifica con la asunción del tiempo, es algo tan fácil y tan difícil como mirarle a la cara, es deponer las armas y reingresar en él; el tiempo está esperando de nosotros que hagamos eso, que no lo miremos como enemigo, y sólo entonces nos entrega todo lo que guardaba en sus repliegues, sólo cuando nota que vamos con él, que nos hemos embarcado con él, como le dijo el marinero aquel del romance al conde Arnaldos, que pretendía escuchar desde la orilla su canción, se la negó, claro:
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Retahílas»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Retahílas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Retahílas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.