Espido Freire - Diabulus in musica

Здесь есть возможность читать онлайн «Espido Freire - Diabulus in musica» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Diabulus in musica: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Diabulus in musica»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ésta es una historia de amor entre una mujer, un hombre y un fantasma. O, tal vez, dos fantasmas. Una historia que nos habla de Christopher Random, un actor que fue muchas personas, y de Balder Goienuri, que hasta su muerte sólo interpretó a Christopher Random.
De la muchacha que amó a los dos.
De las mentiras y los fingimientos entre los que se perdieron, y de cómo se buscaron durante años sin encontrarse.
El Diabulus representaba, en la teoría de la música antigua, el intervalo prohibido, un error deslizado entre las matemáticas perfectas que regían el mundo. También esta novela describe la lucha entre el orden y el caos, la luz y la oscuridad, el pasado y el presente. La voz y el silencio. Las múltiples maneras en las que el diablo acecha a la espera de encontrar un hueco por el que llevarse a sus víctimas.

Diabulus in musica — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Diabulus in musica», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Bueno, no lo ha escrito, exactamente. Me ha hablado de él. Me lo ha contado, para ser justos. Quiere protagonizarlo, por supuesto, pero aceptaría el papel de hombre maduro -se encogió de hombros-. Es una novedad. La idea me parece buena; pero quiero saber qué opinas.

Me senté en un escalón junto a él, y jugué con la correa de mi reloj.

– Es la historia de un chico en una pequeña ciudad de provincias, que quiere ser actor. El mejor actor del mundo. Haría lo que fuera por lograrlo. Entonces, traza un plan: hará un pacto con el diablo para lograrlo, a cambio de su vida. Se ahorca, y su alma pasa a la de su novia, una chica encantadora, que desde entonces será dos personas. Esta chica logra conocer al que es, en la vida real, el mejor actor del mundo. Lo seduce, se lo lleva a la cama y comienza a vampirizar también al actor. El actor logra matarla, y por fin todos descansan tranquilos.

– No puede ser -murmuré, y me pregunté por qué aún era incapaz de llorar.

– Puede resultar. Habría que introducir subtramas, por supuesto…

– ¿Cuándo te contó esto?

– Hace unos días.

– Es mi historia -logré decir-No es suya. Es mía.

Stephen continuó con su mirada reptilina fija en mí.

– ¿Qué dices?

– Me marcho -dije- No espero a Chris. Por favor, llama a un taxi. Quiero… tengo que pensar algunas cosas antes de decírtelas.

Él no me dejó levantarme.

– ¿Tienes absoluta confianza en Chris?

Asentí con la cabeza, sin mucha firmeza.

– ¿Absoluta? ¿No crees que tendría ya que estar aquí? No quiero hacerte daño, y no es mi intención ponerte nerviosa, pero ¿no ha llegado a casa tarde alguna vez con excusas extrañas, o sin excusas?

– Si quieres decir algo -dije, entrecortadamente-, dilo claramente.

– Eres lo suficientemente lista como para saber de qué te estoy hablando. Él es un vividor, un seductor nato, un inseguro. Podría tener a la mejor mujer del mundo a su lado y traicionarla con una rubia sin cerebro. Eres una chica lista. En muchos aspectos, una mujer muy notable. Débil, demasiado vulnerable, pero son fallos que se remedian con la edad. No te desperdicies con él.

– Lo que me has contado no…no es Chris.

– No es tu Chris, quizás. Es el Chris real. Abre bien los ojos.

Me levanté y me encaminé hacia la salida. Stephen vino detrás.

Me empujó contra la puerta, cerrándola, y me acorraló. Buscó mi boca y noté por un momento su aliento en la cara. Me besó, y por un momento cedí; estaba demasiado cansada para resistirme. Tomé aliento y le di un puñetazo en el estómago.

– Cerdo -murmuré-. Cerdo. Es todo mentira. Me has estado engañando. Jugando conmigo. ¿Cómo te atreves? Estás casado. Chris confía en ti.

Él se separó de mí. Sonreía, aunque creo que con cierto esfuerzo.

– ¿Es mentira? ¿Tú crees? ¿Todo? Chris es incapaz de una idea propia… ni siquiera sus palabras son suyas. ¿Crees que te he mentido? Bien. Piensa lo que quieras. Es tu mente. Es tu hombre. Imaginé que serías más sabia en tus elecciones.

Me abrió la puerta. Con un exagerado gesto caballeresco, me invitó a marcharme.

Christopher llegó muy poco después de que yo cerrara la verja negra y me sintiera por fin a salvo. Venía eufórico: consideraba que Frances estaba ya en su poder, y si se percató de mi expresión, no dio la menor señal de ello.

– Nadie defenderá a una madre cocainómana.

– Karen no toma cocaína.

– ¿Cómo lo sabes?

– Porque ella me lo ha dicho.

Nunca había admitido que hablara con ella. Él me sopesó con la mirada.

– Ni se te ocurrirá decir eso en la vista.

– No diré nada en la vista.

– ¿Qué te pasa? -dijo, al fin, y se sentó conmigo. Me tomó las manos y yo permití que las estrechara-. ¿No quieres que Frances venga a vivir con nosotros?

– No.

– Es por su bien.

– Es por el tuyo. Porque deseas ganar.

– Estará bien contigo. Eres mejor madre que Karen.

– Eso no es cierto. Yo no puedo cuidar de nadie. Necesito que cuiden de mí. Quiero que alguien cuide de mí.

Me miró, extrañado.

– Yo cuido de ti -se levantó. Parecía nervioso-. Ahora tengo que marcharme. Seguiremos hablando de esto luego. Si no llego muy tarde, saldremos a cenar fuera. Arréglate. Ponte guapa.

Cogió la chaqueta. Yo le detuve.

– Chris, ¿a dónde vas?

Él se volvió a mí.

– ¿A qué viene eso?

– Contéstame.

– No tengo por qué. ¿No tienes confianza en mí?

El aceite caía, gota a gota, desde mi garganta a mi estómago, lleno de arena.

– ¿Me has sido infiel desde que vivimos juntos alguna vez, Chris?

Él pareció sorprenderse. Pareció indignarse. Y pareció sincero.

– ¡Por supuesto que no! ¡Te quiero! ¡Y si no estuvieras tan alterada, ni siquiera me preguntarías esas estupideces!

Yo fijé la vista en el suelo, y dejé que los sonidos escaparan lentamente y tomaran forma en el espacio entre los dos.

– Sabes que si me mientes, me moriría… -subí la voz-. ¡Christopher, si te marchas, no volverás a verme!

No me dejó continuar. Cerró de un portazo, sin escuchar el final

– Si te marchas, moriré.

La habitación quedó vacía, espantosamente hueca de aire y palabras. Frente a la ventana, en el lugar con más luz, precisamente para que nadie pudiera verle, habitaba un fantasma.

Balder.

Lo recuerdo. Esas horas quedaron fijadas en mi mente para siempre, grabadas con estilete y fuego.

Subí las escaleras, entré en la habitación y me dirigí al baño.

Abrí el grifo del agua caliente, y la dejé correr. Frente a las cuatro columnas sin techo de la cama se alineaban mis regalos de cristal, prismas, y copas, y jarrones.

Las arrojé al suelo. Cada una de las copas, la que poseía un mundo en verde y azul en el pie, aquella otra finlandesa, antigua, el candelabro de Kosta Boda, jaspeado en blanco y negro, incluso el centro de mesa añil en el que Audrey colocaba naranjas, y que entonces contenía bombones, se rompió en añicos. El bote que Clara me trajo de París, con un perfume que no llegué a usar. Era tan bello verlas caer; y cada uno de los prismas brillaba con un resplandor único. La sangre de aquellas copas eran los arco iris arrancados por la luz. Me corté en los pies, sin apenas sentirlo. No existía en aquel momento otra cosa que no fuera una alegría sorda, como la sensación roja en los oídos al volar y planear viajes a distantes países.

Regresé al baño y cerré el grifo. Despacio, me desnudé. Las ropas quedaron amontonadas bajo el lavabo, y por un momento fui consciente de que jamás vestiría otras, que no habría seda, ni algodón, ni el crujido sospechoso del satén sobre mis hombros. A cambio, agua.

Abrí el armario, y evité mirarme en el espejo. Luego levanté la cabeza y me despedí. Los pómulos destacaban claramente bajo las ojeras, y un pequeño corte cruzaba mi mejilla derecha, con un trazo ya coagulado. Recorrí con un dedo los rasgos que, una vez más, se desdibujaban. Me puse triste, los ojos se agrandaron, la sonrisa se apagó.

El deber, el deber aguardaba. El agua, sedosa, con el mismo crujido del raso, onduló, se ciñó a mi cuerpo. Salpicó el suelo blanco del baño.

Cuando era niña, después de la lluvia, si era afortunada, encontraba arco iris en el suelo. Los coches perdían algo de gasolina, y en el camino de las alcantarillas y las superficies pulidas de las ca rreteras serpenteaban leves arco iris de grasa y porquería, demasiado ricos en rosas y verdes, como las burbujas viciosas cargadas de jabón antes de explotar. De ese mismo modo, la sangre que brotó de mis muñecas flotó sobre el agua tibia de la bañera, y luego, con la misma lentitud, como si fuera una medusa abriéndose camino en las cercanías de la costa, como la tinta pesada y bermeja de un calamar, dejó su trazo bajo los grifos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Diabulus in musica»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Diabulus in musica» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Diabulus in musica»

Обсуждение, отзывы о книге «Diabulus in musica» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x