• Пожаловаться

Nativel Preciado: Llegó el tiempo de las cerezas

Здесь есть возможность читать онлайн «Nativel Preciado: Llegó el tiempo de las cerezas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Nativel Preciado Llegó el tiempo de las cerezas

Llegó el tiempo de las cerezas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Llegó el tiempo de las cerezas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Reflexión optimista sobre los retos y las satisfacciones de llegar a los 60, en una época en que la vejez es una segunda oportunidad de vivir. La autora predica con el ejemplo y «a punto de cruzar esa frontera», se muestra en plena forma intelectual y saludable como una rosa.

Nativel Preciado: другие книги автора


Кто написал Llegó el tiempo de las cerezas? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Llegó el tiempo de las cerezas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Llegó el tiempo de las cerezas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

¿De qué murió? -se me ocurrió preguntar con un hilo de voz.

– De un aneurisma de aorta. Le estalló la cabeza. Murió en mis brazos y no pude hacer nada por evitarlo.

– Lo siento -dije.

– Gracias -me respondió-. En cuanto a lo nuestro, quiero decir, a nuestra amistad, me encantaría que no se destruyera. Sí, en cierto modo, tienes motivos para pensar que te he seducido, porque esa fue mi intención desde el primer momento. Entiéndeme, seducirte como amiga. Me hacía gracia que fueras tan arisca. Estaba seguro de que en momentos como estos, nos vendría bien estar el uno al lado del otro. Y sigo convencido de que así será. Eres estupenda, Carlota, y si me perdonas y no te importa lo que te he contado, me gustaría que continuásemos siendo amigos.

– Perdóname… -mascullé-. Eres tú el que tienes que perdonarme. He sido una estúpida.

– En absoluto, he aprendido la lección. Quizá sea un error dar por hecho ciertas cosas.

– ¡Qué vergüenza! Cómo pude pensar…

– ¿Qué?

– Que a estas alturas de mi vida…

Rompí a llorar como una niña. No pude evitarlo. Gorka me secó las lágrimas, me acarició la cara y me besó con tal ternura que me estremecí.

– Vamos, no seas tonta. Olvídalo. Te lo ruego.

– Te aseguro que nunca me importó cambiar de década, pero… -le dije entre sollozos-. Me asustan tanto los sesenta.

– Estás espléndida, Carlota.

– Eres muy amable, aunque no puedes imaginarte lo humillante que ha sido para mí creerme que…

– Creerte qué…

– Que un hombre como tú…

– Soy marica, querida. ¿Es que no te das cuenta?

– Y yo una vieja tonta.

– No vuelvas a decirlo. Tú y yo nunca seremos viejos.

– Abrázame otra vez, lo necesito.

– Claro que sí. Ven aquí, cariño. No tienes que preocuparte por nada. Yo te cuidaré.

– Te quiero mucho, Gorka.

– Y yo a ti, preciosa mía. ¡Vamos a celebrarlo!

– Me apetece emborracharme.

– ¡Qué gran idea! Abre la botella que está en el congelador. Mientras tanto, iré calentando la cena.

Tenía razón al intuir que, tras el encuentro con Gorka, mi vida iba a dar un vuelco. Recuerdo vagamente la sensación de plenitud que tuve entre sus brazos, el aroma que desprendía el arroz caliente, el postre de tiramisú, la mezcolanza de alcoholes, el piano, la voz y, a veces, la trompeta triste de Chet Baker. Después de todo aquello era incapaz de mantenerme en pie, así que Gorka me tumbó en su cama y él se fue a dormir al sofá, tras una intensa charla sobre nuestras respectivas vidas que debió de prolongarse hasta el amanecer. Me despertó el ruido de un teléfono que tenía cerca de la oreja. Olía a café. Gorka estaba sentado sobre un puf de cuero de color granate, leía el periódico y tenía delante una bandeja con el desayuno preparado.

– Buenos días, princesa.

– ¿Qué hora es? -pregunté sobresaltada.

– Un poco tarde para desayunar. Son las dos.

– ¡Es imposible! -grité-. Tengo que ir corriendo a mi casa.

Me puse en pie, cogí el teléfono y, en efecto, vi que la llamada era de Claudia.

– Toma un café. Te sentará bien.

– No puedo, no puedo. Tengo que irme rápidamente.

Llamé a Claudia, mientras buscaba los zapatos y el bolso. Había dormido vestida.

– Lo siento… perdona, hija… Estoy en casa de un amigo. No, no, no os vayáis. Estaré ahí en quince minutos… Ya te explicaré.

– ¿Qué pasa? -preguntó Gorka alarmado

– ¡Qué locura! Había invitado a mi hija y a Mario a comer.

– Tranquilízate. No pasa nada.

– Están esperándome en casa.

– Que esperen un poco. Te acompaño.

– Será mejor que vaya sola. Gracias por todo.

Me atusé el pelo, le di un beso y salí corriendo, otra vez, en busca de un taxi, mientras pensaba cómo explicarle a Claudia que me olvidé de la cita, porque había dormido en casa de… de aquel compañero de trabajo ¿Te acuerdas del imbécil que ponía la voz a Sam Gillman en ]ail? Pues bien, el imbécil al que odiaba tanto se ha convertido en el ser más adorable que se ha cruzado en mi camino. Pero la cosa, hija mía, no termina aquí. No creas que ha habido algo entre nosotros, es decir, no me he acostado con él, porque resulta que Gorka (así se llama mi amigo) es un homosexual diez años más joven que yo. ¡Qué importaba la edad en estos momentos! Era imposible entrar en tal cúmulo de detalles. Necesitaría mucho tiempo para explicarle de qué manera el azar había irrumpido súbitamente en mi vida.

Temía que mi hija me echase una bronca delante de Mario. Era una cita importante para las dos y yo lo había estropeado por mi mala cabeza. Cómo iba a decirle que después de una borrachera en casa de un desconocido (para ella lo era) me había quedado tirada en su cama. Una madre como yo no puede perder hasta ese punto la dignidad. Se pondría hecha una fiera. ¡Qué bajo has caído, mamá!, me diría. ¿Cómo iba a pedirle perdón por algo de lo que no estaba arrepentida? En eso consiste la madurez, en conquistar el derecho a ser como una es, aceptarme de ese modo y mostrarme ante mi hija sin artificio. No creo que sea grave llegar media hora más tarde, pero es que me dan tanto miedo los enfados de mi hija. A raíz del último no me habló durante una semana, ni siquiera se ponía al teléfono, y me produjo, además, una alarmante subida de tensión. Tuve incluso que ir al médico porque me dolía terriblemente la nuca y estuve preocupada por si tenía algo en la cabeza. Me dijo el médico que, aunque una mujer haya sido toda su vida hipotensa, a partir de la menopausia, es normal que una situación estresante o un disgusto o, simplemente, por cuestiones de la edad, le suba la tensión.

A pesar de mis miedos y el respeto reverencial que me infunde mi hija, llegué a casa dispuesta a aguantar el chaparrón. No quería perder, por nada del mundo, la sensación de placidez de la noche anterior. Así que traté de relajarme y de plantarle cara. Le diría que también tengo derecho a divertirme. ¡Qué expresión tan ridícula! Cómo iba a soltarle semejante tontería. Durante el trayecto en el taxi no se me ocurrieron más que estupideces. Poco antes de llegar a mi destino, recibí otra llamada de Claudia para decirme que me esperaban directamente en el restaurante. Aún tuve tiempo de decirle al taxista que cambiara de ruta.

Al entrar en El Puerto y verlos juntos por primera vez, pensé que hacían una estupenda pareja. No quedaba ni rastro de mis viejos rencores. Mi hija estaba deslumbrante con un escotado vestido blanco que resaltaba aún más su piel morena, unos enormes pendientes de aro, el pelo recogido en una trenza y una dulzura en la mirada como no le había visto desde hacía mucho tiempo. Mario, desde luego, no se parecía lo más mínimo a su madre. Era alto, rubio, con la cara angulosa y los ojos rasgados. Andrea era morena, de cara redonda, ojos grandes y almendrados, más bien chaparrita, aunque proporcionada. Quizá tuviera rasgos de su padre.

Se levantaron ambos para darme un beso. Cuando me senté a la mesa, dispuesta a ofrecer toda clase de disculpas y explicaciones, Claudia se anticipó y, cogiendo ostentosamente la mano de su chico, me dijo con cierto aire de solemnidad:

– Mamá, te presentó oficialmente a Mario. Y antes de que nos hables de tu nuevo amigo, quiero comunicarte que vas a ser abuela.

– ¿Qué has dicho? -pregunté aturdida.

– Que Mario y yo vamos a tener un hijo. Y hemos pensado que si es niña se llamará Carlota. A los dos nos gusta ese nombre.

No lo pude evitar. Volví a soltar la lágrima por segunda vez en veinticuatro horas. Pero, en esta ocasión, no era una reacción frente a la impotencia, sino un estallido de pura alegría.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Llegó el tiempo de las cerezas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Llegó el tiempo de las cerezas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Llegó el tiempo de las cerezas»

Обсуждение, отзывы о книге «Llegó el tiempo de las cerezas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.