Mercedes Salisachs - Adagio Confidencial

Здесь есть возможность читать онлайн «Mercedes Salisachs - Adagio Confidencial» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Adagio Confidencial: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Adagio Confidencial»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

FINALISTA DEL PREMIO PLANETA 1973
La gangrena es más fruto del oficio que de la brillantez, este Adagio confidencial habla del reencuentro, veinte años después, entre Marina y Germán. Abundante diálogo, ambiente burgués, ciertos golpes de efecto que la acercan al folletín y también fácil y amena lectura son las señas de identidad que siguen fieles muchos lectores.

Adagio Confidencial — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Adagio Confidencial», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Lo rompe ella, al fin, preguntando desenvuelta:

– ¿Por qué no me ofreces ahora un cigarrillo?

13

Otra vez la pitillera. Pero Marina no lee la inscripción. El dedo de Germán la tapa. So-lamente asoma la última sílaba de la firma: «na». Y comprende la invencible curiosidad de Germán. También ella quisiera saber, conocer los detalles de ese obsequio y de esa fecha que nada le dice.

Pero se abstiene de hacer preguntas. Es una garantía para ella. Una forma de evitar que Germán se arrogue el derecho de hacer lo mismo con ella.

En el fondo está siguiendo la táctica de Rogelio, la misma que los mantenía horas y horas en silencio y que los convertía poco a poco en dos extraños: dos personas conocidas que lo ignoran todo la una de la otra.

– El mar está tranquilo -comenta Germán.

– La niebla lo ha encalmado.

Desde lo alto resulta fácil observar el mar. Abajo era sólo una mancha gris que se unía al cielo.

Los whiskies no tardan en llegar.

– Por nuestro encuentro -dice Germán alzando el vaso.

– Por tu felicidad.

Germán mantiene el vaso en el aire. Pregunta:

– ¿Por qué descartar la tuya?

Marina sonríe burlona, arquea las cejas y dice:

– No soy yo la que va a contraer matrimonio.

– De todos modos, te deseo que seas feliz.

Y beben. Despacio. Escudriñándose.

– Me hubiera gustado ver las fotografías de tus hijos… ¿Cómo no se me ha ocurrido antes? -dice él.

– Puedo enseñarte la de mis nietos -dice ella abriendo el bolso.

Le extiende cinco fotos pequeñas. Cinco pedacitos de su vida completamente desligada de Germán. Cinco reductos de una historia que está tocando a su fin y que reclaman a su vez independizarse de ella: convertirse en historia por sí mismos.

Germán los contempla con falso interés. Pero ya no le dice «te envidio».

– ¿Los quieres?

Una pregunta arbitraria. Una pregunta superflua. Marina no comprende cómo se puede tener nietos sin quererlos. Por eso no contesta. Resultaría difícil describirle a Germán su amor por esos cinco niños. Tan difícil como describir un árbol únicamente por su sombra. Eso debe de ser para Germán la idea de «ser abuelo»: una sombra.

Germán le devuelve las fotos. Pregunta:

– Te llamarán «abuela», claro está.

Y la palabra cae sobre el mantel como una losa. Es tan inoportuna como las interrupcio-nes del reloj, o como las visitas inesperadas o los sonidos intestinales.

– ¿De qué otra forma iban a llamarme?

Y se ve a sí misma acompañando a sus nietos al cine algún domingo por la tarde, o pre-parándoles la comida, o cuidándolos cuando están enfermos… Y piensa: «Dentro de unos años, seré un estorbo para ellos.» Porque la vejez es fea, terriblemente fea. Hay algo sórdido en la vejez. Algo que repele.

Vuelve el rostro hacia el ventanal: el cielo va adquiriendo un tinte amoratado, un matiz que presagia tormenta. También ese cielo resulta caduco y feo.

– Tú, al menos, nunca te oirás llamar así.

– Entonces… ¿te molesta ser abuela?

– No -dice ella- me molesta que mis nietos comprendan que lo soy. Me llaman de ese modo porque no existe otro vocablo para distinguirme. (Me refiero a un vocablo sensato.) Pe-ro todavía ignoran lo que esa palabra supone.

– ¿Te gustaría ser joven otra vez?

Marina contempla su vaso de whisky, su cigarrillo, la arruga mal planchada del mantel.

– No: es demasiado cansado: siempre se hace lo que no se debe hacer, se piensa lo que no se debe pensar, se proyecta lo improyectable… No: decididamente no me gustaría volver a la juventud. ¿Para qué? Seguramente incurriría en los mismos errores.

Tiene ahora aquellos errores clavados en la memoria: casi los revive: Su amistad con Tina, su absurda fe en Rogelio, su esperanza de ver, algún día, a Rosario transformada en un ser normal, en una cuñada razonable… Toda su juventud ha sido un manojo de utopías, de mentiras trastocadas, de imprecisiones torturantes.

Recuerda los interminables y angustiosos almuerzos familiares presididos por el tío Lorenzo y por la tía Felicitas, los despropósitos de Rosario, los silencios de Rogelio cuando veía a su hermana en trance de rebajarla delante de sus hijos… Y evoca aquella mañana. una mañana de verano, soleada y alegre, suplicándole a Rogelio: «Dime lo que ocurre entre noso-tros: yo no puedo saberlo.»

Pero Rogelio se había reído de ella y le había dicho: «Tu imaginación te pierde, Marina.» Y ella había pensado que, efectivamente, su imaginación la perdía y que debía cambiar.

– Seguramente volvería a casarme con alguien que no me quisiera y volvería a tener a-migas como Tina y viviría engañada, y de nuevo pensaría que la vida es un manojo de in-comprensiones.

Y recuerda a Rosario insultándola, delante de sus propios hijos, sin que nadie (Rogelio menos que nadie) se atreviera a defenderla, y se ve a sí misma levantándose de la mesa, co-rriendo al lavabo para devolver la comida ingerida y llorar su soledad.

– Porque resulta difícil cambiar las características propias…

Lo peor había sido soportar la desorientación de sus hijos. Observarlos inestables sin saber qué partido debían tomar, temiendo y deseando a un tiempo que se decantaran hacia ella.

Hasta que un día se había descorrido un velo. Un velo que nunca hubiera creído posible descorrer. Y después se había encontrado todavía más sola, todavía más bamboleante.

Rogelio se iba a uno de sus viajes (aquellos viajes incomprensibles que a veces carecían de justificación adecuada), unos viajes que debía hacer solo, porque, según decía, las mujeres estorbaban y Marina era mujer.

Fue entonces cuando en un arranque de desesperación ella le había pedido ayuda: «La necesito, Rogelio, la necesito más que el aire que respiro.» Y cuando él, por primera vez, le había preguntado qué clase de ayuda pretendía, ella se lo había confesado todo.

– …y mis características, ya las conoces, Germán, me reducen a una vida con agujeros, a una vida con escapes de agua que nadie recoge, que todos desechan…

Sin embargo, aquella vez, ella había llegado a creer que su marido iba a ayudarla. Du-rante unos instantes lo había visto vacilar. Casi la había mirado con ternura. Y ella se había lanzado a sus brazos, mendigándole cariño, suplicándole que no la dejara a merced de aquel recuerdo.

Pero la supuesta ternura de Rogelio había durado poco. Alguien, aquel fantasma que aún no tenía nombre, aquel ser difuso que intervenía a sus espaldas, se había apoderado, una vez más, de la voluntad de Rogelio.

Lo comprendió en seguida, en cuanto llegó del viaje. En él ya no había el menor vestigio de ternura. Únicamente una extraña y repelente corrección: «He meditado a fondo la cues-tión, Marina, lo he pensado mucho:

¿Por qué no vivir tú y yo como dos buenos amigos?»

Y el tono de Rogelio quemaba de puro frío. Era todavía peor que el tono utilizado en los momentos de ira. «Si tú me dejas en paz, yo no voy a inmiscuirme en tu vida. Por mí puedes tratar a Germán todo lo que gustes. No tengo inconveniente. No voy a interferirme en vuestra amistad… Al fin y al cabo, los dos sois personas civilizadas…»

Ella había pensado: «Estoy enloqueciendo. Rogelio no puede hablarme así. Rogelio no "es" así. Rogelio no puede "darme permiso" para que quiera a Germán…» Pero Rogelio insis-tía: «No vamos a ser el único matrimonio que acepte esas condiciones…»

No era falso. No era producto de su imaginación. Lo que le estaba diciendo Rogelio era cierto: desesperadamente cierto. Supo entonces hasta qué punto su marido la despreciaba. Y fue lo mismo que si la tierra se hundiera bajo sus pies y el mundo entero se convirtiera en un erial inmenso, sin un árbol, sin una fuente, sin un hueco donde refugiarse, donde poder de-fenderse de sí misma, de aquel dolor horrible que le crecía por dentro y que, de puro agudo, ni siquiera le permitía llorar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Adagio Confidencial»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Adagio Confidencial» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Mercedes Lackey - Crown of Vengeance
Mercedes Lackey
Mercedes Lackey - Sacred Ground
Mercedes Lackey
Mercedes Lackey - To Light A Candle
Mercedes Lackey
Mercedes Lackey - Reserved for the Cat
Mercedes Lackey
Mercedes Lackey - Moontide
Mercedes Lackey
Mercedes Lackey - Owlsight
Mercedes Lackey
Mercedes Lackey - Exile's Valor
Mercedes Lackey
Mercedes Salisachs - Goodbye, España
Mercedes Salisachs
Mercedes Salisachs - La gangrena
Mercedes Salisachs
Mercedes Salisachs - El cuadro
Mercedes Salisachs
Отзывы о книге «Adagio Confidencial»

Обсуждение, отзывы о книге «Adagio Confidencial» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x