Philippe Cavalier - La Dama de la Toscana

Здесь есть возможность читать онлайн «Philippe Cavalier - La Dama de la Toscana» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Dama de la Toscana: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Dama de la Toscana»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Moscú, 1947. En un despacho de los servicios de inteligencia soviética, Dalibor Galjero se confiesa. Es el último de su linaje, y unido desde hace siglos al hada Laüme, ha pagado un alto precio por ser tan poderoso como su pareja. Por otra parte, sus habilidades podrían ser de gran ayuda para los rusos en la guerra fría que acaba de empezar. Pero tres hombres han jurado acabar con Dalibor y Laüme: Tewp, Monti y Gärensen, junto a la anciana e intrépida Garance de Réault, están decididos a jugar las últimas bazas de una partida en la que parecen llevar las peores cartas…
La tetralogía El siglo de las quimeras culmina en La dama de la Toscana, un relato de terror e intriga, acción y aventura, que nos conduce de los desiertos de Asia Central a los palacios de Venecia, de la corte de los Borgia al París de Alexandre Dumas, de los bosques de Transilvania a las planicies del Transvaal… Un bello, terrible, misterioso tapiz, tejido con los hilos de lo humano y lo numinoso, de la historia y la magia negra.

La Dama de la Toscana — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Dama de la Toscana», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Durante mucho tiempo Dragoncino Galjero ignoró todo acerca de su padre. Las personas que lo rodeaban contestaban poco y mal a las raras preguntas que se atrevía a formular cuando era pequeño, dejando su curiosidad insatisfecha y siempre más ardiente. Alegre, hábil y en continuo movimiento, el niño se ahogaba al lado de una madre llorosa y timorata que reprimía el menor de sus pasos. Aunque los caballos le fascinaban, las cuadras le estaban prohibidas. Interesado en los otros, sólo conocía caras de adultos austeros y fríos. A los seis años no pudo más y, después de varias tentativas abortadas, logró escaparse. Se deslizó al exterior por una brecha de la muralla y recorrió los campos durante varias horas antes de que unos campesinos lo encontraran, dormido sobre el heno de un granero. Aquella pequeña aventura dejó en él profunda huella. Los insectos que había tenido entre los dedos, los lagartos que había dejado correr por sus piernas y el perfume vivo de las flores le confirmaron en el sentimiento de que la vida era un tesoro a tomar y que bastaba con extender la mano para asirlo. Pese a las reprimendas de Nuzia y a la obligación que se le impuso de reparar de inmediato la brecha del muro por la que había huido, reiteró sus fugas y siempre encontraba un modo u otro de burlar la vigilancia celosa de la que era objeto.

Un día, debía de tener diez años, se perdió y cayó en una especie de foso que se abría traidoramente bajo un tapiz de hierba seca. Aterrizó junto a dos víboras que se enrollaron en él y le mordieron salvajemente en el cuello y la cara. Loco de cólera y dolor, el pequeño agarró uno a uno a los animales y les reventó la cabeza sobre el canto de una piedra. Salió por sus propios medios de la fosa polvorienta en la que había caído; a pesar de sus denodados esfuerzos, el veneno que fluía por su cuerpo no le permitió ir demasiado lejos. Bajo el calor del mediodía, su cuerpo se cubrió de un velo helado y sus músculos se endurecieron como la arcilla en el horno. Al poco, se desmayó en un bosque bajo alejado de los senderos.

El sol iniciaba su descenso en el horizonte y nadie había acudido a socorrerle. Los insectos corrían ya por su cuerpo y las comadrejas acudían a lamer su piel fría, cuando una fina sombra avanzó hacia él. Era Laüme. En la mano llevaba un sapo que había cogido en el fondo de una charca. Mientras acariciaba el vientre del animal, sacó una larga aguja de sus cabellos recogidos en un moño y la clavó con destreza en las carnes blandas del batracio. La pequeña criatura no sufrió. Sus patas se contrajeron un segundo, su espinazo apenas tembló y su espíritu estalló como una pompa de jabón en el éter. Laüme presionó el cadáver por encima del muchacho y exprimió hasta la última gota de sangre antes de romper el cráneo de la bestezuela con un sílex. Efundió los dedos en la masa gris y roja del cerebro, desmenuzándolo, y extirpó una especie de piedra lisa, una concreción apenas más grande que una gragea, que colocó bajo la lengua del niño. Esperó una, quizá dos horas. Sin impacientarse, sin rezar, los ojos siempre puestos en los rasgos inmóviles de Galjero.

Su caballo negro esperaba cerca de allí, atado a un tronco. El animal llamó la atención de los servidores enviados en busca del niño. Estupefactos, los domésticos apenas se atrevían a acercarse a aquella joven de lujoso vestido carmín, con una bandolera bordada en oro de la que colgaba una faltriquera redonda al lado de una afilada daga. Pero Nuzia los lanzó sobre ella. Sin resistirse, con los ojos fijos en los de Nuzia, que chillaba de odio y de cólera creyendo que acababan de asesinar a su hijo, Laüme se dejó apresar y tratar de bruja, de asesina, de diablesa… Pero los insultos no borraron su sonrisa.

En el mismo instante en que una horca se alzaba, apuntada a su cuello, un estertor sacudió a Dragoncino. Con una gran inspiración ruidosa, el chiquillo volvió de repente a la vida. Escupió instintivamente la piedrecilla, se incorporó a medias y agitó los brazos, como si buscara emerger a la superficie de unas aguas oscuras. Sus miembros recuperaron su suavidad y calidez, y su respiración volvía a ser amplia y regular.

– Yo no he matado a tu hijo -explicó Laüme-. Le han mordido dos víboras. La piedra que he puesto en su boca ha absorbido el veneno como una esponja, y la sangre del animal que he vertido sobre él ha salvaguardado su espíritu cerca de su cuerpo durante la purga. Yo he captado el peligro y he venido a él. ¿Y tú? ¿Qué hacías tú? ¿Gemir en tu habitación? ¿O acaso estabas planeando enviar otro asesino contra mí para vengarte por no haber sabido amar a tu esposo?

Nuzia se echó a temblar, las pestañas le aleteaban y tenía la piel color ceniza. Laüme, de pronto, parecía más grande, más salvaje. Los dos hombres que le sujetaban los brazos la soltaron, y las picas vueltas hacia ella descendieron. Lentamente, atravesó el grupo de campesinos y subió a su caballo sin que nadie la molestara.

Fascinado, Dragoncino corrió hacia ella y cerró su manita en los bajos de su vestido. Laüme le sonrió.

– ¿Sabes, niño, que Hércules estranguló con sus manos dos serpientes que le atacaban cuando todavía lloraba en la cuna? ¿Te gustaría vivir el mismo destino que ese héroe?

– No conozco a ese Hércules del que habláis -reconoció Dragoncino, avergonzado.

Esta candidarepuesta provocó una refrescante carcajada en la amazona.

– Pues yo te enseñaré, niño. Sí, te prometo que un día cercano te enseñaré.

Y azotando la grupa de su caballo con un golpe de fusta, lanzó al galope su montura piafante entre las mechas de polen que traía el viento de la tarde.

Dragoncino aguardó con paciencia -cualidad contraria a su naturaleza- que la mujer del caballo negro regresara, tal como había prometido. Pero los años pasaron sin que su bella silueta apareciera de nuevo. Poco a poco, abandonó la espera y acabó por convencerse de que el episodio de las serpientes no había sido más que un sueño de infancia. Al crecer, unía cada vez más la antigua belleza de su madre con la nobleza de rasgos de su padre. Inflamado por un fuego cada vez más vivo, exaltado por la reclusión que le imponía Nuzia en el corazón de la soledad del gran dominio, los únicos instantes de placer que conseguía robar se producían cuando, llegada la medianoche, se deslizaba fuera de la casa para batir la región a escondidas bajo el cielo de Toscana. Una noche de luna llena, mientras deambulaba al azar de los caminos mordisqueando un tallo de malva, percibió una luz sobre una loma de terreno de pasto. Se acercó y entró sin miedo en el círculo que formaba una pequeña tropa instalada en torno a una hoguera. Todos los ojos se posaron en él.

– ¡Eh, pequeño! ¿De dónde sales? -le dijo un bribón vestido de cuero negro y acero.

– Estáis en mis tierras -respondió Dragoncino, sin parecer impresionado por el aspecto salvaje de la banda de soldadotes.

– ¿En tus tierras, niño? -se sorprendió el hombre con una carcajada, y lo atrapó por el cuello-. Si eres un señor, valdrás mucho dinero. ¿Cuánto crees que nos darían tus padres por impedir que desolláramos vivo a un dulce conejito como tú?

– Ni un florín. No tengo padre, y mi madre no me quiere.

– Peor para ti. Morirás entonces sin que nadie te llore.

– Déjalo ir, Mondo -intervino un viejo veterano que llevaba una pluma amarilla cosida en su jubón-. No es más que un niño. El vello apenas apunta en su mentón.

El llamado Mondo volvió a sentarse cerca del fuego, renegando, mientras que el hombre de la pluma ayudaba al muchacho a ponerse de pie y le tendía una pequeña garrafa forrada con un tejido de mimbre.

– Toma, bebe. Y excusa la mala acogida. No debes temer nada de nosotros. Levantaremos el campamento al alba y no volverás a vernos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Dama de la Toscana»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Dama de la Toscana» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Dama de la Toscana»

Обсуждение, отзывы о книге «La Dama de la Toscana» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x